"Al encuentro asistieron Fausto Zapata Loredo, Luis Javier Solana, Manuel Alonso, Otto Granados Roldán, Fernando Lerdo de Tejada, Carlos Almada, Rubén Aguilar, Alejandra Sota y Roberto Calleja, este último en representación del actual coordinador de Comunicación, David Epifanio López."
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Publicidad
oficial: promesa y olvido.../Arturo Rodríguez García:
Revista Proceso # 1917, 27 de julio de 2013
Durante
su campaña presidencial, Enrique Peña Nieto se comprometió a regular –apenas
llegara a Los Pinos– la viciada práctica del otorgamiento discrecional de
publicidad gubernamental; incluso prometió crear un organismo autónomo ad hoc.
Sin embargo, a ocho meses de iniciada su gestión, el mandatario no ha cumplido:
parece haber olvidado el tema que tantas expectativas generó en los medios. Ni
siquiera ha dado respuesta a la recomendación emitida por la CNDH en favor de
este semanario, castigado con el retiro de publicidad oficial durante los
gobiernos de los panistas Vicente Fox y Felipe Calderón.
Desde
su campaña por la Presidencia y empujado por la sociedad civil, Enrique Peña
Nieto se comprometió a desterrar el viejo instrumento de control
político-mediático de la publicidad oficial y, más aún, prometió crear un
mecanismo legal para la conformación de un órgano autónomo que la regulara.
La
iniciativa se integraría durante el periodo de transición –entre septiembre y
noviembre de 2012– para que en los primeros días de su llegada a Los Pinos
fuera presentada al Congreso, según anunció. El próximo jueves 1 de agosto su
administración cumple ocho meses y Peña Nieto aún no cumple su promesa.
El
11 de mayo de 2012, durante la campaña, los estudiantes de la Universidad
Iberoamericana (UIA) tocaron el tema cuando el entonces candidato priista
visitó sus instalaciones; incluso lo confrontaron ásperamente.
Los
medios informaron de manera sesgada sobre ese ríspido encuentro que detonó la
integración del movimiento #YoSoy132, el cual cuestionó la antidemocracia en el
ámbito de la comunicación.
Diez
días después de aquel desaguisado, el 21 de mayo Peña Nieto presentó el
Manifiesto por una Presidencia Democrática, donde abordó por primera vez el
tema de la publicidad gubernamental.
Y
el 12 de julio siguiente anunció reformas para, dijo, ampliar las facultades
del Instituto Federal de Acceso a la Información y Protección de Datos (IFAI)
que empezarían a aplicarse desde sus primeros días en Los Pinos. Propuso además
la formación de una comisión ciudadana cuya función sería auditar y monitorear
la contratación de publicidad oficial en medios de comunicación, guardando
siempre el respeto por la libertad de expresión.
Meses
después volvió sobre el asunto. En septiembre, cuando fue declarado presidente
electo, la página www.transición2012.org –que dejó de funcionar el martes 16–
presentó la iniciativa de reforma a la Ley Federal de Transparencia y Acceso a
la Información Pública Gubernamental y anunció la creación de la Comisión
Nacional Anticorrupción, así como la iniciativa para regular la publicidad.
Y
aun cuando no se hizo público ningún documento oficial sobre la regulación de
la publicidad oficial, el sitio electrónico tenía una pestaña en la cual
supuestamente se publicaría el documento rector con un mensaje:
“Durante
la campaña”, decía, “uno de los principales reclamos de la sociedad fue el
establecimiento de una relación más democrática y transparente entre el poder
público y los medios de comunicación.
“El
pilar para construir esta nueva relación está en las reglas, los procesos y la
transparencia para contratar publicidad de todos los niveles de gobierno en los
medios de comunicación.
“En
mi gobierno vamos a establecer una nueva relación entre los medios y el poder
público.”
El
16 de noviembre, dos semanas antes de la toma de posesión de Peña Nieto, se le
preguntó a su equipo de comunicación, encabezado por David Epifanio López
Gutiérrez, cuándo se emitiría el documento. La respuesta fue: apenas se está
integrando, pero ya no se subirá a la página de la transición.
La
coyuntura
El
1 de agosto de 2012, semanas antes de que Peña Nieto ratificara su compromiso
para regular la publicidad oficial y lo anunciara tanto en rueda de prensa como
en el portal de transición, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH)
emitió su recomendación 035/2012 en la cual confirmó que los gobiernos de
Vicente Fox y Felipe Calderón buscaron “castigar” o “premiar” a Proceso y a
otras publicaciones según fuera su línea editorial hacia el régimen panista.
