El
presidente venezolano Nicolás Maduro culpó al expresidente Alvaro Uribe Vélez
de haber orquestado las acusaciones que se le imputan al
exjefe de la inteligencia militar, Hugo Carvajal.
"Fue
una situación delicada esta detención por presiones indebidas, por un
expediente falso, por un montaje, como lo demostraremos en los próximos días,
hecho por Alvaro Uribe, un falso positivo organizado por el mafioso de
Uribe", señaló el Maduro.
El
mandatario venezolano no escatimo calificativos, "en las guerras de mafias
él (Uribe) mandó a matar a un narcotraficante dentro de territorio venezolano;
así lo denuncio", añadió, y prometió "presentar las pruebas" de
que fue el exgobernante de Colombia quien "montó todo este andamiaje"
contra Carvajal.
Carvajal
fue liberado en horas de la tarde en Aruba tal y como había adelantado el mismo
canciller venezolano, Elías Jaua, quien leyó en la televisión estatal un
comunicado oficial del Gobierno holandés en el que este reconocía que el
funcionario venezolano gozaba de inmunidad diplomática, tras ser nombrado
cónsul general de Venezuela en Aruba a inicios de año.
El
exgeneral había sido designado por el Gobierno de Maduro a principios de año
como cónsul en Aruba, pero hace dos días el fiscal general de Aruba, Peter
Blanken, informó a Efe de que el juez encargado del caso estimaba que no tenía
inmunidad diplomática y que iba a quedar detenido hasta que Estados Unidos
solicitara de forma oficial su extradición.
Jaua
dijo al leer el comunicado que Holanda "reconoce que las disposiciones del
convenio consular se aplican al señor Carvajal", por lo que "se
encargará de su puesta en libertad" y tras ello "deberá retornar a su
país".
"Queremos
agradecer al Reino de los Países Bajos, a sus autoridades, por la premura en
resolver este caso" y
actuar "conforme al derecho
internacional", prosiguió.
Revista Semana.
El general que les sonreía a
los jefes de las FARC
INVESTIGACIÓNHugo Carvajal fue el hombre que le abrió la puerta del Fuerte Tiuna al
Secretariado, donde ‘Iván Márquez’ se tomó la foto con una Harley-Davidson.
Hubo un tiempo en el que los
miembros más buscados del Secretariado de las FARC caminaban tranquilos por las
amplias instalaciones del Fuerte Tiuna, el complejo militar más importante de
Venezuela, sede del Ministerio de la Defensa, la Comandancia General del
Ejército y la Guardia Nacional, entre otras instituciones de ese país.
Corría el 2007. Por aquel año,
los comandantes de ese grupo como ‘Iván Márquez’, ‘Jesús Santrich’ y ‘Rodrigo
Granda’ eran buscados por todas partes y, sin embargo, allí se les veía
paradójicamente en ratos de sosiego. Era tanta la placidez, que incluso se
permitían tomarse sorprendentes fotos como la que se hizo Iván Márquez en una exclusiva moto Harley-Davidson.
Este general, exjefe de la
Dirección de Inteligencia Militar (DIM), es el mismo que fue detenido en Aruba
en las últimas horas, presuntamente por orden del gobierno de Estados Unidos,
bajo las acusaciones de narcotráfico y de prestar “ayuda material” también a
las FARC. Guerrilla que en la actualidad busca una salida negociada con el
gobierno colombiano en La Habana.
Graduado de la Academia
Militar de Venezuela el 5 de julio de 1981, Carvajal participó en el golpe de
Estado de 1992. Entonces fue apresado junto con Hugo Chávez. Desde ese momento
se convirtió en uno de sus hombres de confianza. Una vez Chávez alcanzó el
poder, lo reintegró a la Fuerza Armada Nacional, le dio el grado de General de
Brigada y el 23 de septiembre del 2004lo nombró director de Inteligencia
Militar, el organismo más importante del país en la seguridad del Estado.
A partir de ese momento, su
nombre se empezó a ver salpicado de escándalo en escándalo. Así, por ejemplo,
en el 2005 se le vinculó con una masacre llamada de Macarao, en la que murieron
varios estudiantes.
El hombre que chuzaba
Informes periodísticos de
Venezuela aseguran que también bajo su dirección se hicieron grabaciones
ilegales a miembros de la política (afectos y opositores) e incluso de los
propios militares. Luego se le involucró con las FARC, el narcotráfico y
episodios oscuros con los cuerpos de inteligencia cubano y hasta el iraní
(Savama). Su nombre también gravita en la investigación de los atentados contra
el consulado de Colombia en Caracas y contra el templo judío de Caracas.
