Felicidades por los 20 años de la columna Razones de Jorge Fernández Menéndez
Ahora si amigo como diría Carlos Gardel y de La Pera: "veinte años no es nada"
**
Desde ayer Fernando Gómez Mont está de visita Washington para fortalecer la cooperación contra la delincuencia organizada
Sostendrá reuniones con Janet Napolitano, secretaria de Seguridad Interna; James Jones, consejero de la ex gobernadora de Arizona, y Dennis Blair, director de la Oficina de Inteligencia Nacional. Cuatro son los temas en la agenda: control de armas, prevención del lavado de dinero, desarrollo de la Iniciativa Mérida e intercambio de información para realizar tareas de inteligencia.
ComunicadoNo.038-18/03/2009
El secretario de Gobernación, Fernando Gómez Mont, inicia hoy una visita oficial a Estados Unidos con el propósito de fortalecer los mecanismos de coordinación entre los gobiernos de Felipe Calderón y Barack Obama en el combate al narcotráfico.
Durante dos días, el titular de Segob, acompañado por altos funcionarios de las secretarías de la Defensa y Marina Nacional, sostendrá reuniones con la secretaria de Seguridad Interna, Janet Napolitano; el consejero de Seguridad Nacional, general James Jones, y el director de la Oficina de Inteligencia Nacional, Dennis Blair, así como con diversos congresistas.
Los principales temas que se abordarán, son el control de armas, la prevención del lavado de dinero, el desarrollo de la Iniciativa Mérida y el intercambio de inteligencia para compartir información expedita respecto de la situación en materia de seguridad.
El secretario Gómez Mont subrayará la necesidad de combatir el fenómeno del narcotráfico de forma integral y enfatizará la corresponsabilidad en la contienda contra las redes del crimen organizado ya que se enfrentan problemas comunes que trascienden las fronteras.
Asimismo, reiterará el absoluto compromiso del presidente Calderón en esta lucha y su determinación para fortalecer el Estado de Derecho en México.
Lo acompañan en la visita el secretario ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, Jorge Tello Peón, y el director general del Cisen, Guillermo Valdés. ¨
El secretario de Gobernación, Fernando Gómez Mont, inicia hoy una visita oficial a Estados Unidos con el propósito de fortalecer los mecanismos de coordinación entre los gobiernos de Felipe Calderón y Barack Obama en el combate al narcotráfico.
Durante dos días, el titular de Segob, acompañado por altos funcionarios de las secretarías de la Defensa y Marina Nacional, sostendrá reuniones con la secretaria de Seguridad Interna, Janet Napolitano; el consejero de Seguridad Nacional, general James Jones, y el director de la Oficina de Inteligencia Nacional, Dennis Blair, así como con diversos congresistas.
Los principales temas que se abordarán, son el control de armas, la prevención del lavado de dinero, el desarrollo de la Iniciativa Mérida y el intercambio de inteligencia para compartir información expedita respecto de la situación en materia de seguridad.
El secretario Gómez Mont subrayará la necesidad de combatir el fenómeno del narcotráfico de forma integral y enfatizará la corresponsabilidad en la contienda contra las redes del crimen organizado ya que se enfrentan problemas comunes que trascienden las fronteras.
Asimismo, reiterará el absoluto compromiso del presidente Calderón en esta lucha y su determinación para fortalecer el Estado de Derecho en México.
Lo acompañan en la visita el secretario ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, Jorge Tello Peón, y el director general del Cisen, Guillermo Valdés. ¨
***
Jorge dedica la columna de hoy a esa visita
Columna Razones/Jorge Fernández Menéndez
Publicado en Excélsior 19 de marzo de 2009;
Publicado en Excélsior 19 de marzo de 2009;
Gómez Mont en Washington
Anoche llegó a Washington Fernando Gómez Mont. La visita del secretario de Gobernación confirma que concentrará (en los hechos ya lo está haciendo) buena parte de la coordinación de las fuerzas de seguridad, no sólo federales sino también con los estados y los municipios, a través de la nueva conformación del Sistema Nacional de Seguridad Pública que encabezará Jorge Tello Peón y, por ende, tendrá como objetivo establecer prioridades y mecanismos con un gobierno estadunidense bienintencionado con respecto a lo que puede hacer en la frontera, pero muchos problemas de coordinación entre sus agencias y donde pareciera que no superan la curva de aprendizaje en estos temas.
