Columna Jaque Mate,
Reforma, 1 Abr. 11
"Si un jefe hace demasiados cambios en su equipo de trabajo, quizá el problema no está en el equipo".
AnónimoSólo 18 meses duró en su cargo el procurador general de la República, Arturo Chávez Chávez. Ayer se anunció su renuncia y reemplazo.
El gobierno del presidente Calderón no consideró necesario informar a la ciudadanía de las razones de la destitución de quien por ley debe ser el abogado de la nación. No debe sorprendernos. Se ha hecho costumbre que las remociones y designaciones del gabinete no sean explicadas. No sabemos hasta la fecha por qué en septiembre de 2009 Chávez reemplazó a Eduardo Medina Mora al frente de la PGR.
La PGR, cabe apuntar, no es ya en general la institución que se encarga de hacer las investigaciones y los operativos para la captura de miembros del crimen organizado. Esta responsabilidad ha ido quedando cada vez más en manos del Ejército, la Armada y la Secretaría de Seguridad Pública. La Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada, la SIEDO, también ha hecho este trabajo y ha estado inscrita en la PGR, pero con frecuencia se ha manejado de manera independiente.
A la PGR se le están entregando los delincuentes una vez que son detenidos. La idea ha sido que sus abogados deberían convertirse en fiscales en los procesos judiciales. La creciente separación de responsabilidades entre quienes hacen la investigación, recaban pruebas y detienen, y quienes deben llevar lo casos ante los tribunales ha generado problemas importantes. Muchas veces los presuntos criminales quedan en libertad porque no hay un acuerdo entre investigadores y fiscales sobre cómo llevar un proceso. Por otra parte, como cada vez que hay responsabilidades divididas, es común que las varias cabezas se echen la culpa de cualquier fracaso ante los tribunales.
Chávez, un hombre reacio a aparecer en público, tenía poca experiencia para haber ocupado la titularidad de la PGR en septiembre de 2009. Licenciado en derecho por el Tec de Monterrey, campus Chihuahua, ejerció la abogacía en un despacho privado. En el sistema de procuración de justicia fue delegado de la PGR en el estado de Chihuahua. Más tarde fue subprocurador y procurador, esto último durante dos años, de 1996 a 1998, de Chihuahua durante el gobierno de Francisco Barrio.
Fue coordinador de asesores del Senado cuando Diego Fernández de Cevallos ocupaba la presidencia del órgano legislativo. Trabajó también en la Secretaría de Gobernación, al final del gobierno de Vicente Fox, cuando Carlos Abascal era titular de la dependencia. Como subsecretario de asuntos jurídicos y derechos humanos fue el principal negociador en el conflicto magisterial de Oaxaca.
En septiembre de 2009 no se revelaron las razones de la renuncia de Eduardo Medina Mora a la PGR, pero los rumores ocuparon el vacío de información dejado por el gobierno. Hoy la historia se repite. El hombre que nos fue presentado en septiembre de 2009 como el abogado de firme carácter que podía ser la diferencia en una lucha contra el crimen con problemas es reemplazado un año y medio después.
No sabemos qué ocurrirá con su sucesora, Marisela Morales Ibáñez. En caso de ser ratificada por el Senado, llegará al cargo con mucha mayor experiencia que Chávez en tareas de procuración de justicia. Pero la maestra será la quinta responsable de la PGR en el actual sexenio. Además de Medina Mora y Chávez, ha habido dos encargados de despacho, Juan Miguel Alcántara Soria y hoy Jorge Alberto Lara Rivera. Con razón a veces parece que la procuración de justicia de nuestro país padece de un caso de personalidad múltiple.
Pelos de la burra
"Cuando digo que la burra es parda es porque tengo los pelos en la mano". Esto dijo Andrés Manuel López Obrador el miércoles 30 de marzo tras afirmar que el presidente Calderón le pidió a Alejandro Encinas aceptar la candidatura del PAN al gobierno del Estado de México. Habrá que ver realmente el color de esos pelos.
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