Los funeralesde Neruda/MARIO
CASASÚS*
Revista Proceso
No 1925, 21 de septiembre de 2013
Este 25
de septiembre se cumplen 40 años de la muerte (¿asesinato?) del Poeta de
América Pablo Neruda. El episodio ha sido abordado por el documental, el cine,
la radio, los libros… Ahora el chileno Luis Sepúlveda y el italiano Renzo Sicco
acaban de estrenar la obra de teatro El funeral de Neruda, de la cual habla el
primero en entrevista. En nota aparte, el escritor Rafael Vargas Escalante
sintetiza, de su libro inédito sobre las relaciones de Neruda con México, el
deseo del poeta de vivir en nuestro país.
El
peregrinaje de los restos de Pablo Neruda inició el 7 de mayo de 1974, cuando
trasladaron el féretro al nicho 44 de la calle México, en el Cementerio General
de Santiago de Chile; sus restos permanecieron inmóviles en esa capital hasta
el 12 de diciembre de 1992. Sin embargo, el día del funeral oficial regresó la
represión como aquella tarde del 25 de septiembre de 1973, según recuerda la
bibliotecóloga María Eugenia Velasco Martner, hija de Francisco Velasco y María
Martner, los mejores amigos y vecinos de Neruda en Valparaíso:
“Yo
estaba arriba –junto a mis padres y Teruca Hamel, muy emocionados con la
ceremonia de la entrada de los restos– cuando veo que dan la orden de reprimir
y los carabineros bajaron por la calle que da a la playa, montados a caballo,
vi a la gente arrancando por las rocas y algunas banderas tiradas en la arena.
Fue un espectáculo indignante.”
Cuarenta
años después, la tumba del poeta está vacía, los huesos descansan en la morgue
del Servicio Médico Legal y un par de muestras óseas se encuentran en la
Universidad de Carolina del Norte y en la Universidad de Murcia para intentar esclarecer,
desde sus laboratorios de toxicología, el presunto asesinato de la noche del 23
de septiembre de 1973, denunciado por Proceso hace un par de años. El tercer
funeral será el definitivo, un desagravio a las dos ceremonias reprimidas por
el Estado, en 1973 y en 1992.
Dos
documentales registraron el primero: Santiago. Ciudad violada (Suecia, 1973),
de Jan Sandquist, y Septiembre chileno (Francia, 1973), de Bruno Muel.
Se cuenta
también con otros registros, pero en formato de televisión, y existen fotografías
imprescindibles de la venezolana Fina Torres, del chileno Marcelo Montecino y
del brasileño Evandro Teixeira, haciendo hincapié en los detalles gráficos del
rostro de Neruda en el ataúd, que desmienten la caquexia (desnutrición extrema)
certificada como causa de muerte, y muestran el peso de 100 kilos del poeta al
momento de morir, por lo cual el presunto asesinato recobra fuerza.
Dos
libros registraron el primer funeral: Neruda: entierro y testamento (España,
1973), escrito por Álvaro Sarmiento (con fotografías de Fina Torres), y Funeral
vigilado, escrito por Sergio Villegas, que en realidad es un fragmento del El
Estadio. 11 de septiembre en el país del edén (Argentina, 1974).
A 40 años
del suceso llega una nueva obra de teatro, escrita por el dramaturgo y
novelista chileno Luis Sepúlveda y el italiano Renzo Sicco. En entrevista con
Proceso, el primero cuenta los avatares tras bastidores de la pieza titulada:
El funeral de Neruda.
–Luis,
ingresaste a la Escuela de Teatro de la Universidad de Chile y militaste en las
Juventudes Comunistas por influjo de la poesía de Neruda. ¿Recuerdas las dos
decisiones fundacionales al escribir la obra de teatro El funeral de Neruda?
–Cuando
junto con Renzo Sicco nos sentamos a tirar línea sobre la que sería más tarde
la obra, más que nada pensamos en los materiales de que disponíamos: el
testimonio del chofer de Neruda, el talento de Renzo a la hora de convertir en
teatro textos escritos para ser leídos como partes de un libro, y lo que los
dos teníamos de información reunida sobre el tema. Renzo y su Assemblea de
Teatro han dramatizado muchos de mis libros, o parte de ellos, y los resultados
han sido siempre muy buenos. Ya es casi un ritual que cada vez que presento un
nuevo libro en Italia, empiece por hacerlo en Turín, y que Renzo lleva a las
tablas una parte del libro. Nos une una amistad de muchos años y eso facilita
mucho cualquier trabajo que emprendemos.
–¿Cómo
describirías el proceso creativo junto a Sicco? ¿De quién fue la idea de
escribir El funeral de Neruda?
–Con
Renzo coincidimos en muchos aspectos. De una parte está mi formación teatral, y
de otra su larga experiencia dirigiendo y adaptando textos literarios para el
teatro. La idea ya existía. Él había dramatizado un texto mío sobre la muerte
de Neruda, y ese fue el punto de partida. No sé si puede hablarse de un proceso
creativo, porque los dos tenemos experiencia, y esa experiencia nos permite
decidir en qué parte de la obra hay naturalismo, en qué otra parte es
aconsejable el teatro experimental, pasar de Stanislawski a Grotowski, o a
Brecht y el distanciamiento, o usar elementos de la comedia del arte. Ambos
tenemos conocimientos y los ponemos al servicio de la obra que queremos lograr.
–¿Conocían
la adaptación al teatro de Funeral vigilado. La despedida a Pablo Neruda (1974)
escrita por Sergio Villegas?