La
recomendación era una respuesta a la queja presentada tres años antes por el
director de este semanario, Rafael Rodríguez Castañeda, dirigida al ómbudsman
nacional contra el entonces presidente Felipe Calderón, a quien acusaba de
violar los derechos fundamentales a la legalidad, a la seguridad jurídica y a
la libertad de expresión e información, toda vez que de manera arbitraria
censuró y castigó al semanario al negarle publicidad con el objetivo de
causarle un daño económico (Proceso1873).
Dirigida
a la Secretaría de Gobernación, la recomendación pedía, entre otras cosas, la
definición de lineamientos y criterios claros para la contratación de la
publicidad. El entonces titular de la dependencia, Alejandro Poiré Romero, la
aceptó en septiembre, pero esto fue por mero trámite.
Como
parte de un procedimiento de inconformidad presentado ante el IFAI, cuyo
contenido se difundió el pasado 31 de mayo, la CNDH concluyó que no hay pruebas
de que se haya cumplido la recomendación hecha por el ómbudsman nacional.
La
regulación de la compra de espacios para publicidad oficial, cuyo propósito es
evitar el control mediático por parte del gobierno, es un tema que se ha planteado
en diferentes coyunturas.
Organizaciones
ciudadanas como Fundar y Artículo 19 abrieron un sitio en internet donde
divulgan los resultados de sus evaluaciones anuales respecto del comportamiento
del gasto publicitario de los gobiernos, estatales y municipales, así como del
federal, y en torno a la discrecionalidad en el manejo presupuestal de esas
instancias.
De
acuerdo con Fundar, entre 2002 y 2012 se presentaron 13 iniciativas al respecto
procedentes de los distintos grupos parlamentarios. Ninguna prosperó.
Según
Justine Dupuy, responsable del proyecto Publicidad Oficial de Fundar, desde la
reforma al artículo 134 constitucional, realizada en 2007, se estableció el
carácter institucional de la propaganda y la prohibición de difundir imágenes o
nombres de servidores públicos. No obstante, esto aún no se ha reglamentado.
Tanto
Fundar como Artículo 19 consideran que los recursos millonarios asignados de
manera opaca por concepto de publicidad constituyen una herramienta de captura
de los medios y control de sus contenidos, lo que vulnera la libertad de
expresión y el derecho a la información.
En
un comunicado conjunto emitido el miércoles 24 ambas organizaciones explican
que “han compartido múltiples evidencias del efecto perverso del uso
inapropiado de la publicidad oficial sobre la independencia editorial de los
medios, la libertad de expresión y el derecho a la información”.
Ese
día las bancadas del PAN y el PRD presentaron a la Comisión Permanente su
propuesta de incluir una iniciativa de reglamentación al artículo 134
constitucional en materia de propaganda gubernamental, en el marco de la
discusión de la reforma política. El PRI la rechazó, en una actitud que
contrasta con la aparente disposición de Peña Nieto a emprender la regulación.
Una
vieja historia
Desde
su nacimiento, el 6 de noviembre de 1976, Proceso ha sido objeto de
innumerables presiones: agresiones y amenazas a sus reporteros, decomiso de
ejemplares disfrazada de compra masiva de algunas de sus ediciones y vetos
publicitarios. Estos últimos se intensificaron durante los gobiernos de los
panistas Vicente Fox y Felipe Calderón.
El
pasado 8 de mayo José Carreño Carlón, quien fuera titular de la Coordinación de
Comunicación Social en el gobierno de Carlos Salinas de Gortari, organizó un
foro en la Universidad Iberoamericana al que invitó a los extitulares de esa
instancia para que expusieran sus experiencias.
Al
encuentro asistieron Fausto Zapata Loredo, Luis Javier Solana, Manuel Alonso,
Otto Granados Roldán, Fernando Lerdo de Tejada, Carlos Almada, Rubén Aguilar,
Alejandra Sota y Roberto Calleja, este último en representación del actual
coordinador de Comunicación, David Epifanio López.
Inmediatamente
después de la exposición de Zapata, el moderador, Carreño, mencionó el golpe a
Excélsior en julio de 1976, mediante el cual Julio Scherer García fue expulsado
de la dirección de ese diario. Y aun cuando el veterano político evitó el
asunto, Luis Javier Solana sí aludió a ese episodio; incluso habló de la
cancelación de la publicidad a Proceso durante el gobierno de López Portillo.
