Declaración de intenciones
Editorial/Noroeste
24/02/2017
El simple hecho de que el Gobernador Quirino Ordaz Coppel se haya atrevido a ventilar la rapacidad de la administración de Mario López Valdez pone al mazatleco en una nueva altura política, en un País donde ser honesto es casi un acto de rebeldía, denunciar es ya una ganancia.
Ordaz Coppel no sólo ha revelado el verdadero rostro sombrío de una administración que se dedicó a ofrecerle fiesta a los sinaloenses mientras con la otra mano les vaciaban las arcas, también ha marcado un rumbo a su propia administración, le dice “no” a la corrupción.
Al hablar directamente a la ciudadanía, esta administración ha abierto los “calabozos del reino”, algo a lo que ningún otro Gobernador se había atrevido y de paso ha establecido un antes y un después en las administraciones estatales.
El problema, sí hay un problema, es que ahora no hay marcha hacia atrás, la elección de Ordaz Coppel no puede tener reversa, salvo que quiera pagar el costo altísimo de la complicidad
.
Una vez que se ha denunciado un delito hay que castigarlo, de otra manera sólo estaría inoculando al enfermo, la impunidad sólo hace más peligrooso al delincuente.
Sinaloa ha sufrido, sexenio tras sexenio, una y otra vez el paso de demagogos que mientras hablan van erosionando el futuro de los sinaloenses, la mentira, la impunidad, la convivencia con corruptos de todas clases han alimentado a los grupos violentos que han encontrado una casa en nuestro estado.
Ordaz Coppel tiene la oportunidad de marcar una línea en la historia negra de Sinaloa y comenzar a reconstruir a una sociedad que ha hecho de la trampa su modo de vida.
Ya dio el primer paso, lo importante es que siga caminando en ese rumbo, una sociedad cada vez más vigilante está atenta de cada una de sus decisiones.
La actual administración tiene el beneficio de la duda, el origen alejado de los partidos políticos de la mayoría de sus funcionarios y un discurso alentador son sus principales armas hasta el momento, su denuncia pública su primera acción relevante.
Atestiguaremos si decide cambiar para siempre la historia de Sinaloa o si se pierde en los laberintos del poder donde se han extraviado sus antecesores.
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