Versión estenográfica...
PRESIDENTE ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR:
Entonces, abrimos la sesión de preguntas y respuestas.
PREGUNTA: Soy Miguel Reyes Razo, su servidor, trabajo para Organización Editorial Mexicana, El Sol de México, señor presidente.
En el caso de esta niñez nuestra que heredará o será portavoz, es simiente de la Cuarta Transformación. ¿Cómo hacerlo con su salud?
Un médico mexicano oaxaqueño, de Nochixtlán, llamado Miguel Cruz López, que desde niño le decía a su madre: ‘Péiname como don Benito’, y así lo peinaba, vino a México a estudiar y luego fue a Cincinnati a graduarse, y se hizo discípulo del doctor Kumate, que hace poco, este año, desapareció.
Ha trabajado con los niños en sus edades de 10, 11, 12, hasta la adolescencia o la preadolescencia. Los hay obesos, hipertensos, diabéticos gravemente y con una pésima dieta por una ingestión indebida de azúcares, de refrescos, etcétera; enfermos los niños en el Estado de México, niños del estado de Morelos y niños del Distrito Federal.
Investigaciones con el doctor Rafael Camacho Solís y que ha hecho con el propio doctor Ruy Pérez Tamayo, cuya obra está editada, señala con sus colaboradores el doctor Ruy Pérez Tamayo, el armado anatomopatólogo, discípulo de Isaac Costero, de la inmigración española, la gran dificultad de los niños.
¿Qué hacer entonces, señor presidente, en esta preocupación por transformar radicalmente y en especial la niñez en materia de salud? ¿Qué cruzada? ¿Qué hacer en paralelo con la educación?
Muchas gracias por su respuesta.
PRESIDENTE: Primero, decir que es un honor que esté aquí señor Miguel Reyes Razo, uno de los mejores periodistas de los últimos tiempos en nuestro país. Me da mucho gusto que nos acompañes.
Sí es un tema importante, todo lo relacionado con la salud. Ayer hablé de eso, podría decir que es una asignatura pendiente y no hemos podido atender bien el problema de la salud, y por eso desde este fin de semana inicio una gira por todos los hospitales del sistema de atención a población abierta del Seguro Social.
Son hospitales que se crearon hace 40 años del programa IMSS Coplamar, que fueron cambiando de nombre, y de esos hospitales dependen, porque es un segundo nivel de atención, dependen alrededor de tres mil 500 unidades médicas que están ubicadas en las comunidades más pobres, marginadas del país.
Entonces, me voy a reunir en los 80 hospitales que hay con todo el personal médico, auxiliares, enfermeras, médicos, trabajadores de la salud, porque queremos iniciar el fortalecimiento del sector salud. Ya se creó el Instituto de Salud para el Bienestar, que es el que queremos que atienda a la población abierta que no tiene seguridad social, que es más de la mitad de la población del país, que no está en el Seguro, que no está en el Issste; este es el nuevo sistema.
Para eso iniciamos con estos hospitales, con estas unidades médicas, poniendo el énfasis en la medicina preventiva, que tiene que ver con tu preocupación. Y vamos a reforzar desde abajo todo el sistema de salud. Estamos buscando también acuerdos con los gobernadores, porque se fraccionó todo el sistema de salud.
Lo he explicado en otras ocasiones, pero no está de más repetirlo, la Secretaría de Salud se quedó hueca, tiene siete hospitales, eso es lo que opera la Secretaría de Salud, siete hospitales, y la mayoría de esos hospitales están en la Ciudad de México, porque se trasladó, se transfirieron los servicios de salud a los estados.
Los estados manejan centros de salud, hospitales. Además, existe el Seguro que tiene estas dos vertientes, el atender a derechohabientes y estas unidades médicas y hospitales para atender a población abierta, más el Issste; pero si vemos, es un sistema desarticulado, con mucha corrupción, sobre todo en la compra de medicamentos, en general gobiernos estatales, Issste, Seguro, Secretaría de Salud, compraron el año pasado 90 mil millones de pesos en medicamentos; y el principal problema es la falta de medicamentos, el desabasto de medicamentos por la corrupción que imperaba.
Vamos a mejorar todo el sistema de salud. Lo ideal siempre -hay que optar, la política es así, optar entre inconvenientes- lo mejor era integrar todo en un sistema universal de atención a la salud.
Sucede en otros países, pero consideramos que iba a ser bastante difícil lograr esto. De modo que se optó por dividir en dos partes todo lo que es la seguridad social, por un lado, esto es, que funcione bien el Seguro, que funcione bien el Issste para los derechohabientes y que el Instituto de la Salud para el Bienestar atienda a toda la población que no cuenta con seguridad social.
Entonces, el que se reforme todo este sistema de salud pública va a requerir de una atención especial. Por eso voy a dedicarme a este propósito y voy a estar consultando a quienes tienen experiencia, quienes han estado trabajado, en particular atendiendo a la niñez, todas las experiencias que existen, que son de mucha utilidad.
Voy a pedirle a Jesús Ramírez que hable contigo para que se establezca una comunicación del doctor Alcocer, secretario de Salud, con estos médicos que han estado trabajando en este tema.
INTERLOCUTOR: ¿Recomiendan también un cambio en la dieta nacional que evite las bebidas gaseosas, los refrescos de cola y las morondangas que se comen en las cooperativas escolares?, que son chatarra, lo sabemos bien, pero que entretienen a los niños, también en ello tendría que incidir esta política.
El doctor Cruz López trabaja en el Centro Médico Nacional Siglo XXI, Miguel Cruz López, discípulo del doctor Kumate. Gracias, señor presidente.
PRESIDENTE: Vamos a estar en eso para dar un tratamiento integral.
Ayer hablaba yo de la importancia del deporte y la importancia también de la nutrición, el comer de manera sana y no consumir productos chatarra.
Hay experiencias muy significativas de lo que ha representado el consumo de estos productos. Uno va a Los Altos de Chiapas, por ejemplo, y es un avance de que no hay cervecerías, pero hay refresquerías. Ese es el signo, lo peculiar en las comunidades indígenas de Los Altos de Chiapas, refresquerías, en donde llegan los pobladores a sentarse a una mesa y a tomarse un refresco embotellado, no voy a decir la marca, pero es lo más común. Yo creo que es de las zonas con más consumo de refrescos embotellados en el país.
Todo se mide por rejas de refrescos embotellados. Había la mala costumbre de que se hacía un acto de los partidos y para que asistiera el número de participantes era el mismo del número de botellas de refresco, de rejas de refrescos.
Entonces, todo esto hay que atenderlo. Me acuerdo del finado Rius, que cada vez que lo veía me planteaba eso, es un tema. Y además los costos, porque no sólo es el daño a la salud, sino que, si se hace una papa o dos en la casa, sale barato, mucho más barato que comprar las bolsitas, hagan la prueba. Es lo mismo de estos refrescos con relación a las frutas, a las bebidas regionales.
Tiene que haber todo un proceso de enseñanza nutricional y revalorar nuestros alimentos tradicionales, porque a veces ha llegado a obtenerse prestigio con el consumo de productos muy publicitados. Es todo un tema importantísimo, qué bien que lo abordas.
Fíjense que en una ocasión leí un libro de Héctor Aguilar Camín -que ahora está muy crítico, pero es un buen escritor, un buen historiador- se llama el libro, es una novela, Morir en el Golfo, y en la novela cuenta de muchas cosas, y algo que me llamó la atención es una relación íntima entre el personaje de la novela, el finado dirigente petrolero, su nombre: Joaquín Hernández Galicia - es que no quise llamarle de otra manera, Joaquín Hernández Galicia que en paz descanse- y el libro tiene sin decirlo como personaje principal a Joaquín Hernández Galicia y ahí vienen anécdotas extraordinarias.
Hubo una que me interesó mucho, me gustó mucho, porque que tiene que ver con la relación entre padres e hijos. Y cuando meten a la cárcel a Joaquín Hernández Galicia lo fui a ver a la cárcel y lo fui a ver con el hijo. Y de repente me empieza a platicar él una de las cosas que estaba en el libro, que estaba en el libro, en la novela de Aguilar Camín, exactas, lo mismo.
Y entonces le pregunté a él y luego a Héctor que de dónde había sacado, porque coincidía lo de la novela con lo que él mismo me estaba comentando en la casa.
Y Héctor Aguilar Camín me confesó que para hacer ese libro utilizó las crónicas de este señor.
Es uno de los cronistas más importantes del periodismo en México, por eso me da mucho gusto que esté aquí con nosotros, porque no vamos a estar hablando siempre de cuáles son los pronósticos de crecimiento en economía.
(.....)
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