El 5 de febrero del 2008,
SEMANA denunció que el general Hugo Carvajal facilitó armas a miembros de las
FARC y al narcotráfico. Pero ¿cuál era su ayuda a la guerrilla de las FARC? Un
informe de Estados Unidos dice: “Su ayuda a las FARC incluye la protección de
cargamentos de droga contra el decomiso de parte de las autoridades
antinarcóticos y el aprovisionamiento de armas a las FARC, permitiéndoles
mantener su bastión del codiciado departamento de Arauca, en la frontera de
Colombia y Venezuela, es conocido por los cultivos de coca y la producción de
cocaína. Carvajal Barrios también provee a las FARC con identificaciones
oficiales del gobierno venezolano, documentos que permiten a los miembros de
las FARC viajar desde y hacia Venezuela con facilidad. Esto ocurrió 72 horas
después de la expulsión del embajador de los Estados Unidos del vecino país”.
La historia de las armas
Su nombre también figura en
una historia que comenzó en las selvas de La Macarena. Durante una acción del
Ejército colombiano contra el jefe guerrillero Gener García, ‘Jhon 40’,
entonces jefe del frente 43 de las FARC, se empezó a hablar de él. ¿Por qué? El
Ejército llegó hasta uno de los campamentos del jefe guerrillero y encontraron
en una caleta varios lanzacohetes AT-4.
Se trata de un arma que ni
siquiera las Fuerzas Militares tenían. Es considerada una de las armas de infantería más efectivas y letales
del mundo. Es una especie de bazuca de sencilla manipulación y
transporte. Un solo hombre puede dispararla fácilmente y su poder la hace muy
eficaz para destrozar vehículos blindados, bunkers o instalaciones
fortificadas.
En ese mismo año, en
otro campamento de las FARC, en esa misma zona, el Ejército encontró partes de
otros lanzacohetes de ese mismo estilo. Los militares colombianos sabían que
por el modelo (AT-4) esos artefactos eran fabricados por la empresa Saab Bofors
Dynamics de Suecia. Los proyectiles tenían anotados los números de serie. Esa
información le fue entregada a la embajada sueca en Bogotá y a las autoridades
en Estocolmo. Suecia confirmó entonces que los números de serie de los lanzacohetes
encontrados en los campamentos correspondían a un lote que había sido vendido
por la firma de ese país al Ejército de Venezuela.
La pregunta obvia de ese
momento era cómo salieron esas armas de los cuarteles de Venezuela a los
campamentos de las FARC. La respuesta fue encontrada en los computadores de
‘Raúl Reyes’ hallados en su campamento tras haber sido muerto por el Ejército.
En los computadores, cuya autenticidad fue certificada por la Interpol, se
encontró que el general Carvajal era el oficial que se los había pasado.
El correo que lo confirma
Hay una prueba que deja en
evidencia este hecho. El 4 de enero del 2007 ‘Iván Márquez’ le envió un correo
electrónico a ‘Reyes’ y otros miembros del Secretariado, en el cual informa:
“Como estaba previsto, el 3 de enero me reuní con los generales (Cliver) Alcalá
y (Hugo) Carvajal, con el cual ya me había reunido en tres ocasiones en
compañía de Ricardo (Rodrigo Granda). Hablamos del Plan Patriota, canje, la
‘para-política’ y de tres aspectos del plan estratégico: finanzas, armas y
política de fronteras”, afirma al comienzo de su carta.
“Entretanto nos van a hacer
llegar (la próxima semana) 20 bazucas (no recuerdo el calibre) de gran
potencia, según ellos, de las cuales 10 serían para Timo (Timochenko) y 10 para
acá. Alcalá sugirió que fuera una cantidad mayor”, dice Márquez.
Pocos días después de esa
comunicación, el 20 de enero del 2007, el hoy jefe del equipo negociador de la
guerrilla en La Habana envió un nuevo correo dirigido a ‘Tirofijo’ y al
Secretariado. Allí les confirmó, entre otras cosas, que “los aparatos que hemos
recibido con Timo son cohetes antitanque de 85 mm., dos tubos y 21 cargas. El
amigo dice que tienen más de 1.000 cargas y que próximamente nos hará llegar
otras más, así como algunos tubos”.
En su momento, este y otros
correos generaron una enorme tensión entre los gobiernos de Colombia y
Venezuela. Para Bogotá era claro que Caracas estaba abasteciendo a la guerrilla de las FARC. Así
mismo, al general Carvajal también se le vinculó con la tortura y el asesinato
de dos militares colombianos. El caso ocurrió en abril del 2007, cuando el
capitán Camilo González y el cabo Gregorio Martínez se infiltraron en territorio
venezolano para dar con guerrilleros colombianos que actuaban en ese país. Pero
fueron descubiertos y brutalmente torturados y asesinados en la sede de la
Guardia Nacional localizada en Santa Bárbara, estado de Zulia.
Por todos estos hechos el Departamento del Tesoro de
Estados Unidos incluyó en la lista de Traficantes de Narcóticos
Especialmente Designados, popularmente llamada la ‘Lista Clinton’, a
Carvajal y tres altos funcionarios del gobierno venezolano, el exministro del
Interior y Justicia de Venezuela Ramón Rodríguez Chacín, y Henry de Jesús
Rangel Silva, director de los Servicios de Prevención e Inteligencia (Disip).
Ahora fue detenido en Aruba
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