2 ene 2008

La opinión de Joseph S. Nye

EE UU: cómo recuperar 'el poder inteligente'/Joseph S. Nye
Publicado en EL PAIS; 02/01/2008;
Estados Unidos necesita volver a descubrir cómo ser una potencia inteligente. Ésa fue la conclusión de una comisión mixta que he presidido hace poco en compañía de Richard Armitage, ex número dos del Departamento de Estado en el Gobierno de Bush. La Comisión del Poder Inteligente, convocada por el Centro de Estudios Estratégicos e Internacional (en inglés, CSIS) en Washington, estaba formada por congresistas republicanos y demócratas, antiguos embajadores, oficiales retirados y responsables de organizaciones benéficas. La conclusión a la que llegamos es que la imagen y la influencia que proyecta Estados Unidos se han deteriorado en los últimos años, y es preciso que pase de exportar miedo a exportar optimismo y confianza.
No somos los únicos. Hace poco, el secretario de Defensa Robert Gates instó al Gobierno estadounidense a dedicar más dinero y más esfuerzos al poder blando, que incluye la diplomacia, la ayuda económica y las comunicaciones, porque el ejército, por sí solo, no puede defender los intereses de Estados Unidos en el mundo. Gates señaló que el gasto militar asciende a casi medio billón de dólares al año, frente al presupuesto del Departamento de Estado, que es de 36.000 millones de dólares. Reconoció que era extraño que el responsable del Pentágono pidiera más dinero para el Departamento de Estado, pero éstos no son tiempos normales.
El poder inteligente es la capacidad de aunar el poder duro de la coacción y el pago con el poder blando de la atracción hacia una estrategia que obtenga resultados. En general, Estados Unidos hizo buen uso de esa mezcla durante la guerra fría; por el contrario, en los últimos tiempos, la política exterior estadounidense ha tendido a apoyarse demasiado en el poder duro, porque es el foco de fuerza más visible y directo.
Sin embargo, aunque el Pentágono es el brazo más preparado y mejor financiado del Gobierno, existen límites a lo que puede conseguir el poder duro por sí solo. La democracia, los derechos humanos y el desarrollo de la sociedad civil no nacen en el cañón de un arma. Es cierto que el ejército estadounidense tiene una capacidad operativa impresionante, pero recurrir al Pentágono porque es capaz de resolver cosas crea la imagen de una política exterior excesivamente militarizada.
Es frecuente que la diplomacia y la ayuda exterior reciban pocos fondos y caigan en el olvido, en parte porque es difícil mostrar su influencia a corto plazo en situaciones críticas. Además, ejercer el poder blando es complicado porque, en Estados Unidos, muchos recursos de ese poder están fuera del Gobierno, en el sector privado y la so-ciedad civil, en sus alianzas bilaterales, las instituciones multilaterales y los contactos transnacionales. Por otro lado, los organismos y el personal de la política exterior estadounidense están fragmentados y compartimentados, y no hay un proceso de colaboración entre organismos que permita desarrollar y financiar una estrategia de poder inteligente.
Otro factor que nos ha desviado del rumbo apropiado son las consecuencias de los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001. Desde la conmoción producida por los atentados, Estados Unidos se ha dedicado a exportar miedo e ira, en lugar de sus valores más tradicionales de esperanza y optimismo. La Bahía de Guantánamo se ha convertido en un icono más poderoso que la estatua de la Libertad para todo el mundo.
La Comisión del Poder Inteligente del CSIS reconoce que el terrorismo es una amenaza real y que seguramente nos acompañará durante muchos años, pero destaca que una reacción desmesurada ante las provocaciones de los extremistas hace más daño a Estados Unidos del que podrían hacer los propios terroristas. Para tener éxito en la lucha contra el terrorismo es necesario encontrar un nuevo principio central que sirva de base a la política exterior estadounidense y sustituya al tema actual de la "guerra contra el terror".
Esa premisa debería consistir en el compromiso de invertir en proporcionar bienes públicos que la gente y los gobiernos de todo el mundo desean pero no pueden obtener sin el liderazgo estadounidense.
Con ello, Estados Unidos podría reconstruir el marco que necesita para hacer frente a los retos mundiales más difíciles.
En concreto, la Comisión del Poder Inteligente recomienda que la política exterior de Estados Unidos se centre en cinco áreas cruciales:
- Restaurar alianzas, colaboraciones e instituciones multilaterales que, en muchos casos, se han deteriorado en los últimos años debido a las estrategias unilaterales.
- Dar más importancia al papel del desarrollo económico para alinear los intereses de Estados Unidos con los de la gente de todo el mundo, empezando por una gran iniciativa de salud pública mundial.
- Invertir en una diplomacia pública que se centre menos en las telecomunicaciones y más en los contactos personales, la educación y los intercambios relacionados con la sociedad civil y destinados a los jóvenes.
- Resistirse al proteccionismo, promover el compromiso permanente en la economía mundial -que es necesario para crecer y prosperar tanto en casa como en el extranjero- y, al mismo tiempo, buscar la inclusión de quienes se han quedado rezagados por los cambios que representa una economía internacional abierta.
- Construir un consenso mundial y desarrollar tecnologías innovadoras para afrontar los retos globales, cada vez más importantes, de la seguridad energética y el cambio climático.
Para llevar a cabo esta estrategia de poder inteligente será precisa una revisión estratégica de las formas de organización, coordinación y asignación de presupuestos en el Gobierno estadounidense.
El próximo presidente debería estudiar diversas soluciones imaginativas para sacar el máximo provecho a la capacidad organizativa de la Administración, incluido el nombramiento de una serie de altos cargos que puedan servir de enlaces entre distintos organismos con el fin de utilizar mejor los recursos.
Será preciso innovar, pero Estados Unidos ha sido una potencia inteligente en el pasado, y puede volver a serlo.
© Project Syndicate, 2007.

Dirección de Derechos Humanos en la SDN

La Secretaría de la Defensa Nacional acaba de crear la Dirección General de Derechos Humanos.
Comunicado 001
LA SECRETARÍA DE LA DEFENSA NACIONAL, INFORMA SOBRE LA CREACIÓN DE LA DIRECCIÓN GENERAL DE LOS DERECHOS HUMANOS.
Lomas de Sotelo, D.F., a 1 de enero de 2008.

- Se informa a la opinión publica que con el objeto de fortalecer la estructura jurídica de la Secretaría de la Defensa Nacional, y que todas las misiones y actividades que llevan a cabo las Fuerzas Armadas de Tierra y Aire, se realicen con respeto a los Derechos Humanos y Derecho Internacional Humanitario, con fecha 1/o. de enero de 2008, pasó su revista de entrada la Dirección General de Derechos Humanos.
Las funciones de la mencionada Dependencia serán entre otras, las siguientes:
- Asesorar a esta Secretaría de Estado en asuntos de Derechos Humanos y Derecho Internacional Humanitario.
- Atender las quejas de Derechos Humanos notificadas por organismos públicos de protección de los Derechos Humanos y Organismos Internacionales.
- Proponer las acciones tendentes a la consolidación de una cultura de respeto a los Derechos Humanos y Derecho Internacional Humanitario al interior del Instituto Armado. - Coadyuvar con las Dependencias del Ejecutivo Federal que lo requieran, al cumplimiento de los compromisos internacionales suscritos por México en la materia.
- Dar intervención a los organismos de esta Dependencia para que en el ámbito de su competencia, implementen los procedimientos administrativos o penales que sean procedentes para la solución de los asuntos en la materia.
Las instalaciones de la citada Dirección General se encontrarán ubicadas en avenida Industria Militar No. 1083, Lomas de Sotelo, D.F.
Con estas acciones esta Dependencia del Ejecutivo Federal promueve el respeto a la dignidad, a los derechos sociales y políticos y ratifica su compromiso de velar por el respeto a los derechos humanos contribuyendo a consolidar una democracia respetuosa y promotora de estos Derechos.
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Dirección General de Comunicación Social.
Tels. 5557-1370 y 5580-5146
comunicacion@mail.sedena.gob.mx

Dice Milenio Diario en su primera plana :
El Ejército crea oficina de derechos humanos
"Luego de que en el año recién concluido el Ejército mexicano se vio involucrado en diversas acusaciones de violaciones a los derechos humanos, que incluso le valieron ocho recomendaciones de la CNDH, la Secretaría de la Defensa Nacional anunció ayer la puesta en marcha de la Dirección General de Derechos Humanos. De esta forma, la dependencia responde a la añeja demanda de crear un ombudsman militar."
"La decisión de la dependencia de crear esa dirección, se da en el contexto de la creciente participación del Ejército en los programas contra el narcotráfico, y tras un año de constantes denuncias contra la institución castrense por supuestos abusos en Coahuila, Veracruz y Michoacán, varias de las cuales derivaron en recomendaciones de la CNDH.
Destacó el caso de Ernestina Ascencio Rosario, una anciana de Zongolica, Veracruz, presuntamente violada y asesinada por militares en febrero de 2007. En este caso, sin embargo, la CNDH no halló culpa en soldados.
Igualmente se denunció la violación de 14 mujeres por 13 soldados en la zona de tolerancia de Castaños, Coahuila. Tres fueron sentenciados por un juez civil. En mayo, se supo que cuatro menores fueron abusadas sexualmente por militares en los municipios de Nocupétaro y Carácuaro, Michoacán.
El antecedente inmediato a la creación de esta Dirección General de Derechos Humanos, es la implantación de la materia de derechos humanos en las escuelas de guerra, como la Militar de Clases, la de Materiales de Guerra, la de Especialidades Médicas, el Colegio Militar, la Médico Militar de Alta Calidad, la Militar de Odontología, la Militar de Ingenieros, el Colegio del Aire, la Superior de Guerra, y Colegio de Defensa Nacional."
Hasta el momento no se ha dado a conocer quién será el director general.

En torno al niño Emmanuel

Preguntas de la revista Semana On Line, 2/01/2007;
¿Quién gana y quien pierde con el contrapunteo gobierno-Farc por liberación de Emmanuel?
¿Será cierto que las Farc no tienen al niño y que lo dejaron al cuidado del ICBF, que ya lo entregó a una familia sustituta, en Bogotá?
¿Será que el presidente Uribe se equivoca al lanzar esa hipótesis?
¿ Por qué (Alvaro) Uribe reveló la información con tanta espectacularidad?
¿Qué intereses se mueven detrás del pulso Uribe- Chávez?
¿Qué va a pasar con los demás secuestrados, entre ellos Clara, madre del niño, de quien poco se habla ahora que la atención está concentrada en la identidad del infante?
¿Hasta dónde llegará la infamia de las Farc con los rehenes?
Aunque el gobierno sostenga que no tuvo ningún interés en hacer “show” con la presentación del tema de Emmanuel –o Juan David, si es que son ciertas las palabras de Uribe- en la alocución presidencial quedó la sensación de que se quería sacar un clavo con Chávez y otro con las Farc antes que otra cosa. La sola forma como fue presentada la historia de Juan David abrió nuevos interrogantes sobre los riesgos de la andanada presidencial. ¿Qué pasa si ese no es el niño secuestrado?, y, si lo es, ¿tiene derecho el gobierno a ventilar de semejante manera un drama tan grande? Alguien dirá que es peor lo que hacen las Farc al secuestrar a un niño antes de nacer. Totalmente de acuerdo. Pero eso no le da derecho al gobierno a exponer por los medios la vida de un niño de esa manera. Eso no sorprendería en manos de las Farc, acostumbradas como están a hacer política con el dolor ajeno, pero el gobierno debe evitar caer en los mismos errores. Por otro lado, parece prudente esperar a que sean divulgados los resultados de las pruebas de ADN a los familiares de Clara Rojas para determinar si el niño hallado en Bogotá es en verdad Emmanuel. Antes de eso pueden decirse muchas cosas: Que la tesis de Uribe puede ser cierta porque José Gómez, el hombre entregó el niño al ICBF se contradijo en el supuesto parentesco con el menor y ahora pidió ayuda del Estado ante supuestas amenazas de las Farc. O que Uribe se equivoca porque en una de las pruebas de supervivencia enviadas por las Farc el año pasado, un soldado secuestrado meses atrás asegura que vio al niño y, por lo tanto, éste no podría ser el mismo que desde 2005 está en poder del ICBF. Como sea, lo cierto es un niño es hoy el protagonistas de una tragedia muy grande que sirve de testimonio de la crueldad de la guerra. Ojalá las Farc y el gobierno lo entiendan y todos los plagiados regresen cuanto antes a sus hogares.

Reformas a la justicia penal

El presidente de la Comisión de Justicia de la Cámara de Diputados, César Camacho Quiroz manifestó que, pese a las críticas la reforma judicial no será modificada.
Señalo en entrevista a la agencia Notimex que será en los próximos días cuando se elabore en San Lázaro el dictamen sobre las modificaciones a la reforma judicial que aprobó el Senado de la República, a cuya minuta no se le hará ningún cambio.
Recordó que la reforma fue aprobada por el pleno de la Cámara de Diputados, pero debido a que la colegisladora le hizo algunos cambios se tendrá que analizar nuevamente y votar para ratificarla o rechazarla, lo cual consideró poco probable.
Al referirse a la cuestión de los cateos, consideró que hace falta una lectura cuidadosa del texto, toda vez que esa figura está autorizada en la Constitución, y las dos pequeñas modificaciones que se le hicieron fueron para mejorar su operación. Una de ellas, añadió, se refiere a que sea a petición del Ministerio Público porque el texto vigente no lo dice, y la segunda es que la respuesta de la autoridad judicial sea por cualquier medio, ya que la Carta Magna señala que debe ser por escrito.
Subrayó que al quitarle el término "por escrito" se abre la posibilidad de que la respuesta se dé por cualquier vía, siempre que ésta sea verificable.
Camacho Quiroz comentó que otro asunto al que muchos se refieren y que "en el fraseo lo equiparan al cateo es el ingreso a domicilio sin autorización judicial, lo que no es lo mismo que un cateo, el cual tiene que ver con una investigación en curso que está en manos de un juez o del Ministerio Público" .
Resaltó que "es diferente aunque similar cuando se ingresa sin autorización del propietario a un domicilio particular en dos supuestos: uno en la persecución del delito in fraganti, y segundo cuando está en peligro la vida o la integridad física de alguien" .
El legisladorañadió que allanamientos de ese tipo están autorizados por la Suprema Corte, aunque hay dos valores jurídicos en pugna, la inviolabilidad del domicilio y la protección de la vida, y si bien los dos son tutelados por el derecho cuando entran en conflicto el que impera es el de la protección de la vida.
De ahí que lo que se busca, detalló, es elevar a rango constitucional una prerrogativa que debe tenerse para proteger bienes jurídicos superiores.

En Colombia

Triste fin de año (por la no liberación de rehenes), editorial, periódico EL TIEMPO, 2/01/2008
En lugar de la feliz y esperada noticia de la liberación de Clara Rojas, su hijo Emmanuel y Consuelo González, los últimos cinco días del año se convirtieron en otra gran frustración para los colombianos. Una más por cuenta de la cruel intransigencia de las Farc, que decidieron suspender la entrega de tres secuestrados a sus familias, ante el desconcierto de los comisionados de seis gobiernos y de la prensa internacional, que fueron testigos de primera mano de las increíbles dificultades, aun para que se concrete un acuerdo humanitario mínimo como es esta liberación.
Entre el miércoles, cuando el presidente Hugo Chávez anunció en rueda de prensa la 'Operación Emmanuel', prometiendo que si el Gobierno colombiano accedía los tres rehenes estarían de vuelta en sus casas en menos de 48 horas, y el lunes por la tarde, cuando leyó el comunicado en que las Farc aplazaron la entrega, alegando falta de seguridad, Colombia y el mundo estuvieron en vilo. Los comisionados internacionales esperaron en vano las coordenadas para ir a buscar a los secuestrados. Y todo se saldó sin su entrega y con otra escalada en la tensión entre Colombia y Venezuela.
El presidente Álvaro Uribe aseguró que no ha habido combates en la zona donde se haría la entrega, ofreció un corredor de seguridad para realizarla y soltó una 'hipótesis-bomba': la demora obedece a que Emmanuel no estaría en poder de las Farc, sino que habría sido entregado en el 2005 al ICBF en el Guaviare. Chávez contestó que no creía en el Gobierno colombiano y sí en las Farc, y criticó la hipótesis como una "bomba de humo" y un intento de "dinamitar" la entrega.
Más allá de la tensión entre los dos gobiernos, el hecho es que las Farc, no contentas con el vasto despliegue internacional de propaganda que representa la 'Operación Emmanuel', volvieron por enésima vez a mamarle gallo a todo el mundo. Y lo hicieron con la pasmosa crueldad a que nos tienen acostumbrados. Hora tras hora, fueron aplazando la entrega de las coordenadas y convirtieron esos días casi vacíos de noticias en un show de suspenso que ocupó las primeras planas de los medios.
Como si esto no bastara, la hipótesis del Gobierno colombiano sobre Emmanuel dio un toque macabro a este triste fin de año. ¿Qué sentido tiene hacer semejante anuncio sin que se dispusiera de las pruebas de ADN o sin hablar primero con doña Clara de Rojas? Parece altamente improbable que un gobierno lance semejante hipótesis sin una sólida base. De ser cierto, el cinismo y la maldad de las Farc habrían rebasado todo límite.
¿Qué sentido, entonces, tiene esta tenebrosa farsa de las Farc de jugar con la suerte de un niño que dicen tener secuestrado pero que hace dos años supuestamente fue entregado al ICBF con evidentes señales de maltrato y desnutrición? Algo tan horrendo es difícilmente imaginable. Y, sin embargo, los colombianos, acostumbrados a toda suerte de horrores, acaban el año con semejante noticia, que añadiría un nuevo capítulo a esta interminable saga de degradación humanitaria que caracteriza a las Farc.
Preocupa, además, lo que viene. Los comisionados internacionales abandonaron el país y no se sabe cuándo volverán. ¿Habrá liberación? ¿Cuándo y en qué condiciones? No le queda bien a un jefe de Estado como Chávez continuar echando gasolina a su enfrentamiento con Uribe para bajarle el tono al engaño de que ha sido objeto por parte de las Farc. Tampoco le conviene avalar las versiones de este grupo armado ni cuestionar las garantías que con tanta insistencia ha ofrecido el Gobierno colombiano para que la operación humanitaria culminara con éxito.
Lo único cierto es que a las Farc parecen importarles poco los buenos oficios de la comunidad internacional, que con innegable generosidad movilizó a destacadas personalidades para traer a la libertad a tres indefensos colombianos. ¿Cuánto más puede estirar Chávez sus diferencias con el presidente Uribe en aras de lograr el intercambio humanitario? Por el momento, las grandes perdedoras son las Farc, que siguen usando la vida de dos mujeres y un niño para mofarse de todo el mundo. Incluido el mandatario venezolano.
editorial@eltiempo.com.co
Comunicado de las FARC, 9/12/2007;
1. Álvaro Uribe fracasó en su intento por manipular al presidente Chávez y a la senadora Piedad Córdoba. De nuevo mostró su verdadero rostro como enemigo que es del acuerdo humanitario y de la paz concertada.
2. La indignante anulación de la gestión facilitadora fue un acto de barbarie diplomática contra el legítimo jefe de un Estado hermano y contra el pueblo venezolano, solidarios con la solicitud hecha desde Bogotá. Con ese vergonzoso portazo se sentó un pésimo precedente, pues también lo recibieron el presidente Sarkozy, los presidentes latinoamericanos solidarios con la tarea facilitadora, otros gobiernos siempre diligentes para asuntos humanitarios, el movimiento de países no alineados, los pueblos de Francia, Estados Unidos, Latinoamérica entera y, especialmente, los esperanzados familiares de los prisioneros de guerra de las dos partes que presentían más cerca el final de sus angustias.
3. Este gobierno que se refiere a las Farc como si estuviese ganando la guerra, con fantásticos discursos dirigidos a las élites empresariales del mundo, no engaña a los 30 millones de colombianos pobres ni a las pauperizadas capas medias víctimas de la diaria violencia económica, social y militar del estado. Mucho menos pudo ocultarle al mundo con el mendaz comunicado que canceló la facilitación, la intensa confrontación armada de profundas raíces político-sociales que vive Colombia, ni la ilegitimidad del régimen cuyo presidente y buena parte de sus congresistas, alcaldes y gobernadores fueron elegidos gracias a la directa gestión política, financiera y armada del terrorismo narcoparamilitar.
4. Acobardado para negar con franqueza cualquier posibilidad de acuerdos humanitarios, confundido para precisar si las Farc son terroristas o una fuerza política-militar, beligerante, con la que está dispuesto a dialogar y llegar a acuerdos, el presidente Uribe sin ninguna seriedad, cambia radicalmente sus opiniones cada fin de semana e improvisa inaceptables propuestas como la actual para que realicemos diálogos con el mentiroso comisionado Restrepo, en inhóspitos, remotos y clandestinos lugares, con plazo de 30 días, mientras que nos llena de improperios, amenaza con más operativos, ratifica su orden de rescate militar y ofrece dólares a los combatientes de las Farc para que traicionen sus ideales. Definitivamente a este gobierno le falta realismo y grandeza para hablar con la insurgencia fariana.
5. Reafirmamos la necesidad de despejar Florida y Pradera por 45 días para concretar un acuerdo humanitario, mantenemos nuestra decisión por realizarlo y por avanzar en la solución política del conflicto social y armado como resultado de un proceso rodeado de plenas garantías por parte del Estado, buscando no la recomposición del actual régimen paramilitarizado, corrupto y arrodillado ante el imperio, sino la construcción de uno nuevo, transparente, verdaderamente democrático y soberano como lo exponemos en el manifiesto fariano y en la plataforma bolivariana.
6. Agradecemos al presidente Hugo Chávez su dedicación, colosal esfuerzo como facilitador, incuestionable buena fe en esta jornada humanitaria, su solidaridad con la causa pacífica de nuestro pueblo y el tiempo invertido a pesar de sus grandes responsabilidades como primer mandatario de la hermana república bolivariana de Venezuela. La historia le rendirá el merecido reconocimiento a su gestión humanitaria.
7. Ante la infamia uribista y como desagravio al presidente Chávez, a la senadora Piedad Córdoba y a los familiares de los prisioneros, aceptamos su llamado a liberar a la doctora Clara Rojas, a su pequeño Emmanuel y a la doctora Consuelo González de Perdomo como muestra incuestionable de la esperanza que habíamos depositado en su papel facilitador.
Ellas y Emmanuel deberán ser recibidas por el presidente Chávez o por quien él designe, en circunstancias tales que se evite bajezas uribistas como las sucedidas con las “pruebas de vida”. La orden para liberarlas en Colombia, ya ha sido impartida.
Secretariado del Estado Mayor Central.
FARC-EPDiciembre 9 del 2007.

La opinión del guero Castañeda

El amparo/Jorge G. Castañeda
Reforma, 2/01/2008;
Como es sabido, hace un par de semanas un grupo de escritores, académicos y demás argüenderos, convocados por Federico Reyes Heroles y representados legalmente por Fabián Aguinaco, interpusimos un amparo contra la reforma de la fracción tercera del artículo 42 constitucional, reforma aprobada por el Congreso en el marco de las modificaciones a nuestras leyes electorales. Más allá de dudas abstractas y válidas (¿se puede amparar alguien contra la Constitución?, ¿cómo se determina la constitucionalidad de la Constitución?) y del acuerdo que muchos de los firmantes hemos manifestado con una de las partes medulares de la reforma, a saber, la prohibición de la compra de tiempo-aire por los partidos políticos, el sentido del amparo en lo que a mí respecta es muy claro. Se trata de impedir la colocación de un candado más ante la entrada de terceros a la arena electoral.
Los partidos mexicanos, o la partidocracia, han hecho de la arena electoral un coto de caza cerrado. Sólo ellos pueden competir -no hay candidaturas independientes-, sólo ellos pueden disfrutar de las prebendas que ellos mismos se otorgan -es extraordinariamente difícil crear un partido- y dichas prebendas son de tal magnitud que impiden cualquier competencia verdadera. No es por nada que desde la formación del PRD en 1989 no ha surgido un solo instituto político nuevo y verosímil en México. Y conviene recordar que el propio PRD tuvo que emerger de las cenizas del PMS, ya que le resultó imposible a Cuauhtémoc Cárdenas cumplir con los requisitos para la formación de un nuevo partido.
Ahora bien, sé que todos los adoradores nacionales de la partidocracia insisten de manera incesante que no hay democracia sin partidos. Es cierto, pero la tendencia en el mundo entero descansa justamente en los contrapesos: la democracia no puede ni debe reducirse a los partidos. Si cada estamento de la sociedad ve limitado su ámbito de acción a su vocación principal, terminas con una sociedad muerta: los partidos hacen política, los estudiantes estudian, los artistas cantan y pintan, los empresarios hacen dinero y los trabajadores... trabajan. Lo que las democracias modernas buscan y necesitan es que todos hagan política, electoral, por supuesto, pero no sólo electoral, aunque inevitablemente en democracia se tiene que desembocar en lo electoral. Las reformas a la Constitución y al Cofipe reducen el espacio de la política, reservándolo aún más que antes a los partidos.
Por eso se antoja especialmente acertado el argumento a favor del amparo que le escuché a Joel Ortega Juárez, uno de los firmantes virtuales, o adherentes posteriores del amparo. Ante quienes alegan que la prohibición de compra para terceros va dirigida contra "los ricos" y por tanto se justifica a la luz de los acontecimientos de 2006, Ortega responde que también le cierra el camino a "los pobres", es decir a todo los que podríamos llamar la sociedad civil organizada. Sólo que "los ricos" siempre encontrarán la manera de darle la vuelta a la restricción -"comprando" entrevistas, poniendo un YouTube mexicano, etcétera- mientras que los "pobres" -movimientos estudiantiles, indígenas, de género, sindicatos democráticos, si algún día los hay, asociaciones religiosas, etcétera- verán más cerrado que nunca el camino a la representación electoral.
Se podrá objetar que pueden perfectamente manifestarse en televisión y en radio fuera de los periodos electorales, pero precisamente de lo que se trata es que puedan hacerlo también, y yo diría principalmente, cuando el país -o el estado, o el municipio- decide quiénes deben sus gobernantes y representantes. No podrán expresarse las organizaciones de la sociedad civil a favor o en contra de un candidato o de un partido, salvo a través de un partido. No podrán apoyar a un candidato o tratar de frenarlo, salvo a través de un partido. No podrán exigirle definiciones, compromisos o rechazos a candidatos o a partidos, salvo a través de un partido. Si a alguien le parece que todo esto favorece a la democracia en lugar de restringirla, que por favor lo expliquen para los que no entendemos.
El amparo interpuesto puede o no prosperar, encierra o no inconvenientes secundarios o no deseados, y puede o no parecerse a otros amparos solicitados por organismos empresariales. Como todo en esta vida, es imperfecto. Pero es mucho mejor que su contrario, es decir, dejar pasar una reforma que partidiza, que circunscribe y vuelve más excluyente que nunca la arena electoral. Es un buen amparo, contra una mala reforma.

Georges Smiley´s War

George Smiley´s War/Donald Gregg, a career Central Intelligence Agency officer from 1951 to 1982, after which he served as national security adviser to Vice President George H.W. Bush, U.S. ambassador to South Korea and chairman of the Korea Society
THE WASHINGTON POST, 31/12/07;
Many years ago I was given the job of making the final payment to a foreign diplomat who had worked as a recruited agent for the CIA. With the man’s retirement, his covert relationship with the agency was ending. The old agent was in an expansive mood when we met, and he told me how much he valued his work for the CIA, not just because it had paid for his children’s educations. The information he had passed along about his country and resulting U.S. actions “had stopped us from doing all kinds of stupid things,” he said.
Today, such a conversation would be unlikely for many reasons, chief among them the current reputations of the CIA and of the United States itself. Our bungling of intelligence assessments before the invasion of Iraq and our mismanagement of the occupation; our continued unwillingness to talk to those with whom we disagree; and other missteps, including the mishandling and destruction of detainee interrogation tapes, have shrouded the White House, the Pentagon and CIA headquarters in an aura of incompetence.
In the name of the “war on terror,” we have abandoned the moral high ground on issues such as prisoner detention, torture and rendition. The Bush administration has become so obsessed by the Sept. 11 attacks that, as former deputy secretary of state Richard Armitage puts it, we are exporting fear, not hope.
The targets and primary requirements of intelligence agencies change with time. Today’s targets are tougher and more dangerous than anything I had to deal with. I worked primarily against the Soviets and the Chinese, and violence was rare. Today’s case officers put their lives on the line as they pursue al-Qaeda and other terrorist groups. The draconian positions taken by the Bush administration make case officers’ lives harder, not easier. The nightmarish images from Abu Ghraib and Guantanamo are bitter obstacles to the development of dialogue with potential recruits and make the threat of capture by Muslim fanatics all the more horrendous.
Others who have worked in and studied the intelligence world have suggested taking steps to reinvigorate our intelligence and security community. Earlier this year, Richard Dearlove, the retired director of Britain’s MI6 intelligence service, said that at the CIA “there are already solid foundations on which to rebuild” but that this will be a 10-year process. There are no quick fixes, he warned. Tim Weiner, author of the excellent CIA history “Legacy of Ashes,” spoke in a television interview of the critical need for talented young people, with linguistic skills and a sense of history, to be willing to contribute years of anonymous service to their country.
Fortunately, such people exist. I frequently talk on college campuses and always refer positively to my 31 years with the CIA. Almost inevitably, a student waits after my talk to quietly express interest in becoming an intelligence officer. I encourage all such young people to learn a foreign language, read history and get some overseas experience.
Within the CIA itself, positive steps are already being taken. The current director has quietly brought back into the service some highly experienced, senior people forced out by his predecessor, Porter Goss. And George Tenet’s unfortunate “slam-dunk” remark about Iraqi weapons of mass destruction should not obscure his solid, morale-restoring achievements, particularly in Afghanistan, during his long tenure as CIA director.
The CIA has had many ups and downs during its history. The late Meg Greenfield, the former editorial page editor of The Post, wrote a column in Newsweek, “The CIA Without Romance,” in 1975 in which she dismissed former director Allen Dulles (as does Weiner in his book) by saying that “in Dulles the potential for disaster is everywhere apparent.” She referred to Bill Colby, then the director, as “presiding over one of the great organizational wrecks of our time, a vast secret intelligence agency that has endured a veritable tornado of blown cover, and which is trying to get in line with a sudden demand for public accountability.” (Sound familiar?)
In the end, as Greenfield voiced hope for the CIA’s revival, she chose John le Carr¿’s fictional hero, George Smiley, as embodying the key virtues of intelligence work. She wrote: “George Smiley has it all, and has it all just right: a fanatical commitment to the inspection of reality, a corollary distaste for daydream and drama, a willingness to make moral distinctions and an understanding of what the practical limits are.” Le Carr¿ was a British intelligence officer who served in Germany in the early days of the Cold War. He knew what he was writing about.
As we move into a new year and further into this tumultuous new century, we will need attributes such as Smiley’s to best assess foreign threats. When we at last accurately perceive the nature of terrorist challenges, we will recognize that effectively dealing with them is largely a job for intelligence officers and paramilitary specialists. Such people, skillfully employing the scalpels of deep insight and, if necessary, excision, are far better guardians of our national security and our global reputation than those who indiscriminately wield the broadswords of threat, force, torture and death.