De
acuerdo con Solana, titular de Comunicación Social con López Portillo, Jesús
Reyes Heroles convenció al mandatario acerca de la necesidad de legislar en
materia de derecho a la información; también acusó a su sucesor, Francisco
Galindo Ochoa, de cancelar la publicidad al semanario, y se explayó:
“Se
hizo un trabajo de 20 tomos que planteaba el derecho a la información, se
propuso una legislación y, al final, en el quinto personaje (quinto titular de
comunicación de López Portillo), contra toda la lógica, Pancho Galindo Ochoa
echó a perder toda la tarea que había hecho don José López Portillo y le quitó
la publicidad totalmente a la revista Proceso, que había nacido a partir de la
crisis que hubo con el señor Scherer y el grupo de Excélsior que salieron (con
él).
“Proceso
nace el último mes de Luis Echeverría, que quiso Julio Scherer que naciera
antes de que Echeverría se fuera. Se debe fundamentalmente Proceso al apoyo que
el gobierno de José López Portillo le dio en los casi seis años de gestión.
“Al
final llegó don Pancho –fue un absurdo que llegara a esa posición– y le quitó
la publicidad (al semanario) e hizo desaparecer a otro de los grandes medios
que nacieron al calor de la libertad que desarrolló López Portillo: el programa
Opinión Pública, de Paco Huerta.”
Oferta
no cumplida
Carreño
dio otro puyazo, esta vez a Solana, apenas concluyó su participación: “De ese
episodio que hablas surgió una frase que resultó ser la autobiografía del manejo
patrimonial del gasto en materia de publicidad gubernamental: ‘No pago para que
me peguen’. Insisto: es un tema que debe quedar en el debate porque es un viejo
tema el manejo de la publicidad gubernamental y su escasa reglamentación en el
país”.
Salvo
Rubén Aguilar, quien recordó que Peña Nieto había prometido una regulación en
materia de publicidad gubernamental y medios, los demás participantes no
aludieron al tema.
En
entrevista con Proceso a propósito de ese comentario, Aguilar insiste: la
publicidad gubernamental no debe existir en una democracia, pero en tanto ello
ocurre, una instancia autónoma como la que planteó Peña Nieto sería ideal.
Al
preguntarle por qué se canceló la publicidad con Proceso durante el sexenio de
Fox (medida que fue denunciada por el semanario y documentada en la
recomendación 35/20012 de la CNDH), dice que no fue decisión presidencial,
puesto que los jefes de comunicación de cada entidad pública decidían lo que
contrataban.
Sobre
este punto, en su intervención Solana consideró que el gasto publicitario no
requiere mayor legislación, y planteó que el asunto sea de la competencia de la
Auditoría Superior de la Federación (ASF).
A
su vez Alejandra Sota dijo que había muchos candados en el gobierno federal y
que la legislación en materia de transparencia había impactado el gasto
publicitario.
En
su turno Calleja expresó: “El presupuesto que ejerce el gobierno federal es
definido y aprobado por el Congreso. En esa medida el gobierno de la República
no hace uso arbitrario de medios económicos; se ajusta a lo que dispone el
Congreso de la Unión en el presupuesto de egresos anual”.
La
afirmación de Calleja coincide con la de Solana, según la cual la ASF es una de
las instancias encargadas de supervisar y confirmar que el empleo de estos
recursos se realice conforme al marco legal.
Calleja
también le espetó a Aguilar: “Mi querido Rubén: nada más quiero pedirte que no
seas tan drástico. Llevamos apenas cinco meses de gobierno. Se han impulsado
grandes reformas, se está trabajando en el tema de la mejor aplicación de los
recursos; es un tema (el de la publicidad oficial) que ocupa al gobierno; se
sigue trabajando en él y seguiremos dando cuenta de los acuerdos a los que se
llegue”.
La
promesa de Peña Nieto de reglamentar la publicidad desde el arranque de su
gestión no se ha cumplido, aun cuando está incluida en la agenda del Pacto por
México. El Acuerdo 5.8 (Compromiso 95) establece la creación de la instancia
ciudadana y autónoma que supervise la contratación de publicidad de todos los
niveles de gobierno en medios de comunicación.
A
Fundar y Artículo 19 les preocupa esta situación, sobre todo porque, dicen sus
representantes, el tema quedó fuera de agenda durante las discusiones de la
reforma constitucional en materia de Telecomunicaciones y Competencia
Económica.
Según
Justine Dupuy se perdió la oportunidad para abordar ese punto, pues para
avanzar y construir medios libres “es importante regular la relación financiera
entre medios y poderes”.
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