El “caudillo oculto” de Zedillo/Raúl Rodríguez Cortés

El “caudillo oculto” de Zedillo/Raúl Rodríguez Cortés

EL UNIVERSAL, | 12/01/2025 |

Ha sido el expresidente Ernesto Zedillo Ponce de León quien le puso el cascabel al gato al exigir a Claudia Sheinbaum que se desempeñe como “… una presidenta de verdad”, porque consideró inaceptable que “el poder real e inmenso lo ejerza un caudillo instalado oculto en la oficina anexa a la Presidencia de la República”.

No mencionó el nombre de ese “caudillo oculto”, pero la audiencia congregada en el auditorio del ITAM -recinto ideológico de Zedillo y los suyos- entendió sin la menor duda que hablaba del también expresidente Andrés Manuel López Obrador.

Tal andanada crítica fue de las pocas que se hayan pronunciado públicamente.

El expresidente Zedillo dijo, entre otras cosas, que la democracia en México ha sido destruida por una autocracia, que vamos hacia la tiranía de un Estado policial y, en suma, que la situación del país es muy grave.

Pero, sobre todo, dijo con todas sus letras lo que muchos ven sin atreverse a poner el punto sobre la i: que AMLO ha instaurado un “Maximato” como el ejerció entre 1928 y 1934 por el llamado “jefe máximo de la Revolución”, Plutarco Elías Calles.

El cacique revolucionario potosino Gonzalo N. Santos describe ese período de la historia con una sencillez abrumadora: “Todos parecíamos los perros del jefe máximo, y ladrábamos a su gusto”, lo que el ingenio popular refrendó agudamente con la frase “aquí vive el presidente, pero el que manda vive enfrente”.

Calles, fundador del Partido Nacional Revolucionario (antecedente del PRI) con el que sustituyó la dictadura personal de un caudillo por la dictadura impersonal de un partido hegemónico para pacificar y unificar al país después de la Revolución, impuso y dominó a tres de los gobiernos que lo sucedieron: Emilio Portes Gil (interino tras el asesinato de Álvaro Obregón), Pascual Ortiz Rubio (electo, inepto y dimitente) y Abelardo Rodríguez (interino).

Pero Calles, el poder tras el trono durante seis años, topó con pared tras la elección de Lázaro Cárdenas del Río.

Crónicas de la época recuerdan los desaires e imposiciones de Calles en el gabinete del recién electo presidente Cárdenas y los juegos de poder con los que éste se lo quitó de encima.

El 9 de enero de 1936 Calles compareció ante un juzgado penal para declarar en el juicio contra Nemesio Treviño Villarreal, uno de sus incondicionales, acusado de contrabando de armas en Sonora. Por esos días también crecían los señalamientos contra el líder sindical y vocero de Calles, Luis N. Morones, acusado penalmente de acumular armas y municiones en dos casas de su propiedad.

Cárdenas aprovechó la coyuntura para convocar a ruidosas manifestaciones del movimiento obrero que exigían castigar las intromisiones del llamado “jefe máximo”, el hombre del “Maximato”.

Fue así como, la madrugada del 10 de abril de 1936, el presidente Cárdenas apoyado por una patrulla militar sacó en pijama a Calles de su casa y lo condujo hasta un avión del Ejército que lo llevó a California expulsado por alta traición.

Es percepción generalizada a partir de hechos que se han dejado ver, que AMLO ejerce una enorme influencia, por decir lo menos, sobre la presidenta Claudia Sheinbaum.

Ella ha argumentado que es normal que haya coincidencias de fondo entre dos piezas fundamentales del movimiento político que los llevó al poder.

Eso se entendería con las reformas constitucionales que López Obrador propuso todavía en su mandato y que se concretaron ya en el de Sheinbaum.

Lo que no se justifica con ese argumento y que inocultablemente sugiere subordinación es, por ejemplo, la imposición de cuadros incondicionales de AMLO en el gabinete de la presidenta y en los liderazgos parlamentarios de Morena o el control del partido-movimiento a través de su propio hijo o el constante elogio que hace ella de su antecesor.

Si AMLO como ha dicho hasta la saciedad, realmente le tiene a Sheinbaum el amor de un padre que le hereda el poder a una hija o hijo y la considera una política más preparada y calificada que él, por lo que mejor gobernará a México, debería mandar cuanto antes mensajes contundentes de que él no es el poder tras el trono.

De otro modo, el nuevo “Maximato” de hoy terminará con una ruptura política como ocurrió como el ayer. No dudo que la presidenta Sheinbaum ya sabe a estas alturas que el poder no se comparte. Sí dudo que AMLO quiera renunciar totalmente al enorme poder político que ha ejercido durante los últimos años.

Instantáneas:

1.  CIEN DIAS Y PLAN MÉXICO. Aun con señalamientos como los de Zedillo, compartidos por diversos sectores de la población, la presidenta Sheinbaum llegó a sus primeros cien días de gobierno con actos niveles de aprobación popular que fluctúan entre 78 y 80 por ciento en diversas mediciones demoscópicas publicadas hasta ahora. La razón acaso sean los programas sociales. Sheinbaum informará este domingo sobre lo realizado en estos primeros cien días en una concentración en la que Morena tiene planeado llenar a tope el Zócalo de la Ciudad de México. Mañana lunes, en la conferencia mañanera, dará a conocer el llamado Plan México. ¿Ya veremos que plantea y qué sorpresas trae?

2. SEGURIDAD Y APARIENCIAS. Aunque el gobernador Samuel García insiste en que Nuevo León está mejor que nunca, datos de la propia fiscalía general de Justicia de aquella entidad, dejan ver una realidad más matizada. Si bien algunos delitos como el de robo a negocio disminuyeron 23.07% y violencia familiar bajó 1.06%, otros, como el de lesiones, crecieron 4.43% durante el último año. Además, según la ENVIPE 2024, 39.4% de los habitantes de Nuevo León considera inseguro vivir en el estado y 70.3% se siente vulnerable al utilizar cajeros automáticos. Para los afectados, estas cifras no son solo números, sino vivencias que marcan su día a día y cuestionan el optimismo gubernamental.

3. PROGRESO PARA PROGRESO. Iniciaron ayer los trabajos de dragado preliminar y mantenimiento del puerto de altura de Progreso, Yucatán. Acompañado del gobernador de la entidad Joaquín Díaz Mena, el almirante secretario de Marina, Raymundo Morales Ángeles, explicó de que se trata de una obra clave para el fortalecimiento de la infraestructura portuaria del país que garantizará la competitividad de uno de los puertos más importantes de México. La idea es consolidar a Progreso y con el puerto a Yucatán como un eje estratégico en el comercio marítimo global.

rrodriguezangular@hotmail.com

@RaulRodriguezC