14 ene 2022

Las columnas políticas hoy, viernes 14 de enero de 2022

El Secretario de Gobernación, Adán Augusto López, sostuvo en la mañanera de este viernes que el Gobierno federal no tiene margen para otorgar los recursos adicionales que solicitó el INE para realizar la revocación de mandato.

O sea, no hay, no hay...

Pedro Villa y Caña, reportero deEl Universal,  pregunta...

Su opinión sobre los comentarios que hizo ayer el consejero presidente del INE, Lorenzo Córdova, tras la presentación que se hizo aquí en Palacio Nacional del plan de austeridad para el órgano electoral. Él señaló que se desconocía al órgano electoral, su funcionamiento, y consideró que no era serio este plan que se presentó aquí. ¿Cuál sería su opinión sobre esto?

ADÁN AUGUSTO: Pues que somos respetuosos de la libertad que tiene el consejero presidente de manifestar lo que el crea conveniente.

Pues desde luego que nosotros ayer mismo indicamos que era un trabajo a profundidad que se había realizado, se revisó todos los rubros del Presupuesto de Egresos 2022 y elevamos esa propuesta, ese análisis para que ellos pudiesen revisarlo y en todo caso aplicar las medidas de austeridad o los ajustes presupuestales, que son los que permitirían casi tres mil millones de pesos, digamos, conformarían esa bolsa, dinero suficiente para llevar a cabo la revocación del mandato, que es una obligación constitucional...

 Entonces, no está a discusión que tenga que llevarse a cabo el ejercicio de revocación de mandato.

-¿Se continúa con la posición de descartar un aumento presupuestal para el órgano electoral?

ADÁN AUGUSTO: Bueno, es que ayer lo informaron las autoridades hacendarias, la oficial mayor y el equipo de trabajo y el secretario de la Función Pública, no hay margen en el presupuesto público, está muy acotado.

Punto.

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Las columnas políticas hoy, viernes 14 de enero de 2022

Templo Mayor/ REFORMA

SERÍA de risa loca si no fuera tan preocupante, la frivolidad de la Secretaría de Hacienda al plantear el ejercicio de austeridad -así le llama- para el INE. Y es que en apenas cinco paginitas hace unos curiosos ajustes, recortando lo que no existe, ahorrando en donde no se puede ahorrar y queriendo tomar lo que debería ser intocable.

DE ENTRADA habla de reducir las percepciones de mil 336 plazas directivas, pero en el INE sólo hay 121 dentro de esas categorías. Luego afirma que no se tocarán las plazas sindicales, pero resulta que en el instituto... ¡ni siquiera hay sindicato!

Y LO QUE resulta más desconcertante es que plantea tomar dinero del fideicomiso creado para los pasivos laborales del organismo electoral. Eso traducido al español significa repetir en el INE el error y terror presupuestal de la CFE y de Pemex, que tienen un barril sin fondo en el tema de pensiones.

LA GRAN DUDA en todo esto es si realmente Rogelio Ramírez de la O, como titular de Hacienda, fue el autor de este sesudo análisis... o si alguien en Palacio Nacional hizo las cuentas alegres y les puso las siglas de la SHCP.

ACORDE con los tiempos de la Cuarta Simulación, el tan cacareado relevo en el sindicato petrolero resultó ser una vacilada. Porque quien quedará a cargo será un cómplice de Carlos Romero Deschamps. Se trata de Ricardo Aldana quien ya es prácticamente el candidato oficial, dada la débil oposición que ha encontrado.

COSA CURIOSA el líder petrolero es un viejo conocido del secretario de Gobernación, Adán Augusto López. No es por amarrar navajas, pero da la impresión de que a la titular del Trabajo, Luisa María Alcalde, le pasaron una bola ensalivada y ni cuenta se dio.

LA POLÍTICA de "abrazos, no balazos" le está amargando la vida a los consumidores y no a los delincuentes. ¿Se ha fijado que el kilo de limón no baja de los 80 pesos? Pues en mucho tiene que ver el fracaso de la estrategia de seguridad del gobierno federal.

RESULTA que en Michoacán se desplomó la producción de limón, no sólo por el clima, sino por la violencia en Tierra Caliente. En el caso específico de Tepalcatepec, donde imperan los cárteles de la droga y la autoridad nomás no pinta, cientos de hectáreas se quedaron sin trabajar debido a la presencia del crimen organizado. El propio gobierno estatal calcula que sólo en ese lugar, las pérdidas para los limoneros son de 243 millones de pesos. Y, desgraciadamente, del cielo no caen limones.

LA OLA de contagios está tan severa que en la 4T ya hay más funcionarios con diagnóstico positivo de Covid-19, que funcionarios con resultados positivos en su gestión.

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Un regalo comprometedor/

Bajo Reserva/El Universal

Una explicación creíble es la que debe la gobernadora de Campeche, Layda Sansores. El pasado 23 de diciembre doña Layda encabezó los festejos por el Día del Policía en ese estado donde el secretario general de la Sección 47 del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM), Víctor Kidnie de la Cruz, cercano al exlíder sindical Carlos Romero Deschamps, donó cuatro automóviles para una rifa en favor de los uniformados. Ante los cuestionamientos, la mandataria morenista ha dicho que desconocía el origen de los carros obsequiados y que ello no compromete a su gobierno. Seguro don Víctor regaló los automóviles sin esperar nada a cambio. Pura bondad.

El eterno tema del cubrebocas

Sorpresa causó ayer que el presidente Andrés Manuel López Obrador difundiera públicamente que sostiene reuniones presenciales con miembros de su gabinete pese a estar contagiado de Covid. Sin que él usara cubrebocas en un lugar cerrado, como su oficina de Palacio Nacional, el mandatario mostró por medio de un video que estaban presentes los secretarios de Gobernación y Hacienda, ellos sí con cubrebocas y a varios metros de distancia, pero dentro de la misma habitación. El mandatario había dicho el martes que atendería las medidas de sana distancia, y que si necesitaba reunirse con alguien, usaría el cubrebocas, lo que no sucedió. ¿Tendrá algo el Presidente en contra de las reuniones virtuales por Zoom u otras plataformas de ese tipo?

