Las autodefensas
avanzan en la toma de municipios en Michoacán
El Gobierno del
Estado reacciona anunciando que no tolerará que los civiles controlen más
ciudades
EL País, México 21 NOV 2013
PAULA CHOUZA
El desafío de
las autodefensas michoacanas ha escalado. Estos grupos de civiles levantados en
armas para defender, según ellos, una seguridad que el Estado ha descuidado
durante años, llevan varios meses tratando de “liberar de la extorsión del
narcotráfico” a los pueblos de la región. Para ello desalojan a las policías
municipales y ocupan las alcaldías. El sábado pasado tomaron el municipio de
Tancítaro y planean, próximamente, ingresar al de Los Reyes. Ante ello, el
Gobernador michoacano, Fausto Vallejo, ya ha anunciado que no permitirá que las
guardias comunitarias sigan haciéndose con el control de los pueblos.
No eran más de
las nueve de la mañana cuando el sábado pasado grupos de civiles armados de
Tepalcatepec y Buenavista se adentraron en Tancítaro. El pueblo, de más de
6.700 habitantes, está situado en la zona occidental del Estado de Michoacán.
Lo hicieron, según explicaba este martes un portavoz de las autodefensas, tras
romper la tregua de dos semanas concedida al Ejecutivo de la entidad. Apenas el
26 de octubre, guardias comunitarias de hasta seis municipios habían llegado a
la ciudad de Apatzingán, bastión del crimen organizado en la región. La
intención de los civiles era “librar a los vecinos del acoso del cartel de los
Caballeros Templarios”, una escisión de la Familia Michoacana aparecido en
2011. La intervención fue repelida mediante granadas en la plaza principal del
pueblo, donde las autodefensas planeaban dar un mitin. Iban sin armas después
de que el Ejército les quitase todas lo que llevaban encima.
Habían pasado dos
días de la vuelta a la gubernatura del Estado de Fausto Vallejo, líder del PRI
ausente durante cinco meses por una enfermedad nunca identificada oficialmente.
Las autodefensas creyeron entonces que su regreso podría suponer un cambio en
la estrategia institucional contra el narcotráfico. Su sustituto y actual
secretario de Gobierno, Jesús Reyna, “había sido incapaz de afrontar el
problema debido a sus relaciones con el crimen organizado”, denunciaron, aunque
sin pruebas, las guardias en julio. Precisamente, este mismo martes, el que
fuera gobernador en funciones declaró públicamente que no habrá un municipio
más tomado por las autodefensas. El motivo alegado fue que el Ejecutivo
federal, que dirige Peña Nieto, tiene ya una estrategia para acabar con el
crimen organizado.
“Nada ha
cambiado desde el regreso de Fausto, por eso decidimos intervenir por nuestra
cuenta en Tancítaro”, reconocía ayer el doctor José Manuel Mireles, uno de los
líderes del movimiento de autodefensas en Michoacán. En entrevista telefónica,
este hombre, 1,90 de estatura, médico de profesión en el municipio de
Tepalcatepec, se reconocía “cansado”, aunque ni mucho menos rendido. Él es una
de las personas más amenazadas por los Templarios desde que denunciara en junio
que la gota que colmó el vaso en la región fueron los abusos contra las esposas
e hijas del pueblo. Desde entonces ha tenido que cambiar de teléfono personal y
dejar de atender a los medios durante algún tiempo. El sábado formaba parte del
dispositivo que fue emboscado en la comunidad de El Pareo, a pocos kilómetros
de la cabecera municipal de Tancítaro. Las imágenes difundidas en los medios se
refieren a un tiroteo que duró alrededor de 15 minutos. A cuatro kilómetro, el
Ejército aguardaba para desarmarlos antes de la entrada al poblado. Lo mismo
que había sucedido en Apatzingán tres semanas antes. “Cámbiese la playera”, le
dijo un militar en aquella ocasión ya por la noche, mientras las guardias,
escoltadas por el Ejército y la Policía Federal aguardaban a que los agentes
retirasen un trailer incendiado en mitad del camino en un área oscura y
boscosa. “Póngase algo de color negro. Lleva usted todo el día de blanco y es
fácilmente reconocible. En esta zona, cualquiera puede dispararle a distancia
sin problema”, explicaba el militar de pie en la calle, al otro lado del vidrio
del carro en el que viajaba el médico.