La presencia del secretario de Gobernación, como en la próxima semana la de la secretaria de Estado, Hillary Clinton, así como la anunciada visita del presidente Obama en abril, son parte del proceso de acelerar el periodo de aprendizaje y de corresponsabilidad porque, de lo contrario, se sufrirá un deterioro que costará cada vez más revertir.
En las diversas sesiones realizadas en los últimos días en el Senado estadunidense, pareciera que el discurso de los principales funcionarios de la administración federal ha logrado mantener su coherencia: el general a cargo del Comando Norte, Victor Renaud (recordemos que México y Canadá están dentro de la zona de influencia de ese comando, el responsable, en el ejército estadunidense, de la seguridad interna de ese país), así como el jefe de Inteligencia de la DEA, Anthony Placido, los dos muy conocedores de la situación mexicana, insistieron en el tipo de desafío que enfrenta México en la lucha contra el narcotráfico, se distanciaron de la visión presentada hace unos días por el nuevo jefe de los servicios de Inteligencia, Dennis Blair, y pusieron el acento en la necesidad de reforzar las medidas de seguridad en su lado de la frontera. Incluso el general Renaud anunció, y eso será parte de la tarea que tendrá que negociar Gómez Mont en Washington, un plan de seguridad para ampliar la presencia en toda la frontera con México. Y la senadora Diane Feinstein insistió en la necesidad de tomar mayores medidas en EU, cerrar armerías y evitar que siga fluyendo el tráfico de armas de su país hacia México.
Fuera de toda la retórica de los últimos días, quedan en claro algunos puntos: por una parte, que en la administración de Obama aunque aún no conozcan en profundidad la situación con México y falte definir cómo se establecerán los mecanismos de cooperación, se está imponiendo la visión de que la misma es imprescindible, por la seguridad interior de la Unión Americana. Segundo, que ante la realidad del comienzo del retiro de Irak se empiezan a observar, en Washington, otros dos fenómenos simultáneos: por una parte, muchas agencias y áreas de seguridad quieren mantener sus presupuestos y apoyos y están mirando a su frontera sur. Pero, al mismo tiempo, la Casa Blanca ha comprobado ya que la administración de Bush prácticamente perdió América Latina y los pocos eslabones que quedan deben ser cuidados porque se corre el riesgo de terminar por perder todo: en ese sentido, no deja de ser muy significativa la declaración del vicepresidente de Colombia, Francisco Santos, de que si el Congreso de EU no dejaba de atacar a su país, quizá sería el momento de acabar con el Plan Colombia. Y ello lleva al tercer punto: las presiones parten de un grupo de congresistas, algunos relacionados con sectores de la industria de la seguridad y el armamento; otros, con compromisos o convicciones proteccionistas, y ello obliga a la administración de Calderón no sólo a fortalecer y darle claridad a las relaciones con la Casa Blanca, sino también con el nuevo Congreso donde, paradójicamente, los republicanos más conservadores y los demócratas más proteccionistas parecen haber encontrado un punto de unión en el tema México.
Éste, se encuentra en la frontera. No es una mala noticia que Estados Unidos desplace fuerzas de seguridad a toda ella, al contrario. Si quedan claras las reglas del juego y los mecanismos de cooperación, eso podría ayudar a los tres principales problemas que se presentan en aquélla: por una parte, el tráfico de drogas en sí; en sentido inverso, el de armas y, un punto que no se suele abordar, el refugio que tienen del otro lado de la frontera muchos delincuentes y sus familiares, incluidas sus fortunas. Ha habido y hay innumerables casos que demuestran que esos delincuentes que operan en la frontera la cruzan y encuentran paradójicamente del otro lado una suerte de santuario (porque entre otras razones muchas policías y fuerzas de seguridad son tan permeables de un lado como del otro). El caso más notorio fue el de los Arellano Félix durante años (en parte lo sigue siendo) que, mientras estaban en la lista de los más buscados por las fuerzas de seguridad en México y Estados Unidos y se les perseguía en Tijuana, vivían en una de las colonias residenciales de San Diego. Esa historia en parte es del pasado, pero hoy se repite a otra escala sobre todo en la frontera con Texas.
