29 jul 2008

Entrevista a Joaquín Villalobos



Juan Carlos Iragorri* entrevista para Semana.com a Joaquín Villalobos, ex jefe de la guerrilla salvadoreña y actual académico en Oxford.
Pocas personas en el mundo saben tanto de las guerrillas como Joaquín Villalobos. Este salvadoreño, que en los años 80 fue el líder de una de las facciones más fuertes del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), no sólo tuvo en jaque al ejército de su país sino que tomó la decisión de desmovilizarse y hacer la paz. Luego empacó maletas y viajó a la Universidad de Oxford, donde se dedica a la investigación desde hace más de diez años. Aquí están sus opiniones sobre sobre la situación actual de las FARC.
-Después de la muerte varios de sus líderes y el golpe de la operación “Jaque” que logró el rescate de 15 secuestrados, incluida Ingrid Betancourt, ¿qué tan debilitadas pueden estar las FARC?
-No importa cuántos combatientes y armas tengan todavía, las guerras se ganan en el terreno moral cuando se quiebra la voluntad de combate del contrario. Sobran ejemplos de ejércitos que se han derrumbado cuando aún tenían mucha fuerza: Estados Unidos en Vietnam, la Guardia de Somoza en Nicaragua, y otros. Las FARC están moralmente en bancarrota, ya no combaten ofensivamente, sus hombres se rinden en masa, y sus jefes se están muriendo de viejos o son dados de baja por las fuerzas militares y hasta por sus propios combatientes.
Sus líderes han perdido terreno, son políticamente odiados por los colombianos, ya no tienen comando y control, y el rescate les quitó lo único que les daba vigencia nacional e internacional.
-El secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, dijo el lunes de la semana pasada en Madrid que llegó el fin de la guerrilla. ¿Está de acuerdo?
-En realidad el conflicto está técnicamente en fase de posguerra. Hay mucho más desmovilizados que alzados en armas, la acción militar es cada vez más quirúrgica, la política de reconstrucción social requiere ser cada vez más masiva y la política partidista está volviendo a la normalidad. Lo que pasa es que, en un conflicto como el colombiano, no habrá un final formal sino un final diluido.
-El diario madrileño El País no descarta que las FARC, para demostrar que aún tienen fuerza, puedan recurrir a un atentado terrorista, y el ex presidente Andrés Pastrana teme que inicien una serie de secuestros selectivos. ¿Qué piensa de esos puntos de vista?
-Seguro que las FARC lo han pensado, lo han intentado y lo seguirán intentando. No lo han hecho porque no pueden, no porque no quieren. Para hacerlo necesitan organización urbana y en ese terreno se han debilitado mucho, además hay que recordar que las FARC han sido un movimiento más rural que urbano. Es difícil que haya secuestros o atentados terroristas, pero, si llegaran a ocurrir, no importa el ruido o daño que causen, serían estratégicamente irrelevantes. El deterioro moral en los militantes de las FARC no se detendrá con atentados que, por otro lado, los haría más impopulares.
-La revista The Economist dijo en un editorial que si el presidente Álvaro Uribe quiere una victoria política total frente a las FARC, debe ofrecerles una amnistía a los líderes de esa guerrilla si liberan a todos los secuestrados, dejan las armas y abandonan el narcotráfico. ¿Tiene razón The Economist?
-En Colombia se ha ganado terreno militarmente, se mantiene el acoso y se está golpeando sistemáticamente a la cabeza. Eso es verdad. Pero la forma más efectiva de acelerar el deterioro moral de las FARC es con ofertas políticas generosas. Para reducir la pérdida de sangre de colombianos hay que aumentar la dosis de perdón.
