6 oct 2015

Los obispos hablarán sobre homosexualidad,

Vatican Insider, 10/ 5/2015
Los obispos hablarán sobre homosexualidad, pero no del caso Charamsa
    

Kryzstof Charamsa con su pareja(©Ap)
(©AP) KRYZSTOF CHARAMSA CON SU PAREJA
Mons. Paglia: el encuentro en el Vaticano y los hechos recientes «son cuestiones separadas». Para no alimentar «polvaredas»
 GIACOMO GALEAZZI
CIUDAD DEL VATICANO
 «Cuestiones separadas», se limita a aclarar el arzobispo Vincenzo Paglia, Presidente del Pontificio Consejo para la Familia. En el Sínodo los obispos coinciden en mantener bien separado «el encuentro vaticano del caso mediático» de mons. Krystof Charamsa, el oficial del ex-Santo Oficio que declaró su homosexualidad y tener, desde hace años, un compañero.
  
De Vatileaks al diálogo
 Desde hoy, 270 padres sinodales afrotnarán las situaciones de fragilidad, incluida la homosexualidad, pero , observa el encargado del dicasterio de la familia, no hay que «relacionar un caso individual con una discusión general». Prevalece la intención de concentrarse en los temas indicados en los cuestionarios de los fieles sin desviar la discusión hacia una «situación particular».

 Como una consigna, se escucha constantemente la frase : «Hablaremos libremente». El Sínodo, observó un cardenal de la Curia, «no se dejará dictar la agenda por polvaredas, trampas: es el tiempo de gracia de la misericordia de la Iglesia en salida, no el de los escándalos de ‘vatileaks’». Por ello, la revelación de la homosexualidad de un prelado no “envenena” un «verdadero momento histórico».
Antes de entrar al Sínodo, los relgiosos se dicen conscientes de la importancia de la misión que les espera y también motivados para defenderla de la «tormenta de la vigilia». Charamsa, dice el teólogo Gianni Gennari al peridódico italiano “L’Unità”, «traicionó la promesa del celibato y se equivocó al hablar antes del Sínodo: así ayuda a la parte más conservadora de la Iglesia, que quiere obstaculizar el recorrido renovador de Bergoglio».
La que comienza hoy es una partida decisiva del Pontificado de Francisco, además de ser el momento crucial en el que la Iglesia decidirá si cambiar o conservar lo que existe sobre la pastoral familiar.
Peligro de polarizaciones
La declaración de Charamsa no favorece el clima ni las conciliaciones: la discusión corre el riesgo de polarizarse cada vez más, y el Pontífice tendrá que desplegar sus dotes de mediador. En medio de la encendida dialéctica entre innovadores y tradicionalistas (sobre todo en relación con la comunión a los divorciados que se han vuelto a casar y con la homosexualidad) llegó la “bomba mediática” del caso Charamsa.
Hace tres días, sin prever ninguna tormenta en el Vaticano, el Secretario del Sínodo, Lorenzo Baldisseri, había expresado la hipótesis de que nacieran algunas divisiones en la asamblea: «Estamos en alta mar, puede haber alguna turbulencia». Ahora lo que hay que hacer es desmantelar la “bomba mediática”, para poder discutir sobre los problemas reales, sin caer en instrumentalizaciones, trampas, accidentes. «Se hace historia, no polémicas».

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