Día de muertos

Morir es

Alzar el vuelo

sin alas,

sin ojos

y sin cuerpo....“Elías Nandino.

La muerte es la realidad más dolorosa, más misteriosa y, a la vez, más inevitable de la condición humana, y es que "el hombre es un ser para la muerte".

La muerte es la realidad más dolorosa, más misteriosa y, a la vez, más inevitable de la condición humana, y es que "el hombre es un ser para la muerte"

"Y al que teme a la muerte la llevará sobre sus hombros...." dice Federico García Lorca.

Estos días son de tradición por el día de muertos.

Pero no debemos confundirnos con el Jalouín o Noche de Brujas que se celebra, de acuerdo a los mitos y tradiciones celtas la noche del 31 de octubre, ¡eso no es nuestro, con todo respeto

Lo celebran otras sociedades principalmente en los Estados Unidos, Canadá, Irlanda y el Reino Unido.

¡En México es distinto!

Celebramos el día de muertos o de los fieles difuntos, en parte por la tradición católica del papa Gregorio IV en el siglo octavo..

Pero para nosotros se trata de una popular fiesta cristiana que tiene un origen prehispánico que honra a los difuntos este día; la festividad tiene por lo menos 3 mil años de existencia

Y es una de las expresiones culturales más antiguas y de mayor fuerza entre los grupos indígenas del país; hay registro de celebraciones en las etnias mexica, maya, purépecha y totonaca. 

Por eso la Unesco declaró hace años a  la festividad como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad..

¿Y como festejarlo?

Hay muchas formas.

Hay varios lugares del país donde es todo un rito prehispánico, otra forma es  ir a velar al panteón, llevar flores y veladoras.

Otra, la más común y mágica es colocar en la casa de uno una ofrenda para los que se nos adelantaron en el camino..

Dicen que el lugar donde se coloca se convierte en un espacio sagrado. Y es cierto...

¿Y cómo instalarla? 

Para los que saben es cosa de niños, pero para los que no, se necesita un guía, un especialista, si queremos cumplir con lo que establece la tradición, dependiendo de la región del país...

Además, debemos tener presente que el lugar donde se pone la ofrenda se convierte en un lugar sagrado, en un altar 

Se dice que ahí las almas o ánimas de los muertos pasarán a morar por breve tiempo y disfrutará de las viandas preparadas en su honor;

¿Qué poner?

Un mantel blanco y encima se pondrá papel china picado; veladoras, un vaso con agua bendita y alimentos...de preferencia los que les gustaban al difunto, además de su bebida predilecta –cerveza o aguardiente-, ah! cigarros y fósforos. 

Calaveras– y el llamado “pan de muerto”, flor de cepazuchitl.

Y nunca deben faltar los retratos de los familiares y amigos de los difuntos, como lo rescata muy iewn holywwod con la película “Coco”.

Se dice que  a las doce del día y por la noche del día primero de noviembre – día de Todos Santos- haya rezos y al término de éstos las almas de los muertos se deleitan con lo ofrendado. 

¡Ah! y no olvidar que al día siguiente; el dos de noviembre, la mayoría de la gente deberán ir al camposanto, llevar flores naturales y coronas de flores de papel encerado. 

Dice el poeta argentino Juan Gelmán que "...La muerte lo enseñó que no se muere de amor. Que Se vive de amor…“

José Hierro nos dice que “Aquel que ha sentido una vez en sus manos temblar la alegría no podrá morir nunca….“

¿Marti dice que “hemos de morir para que el olvido perfecto nos haga nacer, de nuevo, sabiéndonos... "

El poeta español Pedro Gandia señala que no debemos temer nuestra muerte...."pues en ti viviré…

¿Qué es morir?

Morir es

Alzar el vuelo

sin alas,

sin ojos

y sin cuerpo....“Elías Nandino.

 Me hubiese gustado ser únicamente un canto; mi vida así habría podido durar...” Edmond Jabés

El poeta oaxaqueño Andrés Henestrosa musicalizó un poema de su autoría que dice…

“Niña cuando yo muera,

no llores sobre mi tumba,

cántame un lindo son (…) 

cántame la zandunga...

Toca el bejuco de oro,

el rey de todos los sones,

canta la Martiniana  (…) que alegra los corazones...

"¡No me llores, no!

No me llores, no,

Porque si lloras yo peno,

En cambio si tú me cantas

Yo siempre vivo,

y nunca muero…" .

Por eso vale la pena vivir aunque sea soñando...

Recuerdo a muchos difuntos -amigos, parientes, abuelos y miles más que se adelantaron en la pandemia-, pero en especial a mi padre:

Lorenzo Alvarez Gámez, originario de  Baymena, Choix, Sinaloa, el 16 de febrero de 1919, y murió en Los Mochis, Sinaloa el mediodía del 7 de marzo de 2004; hijo de padres yoremes; Fermina Gámez y Bartolo Alvarez; habitó por esos lugares 85 años y por ello tuvo la posibilidad de disfrutarlos intensamente...

Dejó junto con mi madre, Hildeliza Palafox de casi 91 años hoy, una gran descendencia...

Espero que donde te encuentres estés en paz; como decía el poeta Nervo:

"Amé, fui amado, el sol acarició mi faz. 

¡Vida, nada me debes! ¡Vida, estamos en paz!