“En una ocasión recibimos una llamada telefónica de las oficinas de Presidencia. Estaban molestos por una editorial que escribimos…“Valdemar. “...Por ejemplo la Plaza Mariana (…) fue un regalo de este empresario al pueblo de México.., dice.
¿Carlos Slim regaló la Plaza Mariana al pueblo de México?
¿Cuándo? Recierdo que
Se construyeron 120 mil criptas y cada una se vendió, no se regaló, en un terreno de 30 has. que AMLO donó a nombre del gobierno; en 2012 el GDF le quitó a la Fundación Plaza Mariana el predio donado.
Veáse:
http://fredalvarez.blogspot.mx/2013/11/el-negocio-de-la-fe-en-la-plaza-mariana.html
#
Revista
Proceso
# 2074, 31 de julio de 2016..
Iglesia-Estado:
el encontronazo/Rodrigo Vera
Responsable
editorial del semanario Desde la fe,
el órgano informativo de la arquidiócesis de México, Hugo Valdemar sostiene en entrevista que las críticas dirigidas al
presidente Enrique Peña Nieto desde las páginas de ese órgano en los
últimos meses están sustentadas, pues él
traicionó a la Iglesia con su iniciativa para legalizar los matrimonios entre
personas del mismo sexo. Y puntualiza: desde tiempos de Plutarco Elías
Calles no había habido un encontronazo tan fuerte entre el gobierno y la
Iglesia católica.
El
sacerdote Hugo Valdemar, director de Desde la fe, el polémico semanario de la
arquidiócesis de México que últimamente arreció sus críticas contra el gobierno
de Enrique Peña Nieto, asegura categórico:
“Al lanzar su iniciativa para legalizar los
matrimonios entre personas del mismo sexo, el presidente Peña Nieto traicionó a
la Iglesia, pues había prometido que la agenda del Papa Francisco sería la
suya. Por eso su iniciativa ha sido tomada por nosotros como una terrible
puñalada por la espalda.”
Y
recuerda los días en que Peña Nieto se valió de la jerarquía católica para
presentarle a su entonces prometida Angélica Rivera al Papa Benedicto XVI;
luego para concretar su boda religiosa en la catedral de Toluca, y más tarde
para traer al Papa Francisco a México.
Ahora,
dice, “Peña Nieto provocó el enfriamiento de su relación con el episcopado, que
está muy molesto con su iniciativa. No había habido un encontronazo tan fuerte
entre el gobierno y la Iglesia desde que se promulgaron las leyes anticlericales
de Plutarco Elías Calles y desde que el general Lázaro Cárdenas introdujo la
educación socialista”.
–En
las últimas semanas, los editoriales de Desde la fe han criticado mucho esta
iniciativa presidencial, ¿reflejan la molestia de la arquidiócesis con Peña
Nieto?
–Sí,
por supuesto. Hay cosas que no podemos ocultar, ni tampoco sería sano
ocultarlas. La arquidiócesis asume una actitud de firme rechazo a esa
iniciativa, y sobre todo a las intenciones de Peña Nieto de introducir la
ideología de género en los libros de texto; decirle a los niños que pueden
cambiarse de sexo sin permiso de sus padres es algo totalmente aberrante, es
imponer una ideología totalitaria y quitarles la patria potestad a los padres
de familia.
“Por
supuesto que Desde la fe está reflejando esta oposición, que no es sólo de la
arquidiócesis, sino de todos los obispos del país. Nadie esperaba un golpe así
por parte de Peña Nieto, porque no figuraba en su plataforma política ni en sus
prioridades. Fue un duro revés que nos tomó por sorpresa.
“Pero,
además, en estos momentos en que el país tiene problemas tan graves por
resolver, estas propuestas de Peña resultan totalmente inoportunas y fuera de
lugar. Con ellas se echó encima a la Iglesia, que no es ni actúa como un
partido político.”
–En
sus editoriales, Desde la fe ha venido cuestionando fuertemente no sólo al
Poder Ejecutivo, sino también al Legislativo, a los ministros de la Corte, a
los partidos políticos y a otras instancias. ¿En este sentido no tienen ninguna
restricción periodística?
–No,
ninguna. No tenemos por qué dejar de ejercer la misma libertad de expresión a
que tienen derecho los demás medios. La Iglesia tiene una función que
generalmente se olvida; su misión profética, esto es, denunciar lo que está mal
y destruye a una sociedad, como son las injusticias cometidas desde el poder.
Esa labor profética le realizamos precisamente en nuestro semanario.
Crítica
social
Entrevistado
en su domicilio –la antigua residencia jesuita habitada por el padre Miguel
Agustín Pro durante la Guerra Cristera–, Hugo Valdemar agrega:
“Muchos
quisieran que la actividad de la Iglesia se redujera a la sacristía, a
cuestiones de culto y de devoción personal. ¡No! ¡De ninguna manera! ¡La
Iglesia no está hecha de ángeles! Sus fieles viven en una sociedad, dentro de
una historia y de una estructura política. Debemos entonces abordar sus
problemas y vivencias cotidianas, realizar crítica social a través de la prensa
católica.”
–Da
la impresión de que Desde la fe, últimamente, arreció sus críticas.
–Siempre
hemos sido un medio crítico. Y nuestras críticas son más o menos fuertes,
dependiendo de los contextos. Actualmente nuestros editoriales son muy fuertes,
efectivamente, pero es porque el país está hecho un desastre. Ese es el motivo.
–Los
medios nacionales se convirtieron en caja de resonancia de sus editoriales.
Cada semana los reproducen y los comentan ampliamente. ¿A qué atribuye este
fenómeno?
–A
los medios les parece insólito que la Iglesia, silenciada por muchos años,
ahora se atreva a cuestionar duramente al gobierno y a abordar temas candentes
de actualidad. Esa es la causa principal por la que nuestros editoriales pegan.
Algunas veces se llevan las primeras planas en los periódicos de circulación nacional,
o bien abren la programación en los noticiarios estelares de radio y
televisión. También se replican muchísimo en los medios de provincia.
En
sus recientes ediciones, Desde la fe pone el dedo en la llaga en temas
espinosos: Por ejemplo, en su editorial del pasado 15 de mayo –en vísperas del
proceso electoral del 5 de junio– señaló que “parece ser que el narco
nuevamente ha tomado las riendas en algunos estados, patrocinando candidatos de
elección popular… si así fuera, esto no sería nuevo”.
Agregó
que “en las entidades donde se juegan gubernaturas, los electores viven de
rodillas, sometidos a los dictados de la delincuencia… mientras gobernadores
salientes son juzgados de incompetentes, corruptos y cínicos”.
Y
en su editorial del 5 de junio calificó de “irresponsable” y “profundamente
inmoral” la iniciativa de Peña Nieto encaminada a reformar la Constitución y el
Código Civil Federal para que se reconozca el matrimonio entre personas del
mismo sexo y su derecho a adoptar hijos.
Titulado
“El derecho de los niños”, ese editorial añadió:
“No
es una reforma justa ni equitativa, ni mira por el bien superior de los niños.
Es, por el contrario, una norma profundamente inmoral e injusta que hace de los
niños objetos, lo que los convierte en víctimas inocentes.”
Por
ello pidió a los legisladores “el inmediato retiro de la iniciativa para ser
devuelta a su promotor, el Ejecutivo federal”.
Al
domingo siguiente, el 12 de junio, el semanario aseguró en su editorial que el
“voto de castigo” contra el PRI se debió a “la corrupción, la ineficiencia y la
impunidad, así como a la imparable violencia e inseguridad”. Pero también
–agregó– se debió al rechazo social contra la mencionada iniciativa
presidencial, a la que calificó como una “imposición destructiva e inmoral”.
Con
el título Merecido voto de castigo, el editorial agregó:
“El
voto de castigo fue una muestra del hartazgo de una sociedad que se cansó de
ser pasiva y espectadora, ante un gobierno federal, y gobiernos estatales,
caracterizados por su ineficiencia, indolencia, desvergüenza y una indecente
corrupción.”
Agregó
que “ahora quienes han salido favorecidos con el voto ciudadano deben tener
cuidado de no caer en optimismos ramplones, pues la población, más que
elegirlos a ellos, votó en contra de los peores, de los corruptos, de los
cínicos, de los vividores, de quienes chupan los recursos de los pobres sin el
menor asomo de culpa”.
Las
diferencias
El
domingo 17 el semanario católico volvió a la carga con el editorial titulado
Reformas, un barco que hace agua, en el cual aseguró que no se han cumplido las
“promesas” de “prosperidad” que tanto prometió Peña Nieto con sus reformas
estructurales, pregonadas con “discursos triunfalistas y atronadores”.
Hoy
–dijo Desde la fe– estas reformas son “un barco que hace agua”, ya que en
México sigue el “crecimiento de la pobreza”: entre 2012 y 2014 –puntualizó– el
número de pobres creció de 53.3 millones de personas a 55.3 millones.
Indicó:
“Hay un bajo crecimiento económico que no supera el 2% anual; la divisa
estadunidense está arrasando con la apreciación de nuestra moneda, pues cuando
al inicio del presente gobierno un dólar valía 12.96 pesos, hoy alcanza los 19
pesos”.
Aseguró
que este “2016 es año del calvario para los mexicanos. Se estrangula a millones
de consumidores con nuevas alzas en los combustibles y tarifas eléctricas,
poniendo en duda si realmente la reforma energética está corriendo por los
caminos adecuados”.
Para
colmo, añade, “la política de desarrollo sufrió disminución de recursos”,
perjudicando sobre todo a “los más pobres”.
En
contraste –dijo el semanario–, continúan los “lujos irresponsables y salarios
indecentes de burócratas que le han fallado al pueblo de México. No se puede
seguir sosteniendo a partidos políticos que disfrutan del gasto público
millonario; esto raya en la obscenidad”.
Tampoco,
denuncia, “se pueden soportar dietas y emolumentos del Poder Legislativo y de
organismos autónomos empeñados en los lujos, prebendas y canonjías. No es justo
conceder prestaciones y compensaciones multimillonarias a 11 ministros del
Poder Judicial apoltronados y envueltos en carísimas togas de seda de más de
medio millón de pesos”.
Hugo
Valdemar jura y perjura que el cardenal Norberto Rivera Carrera, arzobispo
primado de México, no interviene absolutamente para nada en los contenidos
editoriales de Desde la fe. Se encoge de hombros y comenta:
“Aunque
parezca inverosímil, el cardenal ni revisa ni censura ni da línea para que se
escriban estos editoriales. Él lee los editoriales hasta que le llega el
semanario impreso a su casa; hasta ese momento se da cuenta de sus contenidos.”
–Esto
resulta increíble, pues es un semanario de su arquidiócesis y él es el
principal responsable de lo que publica…
–Sí,
así es. Y además el cardenal siempre da la cara cuando hay quejas e
inconformidades por lo que escribimos. Nadie me reclama a mí. Así lo metamos en
problemas, él jamás me ha dicho: “Quiero que trates este tema”. ¡No! ¡Nunca!
Nos deja escribir en total libertad.
–¿Cómo
se deciden entonces los temas a tratar en sus editoriales?
–El
consejo editorial, al que yo pertenezco como director, escoge el tema. Y los
editoriales los escribe un sacerdote muy preparado, experto en el ámbito
político y social y muy al tanto del acontecer nacional. También los escribe un
laico que fue seminarista y ahora ejerce en el ámbito del derecho. No puedo
decir sus nombres porque un editorial no refleja el pensamiento personal de
alguien, sino más bien la postura institucional del medio.
“Por
supuesto que yo reviso finalmente el editorial. Si hay necesidad le hago
algunas correcciones, avisándole al autor. Algunas veces he vetado algún
editorial por no estar bien fundamentado o porque me parece excesivo. Pero
generalmente se publican tal cual y con pocas correcciones. De manera que yo
soy el principal responsable.”
–El
cardenal Rivera mantiene una estrecha relación con la alta clase política y
empresarial. Convive con la gente del poder en fastuosos banquetes y se le
considera una especie de capellán de los ricos. ¿No es contradictorio que su
semanario critique al poder?
–Si
revisamos los editoriales, pocas veces hemos tocado a la clase empresarial,
porque pensamos que los empresarios no son los principales causantes de los
problemas del país. Y sí, efectivamente, el cardenal tiene amistades en los
altos niveles empresariales y políticos, pero no las usa para fines
particulares o para hacer negocios, como luego se dice. Eso es un mito.
“Esas
amistades más bien le ayudan a realizar grandes obras de beneficio social. Por
ejemplo la Plaza Mariana, construida a un lado de la Basílica de Guadalupe por
Carlos Slim, fue un regalo de este empresario al pueblo de México. Y para no ir
tan lejos; el tiraje de 625 mil ejemplares semanales de Desde la fe se
distribuye en todo el país encartado en los periódicos de la cadena de los
Soles, gracias a que el ya fallecido dueño de la cadena, Mario Vázquez Raña,
llegó a ese acuerdo con el cardenal.
“Éste
convive muy excepcionalmente con sus amigos pudientes, pero es lo que se vuelve
noticia y le da mala imagen. La mayor parte de su tiempo, el cardenal visita
sus parroquias y sus vicarías, oficia sus misas en catedral, atiende a la gente
en la curia e incluso –hasta ya tarde– en su casa. Tiene una agenda muy
cargada. Está metido de lleno en su trabajo pastoral.”
Las
presiones
El
también vocero de la arquidiócesis menciona que Rivera Carrera presentará su
renuncia en junio del año próximo, al cumplir 75 años de edad. “Y muy
difícilmente su sucesor podrá continuar con la línea crítica de Desde la fe,
debido a las presiones que conlleva sostener el semanario”, dice.
Refiere
que estas “presiones” provienen de la misma Presidencia de la República, de la
Secretaría de Gobernación y de algunos partidos políticos, principalmente del
PRD, que intentan meter en cintura o de plano suprimir al semanario católico.
Relata:
“En una ocasión recibimos una llamada telefónica de las oficinas de
Presidencia. Estaban molestos por una editorial que escribimos. Fue una llamada
de amedrentamiento. Tuve que enviarle una carta al presidente Peña Nieto.
“Por
su lado, el PRD, en la Asamblea Legislativa, le ha pedido unas cinco veces a
Gobernación que suprima nuestro semanario. Y Gobernación revisa exhaustivamente
nuestros materiales periodísticos, incluso se los enviamos cuando los pide.
Hasta el momento no ha encontrado ningún delito que perseguir, sencillamente
porque nos manejamos dentro del marco legal y procuramos que nuestros
editoriales estén bien fundamentados.”
Comenta
el vocero del cardenal que Desde la fe, surgido en 1997, impulsó una línea
crítica que ya empezaba a manejar el anterior arzobispo de México, el cardenal
Ernesto Corripio, a través de la publicación arquidiocesana Nuevo Criterio, que
ya desapareció y era dirigida por el sacerdote Mario Ángel Flores.
Y
señala que actualmente la prensa católica se ha fortalecido mucho. Las
principales arquidiócesis del país manejan sus propias publicaciones que son
cada vez más críticas y sólidas: la de Guadalajara edita El Semanario; la de
Puebla, Angelus, el mensajero; la de Morelia, Comunidad cristiana; la de León,
Gaudium, y la de Querétaro, El observador.
–¿Por
qué Desde la fe tiene mayor resonancia que las demás publicaciones católicas?
–se le pregunta a Valdemar.
–Por
el centralismo político. Nuestro semanario se edita en la capital del país,
donde están concentrados los poderes políticos y también los grandes medios de
comunicación.
Señala
que, por lo pronto, la prensa católica concientiza a los laicos sobre las
repercusiones de la iniciativa de Peña Nieto: “Son los laicos quienes deben
salir en defensa de la familia, pues ellos son los más afectados. No olvidemos
que la Guerra Cristera no la hicieron los obispos, sino los laicos católicos
que estaban molestos con las leyes callistas”, comenta.
–¿Pero,
en este caso, los obispos también estarían dispuestos a cerrar los templos como
medida de protesta?
–Mire,
por lo que corresponde a la arquidiócesis de México, bien pueden cerrar la
Basílica de Guadalupe y la Catedral Metropolitana, por ejemplo. Pero no estamos
en ese plan, pues ya de por sí el gobierno vive una crisis institucional y se
está tambaleando con las protestas de la CNTE. La Iglesia no quiere meter mayor
inestabilidad, sino más bien ejercer una oposición, digamos, adecuada.
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