Nada ha cambiado
desde el regreso de Fausto, por eso decidimos intervenir por nuestra cuenta en
Tancítaro
“El siguiente
paso es el municipio de Los Reyes”, asegura Mireles. En la carretera que llega
a esta localidad los Templarios dejaron a finales de septiembre tres cabezas.
“Allí fueron los últimos secuestros y ejecuciones, esperamos a que la población
se levante para ir a apoyarlos”. Fue así como procedieron el sábado en
Tancítaro, donde con la colaboración de los vecinos lograron en unas horas
tomar la plaza principal y la presidencia municipal. El alcalde -“es de los
nuestros”, dice el doctor- aquel día no estaba y regresó el martes en medio de
nuevos enfrentamientos en la comunidad de Zirímbaro que a falta de confirmación
oficial, podrían haber dejado un muerto. “Hasta el momento, tenemos dos
compañeros muy graves ingresados en un hospital privado y otros seis con
heridas superficiales”.
El conflicto en
Tierra Caliente, una región económica que abarca municipios de Guerrero y
Michoacán donde la población vive fundamentalmente de la ganadería y del
cultivo de frutas como el limón, se ha convertido en los últimos meses en un
nuevo-viejo desafío para el Ejecutivo de Peña Nieto, heredero de un problema
que estalló durante el mandato de Felipe Calderón (2006-2012) con la llamada
guerra contra el narco. A principios de noviembre el Ejército se desplegó en el
Puerto Lázaro Cárdenas, el primero del país en cuanto a volumen de carga
general y punto de entrada y salida del Pacífico mexicano. Por su valor estratégico,
desde 2006, los carteles de la droga–Familia Michoacana, primero, y Caballeros
Templarios, después- habían tomado el control de la actividad en el área
permitiendo el tráfico ilegal de sustancias, como la cocaína o los precursores
químicos para la fabricación de metanfetaminas. La extorsión sobre todos los
negocios del lugar salió a luz con la intervención militar.
Sin embargo, la
recuperación de Lázaro Cárdenas no ha terminado con el problema de la
inseguridad en la entidad. “Las autodefensas no vamos a parar hasta que el
Estado de Michoacán esté libre de criminales, de cualquier cartel, pero hasta
que esté libre", decía el sábado Mireles durante la toma de Tancítaro, que
fue retransmitida a la audiencia en diferido.
“Qué bueno que
se hizo [el despliegue militar en el puerto], pero con eso no basta. No se
desmantela a los Templarios, solo se dificulta su actividad. Tampoco se
soluciona el problema de las guardias comunitarias ni la crisis política que
vive la entidad”, comentaba el investigador Alejandro Hope hace unos días.
“Estamos ante un problema nuevo, un conflicto político militar”, aseguraba.
“Una Guerra”,
prefería llamarlo Josefina, de 42 años, integrante de Mujeres apoyando al
Movimiento de Tepalcatepec, levantado en armas el 24 de febrero. “Se vienen
tiempos difíciles, vamos a tener que pasar días encerrados en casa”. En su
opinión, la de muchos a quienes representa, el siguiente paso político es la
independencia de todos los municipios organizados contra el narco, asociación
en uno solo y establecimiento directo de relaciones con el Gobierno de la
Federación.
