El Papa expresa su dolor por las víctimas de un tiroteo en Reynosa, México..
En un mensaje, firmado por el Cardenal Secretario de Estado, Pietro Parolin, el Papa Francisco expresa su dolor por la muerte de "muchos inocentes", reiterando su "firme rechazo a tal episodio de violencia injustificable"
Vatican News, 28 de junio de 2021
El Papa Francisco envió el domingo 27 de junio un mensaje al obispo de Matamoros, en México, Monseñor Eugenio Andrés Lira, por la muerte de al menos 15 personas durante un tiroteo ocurrido el 19 de junio en Reynosa, en el norte del país, en la frontera con Texas, cuando un grupo de hombres armados disparó contra la multitud.
Motivo del ataque desconocido aún
Entre las víctimas se encontraban algunos de los atacantes. Todavía se desconoce el motivo del ataque. Los investigadores están estudiando la posibilidad de un ajuste de cuentas entre narcotraficantes. De hecho, la ciudad de Reynosa se considera un importante centro de venta de drogas.
Mensaje del Papa
En el mensaje, firmado por el Cardenal Secretario de Estado, Pietro Parolin, el Santo Padre expresa su dolor por la muerte de "muchos inocentes", reiterando su "firme rechazo a tal episodio de violencia injustificable". El Papa también reza por el "eterno descanso" de las víctimas, y además piensa en todas las "familias que lloran la pérdida de sus seres queridos."
La misma cercanía, junto con un llamamiento a la paz, fue expresada el 23 de junio por el obispo Lira, en la Misa presidida en la iglesia local de "Nuestra Señora de Guadalupe", en sufragio por todas las víctimas del tiroteo.
Homilía de Monseñor Eugenio Lira Rugarcía
En su homilía, el Obispo de Matamoros, Monseñor Eugenio Lira Rugarcía, deploró el "daño, el dolor y la destrucción" causados por la "violencia egoísta e inhumana", perpetrada por aquellos "ensombrecidos por el dinero y el poder", en detrimento de "la vida, la dignidad y los derechos de los demás". El prelado invitó a recurrir al Señor, que conduce a la paz y a la reconciliación, pues sólo el Amor es capaz de "vencer el pecado, el mal y la muerte, y hacer triunfar siempre el bien y la vida". "¡Nunca más la violencia!", imploró el obispo de Matamoros. "Todos somos hijos de Dios. Y concluyó: “Hagamos de Reynosa, México y el mundo un lugar mejor para todos. ¡Déjenos hacerlo!”.
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