La
nueva imagen de Henrique Capriles
LUDMILA
VINOGRADOFFLUDMILAVINO / CORRESPONSAL EN CARACAS
Publicado en ABC, 10/01/2014
El
líder de la oposición venezolana acudió con barba a la reunión sobre seguridad
en el Palacio de Miraflores
Foto de EFE
Henrique
Capriles acudió al Palacio de Miraflores, tras las vacaciones de Navidad, con
una nueva imagen. El líder de la oposición de Venezuela apareció con barba de
unas dos semanas, después de recibir el nuevo año supuestamente en Aruba, según
la cuestionada lista de la ministra de Comunicación chavista, Delcy Rodríguez.
El presidente, Nicolás Maduro, convocó el miércoles por la tarde a gobernadores
y alcaldes para coordinar planes de seguridad tras el asesinato de la exmiss
Mónica Spear y su marido.
Capriles
se presentó en la sede del Ejecutivo con aspecto relajado y ropa informal: con
el pelo más largo, la barba poblada, chaqueta azul oscura, camisa algo más
clara, sin corbata y una carpeta llena de documentos bajo el brazo, como si
estuviera preparado para dar una conferencia sobre la violencia del país y sus
soluciones.
El
apretón de manos
El
asesinato de Mónica Spear y Thomas Berry logró unir por unos minutos a Maduro y
Capriles, quien todavía no lo ha reconocido como presidente desde que impugnó
su triunfo por una escasa diferencia de 1,49 puntos en las elecciones
presidenciales del 14 de abril. El apretón de manos apenas duró un segundo y se
produjo a dos metros de distancia, lo suficiente para evidenciar que las
diferencias entre los dos políticos se mantienen.(¿?)
Maduro
se alargó con un discurso sobre las bondades de su Plan de la Patria en materia
de seguridad. Ya van veintidós planes de seguridad en quince años de régimen
chavista, con un balance de más de 170.000 asesinatos, lo que ha colocado al
país entre los cinco más violentos del planeta. El año pasado se produjeron
casi 25.000 asesinatos.
Fue
solo un monólogo de Maduro, nadie pudo exponer sus planes o ideas
La
reunión en Miraflores de los alcaldes y gobernadores fue retransmitida
obligatoriamente en cadena por radio y televisión. Pero fue solo un monólogo,
el de Maduro. Nadie más tuvo derecho a exponer sus planes e ideas. Capriles se
quedó con las ganas de sacar sus papeles de la carpeta. No tuvo oportunidad de
denunciar las cifras sobre la violencia y la inseguridad que angustia a los
venezolanos y mucho menos de proponer soluciones.
Los
alcaldes y gobernadores se convirtieron en convidados de piedra, no tuvieron la
oportunidad de exponer sus propuestas por televisión. Poco antes, Capriles
declaró en su cuenta de Twitter: «Estoy en Miraflores, por la seguridad de los
venezolanos iré a donde sea, es un clamor nacional parar la violencia que está
acabando con nuestra Venezuela».
El
gobernador del estado Miranda, dos veces candidato a la presidencia, es un
codiciado soltero de 41 años que ha negado en reiteradas ocasiones que sea
homosexual. Ha repetido que no tiene tiempo para buscar novia y que vive
entregado a la política venezolana.
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