Guevara Niebla pinta su raya de la 4T

Aunque se considera hombre de izquierda, el escritor e integrante de la Junta de Gobierno del desaparecido Instituto Nacional para la Evaluación Educativa, Gilberto Guevara Niebla, pintó su raya con la autollamada Cuarta Transformación, con la que sólo colaboró algunos meses a inicios de este sexenio desde la Secretaría de Educación Pública. Recientemente el también exlíder estudiantil en el movimiento de 1968 publicó un libro en el que critica duramente a este gobierno por su regresión del sistema educativo y en el que también deja en claro que ya no le gustaría formar parte de esta administración. Cualquier día de estos, nos hacen ver, don Gilberto aparecerá en una mañanera y será colocado dentro de las filas conservadoras.

El semáforo de López-Gatell

Aunque el semáforo epidemiológico del doctor Hugo López-Gatell se mantiene en color verde, en varias dependencias del gobierno federal comenzaron desde hace días a tomar medidas sanitarias restrictivas ante el avance de la variante ómicron en el país. Tal es el caso, nos comentan, de las secretarías de la Defensa Nacional y de Marina, que restringieron la asistencia del personal administrativo a sus instalaciones, luego de que se presentaran varios contagios de Covid. Entre las medidas, nos comentan, se incluye que desde esta semana el personal trabaja de manera escalonada, además de que los mandos suspendieron las ceremonias cívicas para evitar concentración de personas. Al igual que en las fuerzas armadas, en otras dependencias federales se han tomado mayores medidas para evitar la propagación del virus, pero no le vayan a decir nada a don Hugo, pues él piensa que el semáforo sigue en verde.

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Estrictamente Personal

El momento de Gatell/Raymundo Riva Palacio

El Financiero, enero 14, 2022 |

Una persona que conoce hace tiempo a Hugo López-Gatell, el subsecretario de Salud responsable de la estrategia para combatir la pandemia del coronavirus, dice que se lo puede imaginar perfectamente en las noches viéndose al espejo lleno de incertidumbre sobre su futuro. ¿Tendrá uno? Sus profesores y mentores lo han criticado públicamente y él, con la soberbia que le dio el empoderamiento prestado por el Presidente, menospreció a algunos e ignoró a otros. López-Gatell escogió el camino de la política por encima del de la ciencia ante el encanto del poder que, en algún momento hace casi dos años, llevó a su equipo a pensar que podría ser el sucesor de Andrés Manuel López Obrador.

López-Gatell ha sido un fusible quemado desde hace al menos ocho meses, pero el Presidente se ha negado a sustituirlo porque considera que el impacto negativo será sobre él. No le preocupa a López Obrador el evidente desastre de la estrategia contra la pandemia, sino su imagen y la interpretación de que relevarlo sería aceptar que se equivocó. López Obrador nunca leyó en Marx que era dialéctico rectificar, aunque habría que aclarar que el Presidente encontró en el subsecretario una caja de resonancia, y que así como navegaron juntos en la misma lancha hacia la catarata, hubo otros momentos en los que simplemente ignoró sus recomendaciones.

La última importante, cuando a principios de diciembre le habló sobre la variante ómicron y sugirió medidas para evitar que llegara, como el COVID-19 y sus variantes previas, por las fronteras abiertas al mundo. López Obrador ni siquiera quiso escucharlo, y atajó varias veces sin que pudiera terminar sus argumentos, para decirle que ni pararía la actividad económica ni cerraría las fronteras. El resultado lo tenemos ahora. El Presidente volvió a infectarse del coronavirus, pasando a ser parte de la estadística sanitaria que esta semana rompió los niveles históricos de contagios, incluido un incremento de contagios en los menores, y una escalada en la saturación de hospitales.

López Obrador supo de la velocidad de ómicron en su propia casa, Palacio Nacional, donde en diciembre hubo un brote, a lo que siguió el contagio de varios miembros de su gabinete, que dieron positivo a COVID-19. Pudo haber sido peor, sin duda. En una reunión a principios de diciembre, López-Gatell convenció al Presidente de que no era necesario aplicar un refuerzo en ningún grupo de edad, y que eso debería comenzar en la primavera. Argumentaba que no había suficiente evidencia científica que probara su conveniencia y así hubiera sido, salvo que el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, que habló al final con el Presidente, lo persuadió de lo contrario. El refuerzo ha ayudado a reducir la presión sobre el sistema de salud y a limitar las muertes.

López-Gatell no ha sido un zar del coronavirus ambivalente, como pudiera sugerir su postura frente al tsunami que vio venir con ómicron. Ha sido un funcionario irresponsable sobre el cual ya existen denuncias penales por negligencia criminal, que en estos momentos han podido ser frenadas y desestimadas en el Poder Judicial por la influencia del Presidente sobre quienes mandan en esa rama del Estado mexicano. Pero nada es para siempre, y López-Gatell terminará ante un ministerio público o una corte internacional, para responder por sus sandeces, negligencias, mentiras y desinformación, que probablemente provocaron miles de muertes innecesarias por la mala estrategia que diseñó para contener al COVID-19. Sabía que estaban engañando a la nación.

Cuando fue llamado a comparecer, su participación en el Senado fue el tema en una reunión en Palacio Nacional, donde al preguntarle si estaba preparado para enfrentar los cuestionamientos de la oposición, respondió que era mejor que se cancelara su comparecencia porque había información que contradecía por completo el discurso presidencial y desnudaba las deficiencias de la estrategia, que se sustentó en consideraciones políticas, no científicas. La comparecencia se dio días después en la Cámara de Diputados, pero el subsecretario detuvo su participación mediante una justificación tramposa cuando lo estaban criticando, se paró y literalmente se fue.

López-Gatell ha actuado con dolo, sin importar, como tampoco le interesa al Presidente, la vida y la salud de los mexicanos. “Hugo tuvo una gran oportunidad en sus manos y hacerle un gran servicio al país, pero la desaprovechó”, recuerda su amigo. “Hubo un momento en que le pudo decir al Presidente ‘no, eso no lo podemos hacer’, pero se quedó callado. Después de eso, ya era imposible que lo hiciera”. El zar del coronavirus se convirtió en una caricatura de sí mismo, diciendo tonterías, desde el punto de vista científico, como el que la “fuerza moral” del Presidente lo hacía inmune al COVID, errores con consecuencias letales por su larga oposición a las pruebas y a las vacunas, o la minimización de la pandemia.

