Michoacán,
manjar de varios cárteles/José Gil Olmos
Revista
Proceso # 1955, 19 de abril de 2014;
No
se trata sólo de Los Caballeros Templarios, contra quienes dirige todos sus
esfuerzos el gobierno federal: hay otras organizaciones criminales que desean
el control de Michoacán, entidad privilegiada geográficamente para el trasiego
de enervantes y la fabricación de drogas sintéticas. Los Zetas, el Cártel del
Golfo, el de Jalisco Nueva Generación y Héctor Beltrán Leyva, entre otros
grandes grupos delictivos, buscan el control de las rutas michoacanas.
Mientras
el gobierno federal está centrado en combatir a Los Caballeros Templarios y
desarmar a las autodefensas en Michoacán, otros grupos y personajes del crimen
organizado avanzan sigilosamente en esa entidad.
Dos
documentos confidenciales del gobierno federal, que circulan en ese estado y de
los cuales Proceso tiene copia, advierten acerca de la debilidad de la
estrategia gubernamental lanzada a principios de año para acabar con Los Caballeros
Templarios. Asimismo, alertan sobre agrupaciones que aparecen o resurgen y que
pelean el control de Michoacán extorsionando, secuestrando y manteniendo el
negocio del narcotráfico.
Los
documentos revelan que las autodefensas han sido infiltradas por personajes del
crimen organizado –como algunos extemplarios– que se han puesto la camiseta de
este movimiento ciudadano para continuar el tráfico de droga, esencialmente
sintética, por Tierra Caliente y la Costa.
Según
uno de estos documentos, entre esos personajes se encuentra Miguel Gallegos
Godoy, El Migueladas, líder de un grupo denominado Los Gallegos y quien se alió
con Nemesio Oseguera Cervantes, cabeza del Cártel de Jalisco Nueva Generación
(CJNG), aliado a su vez con el Cártel de Sinaloa.
Se
habla también de Luis Antonio Torres, Simón o El Americano, jefe de las
autodefensas de Buenavista Tomatlán y quien lidera un grupo armado de
aproximadamente mil 200 personas que se hace llamar Autodefensa Operativa H-3
(Hermandad 3).
Pero
también estarían disputando el control del narcotráfico en Michoacán otras
mafias, como el Cártel del Golfo (CDG), aliado con Servando Gómez, La Tuta; Los
Zetas; el cártel de los Beltrán Leyva, quien habría hecho un pacto con Enrique
Plancarte Solís, y los restos de La Familia Michoacana.
De
acuerdo con los documentos confidenciales elaborados por los centros de
inteligencia policial y castrense, esta reconfiguración de grupos del crimen
organizado en Michoacán se da a la sombra de la estrategia gubernamental contra
los líderes de Los Caballeros Templarios y de las negociaciones con los grupos
de autodefensa.
Uno
de los textos señala que pese a las acciones del comisionado para la seguridad,
Alfredo Castillo Cervantes, en la actualidad Michoacán “sigue viviendo en
incertidumbre ante las acciones y movimientos de recomposición de grupos o
células establecidos en el estado”.
Insiste
en que la estrategia contra el crimen organizado está dando resultados
positivos, inhabilitando y debilitando económicamente al cártel de Los Caballeros
Templarios al abatir a sus cabecillas, pero admite que la zozobra en Michoacán
sigue.
“Por
un lado se habla del combate frontal y por el otro los medios hablan de un
remedio casero para minimizar esta lucha que no va a tener o lograr un buen fin,
pues ya existen señalamientos serios de vínculos entre nuevos grupos criminales
surgidos por la fractura que ha recibido Los Caballeros Templarios y el
resurgimiento de grupos como La Familia Michoacana”, sostiene uno de los
reportes confidenciales.
“El
Migueladas”, en la pelea
Desde
hace más de una década todos los cárteles quieren a Michoacán por su ubicación
estratégica, que permite la entrada y salida al Pacífico por los puertos de
Lázaro Cárdenas (y su cercanía con Manzanillo, Colima), así como el paso al
Bajío y norte del país por la red de carreteras federales.
Hasta
antes del cambio de estrategia del gobierno federal de enfrentar a Los
Caballeros Templarios, esa entidad era una de las plazas más peleadas por
éstos, La Familia Michoacana y el CJNG, aunque también han metido sus manos
Sinaloa, Los Zetas, el Cártel del Golfo y los Beltrán Leyva.