-¿Debe el gobierno tomar la iniciativa y proponerles una negociación a las FARC, o es mejor que esperen a que la guerrilla dé el primer paso?
-Las FARC ya no coordinan ni comandan. Eso se ve desde diciembre pasado cuando embarcaron al presidente venezolano Hugo Chávez con lo del niño y se confirmó con el reciente rescate. Una negociación como la que intentó el presidente Pastrana ya no sería ni posible ni eficaz. Las posibilidades de una negociación formal y nacional se han vuelto muy difíciles porque las FARC se han debilitado en extremo y ya no pueden controlar a su gente. De nada serviría reunirse con delegados de las FARC en París si no tienen capacidad de mando sobre los que están en el país. Coordinar las decenas de frentes que dicen tener es imposible bajo el acoso que están sufriendo y darles tregua para que se puedan coordinar sería una terrible ingenuidad. Lo más seguro es que se produzcan negociaciones fraccionadas con frentes o grupos, incluidos los dirigentes y campamentos que están en el exterior. La iniciativa debe tomarla el gobierno, que posee el control y tiene la ventaja. Del lado de las FARC sería mejor darles la oportunidad a quienes se quieran salir de la guerra. Posiblemente una parte importante de los dirigentes de las FARC e incluso de sus combatientes se encuentren en los países vecinos, donde podrían convertirse en delincuentes o narcotraficantes. A ellos también debería el gobierno colombiano, conjuntamente con Venezuela y Ecuador, hacerles una oferta política para que se desmovilicen. En Centroamérica, los contras nicaragüenses que operaban desde Honduras fueron desmovilizados por un acuerdo entre los dos países.
-¿Serviría una mediación internacional con la guerrilla en las actuales circunstancias?
-Siempre puede ser útil para desmovilizar, por ejemplo, el frente externo o los campamentos que están en países vecinos, lo mismo que para dar garantías a grupos grandes que se quieran reintegrar en el interior del país. Lo que no se puede pretender es un escenario como el de la zona de distensión. Esa oportunidad la desperdiciaron ellos. Para las FARC, negociar ahora no puede significar mucho reconocimiento, ni mucho tiempo, ni muchas exigencias.
- ¿Se imaginó hace diez años la situación actual de las FARC?
-Hace diez años no pero, luego de que desaprovecharon la generosa oferta y reconocimiento que les hizo el presidente Pastrana, me quedó claro que terminarían derrotadas. Las FARC nunca tuvieron posibilidad de ganar la guerra: simplemente sobrevivían, el dinero de la droga los sacó de su letargo, retaron al Estado, y perdieron. En el año 2003 escribí un artículo que publicó SEMANA titulado ‘¿Por qué las FARC están perdiendo la guerra?’. Sostuve que no tenían posibilidades de ganar y que terminarían mal, tal como está ocurriendo ahora. Las FARC están acabadas, pero es obvio que el mito seguirá vivo mucho tiempo más. Colombia ha vivido demasiada violencia y seguirá teniendo pesadillas.
* Periodista. Ha sido redactor de El Siglo y El Tiempo; director de la oficina en Bogotá de El País de Cali, y jefe de redacción de Cromos y Semana. Ha colaborado con la revista Diners y con el diario madrileño El País. En 1994 viajó a Washington y un año más tarde a Madrid, donde fue corresponsal de El Tiempo hasta 2001. Fue fellow de la Fundación Reuters en la Universidad de Oxford.

La jueza Navanethem Pillay


La Asamblea General de la ONU aprobó -este lunes 28 de julio- por consenso la designación de la jueza sudafricana Navanethem Pillay como la nueva alta comisionada de Derechos Humanos, en sustitución de la canadiense Louise Arbour.
Pillay, fue nominada por el secretario general Ban Ki-Moon.
Se desempeña actualmente en la Cámara de Apelaciones de la Corte Penal Internacional. asumirá el nuevo puesto el 1 de septiembre y por un periodo de cuatro años.
Nacida en 1941 y descendiente de tamiles, Pillay también cumplió funciones en el Tribunal Internacional para Ruanda. En ese cargo jugó un papel clave en las decisiones que definieron la violación como un arma de guerra institucionalizada y un crimen de genocidio.
¡Felicidades por su nombramiento jueza!

¡Guanajuatizar México!

"Yo vengo a hacer un compromiso, vengo a decirles que me comprometo ante ustedes con sus victorias, con su historia, con su gobierno, pero sobre todo con los panistas y los ciudadanos libres de Guanajuato, me comprometo en 2009 a guanajuatizar el país.
¡Viva Acción Nacional! ¡Viva Guanajuato! ¡Viva Vicente Fox! ¡Viva el presidente Felipe
Calderón! ¡Viva Guanajuato panista! ¡Viva México!" Germán Martínez en el Poliforum León, 26 de julio.
¡Orale!
Columna PLAZA PÚBLICA/Guanajuatizar a México
Guanajuatizar a México
Publicado en Reforma 29/07/2008;
El dirigente nacional panista convirtió en verbo el nombre de Guanajuato de donde se desprende que impulsará en el país un gobierno como el local. Dios nos ampare si ésa es la intención, rogarán alarmados quienes allí padecen al PAN
Francamente corrido a la derecha, el jefe nacional panista Germán Martínez anunció en León que se propone "guanajuatizar" a México. Es, según el destinatario, una promesa o una amenaza. Aun como oferta, transformar al país entero en una réplica de Guanajuato indicaría, en el mejor de los casos, el retorno al tiempo del partido único, del carro completo y, muy probablemente, de la manipulación electoral.

Sectas satánicas

Sectas satánicas y discriminadores natos/ Roberto Blancarte
Publicado en Milenio Diario, Martes, 29 Julio, 2008;
Como si me quisieran dar la razón, después de haber escrito el martes pasado acerca de las actitudes discriminatorias que hay en muchos de nosotros, a lo largo de la semana han surgido una serie de notas y declaraciones que invocan la Inquisición moderna. El viernes MILENIO publicó en primera plana una nota sobre “Ritos satánicos en abusos a niños”, y se dice en el mismo encabezado que, de acuerdo con el Instituto Nacional de Pediatría “proliferan casos en Oaxaca, Chiapas, Tabasco y Guerrero”. Ya en las páginas interiores, Blanca Valadez reporta de manera más detallada la investigación del INP y queda claro que en uno por ciento de los casos se han hallado indicios de ritualismo satánico, de acuerdo con un libro de su director, Arturo Loredo Abdalá, titulado Maltrato en niños y adolescentes. Hasta allí, todo bien. Si acaso uno podría criticar un cierto sensacionalismo periodístico, pero dada la gravedad de los hechos y la importancia de señalar el fenómeno del difundido maltrato a los menores, la cuestión me parece más que justificable. Estaríamos hablando de un universo total de 32.4 millones de niños, de los cuales 3.2 millones serían entonces maltratados y de estos habría 32 mil niños involucrados en rituales satánicos.

Inquisidores en Oaxaca



Ahora contra los seguidores de la Santa Muerte.
Sectas satánicas y discriminadores natos/ Roberto Blancarte
Publicado en Milenio Diario, Martes, 29 Julio, 2008;
Como si me quisieran dar la razón, después de haber escrito el martes pasado acerca de las actitudes discriminatorias que hay en muchos de nosotros, a lo largo de la semana han surgido una serie de notas y declaraciones que invocan la Inquisición moderna. El viernes MILENIO publicó en primera plana una nota sobre “Ritos satánicos en abusos a niños”, y se dice en el mismo encabezado que, de acuerdo con el Instituto Nacional de Pediatría “proliferan casos en Oaxaca, Chiapas, Tabasco y Guerrero”.
Ya en las páginas interiores, Blanca Valadez reporta de manera más detallada la investigación del INP y queda claro que en uno por ciento de los casos se han hallado indicios de ritualismo satánico, de acuerdo con un libro de su director, Arturo Loredo Abdalá, titulado Maltrato en niños y adolescentes. Hasta allí, todo bien. Si acaso uno podría criticar un cierto sensacionalismo periodístico, pero dada la gravedad de los hechos y la importancia de señalar el fenómeno del difundido maltrato a los menores, la cuestión me parece más que justificable. Estaríamos hablando de un universo total de 32.4 millones de niños, de los cuales 3.2 millones serían entonces maltratados y de estos habría 32 mil niños involucrados en rituales satánicos.
Pero las cosas son más complejas. Cuando yo veo este tipo de noticias, dos pensamientos me vienen a la cabeza: el primero es que por supuesto las “autoridades competentes” tendrían que poner más atención a estos casos, pues si ya han sido reportados de alguna manera al Instituto Nacional de Pediatría o al autor del mencionado libro, quiere decir que hay indicios suficientes para comenzar una investigación.

El segundo pensamiento es que, desafortunadamente, este tipo de casos vendrá seguramente a alimentar una mentalidad de por sí discriminadora en buena parte de nuestra población, y por lo tanto entre muchos de nuestros funcionarios. La reacción de los de Oaxaca fue inmediata y al principio parecía muy adecuada.
Según el propio MILENIO, Mario Alberto Guzmán Castreana, titular encargado del área de gobierno y asuntos religiosos, habría indicado que no hay evidencias de quejas sobre la presencia del algún culto satánico. Habría dicho además de manera muy pertinente: “De haber algún caso se hubiera intervenido, pues independientemente de que se trata de un culto, se estaría constituyendo un delito grave tras incurrir en acciones de sadismo, perversión, tortura y pornografía en prejuicio de un menor”. Perfecto. Es decir, más allá de si se trata de algún culto, cuando hay delitos que perseguir, se persiguen y punto. Eso, en teoría, debería de evitar cualquier riesgo de discriminación en contra de otros cultos que podrían parecer extraños a la población (como la santería o la brujería) y que sólo por ello son objeto de discriminación, por la gente misma o por las autoridades.
Pero, ¡oh, no!, era demasiado bueno para ser verdad. Inmediatamente después, el mismo funcionario afirmó que recientemente el gobierno estatal emitió una prohibición legal para celebrar actos de santería y brujería alusivos a la Santa Muerte. Se habría incluso hecho llegar a las autoridades municipales en los 570 ayuntamientos de la entidad para que se realicen operativos y “rondines de vigilancia” para evitar cualquier acto litúrgico basado en la figura de la Santa Muerte. Y el funcionario indica, además, que dicha determinación se habría tomado luego que la Secretaría de Gobernación anunciara la cancelación del registro a la Iglesia tradicional Mex-USA.
Las confusiones son muchas y tan peligrosas como los problemas que quiere evitar. Ignora, de entrada, dicho funcionario que la cancelación o pérdida de registro de una asociación religiosa no significa que dicha agrupación esté fuera de la ley. De hecho, no es obligación de las organizaciones religiosas el estar registradas ante Gobernación y el derecho de las personas a creer en lo que quieran o agruparse para realizar sus cultos no disminuye por el hecho de estar o no registradas. Así que el Estado no tiene por qué andar erradicando cultos. Si alguno de ellos viola la ley, que se le aplique y basta. Ahora que se habla tanto de “libertad religiosa”, habría que ver si las jerarquías de otras iglesias, particularmente de la católica que tanto la defiende, están dispuestas a defender este derecho en todas las agrupaciones de creyentes, aunque estén en desacuerdo y les disgusten las creencias de éstas.
Nuestros funcionarios, desafortunadamente, siguen actuando como fieles vigilantes de la Iglesia católica. Así, el mencionado titular del área de gobierno y asuntos religiosos, quien debería garantizar el trato igualitario a todas las creencias y agrupaciones religiosas, se refiere a “sectas religiosas protestantes”, o “sectas budistas” o “sectas musulmanas” y habría calificado de peligroso el advenimiento de las mismas. O sea, el funcionario en cuestión no sólo sigue usando el término peyorativo de “sectas”, sino que las considera incluso peligrosas. Y no sólo confunde la cancelación del registro con estar fuera de la ley, sino que ha emprendido campañas para erradicar ciertos cultos. Parecería que estamos en los tiempos de la Inquisición, pero ahora los santos tribunales están presididos por funcionarios civiles de un Estado laico.
blancart@colmex.mx

