Y el gobernador y sus amigos,
de fiesta/Gloria Leticia Diaz, reportera.
Revista Proceso
No 1925, 21 de septiembre de 2013
El
festejo organizado por el gobernador Ángel Aguirre Rivero en la casa de
gobierno de Chilpancingo la noche del viernes 13, justo cuando la tormenta
tropical Manuel entraba a Guerrero, refleja la imprevisión y la falta de
sensibilidad político-social de los gobernantes. Mientras el mandatario
departía con sus invitados comenzaba el sufrimiento de miles de personas
indefensas ante la furia del meteoro.
La noche
del viernes 13 en Casa Guerrero, en Chilpancingo, el gobernador Ángel Aguirre
abrazaba jubiloso a dos de sus predecesores: Rubén Figueroa Alcocer y René
Juárez Cisneros.
Afuera de
la residencia oficial la lluvia pertinaz provocaba que familias enteras
abandonaran sus viviendas en las márgenes del río Huacapa, mientras en el resto
del estado la tormenta tropical Manuel ya ocasionaba enormes estragos.
Esta
contingencia no fue tema de conversación en la mesa donde Aguirre departía con
sus invitados. Afuera, las calles y avenidas se anegaban. Desde las seis de la
tarde de ese día, en la emisora ABC Radio el periodista Luis Flores Lonazkuo
difundía las llamadas de auxilio de pobladores de la capital y de otras
regiones del estado.
“No
conozco ninguna alerta de autoridades federales, estatales o municipales. Me
orienté por las imágenes del meteorológico, llamé a los colegas de las diferentes
regiones y supuse que la situación sería mucho más grave que la ocasionada por
el huracán Paulina (octubre 1997). Entonces pedí permiso a la gerencia de la
estación para interrumpir los programas cotidianos y darle voz a la gente.
Tengo grabadas más de 700 llamadas de auxilio”, dice en entrevista telefónica
Flores Lonazkuo, quien desde la tarde del viernes 13 no ha soltado el
micrófono de ABC Radio, sirviendo como enlace entre pobladores y autoridades.
Al
banquete ofrecido por Aguirre acudieron alrededor de 300 invitados. Entre la
concurrencia podía verse a políticos y representantes de grandes empresas de la
Ciudad de México que están haciendo lucrativos negocios en el estado, entre
ellas las de Carlos Slim. Así lo comenta a Proceso uno de los asistentes a la
cena.
Este
convite fue el colofón del acto para festejar el bicentenario de la instalación
del Primer Congreso de Anáhuac en la catedral Santa María de la Asunción, donde
José María Morelos proclamó los Sentimientos de la Nación.
En el festejo
organizado por el Congreso de Guerrero cada año se otorga una presea
conmemorativa. En esta ocasión se rindió homenaje a Armando Chavarría Barrera,
político perredista que presidía el Poder Legislativo local cuando fue
asesinado el 20 de agosto de 2009. Hasta la fecha el crimen permanece impune.
La viuda
de Chavarría, Martha Obeso, pronunció un discurso en el cual les recordó al
mandatario estatal y al representante del presidente Enrique Peña Nieto, el
subsecretario de Desarrollo Social Javier Guerrero García, que “el Estado
mexicano y el gobierno de Guerrero deben garantizar la vida, la integridad
física y el patrimonio de todos los ciudadanos y hacer que se respeten los
derechos humanos que consagra la Constitución”.
Jolgorio
Al
término de la ceremonia, pasadas las ocho de la noche y con la lluvia que no
cesaba, se inició el festejo. Según la fuente consultada, la cena fue generosa
y en la mesa no faltaron las bebidas, sobre todo champaña y whisky
La foto
donde aparece el gobernador abrazando a Rubén Figueroa y a René Juárez, con
quienes compartió militancia en el PRI hasta 2010, fue tomada al parecer por
personal de la Dirección de Comunicación Social del gobierno local al principio
del festejo. Esa imagen fue la única con los invitados de la mesa principal y
no se distribuyó a los medios. Apareció en las redes sociales.
“Personal
de seguridad impidió sacar fotos; no dejaban sacar ni el celular. Y se pusieron
más estrictos cuando el gobernador, ya entrado en copas, empezó a cantar las
chilenas de su tierra, la Costa Chica”, añade la fuente.
El
mandatario estaba exultante. Departió con algunos adversarios políticos, como
su primo, el diputado federal Manuel Añorve Baños, excandidato del PRI a la
gubernatura respaldado por Figueroa Alcocer y Juárez Cisneros; con el exsenador
y actual diputado local Héctor Astudillo; con el exsenador Héctor Vicario
Castrejón, mano derecha de Figueroa y actual delegado de la Secretaría de
Desarrollo Agrario, y con quien fue su rival en la contienda interna del PRD
por la candidatura a gobernador, el senador Armando Ríos Piter.
También
brindó con los diputados locales Bernardo Ortega (PRD) y Héctor Apreza (PRI);
con los legisladores federales perredistas Catalino Duarte Ortuño y Jorge
Salgado Parra, hijo del secretario de Finanzas, Jorge Salgado Leyva; con el
alcalde priista de Chilpancingo, Mario Moreno Arcos; con el secretario general
de Gobierno, Jesús Martínez Garnelo, y con Humberto Salgado Gómez, designado
por Aguirre coordinador general del Ejecutivo.
También
acompañaron al gobernador el actor Dagoberto Gama, quien representó al cura
Morelos en la película del mismo nombre, y el experredista Ramón Sosamontes,
nombrado por Rosario Robles jefe de la oficina de la Secretaría de Desarrollo
Social.
La
fiesta, animada todo el tiempo por mariachis, terminó alrededor de las seis de
la mañana del sábado 14, cuando Aguirre se retiró a sus aposentos.
A esa
hora el paso de la tormenta Manuel ya dejaba terribles estragos.
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