–No, yo
no. Ignoro si Renzo la conocía. Alguna vez, en los años ochenta, vi una obra
que montó el Berliner Ensemble, el teatro de Brecht en Berlín oriental.
–¿Reeditarán
El funeral de Neruda en el resto de Latinoamérica?
–Si
alguien lo quiere editar, adelante, con tal de que no sea la Fundación Pablo
Neruda. Hay varios grupos de teatro latinoamericanos que han puesto en escena
la obra y nos parece muy bien la multiplicación del esfuerzo.
–¿Cómo
registraron la muerte de Neruda en la obra de teatro?
–Evitamos
el momento preciso de la muerte porque el acto de nacer y el acto de morir son
las dos ceremonias más íntimas de los seres humanos, y además no queríamos
hacer elucubraciones sobre la agonía, eso habría sido una morbosidad
injustificable.
–¿Qué
piensas de la posibilidad de asesinato denunciado por Manuel Araya en el
semanario Proceso?
–Como se
dice en la primera adaptación de un texto mío adaptado por Renzo, hay muchas
maneras de matar a un poeta. Una de ellas es la denegación de asistencia médica
oportuna; otra es la de condenarlo a ser testigo cercano de la muerte de tantos
compañeros a los que Neruda quiso, obligarlo a saber de la persecución y muerte
de la gente humilde y de los jóvenes a quienes Neruda siempre se entregó de
corazón. Y está también la posibilidad del asesinato alevoso. Las declaraciones
de Manuel Araya y lo que de a poco hemos ido conociendo, como que Pinochet
poseía agentes neurotóxicos capaces de matar a toda la población de Santiago,
hacen muy verosímil la idea del asesinato.
–¿Leíste
las noticias sobre la exhumación de Neruda? ¿Se debe desenterrar el pasado?
–Me he
mantenido informado sobre todo lo que ha ocurrido con la exhumación y ahora,
como muchos, espero los resultados definitivos que entregarán los forenses y
los patólogos. El pasado está ahí, es muy reciente, no está enterrado.
Quisieron enterrarlo pero no lo lograron.
–¿Qué
opinas del papel de la Fundación Neruda al invertir el copyright del poeta en
la empresa de un asesor de Pinochet y ante su negativa para cumplir la última
voluntad de Neruda?
–No
comparto nada de lo que ha hecho y hace la Fundación Pablo Neruda. Me parece
indigno que hayan violentado el testamento y la voluntad de Neruda. Tuve una conversación
muy dura con el presidente de la fundación cuando George Bush visitó Chile y su
esposa pidió visitar una de las casas del poeta. Mi opinión era que simplemente
le dijera que no, y sin mayor discusión, pero según él había extrañas razones
de Estado que me parecieron absurdas. l
·
Mario Casasús (México, 1980), quien fue periodista del
diario El Clarín de Chile y corresponsal en México de agencia mapuche de prensa
Azkintuwe, es coautor con el corresponsal de Proceso en Santiago, Francisco
Marín, del libro El doble asesinato de Neruda (Ocho Libros, 2012).
**
40 años, los mismos sueños”:
Homenajes a Allende, Neruda y Jara/
LA
REDACCIÓN
Revista Proceso
No 1925, 21 de septiembre de 2013
Para
conmemorar los 40 años de la caída del gobierno legítimo de Salvador Allende en
Chile, el Centro Cultural El Juglar, A.C., que también cumple cuatro décadas y
a cuyo frente está el promotor cultural Hiquíngari Carranza, ha preparado un
extenso programa de actividades como tributo al mismo Allende, al poeta Pablo
Neruda y al cantautor Víctor Jara.
Destacan
tres conciertos de corte internacional en el Cetro Cultural Roberto Cantoral de
la Sociedad de Autores y Compositores de Música (SACM) , en el Auditorio
Nacional y en el Teatro Metropolitan.
En el
primero, Víctor Jara Sinfónico, a efectuarse el 29 del actual a las 12 horas,
el tenor mapuche Miguel Angel Espinoza Pellau interpretará canciones de Jara
con arreglos sinfónicos.
En el
segundo, 40 años, los mismos sueños, el 30 a las 20:30 horas, participarán los
grupos folclóricos chilenos Quilapayún, Inti Ilimani y Santiago del Nuevo Extremo y el mexicano
Los Folcloristas, los cantautores Daniel Viglietti de Uruguay y Gabino
Palomares de México, con lectura de textos a cargo de la cantante Vanessa
Bauche y la actriz Luisa Huertas.
En el
tercero, titulado Inti más Quila, el 3 de octubre a las 20 horas, estarán los
grupos folclóricos chilenos Inti Inti Ilimany y Quilapayún.
Habrá
además un Homenaje a Pablo Neruda por poetas y narradores mexicanos y chilenos,
mesas redondas en torno a la figura de Allende en el Palacio de Medicina,
ciclos de cine documental (uno en la Cineteca Nacional) y
Fragmentos/Memorias/Imágenes a 40 años del Golpe, una exposición itinerante.
Como invitado especial estará el abogado Eduardo Contreras, investigador de la
muerte de Neruda, quien mantiene una querella judicial en Chile para demostrar
que el poeta no murió debido a una enfermedad.
El
programa, que puede consultarse en www.eljuglar.org, será clausurará el domingo
6 de octubre a las 17 horas en el Jardín Hidalgo de Coyoacán. (A.P.)
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