El procurador evalúa en entrevista su paso por la dirección del Cisen durante el foxismo
La delincuencia organizada disputa poderes al Estado, admite Medina Mora
Jesús Aranda, reportero
La delincuencia organizada disputa poderes al Estado, admite Medina Mora
Jesús Aranda, reportero
La Jornada, 14 de abril de 2009;
La delincuencia organizada y la evolución del narcotráfico son temas de seguridad nacional porque disputan al Estado sus potestades “del uso exclusivo y legítimo de la fuerza y el derecho exclusivo para el cobro de impuestos”, así como el derecho exclusivo “a editar normas de carácter general” (es decir, emitir leyes o reglamentos), reconoce el procurador general de la República, Eduardo Medina Mora.
En entrevista publicada en el libro Cisen: 20 años de historia; testimonios, editado en febrero pasado y cuya distribución se restringió a funcionarios y especialistas en el tema, el director del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen) al inicio de la administración foxista (2000), admite que “en algunas zonas del país, sobre todo en la frontera norte”, la delincuencia organizada y el narcotráfico “indudablemente disputan al Estado esas potestades”, por lo que la problemática relacionada con esos grupos constituye un problema de seguridad nacional.
Señala que el centro “comenzó a visualizar” claramente el problema del crimen organizado hacia fines de 2004, sobre todo por los escenarios de violencia que surgieron en Sinaloa y en Nuevo Laredo, Tamaulipas, “con disputas entre bandas del narcotráfico por territorios, debido a la desarticulación en estas organizaciones”.
En este contexto, admite que si bien, se registraron capturas “muy importantes de líderes emblemáticos”, lo cierto es no se atacó al mismo tiempo “la desarticulación de la estructura operacional, de mercadeo y financiera”, así como la logística de esos grupos delictivos.
Sobre la situación que encontró Fox en seguridad pública al inicio de su mandato, el actual procurador indica que, a pesar de haberse registrado en el pasado “momentos episódicos de deterioro severo en 1994, 1997 y 2001”, si se toma como ejemplo el secuestro, éste “no era tan evidente”; incluso, en los niveles de incidencia delictiva “se veía una mejoría”.
Los homicidios dolosos, apunta, se habían reducido en forma importante, pero eso respondía, “más a un fenómeno de administración efectiva de los conflictos sociales y de la conflictividad en zonas con altas expresiones violentas, como Oaxaca, Chiapas, Guerrero, que fueron los estados que contribuyeron a esa disminución de la estadística de homicidios dolosos violentos, que a una circunstancia de seguridad pública”.
Añade que aun cuando el Cisen ha sido fundamental “para avanzar en el diagnóstico y enfrentar el problema con una estrategia mucho más articulada y con un diseño institucional mucho más acabado”, ciertamente “seguimos en un momento muy crítico para el país en esta materia”.
El libro incluye entrevistas y comentarios de los ex directores del Cisen y de sus inmediatos predecesores, como son: Pedro Vázquez Colmenares, Jorge Carrillo Olea, Jorge Enrique Tello Peón, Alejandro Alegre Rabiela, Medina Mora y Jaime Domingo López Buitrón, quienes hablan sobre sus experiencias en el órgano de inteligencia civil del Estado.
Pérdida de territorio y gobernabilidad
Carrillo Olea señala que el Estado mexicano “empieza a perder territorialidad” ante el narcotráfico. Afirma que los estados “donde reina el narcotráfico son Baja California, Baja California Sur, Sonora, Sinaloa, Nayarit, Chihuahua, Coahuila, Nuevo León, Tamaulipas, etcétera”.
Agrega que, si la superficie sumada de estas entidades representa una determinada extensión territorial, “tienes que reconocer que el gobierno no gobierna en estas entidades. Si ya dejaste de gobernar, si ya no gobierna ahí, pues perdimos la mitad del territorio”.
Si además de eso, “matan gente, la secuestran o la roban. Entonces, yo digo que estamos en un escenario de ingobernabilidad”, asume quien fue el primer director del Cisen, en 1989.