Su
atractivo no es sólo por la producción de mariguana y amapola o las facilidades
de transporte hacia el norte, sino que en los municipios de Tierra Caliente y
Costa se concentra el mayor número de laboratorios de droga química o “cocinas”
del país, debido a que por los puertos de Manzanillo y Colima ingresan
ilegalmente los precursores químicos desde Oriente, sobre todo de China.
Hoy,
señala uno de los expedientes, las cabezas de grupos delictivos han hecho
nuevas alianzas para mantenerse en el poder y tienen células operativas en el
estado, las cuales siguen extorsionando, secuestrando y traficando drogas.
Uno
de los grupos del que más se ocupan los reportes es el de Los Gallegos,
encabezado por El Migueladas o El Micheladas, a quien ubican como operador
financiero de Los Caballeros Templarios, debajo de La Tuta o El Profe,
considerado el jefe más importante de ese grupo.
El
Migueladas, del que poco se había hablado y que según algunos reportes (Proceso
1954) sería la cabeza más importantes de Los Caballeros Templarios e integrante
de las autodefensas –donde ha tenido dificultades con el líder de éstas, José
Manuel Mireles–, forma parte de los nuevos líderes locales del crimen
organizado que luchan por la preponderancia en Michoacán.
El
martes 15 Alfredo Castillo reveló que la captura de Gallegos Godoy es uno de
los objetivos prioritarios del gobierno federal.
“Sí
tengo (entendido) que esta persona es un objetivo para detener (…) es uno de
los objetivos a detener por parte del gobierno federal. Nunca fue interlocutor,
es uno de los objetivos de detención por parte del gobierno federal”, dijo en
entrevista con Noticias MVS.
En
uno de los reportes que consultó este semanario, El Migueladas es identificado
como el jefe del grupo Los Gallegos y el principal productor de droga sintética
de Michoacán que “trafica a través de supuestos autodefensas que operan en la
región de Tierra Caliente”.
Según
uno de los informes, Gallegos usa las rutas entre los límites de Jalisco y
Michoacán, en los municipios de Tepalcatapec, Felipe Carrillo Puerto mejor
conocido como La Ruana y Buenavista Tomatlán.
“Se
habla de que sus operadores para tal objetivo son en la actualidad los
denominados H-3, que encabeza Luis Antonio Torres, conocido como Simón o El
Americano, (quien) líder de las autodefensas de Buenavista Tomatlán y quien
encabeza un grupo armado de aproximadamente mil 200 personas que también
denominan autodefensa operativa”, indica uno de los documentos.
El
pasado 11 de marzo Hipólito Mora, líder de las autodefensas en La Ruana,
denunció que El Americano tenía nexos con los templarios y obedecía a La Tuta y
a Enrique El Kike Plancarte.
Ese
día El Americano entró a ese municipio donde se formaron las primeras
autodefensas ciudadanas y desde entonces lo tiene en su poder, enfrentándose a
los seguidores de Mora, quien está en la cárcel acusado de participar en los
homicidios de Rafael Sánchez Moreno, El Pollo, y José Luis Torres Castañeda,
Niño Torres, ocurridos el 8 de marzo.
Según
uno de los reportes confidenciales del que se tiene copia, Sánchez Moreno y
Torres Castañeda –encontrados calcinados el 9 de marzo en Buenavista– eran
gente del Migueladas y se integraron a las autodefensas como “arrepentidos”.
Señala
el informe: “De acuerdo con la información recabada, Rafael Sánchez Moreno era
considerado como exintegrante primero de La Familia Michoacana y luego de Los
Caballeros Templarios, pero recientemente se sumó a las filas de las
autodefensas. Sin embargo, ambos formaron parte del Grupo Delictivo de Miguel
Ángel Gallegos Godoy El Migueladas o Micheladas y luego se integraron a las
autodefensas, debido a lo cual les decían arrepentidos.
“Respecto
del hecho, los reportes surgieron alrededor de las 9:30 de la mañana de ayer,
cuando el agente del Ministerio Público se dirigió a la zona para dar fe de lo
ocurrido y ordenar el levantamiento de los dos cuerpos sin vida y su traslado
al Servicio Médico Forense de Apatzingán. Asimismo, el representante social
observó que ambas personas yacían en una camioneta calcinada marca Nissan,
Frontier, presuntamente propiedad de Rafael Sánchez.