La desastrosa estrategia de López-Gatell, acomodada a los deseos y objetivos políticos del Presidente, provocó que a finales de noviembre la Organización Mundial de la Salud sugiriera al gobierno mexicano revisar la estrategia del subsecretario, y pidiera un extrañamiento por su posición ante las vacunas y el no uso de la mascarilla. López Obrador no le llamó la atención, pero aumentó su congelamiento y profundizó su distanciamiento. Públicamente era todo lo contrario. López Obrador hablaba bien de él en las mañaneras, aunque al mismo tiempo, le había apagado los reflectores y, de alguna manera, cortado la locuacidad.

Los dos López no han cambiado. Siguen diciendo mentiras, como que México era el país donde menos muertes había dejado el COVID-19, o equiparar la variante ómicron con una gripa. Pero si los dos López bailan tango, no son iguales, uno tiene repulsión a la ciencia, exuda prejuicios e ignorancia, mientras que el otro es un adulador que se traicionó a sí mismo. El Presidente ya está buscando a su sustituto, lo que no significa que López-Gatell está en la puerta de salida, pero sí que la gracia para con él ya se acabó.

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Te lo digo Turquía, para que escuches Andrés Manuel/  Carlos Loret de Mola

El Universal,

Erdogan fue aniquilando la independencia de los órganos e instituciones que garantizan decisiones técnicas, basadas en información y mediciones imparciales

¿Qué pasa cuando la política económica, la monetaria, el manejo de las tasas de interés y el control de la inflación de un país entero dependen de la decisión de un solo hombre? Normalmente, el desastre.

Los inversionistas en el mundo suelen observar dos cosas: la independencia de los bancos centrales (responsables de mantener el control de la inflación y establecer las tasas de interés) y la capacidad de los ministerios de finanzas (que definen las políticas económica y fiscal, y el balance de ingresos contra egresos) de decir “no” a las barbaridades que se le puedan ocurrir al jefe de Estado. Cuando la autoridad de esas áreas es eclipsada o anulada por la cabeza de un Estado nacional y todo depende de su capricho, lo que suele seguir es el colapso. Las cosas pueden permanecer más o menos estables durante años, pero tarde o temprano se rompe el equilibrio. Está muy visto y muy estudiado.

Algo así pasa hoy en Turquía. Su presidente, Recep Tayyip Erdogan, en el poder desde hace 18 años, y con un endurecimiento autoritario desde el polémico y discutido intento de golpe de Estado de 2016, es quien tiene la primera y la última palabra en todo lo que pasa en ese país. En el último año ha despedido a tres ministros de finanzas y tres banqueros centrales, porque no estaban de acuerdo con sus decisiones o porque habiéndolas aceptado, no ocurrió el efecto positivo que esperaba el presidente.

La lira turca ha perdido 45% de su valor en 12 meses y la inflación se ha disparado arriba de 20%. Eso, según las cifras oficiales. Porque la medición independiente fue suprimida por Erdogan. Los cálculos extraoficiales colocan la inflación en más de 30%.

Ante estas cifras, el gobierno insiste, en sentido contrario a la receta universalmente aceptada, en recortar las tasas de interés. Para justificar tal insensatez, Erdogan ha tejido un discurso de la “guerra por la independencia económica” de Turquía, en la que las “enemigas nacionales” son las tasas de interés.

Las manifestaciones de protesta van en aumento, lo mismo que la respuesta represiva del gobierno y la obvia ofensiva propagandística oficial para culpar a los extranjeros y a la oposición, porque además este año hay elecciones.

Una forma de resumir lo ocurrido es que Erdogan fue aniquilando la independencia de los órganos e instituciones que garantizan decisiones técnicas, basadas en información y mediciones imparciales, y se rodeó de “floreros” intercambiables en los puestos de decisión. Nadie en su gobierno puede oponerse a las decisiones del presidente y nadie puede pedirle cuentas por sus consecuencias. La receta perfecta para el desastre en cualquier economía abierta.

Una ilustración muy clara de cómo el debilitamiento sistemático de los contrapesos, de la autonomía de los órganos que vigilan al gobierno, de la independencia de los poderes y de la libertad de información, además de dañar la salud democrática, termina rompiendo el equilibrio económico y ocasionando dolor y carencias a la población.

El discurso sigue siendo a favor de los pobres, para liberarlos de las garras de opositores, extranjeros y malos turcos. La realidad es que además de perder libertades, los ciudadanos ya tienen un boquete en el bolsillo. Y si se les ocurre protestar, en automático pasan a la lista de enemigos de la patria.

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La mexicanización de Banamex/Jorge Fernández Menéndez

Razones

Excelsior,

El lunes 16 de julio de 2001, la dirección del grupo Banamex-Accival recibió una llamada de Washington, desde las oficinas de la Reserva Federal, donde simplemente les informaron que la operación para la compra del grupo financiero Banamex-Accival por parte del consorcio financiero estadunidense Citigroup, había sido autorizada por la Junta de la Reserva Federal sin restricción alguna. A partir de allí el proceso iniciado semanas antes, el 16 de mayo de ese año, para que Citigroup se hiciera de la propiedad del Banco Nacional de México, ya no tuvo traba alguna.

Han pasado 20 años y dos décadas después Citi anunció que venderá todo lo relacionado con el sector minorista, con todos activos de la banca de consumo, banca empresarial, afore, aseguradora, sucursales y edificios, varios de ellos considerados patrimonio nacional, incluyendo todo el patrimonio cultural, enorme, que atesora el Banco Nacional de México, fundado en 1884 y que ya había superado el golpe brutal que fue la expropiación bancaria de 1982, años después la venta al grupo Accival, que encabezan Roberto Hernández y Alfredo Harp y más tarde la venta a Citigroup.

Ayer, el presidente López Obrador alentó a los empresarios Ricardo Salinas Pliego, Carlos Hank González y Carlos Slim Helú, a que busquen quedarse con el banco para “mexicanizarlo” y regresarlo a manos “de inversionistas nacionales”. Son los tres que tienen mayores posibilidades de quedarse con el banco, por lo menos por los recursos con los que cuentan y porque los tres ya participan en el terreno financiero en forma importante.

