Y
en Texas, juicio por narcotráfico contra Yarrington/JUAN
ALBERTO CEDILLO
Proceso # 1964, 21 de junio de 2014
Del
juicio en San Antonio, Texas, contra un empresario mexicano –quien trabajó para
Tomás Yarrington cuando éste gobernó Tamaulipas– han surgido más evidencias
contra el exmandatario estatal priista: su campaña fue financiada por el Cártel
del Golfo; presuntamente pactó con las organizaciones del narcotráfico a cambio
de porcentajes de las ganancias de sus cargamentos, e incluso se afirma que
tuvo que ver con el asesinato del candidato Rodolfo Torre Cantú. Ya sólo falta
la localización y captura del exgobernador.
EL
PASO, TEXAS.- Autoridades de Estados Unidos ya preparan testigos y acusaciones
para el juicio por narcotráfico, lavado de dinero y fraude bancario que se le
seguirá en esta entidad al prófugo exgobernador de Tamaulipas Tomás Yarrington
Ruvalcaba.
Fuentes
cercanas a la Corte Federal de Texas consultadas por Proceso sostienen lo
anterior y refieren que después de las demandas mercantiles, por medio de las
cuales las autoridades estadunidenses requisaron las cuentas bancarias y las
propiedades en Texas del exmandatario tamaulipeco, se presentaron a un Gran
Jurado los cargos penales con los que se pretende llevarlo a prisión.
Los
documentos en poder de esa instancia destacan que el priista se implicó
directamente con el narcotráfico desde 2007, cuando “acordó con los
representantes del Cártel del Golfo (CDG) y de los Beltrán Leyva organizar el
acceso sin trabas para grandes cargas de cocaína hacia el puerto de Veracruz,
México, a cambio de un porcentaje de cada carga”. Además, agregan, la campaña
electoral de Yarrington para el gobierno de Tamaulipas fue financiada por el
Cártel del Golfo.
Los
cargos por narcotráfico contra el político priista fueron presentados en la
Corte Federal de Brownsville, donde también se acusó al empresario Fernando
Alejandro Cano Martínez por lavar dinero para quien fuera gobernador de dicha
entidad.
Según
las fuentes cercanas al caso entrevistadas por este semanario en El Paso, uno
de los testigos principales contra Yarrington será otro empresario, Antonio
Peña Argüelles, quien fue condenado en marzo pasado a 30 meses de cárcel por
lavado de dinero.
La
condena que le dictó a este último el juez de la Corte Federal del Oeste de
Texas, con sede en San Antonio, incluye el pago de 5.5 millones de dólares. De acuerdo
con las mismas fuentes, Peña Argüelles ya dio suficiente información para
comprobar los nexos del exgobernador con los cárteles de la droga, pues el
empresario fue el principal enlace entre el Cártel del Golfo y Los Zetas con
Yarrington prácticamente desde los primeros años de su gobierno.
“Antonio
Peña Argüelles comenzó a trabajar con Tomás Yarrington desde aproximadamente el
año 2000 o 2001, lavando el dinero proveniente de la droga que recibía
Yarrington del Cártel del Golfo”, indican los documentos del juicio contra el
empresario y destacan que éste manejaba otros activos de Yarrington en Estados
Unidos y México.
“Estaba
estrechamente asociado con altos miembros del Cártel del Golfo: Guadalupe
Eugenio Rivera Mata, alias El Gordo Mata, y Juan José Muñiz Salinas, alias
Bimbo”, afirman.
Rivera
Mata y Muñiz Salinas eran los encargados de entregar a policías, alcaldes y al
gobernador de Tamaulipas los sobornos que pagaba Osiel Cárdenas Guillén, quien
desde 2000 tomó el control del Cártel del Golfo y había comenzado su expansión
por el noreste de México.
Los
sobornos empezaban con 10 mil dólares mensuales para agentes del Ministerio
Público Federal, a fin de que avisaran de los operativos contra el cártel; 500
mil dólares al mes para el alcalde de Nuevo Laredo, entre otros funcionarios, y
alrededor de 1 millón de dólares mensuales para el gobernador.
El
documento de la Corte expone que Peña Argüelles utilizaba el Falcon Bank y el
International Bank of Commerce de Texas; HSBC y Banamex en Nuevo Laredo y el
Commerce Bank en California, donde se lavaban alrededor de 10 millones de
dólares mensuales.
El
dinero de las cuentas en esos bancos se usaba “para sobornar a funcionarios
mexicanos del PRI en el estado de Tamaulipas, para instalarlos en posiciones
gubernamentales y que beneficiaran las actividades criminales de los cárteles”.
Los
documentos del Gran Jurado indican que incluso la campaña electoral de
Yarrington fue pagada por el Cártel del Golfo:
“A
partir de aproximadamente 1998, Tomás Yarrington Ruvalcaba, que entonces era
candidato para el cargo de gobernador del estado de Tamaulipas y que era
asistido por miembros corruptos de la policía del estado, recibió sobornos de
las grandes organizaciones de la droga que operaban en Tamaulipas, incluyendo
el Cártel del Golfo.
“Estos
sobornos eran recogidos por miembros de la Policía del estado y entregados para
que los administraran Jesús Vega Sánchez y Tomás Yarrington Ruvalcaba. Los
montos fueron variados, pero en total sumaron varios millones de dólares”,
señalan los documentos que se utilizaron en la Corte del Distrito de
Brownsville para acusar al empresario Fernando Cano por lavar dinero para el
exgobernador.
Gracias
a esos pagos Yarrington adquirió en 1998 el lujoso departamento 1401 del
complejo Bridgepoint Oceanfront Condominiums, en el número 334 de Padre
Boulevard, en Isla del Padre, por el cual pagó 450 mil dólares y ya fue
requisado por las autoridades estadunidenses.
Los
documentos precisan que los pagos a Yarrington “continuaron durante su mandato
de seis años como gobernador e incluso después”.
“Para
finales de 2007 y hasta 2009, Tomás Yarrington Ruvalcaba se involucró más
directamente con el tráfico de múltiples toneladas de cocaína. Tomás Yarrington
Ruvalcaba acordó con los representantes del Cártel del Golfo y de los Beltrán
Leyva organizar el acceso sin trabas para grandes cargas de cocaína hacia el
puerto de Veracruz, México, a cambio de un porcentaje de cada carga”, agregan
las acusaciones contra el exgobernador presentadas en la Corte de Brownsville.
Durante
el proceso contra Peña Argüelles también se supo que el exgobernador se reunía
con los principales líderes de Los Zetas. El primero era propietario de un
rancho “de aproximadamente 15 millas cuadradas, entre el marcador 30 y 22 en la
frontera de Nuevo Laredo”, y recibía una cantidad mensual de Los Zetas como
renta por utilizar ese predio “que permitía evadir un retén militar” en el
trasiego de drogas a Estados Unidos.
En
esa propiedad Yarrington se reunió al menos dos veces con Miguel Treviño
Morales, Z-40, y Heriberto Lazcano, líder de Los Zetas, según testigos que
declararon durante el juicio contra Peña Argüelles en San Antonio.
Amenazado
Peña
Argüelles fue arrestado luego de haber sido delatado por uno de sus empleados,
quien decidió hablar con la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA) a fin de
salvar la vida de su patrón.
Identificado
sólo como “CS-3”, ese empleado se acercó a la DEA para dar información que
resultó en el arresto de Peña Argüelles, para quien pidió protección, pues dijo
que Los Zetas querían matarlo.
El
empresario no tenía opción: iba a la cárcel o seguía el destino de su hermano
mayor, Alfonso, cuyo cadáver apareció en noviembre de 2011 en el monumento a
Cristóbal Colón de Nuevo Laredo con un narcomensaje en el cual lo acusaban de
haber robado 5.5 millones de dólares y de “no cumplir con sus obligaciones”.
Y
en efecto, la mañana del 29 de noviembre de 2011 Antonio Peña Argüelles recibió
en su celular un mensaje de texto –que se mostró durante el juicio en San
Antonio– del Z-40:
“Mire
Sr. Toño, no le estamos pidiendo por un secuestro, es por el dinero que usted
pidió, que era para políticos, y fueron puras mentiras. Así que es mejor que
pague lo que debe. Sabemos cómo está la situación. Muy bien, no pague, como sea
a ver dónde se esconde porque usted bien sabe que no va a tener dónde
esconderse, ni usted, ni Ponchito ni Tony. Todos están metidos, así que quédese
el dinero y en su próxima vida sepa bien a quién le roba. Además, su hermano
anda diciendo aquí que usted y Tomas Yarrington, junto con Costilla mataron al
candidato a la gubernatura, Rodolfo Torre Cantú, porque estaba afectando al
negocio de la construcción y estaba protegido. De todas maneras, lo mataron por
nada, su hermano se quedó y usted no logró nada. Y recuerde que mientras la
persona esté viva en cualquier momento lo van a matar. No habrá un lugar seguro
para usted Sr. Toño, así que buena suerte. No sea pendejo y ponga atención a
quién le anda robando de y sobre el candidato, fue por los negocios que usted
tiene con Costilla, Tomas y Osiel Cárdenas. Su hermano también me dijo de los
prestanombres que tiene con las propiedades suyas y de Osiel y sabemos que
están en Laredo, Texas y San Antonio.”
Fuentes
confidenciales citadas durante el juicio contra el empresario contaron a la DEA
que Alfonso Argüelles “fue asesinado por Los Zetas por el robo de dinero
–procedente del tráfico de droga– que se le dio a Peña Argüelles a nombre de
Miguel Treviño Morales, a cambio de influencia política con el nuevo gobierno
de Tamaulipas a través del gobernador Tomás Yarrington”.
Soñar
con Los Pinos
Pese
a sus relaciones con los cárteles, Yarrington soñó con llegar a la Presidencia,
como anunció poco antes de terminar su mandato estatal.
Sus
aspiraciones presidenciales fueron respaldadas por Enrique Martínez y Martínez,
entonces gobernador de Coahuila y hoy secretario de Agricultura; por el
entonces gobernador de Nuevo León, Natividad González Parás, y por el entonces
senador priista Enrique Jackson.
Desde
mayo de 2013 el FBI busca a Yarrington para procesarlo. De ser arrestado,
juzgado y hallado culpable, podría recibir sentencias hasta de 20 años por
lavado de dinero, 30 años por fraude bancario y 10 por tráfico de drogas.
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