Despues de que fue cesado como director de TV Educativa se vino abajo...perdió su casa, libbros y muchos “amigos”
Fausto nació el 14 de junio de 1953 en Guanajuato, capital...
Heriberto Galindo lo describe muy bien...
Fausto ALZATI Araiza, distinguido guanajuatense.
Mente muy brillante, muy lúcida, fue lamentablemente un malogrado.
Después de su fracaso como secretario de Educación Pública tras aquel incidente derivado de firmar documentos oficiales como Doctor sin tener el título, se aplicó con tesón y con fiereza para corregir su falta, se tituló como Abogado en la UNAM y se trasladó a Boston a obtener el título de Doctor en Economía, cuyos créditos aprobatorios ya tenía en su poder, pero no le valieron del todo; pues el entonces rector de la Universidad de Harvard le exigió cursar dos años más -para enmendar su falla-, aparte de los que ya había cursado.
Como Fausto era perseverante y terco, aceptó la reprimenda y cursó las materias que le fueron indicadas y se tituló de Doctor en Economía, cuya tesis recibió reconocimientos de maestros notables.
ALZATI era un hombre francamente tenaz, muy inteligente, culto y brillante, pero como algunas personas han dicho: Perdió la brújula y se ubicó en temas raros de algunos campos filosóficos y religiosos, y dio rienda suelta a sus aficiones.
Fue un hombre de Estado, servidor público muy destacado y hombre muy entusiasta. De recio carácter pero sin perder la jovialidad.
Laboró en la SHCP en tiempos de don David Ibarra. (Allí nos conocimos).
Fue Director General del Conacyt y tuvo el acierto de otorgarle una beca para estudiar el doctorado en la Universidad de Yale a José Antonio Meade Kuribreña.
Laboró en Cuba como director de la empresa de telefonía celular que introdujo ese servicio innovador en la gran Isla del Caribe. (Allá convivimos mucho cuando yo me
desempeñaba como embajador de México).
En los tiempos del presidente Vicente Fox fungió como Director de la Aseguradora Hidalgo.
Despejes de haber esa posición, anduvo en verdadera desgracia en los aspectos financieros y económicos.
Meade Kuribreña fue generoso con él y lo apoyó con posiciones modestas pero útiles en Hacienda, la SRE y Sedesol. Finalmente Emilio Chuayfett lo designó Director de Televisión educativa en la SEP. Fue su último cargo público del que penosamente salió, víctima de sus propios excesos.
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