Protestan en Rusia contra Putin; hay ersonas arrestadas ..
Miles de manifestantes ocuparon una de las plazas principales de Moscú y otros miles se concentraron en San Petersburgo este sábado como parte de una ola nacional de protestas ante la inminente juramentación del Presidente Vladimir Putin para un nuevo período.
El organizador de la protesta, Alexei Navalny, fue detenido por la policía junto con otro medio centenar de personas en Moscú.
Detenido el opositor Alexéi Navalni en una manifestación en Moscú
Más de 1.000 partidarios del político han sido arrestados en distintos puntos del país en protestas contra Putin a dos días de la investidura para su cuarto mandato
RODRIGO FERNÁNDEZ
El País, Moscú 5 MAY 2018
Alexéi Navalni, el opositor que había convocado a sus seguidores a manifestarse contra de Putin en la víspera de la investidura de su cuarto mandato presidencial, fue detenido este sábado en Moscú, donde la policía hizo uso de la fuerza para tratar de dispersar a los congregados. Más de 1.000 personas han sido detenidas en al
menos 19 localidades del país, al menos 475 de ellas en Moscú. En la plaza Pushkin de la capital se congregaron alrededor de 1.500 personas, según la policía, que gritaban ¡Putin, vete! y ¡Abajo el partido de corruptos y ladrones! Además de opositores, había partidarios de Putin que se enzarzaban en discusiones e intercambio de insultos con los manifestantes y algunos trataban de romper los carteles contra el régimen. Este corresponsal fue testigo de cómo uno de ellos arrancó de las manos una muchacha un dibujo burlesco del presidente hecho por ella.
Había también algunos cosacos que poco antes de las 14.30 se abrieron paso a latigazos hacia el monumento del gran poeta ruso; minutos después un grupo de fuerzas especiales de la policía detenía a Navalni y lo subía a un microbús para llevarlo a una comisaría. La detención misma fue muy rápida y los detalles pudieron verlos solo los que estaban al lado del líder opositor. Después, algunos de ellos aseguraron que los policías habían actuado duramente golpeando con las porras a los manifestantes. Posteriormente a Navalni se le presentó la acusación formal de desacato a la autoridad.
Antes, a través de megáfonos, los agentes habían instado a los reunidos a dispersarse: "Respetados ciudadanos: dejad a la gente pasar, vuestra acción es ilegal. Si no os dispersáis, utilizaremos la fuerza y medios especiales".
En total, en Moscú fueron detenidas 475 personas, y en el resto del país, más de 550, según La ONG pro Derechos Humanos OVD. La segunda ciudad por el número de detenidos es San Petersburgo, con 180; seguida de Cheliábinsk (121), en Los Urales, Yakutsk (75), en Siberia, y Togliatti (63); el resto de los detenidos se lo reparten otras 17 ciudades. En San Petersburgo, incluso, las autoridades decidieron hacer un ensayo del desfile militar que se celebrará la semana que viene para conmemorar la victoria en la Segunda Guerra Mundial con el fin de obstaculizar las protestas. A pesar de ello, miles de personas marcharon. En otras muchas ciudades, las manifestaciones transcurrieron sin graves incidentes.
La oposición ha elegido manifestarse contra el régimen encabezado por Vladímir Putin en vísperas de la inauguración de su cuarto mandato presidencial, que se celebra el lunes. Si el sábado lo hicieron los partidarios de Navalni, el domingo están previstas las protestas del Frente de Izquierda, que lidera Serguéi Udaltsov, un político que el año pasado salió en libertad después de haber pasado varios años preso por causas políticas.
La oposición en Rusia no pasa por sus mejores momentos, y ello a pesar de las dificultades económicas que se han agudizado por las sanciones occidentales. Según un reciente sondeo del Centro Levada, los ánimos de protesta están en uno de sus puntos más bajos: solo un 17% de los encuestados considera posible protestar por la caída del nivel de vida, un 12% admite la celebración de manifestaciones con exigencias políticas y solo un 8% estaría dispuesto a participar en ellas.
En cualquier caso, a juzgar por la relativamente escasa movilización lograda por Navalni y sus seguidores, difícilmente se verán realizadas las esperanzas de los que, entusiasmados con lo que sucede en Armenia, creían que podía comenzar ahora un fuerte movimiento de protesta como el que vive esa república caucásica.
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