Las otras opciones de las que se ha hablado, la española Santander y la brasileña Itaú, por supuesto que tienen posibilidades y recursos como para quedarse con Banamex, pero se ve difícil que desde Palacio Nacional (que no intervendrá en la venta, pero que tendrá una seria influencia en ella, como lo vimos ayer con la declaración presidencial) le den luz verde a grupos españoles o brasileños para quedarse nada más y nada menos que con el Banco Nacional de México. Si ello ya fue un tema en 2001 cuando se dio la venta a Citigroup, ahora con un gobierno con un perfil muy diferente al de Ernesto Zedillo, en otra coyuntura internacional y con una administración que mantiene diferencias importantes con los regímenes de España, por el absurdo tema de la conquista hace 500 años, pese a la cercanía ideológica con el gobierno de Pedro Sánchez, y de Brasil, siempre en una suerte de lucha geopolítica y con enormes diferencias con Jair Bolsonaro, eso se antoja muy difícil.

¿Implica la venta de Citibanamex una ruptura de ese grupo con el gobierno de López Obrador? Todo indicaría que no. Desde México y Nueva York se ha dejado en claro que es parte de una proceso de desincorporaciones del poderoso grupo financiero en todo el mundo. Eso no implica que no existan diferencias importantes. Y no son nuevas, ya en la campaña de 2006 el entonces candidato López Obrador se cansó de hablar de Banamex, a los que llamó “empanizados”, dijo que buscaban “entramparlo”, que eran “traficantes de influencias”, “saqueadores” . La relación, ya con López Obrador en el poder, ha cambiado, ha mejorado, pero nunca ha existido comodidad entre el grupo financiero y el gobierno federal que asumió en diciembre del 2018 ni tampoco de López Obrador con los distintos funcionarios del mismo en los últimos 20 años.

Por supuesto que la venta no se decidirá por razones ideológicas ni por un espíritu nacionalista, pero no creo que haya alguien que quiera invertir miles de millones de dólares (en principio los bienes tangibles están calculados entre 12 mil 500 y 15 mil millones de dólares) para confrontarse con un gobierno federal que tiene algunos años por delante y la posibilidad de repetir por lo menos seis años más. Tampoco creo que lo quiera Citigroup que, como grupo financiero de segundo piso, ha especificado claramente que quiere y seguirá operando en el país.

En 2001 la Reserva Federal de los Estados Unidos fue decisiva para dar luz verde a la venta. Sería interesante saber qué piensan las autoridades financieras de la Unión Americana sobre el tema. Asumámoslo: no lo sabremos públicamente, pero no dude que también enviarán, directa o indirectamente, sus señales, quién sabe si para bien o para mal.

LA BANALIZACIÓN DE LA CIENCIA

Decía el filósofo de la ciencia Mario Bunge, que la misma podría ser banalizada, pero no ignorada. No entiendo la insistencia del gobierno federal y del propio presidente López Obrador en banalizar las posiciones científicas sobre covid-19 y la pandemia.

El secretario de Salud, Jorge Alcocer se equivocó y mucho al decir que para curarse del covid-19 pondría a sus nietos VapoRub. Se equivoca el presidente López Obrador diciendo que, aunque se burlen del secretario de Salud, su mamá sí le ponía ese ungüento. A todos nos deben haber puesto VapoRub de niños (y de adultos) pero eso no cura ni ayuda con el covid-19, en cualquiera de sus variantes. Se equivoca el mandatario cuando dice que rechazó utilizar antivirales para curarse la enfermedad: en realidad no está capacitado para decidir si se debe usar o no antivirales, eso se lo debe dejar a sus médicos. Pero el mensaje que le llega a la gente es que no deben usarlos.

Se equivocó con el detente, no usando mascarillas durante toda la pandemia o subestimando las pruebas (como lo volvió a hacer ahora que se contagió por segunda ocasión). Banalizar, subestimar a la ciencia y a los científicos, no ayuda ni al gobierno ni a la sociedad. Ahonda en una tragedia que no termina de ser asumida como tal.

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La Cuarta Transformación

La mexicanización de Banamex/Darío Celis

El Financiero

EN 2014 CORRIÓ el primer rumor de la supuesta intención de Citi de desprenderse de Banamex.

En aquel entonces se supo de cinco grupos que estaban interesados en comprarlo. El primero eran sus exdueños, Roberto Hernández y Alfredo Harp, asociados a Manuel Medina Mora y María Asunción Aramburuzabala.

Medina Mora, quien ya murió, es hasta ahora el único mexicano en alcanzar la mayor posición ejecutiva en Citi: fue copresidente del grupo y director general de consumo de banca global.

Un segundo grupo era Banorte, controlado por fondos internacionales, pero administrado por la familia Hank; un tercero era Ricardo Salinas Pliego, y un cuarto Carlos Slim Helú.

En la lista también aparecía el banco brasileño Itaú, que de hecho fue el único que expresó públicamente el interés, en días que se especulaba presión del gobierno estadounidense para obligar a Citi a vender.

Ocho años después los mismos interesados están ahí: Salinas Pliego ya afirmó que va ‘con todo’ por Banamex, y a Hank y a Slim el propio Andrés Manuel López Obrador tácitamente los metió en la puja con sus declaraciones de ayer.

“Ojalá esto (la venta de Banamex) se convierta en algo bueno. No es malo, pero podemos convertirlo en algo muy bueno si sin medidas autoritarias se logra mexicanizar este banco que era de mexicanos”.

¿Quiénes de su consejo asesor empresarial podrían entrarle? Lo integran Ricardo Salinas, Carlos Hank González y Olegario Vázquez Aldir, los tres, dueños de los bancos Azteca, Banorte y Multiva, respectivamente.

Pero a ese mismo consejo se acaban de integrar tres poderosos empresarios con suficientes canicas para comprar Banamex: Carlos Slim, Germán Larrea y Alberto Baillères, éste por cierto dueño de GNP-Profuturo, la tercera Afore del sistema.

En el ánimo de López Obrador hay más empresarios y financieros que igualmente pueden garantizar esa mexicanidad que anhela: apunte a Julio Villarreal, dueño de Banco Afirme, y a Carlos Bremer, mandamás de Value Grupo Financiero.

En este proceso de mexicanización de Banamex hay un personaje que jugará un papel fundamental. Se llama Alfonso Romo Garza-Madero. No solo como operador del tabasqueño en la conformación de los grupos tiradores.

En una de esas y hasta le entra. También es financiero: fue dueño de Seguros La Comercial y de la casa de bolsa Vector.

EL JUICIO DE Tecnologías Relacionadas con Energía y Servicios Especializados (TRESE), que lleva en concurso mercantil hace más de cinco años, y en el que el juez Séptimo de Distrito de la CdMx ha evitado declarar la quiebra, a pesar de que los informes del conciliador han expresado que no tiene empleados, no genera ingresos, no paga impuestos, ni tiene actividad comercial alguna. Así, esta empresa fantasma ha logrado mantenerse en concurso con el objeto de que su principal accionista pueda especular con las licencias y permisos relacionados con la explotación de la plataforma que operó y perdió a raíz de un laudo arbitral emitido por la Cámara Internacional de Comercio desde septiembre de 2019. El principal accionista, Ricardo Silva Padilla, miembro prominente del club de los mexicanos que sacaron dinero al extranjero, según los Panama Papers, sigue teniendo un apoyo inusitado de las autoridades. Prueba de ello es que la Agencia de Seguridad Energía y Ambiente sigue negándose a pronunciarse sobre las licencias correspondientes, dejando en manos de una compañía en quiebra una plataforma de más de 500 millones de dólares, lo que contraviene la postura de Pemex y de la autoridad judicial, quienes ya autorizaron que sea una solvente la que se haga cargo de la operación de la plataforma, misma que resulta esencial ya que se trata de la única en México que puede extraer y comprimir gas amargo.

LA PRÓXIMA SEMANA, el lunes para ser exactos, se le vence a Grupo GICSA un crédito de mil 245 millones de pesos con el HSBC, que capitanea Jorge Arce. Los recursos se le dieron para el proyecto de Paseo Interlomas, un complejo de usos mixtos que incluye hotel, área comercial y de entretenimiento. La desarrolladora de los hermanos Abraham y Elías Cababié ha batallado desde el inicio de la pandemia en el manejo de sus pasivos. El año pasado logró un stand-still con la banca, pero no ha podido hacer una reestructura integral de sus deudas. En noviembre se le viene otro vencimiento de dos créditos del proyecto Paseo Arcos Bosque. Uno de 118 millones de dólares y otro de 562 millones de pesos, también con el HSBC, y con Citibanamex, que comanda Manuel Romo.

EL PROCESO QUE sigue adelante es la demanda de los actores Diego Luna y Gael García contra la multinacional inglesa de bebidas Diageo, que preside Iván Menezes. Tras de que la Suprema Corte de Justicia resolviera en noviembre que procedía la queja de los histriones, ahora se está en el cálculo del monto que reclaman por la explotación ilegal de su imagen en una campaña publicitaria que duró medio año del whisky Johnnie Walker en 2011. Las ventas en ese laspso ascendieron en México a unos 300 millones de dólares, por lo que se litigarían 120 millones, que equivale a 40 por ciento de la facturación. Aparte hay otra demanda que corre en paralelo por daño moral. Ésa ronda los 50 millones de pesos, en cada caso.

HOY LA SECRETARÍA de Relaciones Exteriores, de Marcelo Ebrard, emitirá el fallo de la licitación para el servicio de call center que programará las citas para los servicios en México, Estados Unidos y Canadá. Tan solo en América del Norte se reciben hasta 30 mil llamadas en un solo día, lo cual genera facturaciones de hasta 20 millones de pesos mensuales. Con este nuevo contrato por 36 meses la dependencia pretende crear incentivos para que la empresa ganadora realice inversiones en tecnología y genere ahorros a esta dependencia de hasta 30 por ciento en este rubro. Bufete Empresarial GTI, TKM Customer Solutions, Infocredit y Coll Managment presentaron ofertas. El contrato ronda los 700 millones de pesos.

WHITE & CASE, que recién asumió Francisco de Rosenzweig, empezó con el pie izquierdo el año. Y es que unos 15 abogados de esa firma neoyorquina acaban de enrolarse en las filas de su competencia, DLA Piper, que comandan aquí al alimón Eduardo Gallástegui y Gerardo Lozano. Se incorpora como nuevo socio internacional Álvaro Garza y con él otros cinco socios nacionales y 10 asociados que reforzarán las áreas de fusiones y adquisiciones, corporativo, litigio administrativo y comercial e impuestos. Esta última, la de los impuestos, se fortalece con el arribo de Guillermo Aguayo. DLA es el despacho internacional con más presencia en Latinoamérica y el Caribe. Aquí están apretando el paso.

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“¿Dónde quieren los locales del INE, en la banqueta?”/Francisco Garfias

Arsenal

Excelsior

Lo que propuso el gobierno federal al INE para financiar la revocación de mandato es un austericidio. Obliga al árbitro electoral a celebrar una consulta muy limitada y poco creíble. El recorte de más de 4 mil millones de pesos que la mayoría oficial en la Cámara de Diputados impuso al instituto, obliga a instalar, en el mejor de los casos, sólo un tercio de las más de 160 mil casillas requeridas, lo que se traducirá en poca participación ciudadana.

La 4T no sólo negó la ampliación presupuestal de 1,738 millones de pesos que el INE solicitaba –menos de la mitad de los 3 mil 800 millones que inicialmente presupuestó–, sino que exige que el revocatorio, tan cacareado como “democracia participativa”, se convierta una consulta “patito”.

El “austero” plan del gobierno, presentado en la mañanera de ayer, pretende que el ejercicio sea financiado con reducciones salariales a funcionarios de mando y de enlace.

Pero también la eliminación de estímulos al personal, la cancelación de los seguros de gastos médicos mayores y de separación individualizada. Propone se limite el uso de celulares, los viáticos y los pasajes; que los funcionarios asignados a la consulta coman en fondas.

No quiere equipos de computación ni de telecomunicaciones caros, ni gastar en boletas electorales impresas en papel de seguridad. Exige ahorrar en arrendamientos.

“¿Dónde quiere que estén (los locales del INE), en la banqueta? Rayan en el ridículo”, escribió en Twitter uno de los consejeros que más incomodan al gobierno federal: Ciro Murayama. “¿Y qué renta el INE? Los locales donde se ubican casi 800 módulos de atención ciudadana para tramitar la credencial”, puntualizó.

El consejero presidente, Lorenzo Córdova, también fue cáustico en su reacción: “Acaban de descubrir cómo abaratar el costo del INE. Hay que desenmascarar cuando estas propuestas están formuladas sin ningún sustento técnico mínimo y alguna seriedad”, dijo en un semanario virtual organizado por el PRD.

El gobierno se escudó detrás de un “no hay dinero” para justificar el austericidio. El titular de la Secretaría de Gobernación, Adán Augusto López Hernández, argumentó, además, que no hay precedente de que se haya otorgado una ampliación presupuestal a los órganos autónomos.

No se necesita un sesudo análisis para concluir que el ejercicio de revocación de mandato es costoso e innecesario. Ya vimos lo que cuesta y sabemos el resultado de antemano. La polémica alrededor del asunto ha servido también a Morena –y al presidente López Obrador– para intentar desacreditar al Instituto Nacional Electoral.

El presidente de la mesa directiva de la Cámara de Diputados, Sergio Gutiérrez Luna, llegó al extremo de poner una denuncia penal en contra de los consejeros electorales que, en uso de sus atribuciones, votaron un acuerdo para posponer los trabajos de la consulta para la revocación de mandato.

El tiempo se encargará de poner a cada quien en su lugar.

*Se multiplican las denuncias sobre abusos cometidos en Veracruz, bajo pretexto de “ultrajes a la autoridad”.

Integrantes de la Comisión Especial del Senado que investiga arbitrariedades cometidas en el estado que gobierna Cuitláhuac García, se reunieron ayer con abogados y colegas del diputado federal electo del PRD, Rogelio Franco Castán.

Franco, quien fuera secretario de gobierno con Miguel Ángel Yunes, fue detenido en Tuxpan, Veracruz, hace diez meses, luego de que su exesposa, Guillermina Alvarado, lo denunciara por supuesta violencia familiar “basado en evidencia falsa, errónea”, según sus defensores.

Leemos que durante el arresto hubo jaloneos. Fue suficiente para que al diputado electo le decretaran prisión preventiva por “ultrajes a la autoridad”. Caso extraño. Según Yazmín Copete, expresidenta municipal perredista del municipio Santiago Tuxtla, las hijas de Franco iban a venir ante la comisión a rendir testimonio a favor de su padre, pero la madre las amenazó.

Hablamos con Yazmín después de la rueda de prensa que encabezaron los senadores Dante Delgado, presidente de la Comisión; Verónica Delgadillo, Miguel Mancera, y la presidenta del PRD en la CDMX, Nora Arias, entre otros.

En la rueda de prensa habló el abogado de Franco, Luis Enrique González. Calificó la detención de su cliente como un acto arbitrario, injustificado y desapegado del Estado de derecho. “No es un golpeador de mujeres. Es un preso político”, aseguró.

Rogelio Franco está vinculado a tres procesos por otros tantos delitos: ultrajes a la autoridad, abuso de autoridad, y peculado equiparado. La comisión, según Dante, ya tiene documentados otros 50 casos de abuso en Veracruz, entre ellos de José Manuel del Río Virgen, secretario tecnico de la Jucopo en el Senado.

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Coordenadas

¿Cómo le va a ir al peso en 2022?/Enrique Quintana

El Financiero,

Pocas variables económicas despiertan tanto interés e inquietud en México como el tipo de cambio.

Al comenzar el año, diversos lectores nos han preguntado por el probable comportamiento de la cotización de nuestra moneda frente al dólar para este año.

Permítame considerar brevemente el pasado.

A pesar de haber tenido algunos episodios de inestabilidad, el resultado fue una muy leve depreciación de nuestra moneda frente a la de Estados Unidos en 2021.

Y, entre el último día de noviembre de 2018 y el cierre de ayer, de facto no hubo depreciación.

Pero no piense que esto sea fundamentalmente mérito de la política de este gobierno.

En realidad, la paridad de nuestra divisa tiene cada vez más componentes que no se pueden relacionar de manera directa con la evolución de la economía doméstica.

La negociación de grandes cantidades de pesos en los mercados internacionales ha conducido a que la paridad se defina en lo fundamental en los grandes centros financieros.

Obviamente, los equilibrios de las finanzas públicas y la política monetaria sí han influido en cierto grado.

Como se puede observar en casos como los de Turquía o Argentina, si hubiera un desastre interno en el manejo de la política financiera, entonces tendríamos una corrida de inversionistas en contra de nuestra moneda que induciría a una fuerte depreciación, al margen de lo que estuviera pasando en los mercados financieros globales.

Entonces, ¿qué es lo que podemos esperar para 2022?

Quizás el dato más relevante del mundo financiero para este año será el proceso de normalización de la política monetaria que implicará un ciclo de alzas de las tasas de interés.

En la Reserva Federal, cada vez gana más espacio la percepción de que este incremento debe ocurrir a partir de marzo.

Si este proceso es suficientemente ordenado y predecible, las alzas no traerán consigo movimientos abruptos de capitales.

Si el Banco de México camina en paralelo a las decisiones de la Reserva Federal y ajusta al alza también las tasas, entonces podríamos tener una paridad que mantenga en lo esencial una trayectoria con movimientos suaves, en rangos que quizá no vayan más arriba de los 21 por dólar.

Pero si los ajustes fueran abruptos o inesperados, si los inversionistas trataran de adelantarse a las decisiones de la Reserva Rederal, o si el Banco de México decidiera no incrementar las tasas, entonces sí podríamos tener movimientos amplios de capitales que impactarían en la paridad con fluctuaciones que colocarían la cotización probablemente por arriba de los 21 pesos.

Una salida ordenada de capitales, como la que tuvimos el año pasado, no impacta a la cotización de nuestra moneda, como pudo observarse en 2021. Hubiera sido muy diferente si los casi 25 mil millones de dólares que salieron lo hubieran hecho en pocas semanas.

Otro factor que no puede ignorarse en esta perspectiva es el comportamiento de la economía internacional.

Si se resuelve gradualmente el tema de la dislocación de las cadenas de suministro a nivel global y si la inflación empieza un camino a la baja en el curso de los próximos meses, entonces tendremos a una comunidad inversionista mucho más proclive a mantener la tranquilidad.

En 2020 y 2021, los picos de especulación cambiaria se presentaron en diferentes momentos de irrupción de la pandemia.

Hacia adelante lo que se aprecia es que, de no surgir una variante que combine una mayor contagiosidad que ómicron con una mayor virulencia, lo más probable es que gradualmente vayamos regresando a una relativa normalidad o por lo menos a una circunstancia en la que el COVID ya no genere especulación.

La vieja normalidad que muchos añoran no va a regresar. Pero quizás algunos de los rasgos más invasivos a la actividad económica puedan mitigarse y dejar de influir este año.

Así que, si me pregunta a qué hay que ponerle atención en este 2022 para poder anticipar el posible comportamiento de la paridad de nuestra moneda, le diría que lo principal serán la inflación y las acciones de las autoridades monetarias.

Allí estará la clave.

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¡Detente!/ Marcela Gómez Zalce

El Universal 

“Es como una gripa”, expresan varios funcionarios ante la escalada completamente fuera de control que están siendo los contagios por la variante Ómicron. Si bien la ciencia ha permitido desarrollo de protocolos y modos de hacer cada vez más efectivos para encarar este virus, tras casi dos años del inicio de la pandemia en el país, continúa siendo como nunca antes imprescindible el accionar de todos los mexicanos con disciplina y responsabilidad para disminuir y/o cortar la cadenas y cifras de contagio. México vive una situación de crisis epidemiológica, los hechos estas últimas semanas atropellan cualquier pedestre discurso oficial que pretende instalar un relato en el colectivo de normalizar una situación por demás delicada y compleja. 

Desde la aparición de esta nueva variante se supo que venía acompañada de un fuerte número de casos. Los organismos internacionales de Salud advirtieron a gobiernos que se prepararan ante esta nueva ola de Ómicron que ya es dominante en el mundo. La repetición sobre el protocolo sanitario ha sido permanentemente despreciado por el presidente López Obrador quien, desgraciadamente volvió a contagiarse por segunda vez. El ejemplo no habla bien del gobierno en esta crisis sanitaria con miles de familias enlutadas por la pérdida de seres queridos. Los consejos sobre síntomas y quedarse en casa asumiendo que se está contagiado chocan con lo que la ciencia hace más de dos años indica: pruebas, pruebas y pruebas. 

Con el inicio de la pandemia se gestó la amenaza más importante de la salud pública y de la economía de todo el mundo. Se ha abierto un panorama de incertidumbre tanto en la dimensión, la evolución y la facilidad de propagación del coronavirus como en la profundidad de sus efectos económicos y sociales a nivel internacional. 

La cuatroté debería saber que la información estadística derivada de la pandemia constituye un acervo dinámico de datos –no de “otros datos”—que impone la necesidad de contar con sistemas de información que superen las dificultades técnicas con oportunidad, se reporten cifras confiables y se realicen estimaciones próximas a la realidad de la epidemia. La ruta andada ha sido contraria, la cifra negra en muertes es una tragedia en sí. La toma de decisiones ha transitado entre vacunación con sesgos electorales, semáforos, colores Pantone, simulaciones y Centinelas. 

Escuchar durante meses al “zar” experto escupiendo nimiedades, enalteciendo una errática conducta sanitaria de su jefe y exhibiendo un comportamiento repetitivo y lambiscón ha colocado al primer círculo en el poder en riesgo y a millones de mexicanos en una esfera de contagios y confusión. 

Se sabe que una de las razones del descenso de confianza en los gobernantes es la impresión de que ceden importantes decisiones a un puñado de asesores; la confianza posee esencialmente la propiedad de una prestación adelantada. Los descalabros en materia sanitaria colocan ya a México en una gráfica donde sólo hay curvas ascendentes. 

La crisis de salud, la económica, la de seguridad y ahí no tan invisible una crisis de confianza. 

Esta última patente en muchos rubros, pero en uno estratégico como lo es la relación bilateral y en la estampa de la caída en la inversión extranjera como una señal ineludible. Y en esta coyuntura se aplica el manual cuatroté de minimizar las alertas. 

El anuncio sobre la salida del tercer banco, por activos, del país y la advertencia en 2021 de la CEO de Citigroup en el sentido de que México debería consolidar un ambiente de negocios para generar estabilidad y confianza golpea al gobierno pese a su silencio ensordecedor. Todo lo anterior marca el inicio de un aciago 2022. 

Y lo que falta… 

@GomezZalce

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Adiós, Citi/Juan Enríquez Cabot

en REFORMA

Igual que un casino, la banca, por lo menos la banca competente, no pierde. Para Citibank abandonar un mercado como México, y sus desproporcionadas ganancias, son palabras mayores. Es dejar atrás $3,500,000,000 dólares de ingresos (+/- 6% de sus ingresos globales). Quizás se puede racionalizar como parte de una estrategia global; Citi intenta dejar atrás 13 países y concentrarse en negocios de mayor rendimiento, pero...

México no es enchílame otra en este esquema. Es tan importante que la actual dirigente de Citi, mujer extraordinaria, Jane Fraser, llegó por su exitoso liderazgo al frente de Citi Latinoamérica/México. Si hay alguien que entiende cómo se hacen negocios en estos rumbos y cuáles son las perspectivas a largo plazo es Fraser. Y el decidir quemar carabelas que llegaron a México en 1929 son palabras mayores. Especialmente dadas las declaraciones de Fraser en abril de 2021: "Cuando comparamos México con las franquicias que tenemos en Asia hay un gran benéfico de escala; los beneficios son buenos... y aunque el país enfrenta momentos muy difíciles en este momento, hay mucho que nos gusta de esta franquicia a largo plazo". (Banking Dive). En agosto de 2021 Fraser se reunió con sonrisas y abundantes abrazos, no balazos, con el protagonista de las mañaneras prometiendo ambos trabajar para incrementar inversión en México y combatir, juntos, la corrupción...

Esto de combatir la corrupción no era, para Citi, tema menor. Hacia fines del 2020 las autoridades financieras de EU impusieron modesta multa de $400 millones de dólares a Citi por irregularidades, especialmente en lo que toca a lavado de dinero. Aparentemente fue notable el flujo de dinero de orígenes "curiosos" dentro de Banamex. Esto molestó particularmente a las autoridades financieras dada la multa del 2017, por $97 millones de dólares, por lavado de dinero del narcotráfico mexicano (NYT/ Flitter).

Después de que esta falta de control-supervisión le costó su chamba al anterior CEO, una prioridad para la actual dirigencia de Citi es incrementar controles financieros. Para continuar operando en México, sin enfrentar multas adicionales, la dirigencia de Citi tendría que estar convencida de dos cosas. Primero, el ambiente de negocios-futuro financiero de México es tan alentador que vale la pena tomar riesgos para mantener márgenes. Segundo, la corrupción y la influencia del narcotráfico tendrían que ir en descenso. Si las autoridades financieras y el partido en el poder mostraran poco interés en controlar oscuros actores y flujos financieros el riesgo se incrementa, mes con mes, para cualquier banco supervisado en el extranjero.

La respuesta a ambas preguntas aparentemente fue... Ni Mother.

Y quizás, por algún motivo, Citi pensó que la fuga de 12.6 mil millones de dólares del país en 2021, la mayor cifra desde que se empezó a medir esto en 1992, no fue señal de gran confianza por parte de inversionistas. En 2020 inversionistas liquidaron el 12% del total de lo invertido en valores gubernamentales. En 2021 sacaron 13.6% (El País). Qué extraño que la gente no quiera invertir a largo plazo cuando se cancelan inversiones extranjeras y se lleva a cabo una "leve transición" de la tradicional tecnocracia financiera hacia la politización de decisiones en inteligencia financiera, Banco de México, SHCP, SAT, Comisión de competencia, Afores, Energía, CFE y otras instituciones.

El abandonar repentinamente uno de los países más importantes para Citi, sin haber antes pactado un comprador, sin una salida negociada, son palabras mayores. Quien sabe algo sobre fusiones y adquisiciones entiende que esto no es exactamente un proceso normal. Un banco vive de confianza, y la nota más vista en este periódico ayer fue "qué pasa con mi cuenta, Afore, tarjeta si soy cliente de Citi...". Para Citi era tal la urgencia de salir que lo que pudiera haber sido una transacción negociada se volvió espectáculo público; Citi perdió el control sobre quién compra y a qué precio. Llevó a que el C. secretario de SHCP se insertó inmediata y directamente en la compra-venta de Citi declarando que Él va a decidir quién sí y quién no se aprueba. Pero por lo pronto, la respuesta de inversionistas extranjeros como el gigante brasileño Itaú no se hizo esperar, igual que Citi, dijo: Yo zafo. Pero no hay lío, seguro la cancelación de inversiones energéticas aumentará la confianza e inversión...

$$

Menor crecimiento

JAQUE MATE / Sergio Sarmiento
en REFORMA
"Ten cuidado con la actividad
de inversión que produce aplausos;
las grandes medidas son usualmente
recibidas con bostezos". Warren Buffett
 No me preocupa realmente la decisión de Citigroup de vender las operaciones de menudeo de Citibanamex. Es una decisión corporativa que refleja una estrategia global sensata para un banco que ha tenido un mal desempeño en nuestro país y el mundo. Me inquietan más las señales que sugieren que México, ante una inversión insuficiente, seguirá teniendo un crecimiento económico reducido en 2022 y los próximos años. Nuestro país necesita, mucho más que Citigroup, un cambio de estrategia.
La Comisión Económica para América Latina (Cepal) está proyectando que México tendrá un crecimiento de 2.9 por ciento en este 2022. Es la primera reducción en las estimaciones para un año que apenas empieza. En sus Criterios Generales de Política Económica, la Secretaría de Hacienda previó una expansión de 4.1 por ciento para 2022. A dos semanas de iniciado el año, la predicción ya es obsoleta. Lo peor es que a fines de 2022 México seguirá teniendo un producto interno bruto inferior al del inicio del sexenio.
No es necesario inventar el hilo negro para entender que el crecimiento requiere de inversión productiva. En México hemos tenido una larga historia de bajos índices de inversión, los cuales han sido responsables de un crecimiento económico muy bajo, pero que ahora se han reducido más. En los gobiernos anteriores tuvimos una inversión fija bruta de 22 por ciento del PIB, lo cual explicaba la anémica tasa de crecimiento de 2 por ciento al año. El objetivo era subirla a 24 por ciento, para crecer al 4 por ciento, pero en lugar de eso hemos bajado. En el segundo trimestre de 2020 caímos a un nadir de 18.3 por ciento; en el tercer trimestre de 2021 registramos 20.4 por ciento (México: ¿Cómo vamos?).
¿Cuánto invierten otros países? La República Checa, 26.3 por ciento del PIB; Vietnam, 27.9; Corea del sur, 31.3; China, 41.9. Entre los desarrollados, Suecia logra 26.9 por ciento; Noruega, 29.6; Canadá, 24.9; Alemania, 22.4 por ciento. Los países con bajos niveles de inversión tienen un escaso crecimiento económico y no pueden reducir la pobreza; es el caso de Italia, con 19.6 por ciento, Brasil, con 16.7; y México, con 19.3 por ciento en todo 2020 (Banco Mundial).
No sorprende que tengamos niveles tan bajos en nuestro país. El gobierno ha tomado medidas que atacan directamente la inversión productiva. La cancelación del aeropuerto de Texcoco y de la planta cervecera de Mexicali son dos ejemplos sonados, pero hay muchos más. Nuestras autoridades se vanaglorian, por ejemplo, de que no han dado ninguna concesión minera desde que asumieron el poder, pero el resultado ha sido un desplome de la inversión en el sector de 15.6 por ciento en 2021, según la Cámara Minera de México (Camimex). La clausura de plantas farmacéuticas, y la falta de permisos para que otras nuevas empiecen a operar, han contribuido al dramático desabastecimiento de medicinas, pero también han inhibido las nuevas inversiones en un campo en el que México era líder en Latinoamérica. El gobierno ha frenado también toda inversión privada en electricidad e hidrocarburos.
El Presidente presume siempre sus proyectos favoritos de inversión: el Tren Maya, la refinería de Dos Bocas, el Aeropuerto Felipe Ángeles y el corredor transístmico. Son, sin embargo, insuficientes para reemplazar la inversión que se ha perdido. No hay certeza, por otra parte, de que serán proyectos social o económicamente rentables; y la experiencia nos dice que invertir en proyectos no rentables es peor que no invertir: es, simplemente, tirar el dinero.

· RESPETUOSA
La "respetuosa sugerencia" de la Secretaría de Hacienda y el secretario de Gobernación al INE para que recorte su gasto en la manera en que ellos dicen es una respetuosa violación a la autonomía del instituto.
@SergioSarmiento

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