“Pero
al decir del caso es importante mencionar que tanto El Pollo como El Migueladas
eran socios del Rancho Los Tigrillos, municipio de Tzitzio, en el cual antes de
su muerte les acababan de agarrar un laboratorio muy grande, para lo que según
se informa que a Miguel Gallegos Godoy lo culpó y refutó Rafael Sánchez Moreno
El Pollo por tal decomiso, y tal caso molestó mucho al Migueladas.”
Por
la muerte de estos dos personajes, Mora está preso en el penal de Mil Cumbres
desde el pasado 11 de marzo. Desde entonces La Ruana vive en tensión, pues los
seguidores de este último siguen inconformes, mientras que las huestes del
Americano están armadas con rifles de asalto y controlan todos los caminos del
municipio.
Las
alianzas
Según
la información recabada por las fuentes policiacas y castrenses, en la
actualidad El Migueladas tiene un convenio de colaboración con Juan José Farías
Álvarez, El Abuelo, quien a su vez pactó con el CJNG la compra de droga
sintética producida por Gallegos Godoy.
Señala
el documento que la ruta de tráfico de drogas va desde el municipio de
Churumuco, pegado a la costa del Pacífico, hasta Jalisco, y los responsables de
custodiar dichos cargamentos son las autodefensas del H-3.
En
el reporte se ofrecen más datos del Migueladas: indica que está considerado el
número tres de Los Caballeros Templarios –detrás de Nazario Moreno, ya
fallecido, y de La Tuta–, donde es operador financiero.
Informa
que principalmente es traficante de drogas sintéticas y mariguana y que los
municipios donde concentra su poder son La Huacana, Zicuirán, Ario de Rosales,
Nueva Italia, Tacámbaro, Churumuco, Turicato, Nocupétaro y Nuevo Urecho, donde
posee negocios de construcción, hoteles, moteles, bares y huertas de limón.
Agrega:
“Gallegos Godoy es propietario del hotel Cascada ubicado en Zicuirán, en donde
continuamente se llevan a cabo ‘reuniones’; así como en su rancho ubicado
cerca de la Presa del Infiernillo.
“Este
sujeto ha utilizado su gran influencia política y su poder económico para
operar su esquema delictivo de tráfico de drogas; su influencia no sólo es
local, podemos decir que también federal. También está vinculado para operar
con sus ‘amistades’ de las áreas policiales y de justicia, puesto que él fue
elemento activo de la PGR.”
Entre
sus allegados en la política revela que su liga más fuerte era con el
secretario de Gobierno, Jesús Reyna García, hoy preso, acusado de tener
vínculos con los templarios.
Al
respecto indica que a Reyna “se le mencionó como el ‘organizador’ para la
reunión cónclave celebrada, según la información, el 26 y el 29 de marzo de
2011 con Los Caballeros Templarios, por conducto de Miguel Ángel Gallegos
Godoy; en ese encuentro se acordó con líderes de la cúpula de ese ‘grupo
delictivo’ el apoyo de su estructura así como el financiamiento para parte de
la campaña del candidato del PRI, Fausto Vallejo Figueroa”.
Los
otros
Pero
en la lucha por el territorio michoacano también están otros interesados, como
La Tuta, quien, pese a ser perseguido por las autodefensas y las fuerzas
federales, sigue libre y realizando alianzas con otros grupos para sobrevivir.
Señala
uno de los documentos: “Fuentes confiables nos refieren que en el mes de enero
una célula del Cártel del Golfo empezó a tener presencia en el estado de
Michoacán, esto tras la alianza hecha entre Nicandro Barrera Medrano, del CDG,
con Servando Gómez Martínez La Tuta, líder de Los Caballeros Templarios.
“Esta
alianza, según fuentes de información, pretende retomar los sectores perdidos
en el estado a favor de los templarios y empezar a minimizar la presencia de
grupos contrarios, como los H-3.”
Otro
grupo en la puja criminal por Michoacán es el de Héctor Beltrán Leyva, único
sobreviviente de ese clan familiar, quien habría hecho una alianza con El Kike
Placarte en una reunión que tuvieron en Puebla y donde se habrían establecido
acuerdos: hacerle frente al Migueladas y tomar el control de Morelia.
Al
final uno de los reportes reconoce que el diseño de la política para combatir
el crimen organizado expone los conflictos en la normatividad y la dificultad
para articular la política de seguridad pública. Pero sobre todo muestra que el
objetivo de la política no es combatir al crimen organizado, sino la violencia
que éste provoca, y que la estrategia utilizada se funda principalmente en el
ejercicio de la fuerza pública sin tomar en cuenta una estrategia de política
pública.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario