Columna EL ANCLA/ Luis Enrique Ramírez..,
El Debate, 22 de Febrero 2019;
Como en ningún otro partido político, en Morena se ha abierto una lucha intestina en pos de la candidatura para la sucesión gubernamental de Sinaloa en 2021.
Dicen que la izquierda trae la antropofagia en su ADN, y lo que hoy ocurre entre los grupos de poder morenistas en el estado así lo demuestra.
A saber, están apuntados en pos de gobernar el estado el próximo sexenio los senadores Imelda Castro Castro y Rubén Rocha Moya, así como los presidentes municipales de Culiacán y de Mazatlán, Jesús Estrada Ferreiro y Luis Guillermo «Químico» Benítez Torres, respectivamente.
Gerardo Vargas Landeros y Roberto Cruz Castro también suenan fuerte para la gubernatura (más el primero que el segundo), y se les ubica como simpatizantes del partido de Andrés Manuel López Obrador, pero su caso merece distinto tratamiento por no formar parte de Morena. La historia de GVL está ligada al PRI, como la del Güero al PAN.
Aunque Rocha es el más mencionado en este momento, el trabajo real, de fondo y desde las bases mismas de la militancia que trae el Químico Benítez resulta el más notorio y prometedor entre todos los «apuntados».
En política, lo que más cuenta es aquello que no se ve, pero que se siente y tiene vida propia, como es el movimiento del Químico, que se extiende a todo el estado, con fuerza focalizada en el sur. Si la candidatura no recae en Benítez, el «ungido» tendrá que negociar con él, sea quien sea.
La pública rivalidad entre los alcaldes de Culiacán y de Mazatlán tiene como razón principal el mutuo interés en la sucesión. En materia de alcance, hoy por hoy Estrada Ferreiro va a la baja, pero todo puede cambiar de aquí al momento de la toma de decisiones.
De manera, pues, que Rocha Moya no puede sentirse desde ahora dueño de la candidatura, con todo y que Jesús Vizcarra, uno de sus principales impulsores (junto con Jesús Aguilar y su grupo político-empresarial) haya demostrado cercanía con AMLO en pasadas visitas a Sinaloa y Durango.
La promesa dorada de un triunfo seguro por obra y gracia del Primor puede no tener bases tan firmes. Para el morenismo sinaloense, más que una coalición con fuerzas emanadas del priismo como la que representa Rocha, la opción radica en hacer valer la autenticidad de la izquierda histórica del estado, que representan Luis Guillermo Benítez e Imelda Castro.
Para sorpresa de Rubén Rocha, quien creyó que sería su fiel escudera, la senadora Imelda Castro tiene su propio proyecto para el 2021: convertirse en la primera mujer que gobierne Sinaloa.
Imelda ya despliega sus huestes, que no son menores, en pos de cumplir ese sueño. Si algo hay que reconocerle a Castro es la perseverancia que pone en sus metas, característica en la que López Obrador, su único jefe político, debe verse reflejado.
Como dato para la memoria, recordemos que Imelda fue candidata a la senaduría por primera vez en el año 2000. La alcanzó 18 años después. Sí: como AMLO.
DE EL FUERTE PARA EL MUNDO. El Fuerte no solo es la puerta de entrada a las Barrancas del Cobre, también es territorio del arándano: es el único municipio en el noroeste de México en producirlo.
Ayer fue un día grande en aquel municipio: inició la cosecha 2019 de arándano, el producto que más empleos genera en el estado, puesto que más de 13 mil trabajadores laboran en su recolección y en los tres empaques de El Fuerte donde se prepara esta fruta, que se exporta a Canadá, Estados Unidos, China y Europa.
La actual alcaldesa de El Fuerte, Nubia Ramos, es quien más apoyo ha dado a los jornaleros que laboran en esta cosecha, además de ser facilitadora para la empresa De Fuerte Fe, que siembra los arándanos. Enhorabuena.
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