¿Se
nace homosexual? Estudio confirma que no hay evidencia científica para
afirmarlo
REDACCIÓN
CENTRAL, 23 Ago. 16 / 02:33 pm (ACI-prensa católica).- Un nuevo estudio que analiza otras 200
investigaciones sobre orientación sexual e identidad de género reveló que no
existe evidencia científica para afirmar que se nace homosexual, cuestionando
el común alegato de los colectivos LGBT.
publicó la investigación realizada por los expertos Lawrence Mayer, epidemiólogo y miembro del departamento de Psiquiatría de la reconocida Universidad de Medicina John Hopkins; y el psicólogo y psiquiatra Paul McHugh, “tal vez el psiquiatra más importante de los últimos 50 años”, señala la publicación.
El
estudio lleva por título “Sexualidad y Género: Descubrimientos desde las
ciencias biológicas, psicológicas y sociales”.
“Los
estudios científicos no corroboran la hipótesis de que la identidad de género
sea una propiedad innata y fija del ser humano e independiente del sexo
biológico: es decir, que una persona sea ‘un hombre atrapado en un cuerpo de
mujer’ o ‘una mujer atrapada en un cuerpo de hombre’”, señala una de las
revelaciones de la investigación.
El
editor de la revista, Adam Keiper, explica que “al examinar investigaciones de
las ciencias sociales, biológicas y psicológicas, este informe muestra que
algunos alegatos que se escuchan con frecuencia sobre sexualidad y género no
tienen apoyo en la evidencia científica”.
El
informe “se centra en las altas tasas de problemas mentales entre la población
LGBT, y cuestiona la base científica de la tendencia del tratamiento de niños
que no se identifican con su sexo biológico”.
Los
expertos señalan que “aunque un niño pequeño sea considerado –incluso por él mismo– una niña, eso no lo convierte
biológicamente en una niña. La definición científica del sexo biológico es,
para casi todos los humanos, claro, binario, y estable, lo que refleja una
realidad biológica subyacente que no se contradice con las excepciones a la
conducta sexual habitual, y no puede ser alterada por la cirugía o
condicionamientos sociales”.
En
el estudio se explica inicialmente que “las pruebas científicas no respaldan la
visión de que la orientación sexual es una propiedad innata y biológicamente
fija del ser humano: la idea que los individuos ‘hayan nacido así’”.
Problemas
de salud mental
Los
expertos también resaltan que “los estudios comparativos de la estructura
cerebral de personas transgénero y no transgénero han demostrado la existencia
de correlaciones débiles entre la estructura cerebral y la identificación
transgénero. Esas correlaciones no constituyen una prueba de que la
identificación transgénero tenga una base neurobiológica”.
Sobre
los problemas de salud mental que sufren las personas no heterosexuales, el
estudio señala que “tienen un riesgo más elevado de padecer diversos problemas
de salud general y salud mental”.
Resulta
“especialmente alarmante –prosiguen– que en la comunidad transgénero, la tasa
de intentos de suicidio a lo largo de la vida y para todas las edades se estime
en un 41%, mientras que es menos de un 5% para la población general de Estados
Unidos”.
En
comparación con la población general “los adultos sometidos a cirugía de
reasignación de sexo” tienen “aproximadamente 5 veces más probabilidades de
intentar suicidarse y 19 veces más de morir por suicidio”.
¿Niños
transgénero?
Los
investigadores expresan su preocupación por los niños y en el estudio explican
que “solo una pequeña minoría de los que manifiestan una ‘identificación de
género cruzada’ durante la niñez lo siguen haciendo en la adolescencia y la
adultez” y advierten que “no existen pruebas de que a todos los niños con
pensamientos o conductas de género atípicas haya que animarlos a convertirse en
transgénero”.
En
el prefacio del estudio, el Dr. Mayer afirma que esta investigación se hizo
pensando en el bienestar de los niños. Por encima de todo, escribe, “lo dedico
a los niños que batallan con su sexualidad y género”.
En
declaraciones al National Catholic Register, el Dr. Paul McHugh señaló que
actualmente “estamos en un mundo en el que todo el mundo dice ‘queremos
medicina basada en la evidencia para tomar un antibiótico, pero sin evidencia
también se quiere hacer cosas radicales a los niños”.
Los
autores también señalan que “la evidencia científica recopilada sugiere que
tengamos una perspectiva escéptica hacia la afirmación de que los procedimientos
de cambio de sexo proporcionan los beneficios que se esperan o que resuelven
los asuntos subyacentes que contribuyen a los elevados riesgos mentales de la
población transgénero”.
Sin
miedo a la polémica
En
las conclusiones, los expertos explican que elaboraron el estudio para que
pueda ser asequible a los especialistas y el público en general; y comentan que
“si bien hay mucha controversia alrededor de cómo la sociedad trata a los
miembros LGBT, ninguna visión política o cultural nos debe desalentar para
entender los asuntos clínicos y de salud pública para ayudar a la gente que
sufre de problemas mentales que pueden estar relacionados con su sexualidad”.
En
esta exhaustiva investigación, finalizan, “hemos intentado sintetizar y
describir un complejo cuerpo de estudios científicos relacionados a estos
temas. Esperamos que esto contribuya al debate público sobre la sexualidad
humana y la identidad. Sabemos que habrá respuestas enérgicas y les damos la
bienvenida”.
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