Por eso la visita de estos días de Gómez Mont deberá servir para dos propósitos clave de cara al futuro: en el terreno interno, comenzar a hacer transparente en qué instancia gubernamental estará la responsabilidad de coordinar fuerzas en el ámbito de la seguridad (la operación en sí, desde luego, transitará por otros caminos) y en el externo, con el fin de intentar establecer la agenda básica, los parámetros sobre los cuales poder trabajar eficientemente, en el ámbito de la seguridad, con la Casa Blanca y los principales sectores del Congreso. Y, quizá, para comenzar a sentar las bases de una estrategia de medios y cabildeo, ahora en torno a la seguridad, de la profundidad e intensidad que permitió, a principios de los 90, sacar adelante el TLC.
Anoche llegó a Washington Fernando Gómez Mont. La visita del secretario de Gobernación confirma que concentrará (en los hechos ya lo está haciendo) buena parte de la coordinación de las fuerzas de seguridad, no sólo federales sino también con los estados y los municipios, a través de la nueva conformación del Sistema Nacional de Seguridad Pública que encabezará Jorge Tello Peón y, por ende, tendrá como objetivo establecer prioridades y mecanismos con un gobierno estadunidense bienintencionado con respecto a lo que puede hacer en la frontera, pero muchos problemas de coordinación entre sus agencias y donde pareciera que no superan la curva de aprendizaje en estos temas.
La presencia del secretario de Gobernación, como en la próxima semana la de la secretaria de Estado, Hillary Clinton, así como la anunciada visita del presidente Obama en abril, son parte del proceso de acelerar el periodo de aprendizaje y de corresponsabilidad porque, de lo contrario, se sufrirá un deterioro que costará cada vez más revertir.
En las diversas sesiones realizadas en los últimos días en el Senado estadunidense, pareciera que el discurso de los principales funcionarios de la administración federal ha logrado mantener su coherencia: el general a cargo del Comando Norte, Victor Renaud (recordemos que México y Canadá están dentro de la zona de influencia de ese comando, el responsable, en el ejército estadunidense, de la seguridad interna de ese país), así como el jefe de Inteligencia de la DEA, Anthony Placido, los dos muy conocedores de la situación mexicana, insistieron en el tipo de desafío que enfrenta México en la lucha contra el narcotráfico, se distanciaron de la visión presentada hace unos días por el nuevo jefe de los servicios de Inteligencia, Dennis Blair, y pusieron el acento en la necesidad de reforzar las medidas de seguridad en su lado de la frontera. Incluso el general Renaud anunció, y eso será parte de la tarea que tendrá que negociar Gómez Mont en Washington, un plan de seguridad para ampliar la presencia en toda la frontera con México. Y la senadora Diane Feinstein insistió en la necesidad de tomar mayores medidas en EU, cerrar armerías y evitar que siga fluyendo el tráfico de armas de su país hacia México.
Fuera de toda la retórica de los últimos días, quedan en claro algunos puntos: por una parte, que en la administración de Obama aunque aún no conozcan en profundidad la situación con México y falte definir cómo se establecerán los mecanismos de cooperación, se está imponiendo la visión de que la misma es imprescindible, por la seguridad interior de la Unión Americana. Segundo, que ante la realidad del comienzo del retiro de Irak se empiezan a observar, en Washington, otros dos fenómenos simultáneos: por una parte, muchas agencias y áreas de seguridad quieren mantener sus presupuestos y apoyos y están mirando a su frontera sur. Pero, al mismo tiempo, la Casa Blanca ha comprobado ya que la administración de Bush prácticamente perdió América Latina y los pocos eslabones que quedan deben ser cuidados porque se corre el riesgo de terminar por perder todo: en ese sentido, no deja de ser muy significativa la declaración del vicepresidente de Colombia, Francisco Santos, de que si el Congreso de EU no dejaba de atacar a su país, quizá sería el momento de acabar con el Plan Colombia. Y ello lleva al tercer punto: las presiones parten de un grupo de congresistas, algunos relacionados con sectores de la industria de la seguridad y el armamento; otros, con compromisos o convicciones proteccionistas, y ello obliga a la administración de Calderón no sólo a fortalecer y darle claridad a las relaciones con la Casa Blanca, sino también con el nuevo Congreso donde, paradójicamente, los republicanos más conservadores y los demócratas más proteccionistas parecen haber encontrado un punto de unión en el tema México.
