Papa está "angustiado e indignado" por casos de curas pederastas
Benedicto XVI está "asolado y angustiado" tras conocer el informe sobre los abusos de menores cometidos por curas católicos en Irlanda y comparte con los fieles de ese país la "indignación, la traición y la vergüenza" por esos delitos.
pidió a los católicos de todo el mundo que se unan a sus oraciones por los menores víctimas de abusos en Irlanda, tras reunirse, este viernes 11 de didiembre en el Vaticano, con máximos representantes de la Iglesia en ese país y de la Curia Romana competente en la materia.
"Su Santidad pide a los católicos de Irlanda y de todo el mundo que se unan a él en la oración por las víctimas, sus familias y todos los afectados por esos crímenes atroces", indica un comunicado de la Santa Sede.
Benedicto XVI recibió en el Palacio Apostólico Vaticano al presidente de la Conferencia Episcopal Irlandesa, el cardenal Sean Baptista Brady, arzobispo de Armagh, y al arzobispo de Dublín, monseñor Diarmuid Martin.
La reunión contó con la presencia del nuncio apostólico en Irlanda, el arzobispo Giuseppe Leanza y participaron en ella también los más altos responsables de la Secretaría de Estado y los prefectos de los dicasterios de la Curia Romana competentes en la cuestión.
El encuentro tenía como objetivo valorar la situación de la Iglesia en Irlanda tras la reciente publicación del Informe de la Comisión Murphy, sobre abusos atribuidos a sacerdotes.
El Papa escuchó las preocupaciones expresadas por los representantes del episcopado irlandés y debatió con ellos sobre "los traumáticos acontecimientos que fueron presentados en el "Informe sobre la arquidiócesis católica de Dublín" de la Comisión de Investigación Irlandesa.
"Tras estudiar detalladamente el informe, el Santo Padre estaba profundamente preocupado y afligido por sus contenidos", indica el comunicado de la Santa Sede.
Y continúa: "Él desea expresar una vez más su profundo pesar por las acciones de algunos miembros del clero que han traicionado su solemne promesa a Dios, así como la confianza depositada en ellos por las víctimas y sus familias, y por la sociedad en general".
Según el comunicado, "el Santo Padre comparte la indignación, la falta y la vergüenza que sienten muchos fieles en Irlanda y está unido a ellos en la oración en este difícil momento de la vida de la Iglesia".
"La Santa Sede toma muy en serio las cuestiones centrales planteadas en el Informe, incluidas las cuestiones que hacen referencia al gobierno de los líderes de la Iglesia local con la responsabilidad última del cuidado pastoral de los niños", añade el comunicado.
El Papa tiene la intención de dirigir una Carta Pastoral a los fieles de Irlanda en la que indicará claramente las iniciativas que se tomarán en respuesta a la situación.
El comunicado final de la reunión concluye destacando que Benedicto XVI "alienta a todos los que han dedicado sus vidas, en generoso servicio, a los niños a perseverar en su buen trabajo a imitación de Cristo el Buen Pastor".
La Comisión de Investigación independiente dirigida por la juez Yvonne Murphy ha analizado la manera en que se han afrontado 325 casos de denuncias contra sacerdotes o religiosos en la arquidiócesis de Dublín desde enero de 1975 a mayo de 2004.
Según concluye el informe, hasta mediados de los años noventa, la respuesta de la arquidiócesis ante las acusaciones fue la de tratar de encubrir a los sacerdotes acusados de violencia sexual contra menores para evitar escándalos, trasladándoles de parroquia o de actividad pastoral.
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Obispos irlandeses se reúnen con víctimas de abusos
Ofrecen ayuda económica y servicios de apoyo
DUBLÍN, viernes 11 de diciembre de 2009 (ZENIT.org).- Representantes de los obispos irlandeses están manteniendo encuentros con asociaciones representativas de las víctimas de abusos sexuales cometidos por sacerdotes y religiosos y han anunciado que les ofrecerán ayuda económica y servicios de apoyo.
Tras el encuentro que mantuvo este viernes Benedicto XVI en Roma con representantes de ese episcopado, la Conferencia Episcopal ha enviado un comunicado a ZENIT en el que revela cuáles son las asociaciones que participan en estos encuentros: Right to Peace, Alliance Support Group, Irish SOCA, y Right of Place.
"Los obispos en su encuentro de diciembre, que tuvo lugar en Maynooth entre el 9 y el 10 de ese mes, decidieron ofrecer ayuda económica y servicios de apoyo a los sobrevivientes", informa la nota.
Además, se ha decidido que "un grupo representativo de obispos continúe encontrándose y dialogando con los sobrevivientes". El primer encuentro entre víctimas y obispos tuvo lugar el 7 de octubre pasado.
"Representantes de los grupos de supervivientes antes mencionados, congregados por Patrick Walsh, de Irish SOCA, se encontraron este viernes con el grupo representativo de obispos --monseñor Colm O'Reilly, obispo de Ardagh y Clonmacnoise, monseñor John McAreavey, obispo de Dromore, monseñor John Buckley, obispo de Cork y Ross y monseñor John Fleming, obispo de Killala--. El encuentro fue cordial y constructivo".
"Después del encuentro de este viernes, el grupo representativo de obispos declaró que desean ser los más incluyentes posible para abarcar a todos los sobrevivientes. Asimismo aclararaon que quieren que su actitud sea parte de una respuesta global de la Iglesia y que se reunirán con superiores de congregaciones religiosas para lograr progresos en este campo", aclara la nota.
Comentando el encuentro de este viernes, monseñor Colm O'Reilly dijo: "Hoy nuestro objetivo era el de establecer la hoja de ruta para el futuro y es lo que hemos hecho".
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El sabado 19 de julio de 2008 en
Así lo confesó ese sábado por la mañana al mencionar la profunda herida que han dejado, también en estas tierras, escándalos del clero durante una celebración eucarística que presidió para sacerdotes, diáconos, consagrados, consagradas, seminaristas, novicios y novicias de la arquidiócesis de Sydney.
"Queridos amigos, que esta celebración, en presencia del sucesor de Pedro, sea un momento de reedificación y de renovación de toda la Iglesia en Australia", dijo el obispo de Roma en la catedral de Santa María.
El Papa quiso "reconocer la vergüenza que todos hemos sentido a causa de los abusos sexuales a menores por parte de algunos sacerdotes y religiosos de esta nación".
Según el pontífice, "estos delitos, que constituyen una grave traición a la confianza, deben ser condenados de modo inequívoco".
"Han provocado gran dolor y han dañado el testimonio de la Iglesia. Os pido a todos que apoyéis y ayudéis a vuestros obispos, y que colaboréis con ellos en combatir este mal".
Por eso, aseguró que "las víctimas deben recibir compasión y asistencia, y los responsables de estos males deben ser llevados ante la justicia".
"Es una prioridad urgente promover un ambiente más seguro y más sano, especialmente para los jóvenes".
"Mientras la Iglesia en Australia continúa con espíritu evangélico afrontando con eficacia este serio reto pastoral, me uno a vosotros en la oración para que este tiempo de purificación traiga consigo sanación, reconciliación y una fidelidad cada vez más grande a las exigencias morales del Evangelio", dijo.
En un momento dado, el Papa dejó a un lado los papeles y confesó: "de verdad estoy profundamente mortificado por el dolor y el sufrimiento soportados por las víctimas y les aseguro que, como su Pastor; comparto su sufrimiento. ".
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