Jaime Rivera
Velázquez, politólogo y profesor de la Universidad Michoacana, considera que es
difícil predecir el futuro. “Yo entiendo la formación de las autodefensas y el
que se extiendan a otros pueblos. Es una reacción a la ausencia prolongada del
Estado”. El profesor cree que en algún momento la intervención del Ejecutivo
federal puede llegar a ser inevitable. “El Gobierno de Peña ha encontrado en
las autodefensas un aliado incómodo, pero al fin y al cabo, aliado. Sin
embargo, es muy difícil mantener este frágil equilibrio. En cualquier momento
puede ocurrir un enfrentamiento de grandes dimensiones que sacuda al país y que
obligue al Gobierno federal a una mayor intervención policiaca, militar y
también política, que sustituya a los gobiernos municipales que son rehenes o
cómplices del crimen organizado”. En este sentido, sí cree posible que la
población acepte una relación directa con el Gobierno central.
En opinión de
Rivera Velázquez, la ineficacia del Ejecutivo estatal van más allá de la
seguridad: “Finanzas publicas saqueadas de forma impune, educación o
degradación de poderes locales que han creado una situación exasperante”,
asegura. El politólogo señala dudas acerca de la coordinación Federación-Estado
en la lucha contra el narco. “Puede ser contraproducente”, y explica: “La
seguridad pública de Michoacán y la Procuraduría (fiscalía) en años anteriores
estuvieron pasivas e incluso coludidas con el crimen, por lo que hoy el Gobierno
cuenta con agentes que pueden mantener estas relaciones”. Jaime Rivera reconoce
que a veces se pregunta si Michoacán “está al borde de una guerra civil”. Él
mismo se responde: “Hay algunos indicios de que la situación podría evolucionar
hacia eso en algunas zonas, pero solo en algunas. En otras la población ya se
ha acostumbrado a esta situación y la vive con normalidad. Aunque no lo sea”.
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Denuncian que
los Templarios fueron recibidos en el Senado
P. CHOUZA
La senadora
Luisa María Calderón, excandidata de la derecha al Gobierno de Michoacán y
hermana del expresidente Felipe Calderón, ha asegurado este martes que
representantes del cartel de Los Caballeros Templarios fueron recibidos en el
Senado por la Comisión de Seguridad.
La panista, más
conocida como Cocoa, relató que los legisladores desconocían antes del
encuentro que sus interlocutores eran personas ligadas al crimen organizado,
por lo que solo mantuvieron una reunión, aunque en entrevista radiofónica no
quiso dar más detalles de la misma.
La excandidata
ha dado a conocer el encuentro después de que los grupos de autodefensa por
Michoacán hayan intentado reunirse con autoridades y legisladores. “Si el otro
día recibimos a los Templarios en el Senado, no veo por qué no reunirnos con
sus oponentes, que piden a gritos respeto por la vida. Por lo que veo en los
vídeos, están en esa parte de tratar de rescatar y devolver a los ciudadanos
sus ciudades limpias”, aseguró Luisa María Calderón.
Por su parte, el
líder de la bancada priista en el Senado, Emilio Gamboa Patrón, pidió a
Calderón identificar a los presuntos Caballeros Templarios.
Según su
versión, el 17 de octubre, una comisión de diez personas del grupo denominado
“Por la Decencia y Paz de Apatzingán” ingresó en el recinto legislativo, y a
decir de la hermana del expresidente, entre ellos habría integrantes del grupo
criminal.
“Miren, yo le
dije (al senador del PRI, Omar Fayad) yo te pido que no los recibamos, yo tengo
la sensación de que los mandan los templarios. Uno de ellos se dirigió al
senador Fayad y le dijo: es que desde que el presidente Calderón nos declaró la
guerra. Yo voltee y dije ¡Ay Dios!”
No es la primera
vez que la senadora se ve envuelta en una polémica por sus declaraciones. En el
mes de octubre, aseguró que el Gobernador de Michoacán tenía vínculos con el
crimen organizado. Ese mismo día, Fausto Vallejo emitió un comunicado negando
las acusaciones en el que anunciaba una demanda contra la senadora por
difamación.
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