Columna Serpientes y Escaleras/Salvador García Soto
¿Guerra sucia por la CNDH?
El impasse que abrió el Senado en la designación del nuevo presidente de la CNDH sólo servirá para enrarecer un proceso ya politizado y que carecía de transparencia total, pero que ahora ha entrado en los peligrosos terrenos de las guerras de lodo entre aspirantes y organizaciones que los apoyan.
Sin más razón real y justificada para posponer que su conveniencia y comodidad política, ante el entrampamiento del debate fiscal, los senadores abrieron la puerta para que suban de tono los ataques, abiertos o velados, en la lucha por la codiciada posición.
Es el caso de la carta que circuló por internet el lunes, firmada presuntamente por José Luis Soberanes; el ombudsman renunciaba a su militancia en el Opus Dei y argumentaba haber recibido “presiones” de sus miembros, que le habrían pedido apoyar públicamente a Raúl Plascencia, Javier Moctezuma y Mauricio Farah. El mismo lunes por la noche la oficina de Soberanes desmintió la autoría de la carta y ayer, en un correo electrónico a esta columna, el director del la oficina de Información del Opus Dei en México, Enrique Aguilar Alvarez-Bay, también la llamó “una carta apócrifa”.
Pero el texto, además de tener una firma muy similar a la de Soberanes, es de un presentación y una redacción apegada a la filosofía, el lenguaje y los principios del Opus Dei. ¿Quién la circuló? En la CNDH se analizó el texto y concluyeron que, por su conocimiento de la organización católica, tuvo que ser redactada y elaborada por un grupo también de origen religioso.
La intención parece clara porque, además de exhibir una presunta militancia de Soberanes al Opus Dei, cosa que él no ha negado ni afirmado nunca, la mención directa de tres de los candidatos, los tres funcionarios en la actual CNDH, lleva sin duda una intención en la fase final de la decisión de los senadores que tendrán que elaborar la terna de aspirantes.
¿Qué otras organizaciones católicas están metidas en el tema de los derechos humanos y podrían tener simpatías por algún candidato? Está por ejemplo la orden de los jesuitas, con claros nexos con algunos grupos de la izquierda y con ONG como el Centro Pro, que han expresado su apoyo abierto a un candidato. ¿Podría ser ese el origen de la carta? En todo caso, está claro que el Senado lo único que hizo fue abrir el tiempo y el espacio para que el proceso se enturbie todavía más.
NOTAS INDISCRETAS… El pacto fue de “silencio total” y la advertencia de Manlio a los senadores fue tan clara como directa: “Nadie puede hablar de lo que pasa en las reuniones internas. Si alguien habla sabremos quién fue y habrá consecuencias”. Y ninguno de los senadores quiso hablar… La decisión de bajar el IVA está tomada y aseguran que Beltrones la sacará “por consenso”; el único problema es de dónde salen los recursos que aportaría ese
El impasse que abrió el Senado en la designación del nuevo presidente de la CNDH sólo servirá para enrarecer un proceso ya politizado y que carecía de transparencia total, pero que ahora ha entrado en los peligrosos terrenos de las guerras de lodo entre aspirantes y organizaciones que los apoyan.
Sin más razón real y justificada para posponer que su conveniencia y comodidad política, ante el entrampamiento del debate fiscal, los senadores abrieron la puerta para que suban de tono los ataques, abiertos o velados, en la lucha por la codiciada posición.
Es el caso de la carta que circuló por internet el lunes, firmada presuntamente por José Luis Soberanes; el ombudsman renunciaba a su militancia en el Opus Dei y argumentaba haber recibido “presiones” de sus miembros, que le habrían pedido apoyar públicamente a Raúl Plascencia, Javier Moctezuma y Mauricio Farah. El mismo lunes por la noche la oficina de Soberanes desmintió la autoría de la carta y ayer, en un correo electrónico a esta columna, el director del la oficina de Información del Opus Dei en México, Enrique Aguilar Alvarez-Bay, también la llamó “una carta apócrifa”.
Pero el texto, además de tener una firma muy similar a la de Soberanes, es de un presentación y una redacción apegada a la filosofía, el lenguaje y los principios del Opus Dei. ¿Quién la circuló? En la CNDH se analizó el texto y concluyeron que, por su conocimiento de la organización católica, tuvo que ser redactada y elaborada por un grupo también de origen religioso.
La intención parece clara porque, además de exhibir una presunta militancia de Soberanes al Opus Dei, cosa que él no ha negado ni afirmado nunca, la mención directa de tres de los candidatos, los tres funcionarios en la actual CNDH, lleva sin duda una intención en la fase final de la decisión de los senadores que tendrán que elaborar la terna de aspirantes.
¿Qué otras organizaciones católicas están metidas en el tema de los derechos humanos y podrían tener simpatías por algún candidato? Está por ejemplo la orden de los jesuitas, con claros nexos con algunos grupos de la izquierda y con ONG como el Centro Pro, que han expresado su apoyo abierto a un candidato. ¿Podría ser ese el origen de la carta? En todo caso, está claro que el Senado lo único que hizo fue abrir el tiempo y el espacio para que el proceso se enturbie todavía más.
NOTAS INDISCRETAS… El pacto fue de “silencio total” y la advertencia de Manlio a los senadores fue tan clara como directa: “Nadie puede hablar de lo que pasa en las reuniones internas. Si alguien habla sabremos quién fue y habrá consecuencias”. Y ninguno de los senadores quiso hablar… La decisión de bajar el IVA está tomada y aseguran que Beltrones la sacará “por consenso”; el único problema es de dónde salen los recursos que aportaría ese
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