Éste, se encuentra en la frontera. No es una mala noticia que Estados Unidos desplace fuerzas de seguridad a toda ella, al contrario. Si quedan claras las reglas del juego y los mecanismos de cooperación, eso podría ayudar a los tres principales problemas que se presentan en aquélla: por una parte, el tráfico de drogas en sí; en sentido inverso, el de armas y, un punto que no se suele abordar, el refugio que tienen del otro lado de la frontera muchos delincuentes y sus familiares, incluidas sus fortunas. Ha habido y hay innumerables casos que demuestran que esos delincuentes que operan en la frontera la cruzan y encuentran paradójicamente del otro lado una suerte de santuario (porque entre otras razones muchas policías y fuerzas de seguridad son tan permeables de un lado como del otro). El caso más notorio fue el de los Arellano Félix durante años (en parte lo sigue siendo) que, mientras estaban en la lista de los más buscados por las fuerzas de seguridad en México y Estados Unidos y se les perseguía en Tijuana, vivían en una de las colonias residenciales de San Diego. Esa historia en parte es del pasado, pero hoy se repite a otra escala sobre todo en la frontera con Texas.
Por eso la visita de estos días de Gómez Mont deberá servir para dos propósitos clave de cara al futuro: en el terreno interno, comenzar a hacer transparente en qué instancia gubernamental estará la responsabilidad de coordinar fuerzas en el ámbito de la seguridad (la operación en sí, desde luego, transitará por otros caminos) y en el externo, con el fin de intentar establecer la agenda básica, los parámetros sobre los cuales poder trabajar eficientemente, en el ámbito de la seguridad, con la Casa Blanca y los principales sectores del Congreso. Y, quizá, para comenzar a sentar las bases de una estrategia de medios y cabildeo, ahora en torno a la seguridad, de la profundidad e intensidad que permitió, a principios de los 90, sacar adelante el TLC.
***
En la relación México Estados Unidos, cada uno debe realizar su parte: Gómez Mont
México, D. F., a 19 de marzo de 2009 Boletín No.040-19/03/2009
Concluyen las reuniones con Janet Napolitano y Dennis Blair
Al continuar su visita de trabajo a Washington, el secretario de Gobernación, Fernando Gómez Mont, señaló que México y Estados Unidos comparten una agenda común en la que cada uno debe realizar su parte para solucionar los problemas que afectan ambos lados de la frontera.
En las primeras horas de hoy, el titular de Segob se reunió en la sede del Departamento de Seguridad Interna de EUA, con la secretaria Janet Napolitano, para definir mecanismos de colaboración y cooperación en el combate al narcotráfico.
En el encuentro se abordaron aspectos fundamentales como la seguridad en la zona fronteriza y el intercambio de información de inteligencia. Asimismo, se externó el compromiso de incrementar los esfuerzos de Estados Unidos para combatir el tráfico de armas hacia México.
Posteriormente, el secretario Gómez Mont se reunió en las oficinas de Inteligencia Nacional, con el director de esta dependencia, Dennis Blair, en donde se acordó impulsar de manera conjunta instrumentos eficaces y sistemas coordinados para enfrentar al crimen organizado.
Por la tarde, el funcionario mexicano sostendrá en el Capitolio diversas reuniones privadas con representantes y senadores del Congreso estadounidense.
En todos los encuentros, ha estado acompañado por el embajador de México en EUA, Arturo Sarukhán.
México, D. F., a 19 de marzo de 2009 Boletín No.040-19/03/2009
Concluyen las reuniones con Janet Napolitano y Dennis Blair
Al continuar su visita de trabajo a Washington, el secretario de Gobernación, Fernando Gómez Mont, señaló que México y Estados Unidos comparten una agenda común en la que cada uno debe realizar su parte para solucionar los problemas que afectan ambos lados de la frontera.
En las primeras horas de hoy, el titular de Segob se reunió en la sede del Departamento de Seguridad Interna de EUA, con la secretaria Janet Napolitano, para definir mecanismos de colaboración y cooperación en el combate al narcotráfico.
En el encuentro se abordaron aspectos fundamentales como la seguridad en la zona fronteriza y el intercambio de información de inteligencia. Asimismo, se externó el compromiso de incrementar los esfuerzos de Estados Unidos para combatir el tráfico de armas hacia México.
Posteriormente, el secretario Gómez Mont se reunió en las oficinas de Inteligencia Nacional, con el director de esta dependencia, Dennis Blair, en donde se acordó impulsar de manera conjunta instrumentos eficaces y sistemas coordinados para enfrentar al crimen organizado.
Por la tarde, el funcionario mexicano sostendrá en el Capitolio diversas reuniones privadas con representantes y senadores del Congreso estadounidense.
En todos los encuentros, ha estado acompañado por el embajador de México en EUA, Arturo Sarukhán.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario