Templarios
en el Senado/Raymundo Riva Palacio
Columna Estrictamente Personal...
Eje Central.. I 10/02/2014
La
senadora Iris Vianey Mendoza pidió licencia de un mes para hacer frente a las
acusaciones de que está vinculada a Los Caballeros Templarios. La senadora se
encuentra en medio de una encendida polémica desde que en octubre, por su
intermediación, entró una decena de michoacanos a la Cámara Alta para hablar
sobre la problemática del estado, algunos de los cuales fueron señalados por
otra senadora michoacana, Luisa María Calderón, como miembros la banda
criminal. Este caso, en constante evolución, es uno de los botones de muestra
de cómo la política en México se entrevera con el crimen organizado.
Quiénes
son inocentes y quiénes son delincuentes es una tarea que le corresponde a las
autoridades judiciales. Lo que el caso de la senadora muestra es cómo hay un
entramado en la sociedad donde se mezclan actividades y negocios lícitos con
ilegales, y vidas públicas con clandestinas, donde la sociedad se mueve entre
los grises de la realidad. Le sucedió a la senadora Mendoza cuando hace pocos
días apareció su fotografía en un festejo junto con una regidora de Apatzingán
y la cantante grupera Melissa Plancarte, hija de Enrique Plancarte, uno de los
líderes de Los Caballeros Templarios. En términos jurídicos no significa nada
la fotografía, pero en políticos y mediáticos, abrió la puerta para la
licencia.
Michoacán
es hoy para el presidente Enrique Peña Nieto lo que Ciudad Juárez fue para el
ex presidente Felipe Calderón: un punto en donde la sociedad y sus familias
están partidas, entre aquellos que decidieron vivir bajo las normas, y aquellos
que se volvieron criminales. Quien lo describe crudamente es el portavoz de los
grupos de autodefensa, José Manuel Mireles, en una entrevista con El País de
Madrid. “Tepalcaltepec y el estado de Michoacán ya aprendieron la lección”,
dijo. “Primero el pueblo pidió ayuda a La Familia Michoacana para expulsar al
cártel de Los Zetas, luego La Familia se hace con todo, se pelean entre ellos y
aparecen los Templarios. Mucha gente combatió a Los Zetas, luego a La Familia.
Los habitantes ya no quieren saber nada de ningún cártel”.
Todos
se mezclaron con todos. ¿En dónde se encuentran las inocencias y las
culpabilidades? La senadora Mendoza es muy joven pero tiene mucho. Nació en
1981 en Aguaje, una pobrísima comunidad del municipio serrano de Aguililla,
desde donde hace casi 25 años el
reportero Rogelio Hernández publicó en la primera plana de Excélsior lo que fue
el primer reportaje del narcotráfico en Michoacán. La mariguana ya estaba mezclada
con la población, que no tenía otro cultivo que le diera de comer. ¿De dónde
salió lo que tiene la senadora? Si uno ve con cuidado todos los cargos
políticos que ha tenido, uno puede calcular que sus recursos provienen de
esacarrera. Pero la sospecha está impregnada sobre su piel.
Como
senadora michoacana y proveniente de Apatzingán, fue ella el conducto para que
un grupo de michoacanos entrara al Senado. Ella se excusó de estar en la
reunión, pero presionó para que los recibieran. La senadora Calderón, que
conocía a dos de ellos de referencia pero no físicamente, levantó la voz para
denunciarlos cuando escuchó los nombres del empresario “Tito” Fernández Torres,
que preside la organización “Michoacán Paz y Dignidad”, y Juan Polvos Mancilla,
director del Conalep de Apatzingán.
La
organización había sido identificada como la promotora de marchas y protestas
en contra de las autoridades, en coincidencia con lo que buscaban Los
Caballeros Templarios: que se fueran del estado. Polvos Mancilla había sido
candidato suplente a diputado federalen ese municipio, donde el candidato fue
Saúl Soliz Soliz, identificado tiempo después como “El Lince”, detenido en
septiembre de 2011, acusado de pertenecer a los Templarios. La identidad de
todo el grupo no ha sido dada a conocer, pero existen algunos nombres en el
dominio público.
Uno
identificado por la prensa es Alfonso Solórzano, que fue secretario de Obras
Públicas en el gobierno de Lázaro Cárdenas Batel, quien en esos años fue el
contacto con el empresario Carlos Ahumada, que a cambio de contratos para obra
pública, como en Michoacán, financiaba al PRD y varias de sus campañas
políticas. Uno más, identificado sólo en el portal Valor por Michoacán de las
autodefensas, es Leopoldo Jaime Valladares, recientemente capturado como uno de
los principales generadores de la violencia en el estado, y sospechoso de los
ataques a estaciones de la CFE.
Quienes
públicamente ha sido señalados como participantes en la reunión en el Senado,
han desmentido todas las acusaciones. La senadora Mendoza, que trabajó para la
campaña a gobernador de Leonel Godoy, en la presidencial de Andrés Manuel López
Obradoren 2006, y que construía con Carlos Sotelo el camino para que encabezara
el partido, también refuta las imputaciones. Pidió a la PGR que la investigue
al tiempo que desapareció de la vida pública y cerró todas sus cuentas en redes
sociales. La senadora es una papa muy caliente para la clase política
michoacana y para un sector del PRD. Ninguna vinculación al narcotráfico se ha
hecho de ninguno de los actores hasta hoy señalados, pero en la vida pública
mexicana no importa. Son culpables hasta que demuestren su inocencia.
rrivapalacio@ejecentral.com.mx
twitter:
@rivapa
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