Por su parte, el titular de la Secretaría de Gobernación, Fenando Gómez Mont, señala en el prólogo de la edición que las instituciones responsables de la inteligencia y la seguridad nacional no son ajenas a los cambios vividos en los últimos años en los ámbitos político y social; recuerda que el antecedente inmediato del Cisen fue la Dirección de Investigación y Seguridad Nacional (Disen) creada en 1985, que en 1989 dio paso al Cisen.
En entrevista publicada en el libro Cisen: 20 años de historia; testimonios, editado en febrero pasado y cuya distribución se restringió a funcionarios y especialistas en el tema, el director del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen) al inicio de la administración foxista (2000), admite que “en algunas zonas del país, sobre todo en la frontera norte”, la delincuencia organizada y el narcotráfico “indudablemente disputan al Estado esas potestades”, por lo que la problemática relacionada con esos grupos constituye un problema de seguridad nacional.
Señala que el centro “comenzó a visualizar” claramente el problema del crimen organizado hacia fines de 2004, sobre todo por los escenarios de violencia que surgieron en Sinaloa y en Nuevo Laredo, Tamaulipas, “con disputas entre bandas del narcotráfico por territorios, debido a la desarticulación en estas organizaciones”.
En este contexto, admite que si bien, se registraron capturas “muy importantes de líderes emblemáticos”, lo cierto es no se atacó al mismo tiempo “la desarticulación de la estructura operacional, de mercadeo y financiera”, así como la logística de esos grupos delictivos.
Sobre la situación que encontró Fox en seguridad pública al inicio de su mandato, el actual procurador indica que, a pesar de haberse registrado en el pasado “momentos episódicos de deterioro severo en 1994, 1997 y 2001”, si se toma como ejemplo el secuestro, éste “no era tan evidente”; incluso, en los niveles de incidencia delictiva “se veía una mejoría”.
Los homicidios dolosos, apunta, se habían reducido en forma importante, pero eso respondía, “más a un fenómeno de administración efectiva de los conflictos sociales y de la conflictividad en zonas con altas expresiones violentas, como Oaxaca, Chiapas, Guerrero, que fueron los estados que contribuyeron a esa disminución de la estadística de homicidios dolosos violentos, que a una circunstancia de seguridad pública”.
Añade que aun cuando el Cisen ha sido fundamental “para avanzar en el diagnóstico y enfrentar el problema con una estrategia mucho más articulada y con un diseño institucional mucho más acabado”, ciertamente “seguimos en un momento muy crítico para el país en esta materia”.
El libro incluye entrevistas y comentarios de los ex directores del Cisen y de sus inmediatos predecesores, como son: Pedro Vázquez Colmenares, Jorge Carrillo Olea, Jorge Enrique Tello Peón, Alejandro Alegre Rabiela, Medina Mora y Jaime Domingo López Buitrón, quienes hablan sobre sus experiencias en el órgano de inteligencia civil del Estado.
Pérdida de territorio y gobernabilidad
Carrillo Olea señala que el Estado mexicano “empieza a perder territorialidad” ante el narcotráfico. Afirma que los estados “donde reina el narcotráfico son Baja California, Baja California Sur, Sonora, Sinaloa, Nayarit, Chihuahua, Coahuila, Nuevo León, Tamaulipas, etcétera”.
Agrega que, si la superficie sumada de estas entidades representa una determinada extensión territorial, “tienes que reconocer que el gobierno no gobierna en estas entidades. Si ya dejaste de gobernar, si ya no gobierna ahí, pues perdimos la mitad del territorio”.
Si además de eso, “matan gente, la secuestran o la roban. Entonces, yo digo que estamos en un escenario de ingobernabilidad”, asume quien fue el primer director del Cisen, en 1989.
Por su parte, el titular de la Secretaría de Gobernación, Fenando Gómez Mont, señala en el prólogo de la edición que las instituciones responsables de la inteligencia y la seguridad nacional no son ajenas a los cambios vividos en los últimos años en los ámbitos político y social; recuerda que el antecedente inmediato del Cisen fue la Dirección de Investigación y Seguridad Nacional (Disen) creada en 1985, que en 1989 dio paso al Cisen.
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