El Ejército a las calles en Italia

Nueva medida del gobierno de Berlusconi supuestamente para combatir la criminalidad, pero no, ¡es fundamentalmente en contra de los indocumentados! procedentes de Africa.
A partir del lunes 4 de agosto las principales ciudades de Italia serán custodiadas por 3,000 militares; dos mil serán desplegados en las zonas que registran índices más elevados de criminalidad. La mitad de éstos supervisarán los centros temporales de permanencia para inmigrantes y sus alrededores. Los 1,000 militares restantes patrullarán las calles en función de las necesidades.
El mayor despliegue se realizará en las urbes más grandes y consideradas especialmente vulnerables, como Roma, Milán y Nápoles, entre otras.
Los soldados patrullarán junto a las fuerzas del policía y vigilarán objetivos sensibles, como embajadas o monumentos, y centros de identificación de inmigrantes ilegales. También ayudarán a resguardar áreas como el Vaticano, la catedral de Milán, las estaciones de trenes y otros "objetivos sensibles" de ataques terroristas.
Los 3,000 militares pertenecen al Ejército, la Marina, Carabineros y la Aeronáutica militar.
La presencia del Ejército en las calles fue incluida en una enmienda aprobada por el Parlamento al decreto de ley sobre seguridad redactado por el Gobierno conservador de Silvio Berlusconi. Esta medida se suma a la de declaración del estado de emergencia, decretado la semana pasada, en vista del aumento del flujo de inmigración ilegal, que da a las autoridades más poder para afrontar este problema.
La medida tendrá una vigencia de seis meses, y después de una evaluación se decidirá si se prorroga medio año más.
Han entrado ilegalmente a Italia durante este año 10,611 personas, frente a las 5.378 en el mismo periodo del año pasado; una parte importante de ellas provienen de Somalia y Eritrea, y concentran su llegada en regiones del sur como Calabria o Sicilia.
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Emergencia ¿en Italia o en Africa?/Jesús López-Medel, abogado del Estado. Expresidente de la Comisión de Derechos Humanos, Democracia y Ayuda Humanitaria de la Asamblea de la OSCE
Publicado en EL PERIÓDICO, 29/07/2008;
Es muy expresivo que el Gobierno italiano haya declarado la situación de emergencia en el país como consecuencia de la persistencia de la llegada de inmigrantes procedentes de África. Aseguro, querido lector, que he tenido que leer dos veces el titular de la noticia para saber si la declaración de emergencia es para proteger a los italianos o acaso se refiere a quienes viven en condiciones tales de opulencia y lujo en el continente negro que deciden dar una vuelta para airearse por la Europa civilizada.
Siempre nos quedarán los recuerdos del imperio romano, en el que a los derechos de los cives (ciudadanos) se unía un reconocimiento del derecho de gentes a los procedentes del exterior. Precisamente, el derecho romano concedía ciertas garantías y derechos a los originarios de lugares lejanos. La comentada resolución del Gobierno actual no está en esa dirección. Teóricamente, se supone (pues hay silencio) que tampoco va en la línea de las ideas originarias de la cristiandad, cuya capitalidad oficial está recluida en el Vaticano.
COINCIDIENDO con nuestra fiesta local (y universal) de Santiago, el Gobierno vecino de un país también mediterráneo ha decidido “cerrar Italia” a los invasores que molestan. Esta semana, el asunto se debatirá en el Parlamento, órgano legislativo menos anodino que nuestras cámaras y con un ambiente en el que la pasión por la política se combina a veces con la expresividad genuinamente italiana.
La emergencia declarada en toda Italia supone la suspensión de derechos constitucionales y la posibilidad de sacar el Ejército a la calle. Esto, en los países democráticos de nuestro entorno, solo lo hemos visto en los últimos tiempos para hacer tareas humanitarias ante casos de catástrofes naturales, pero no para la represión de derechos, ni siquiera de quienes no son ciudadanos del imperio. Ahora, en Italia, si la medida fuese (cosa improbable) efectiva, podríamos ver escenas amables en las que las tropas de las valientes legiones italianas se aplicarían con todo el peso de la ley en poner en su lugar –esto es, fuera de nuestra civilización– a aquellos que se atreven a incomodarnos.
Es indudable que todo el mundo (y no solo la España de Zapatero) vive una situación de crisis económica que golpea a todos. Pero, particularmente (¡es la historia de siempre!) a los menos favorecidos. La crisis financiera, pero también la energética y la alimenticia, nos afecta a los del primer mundo. Pero de ahí a declarar la situación de emergencia en todo un país porque durante el año han entrado ilegalmente 10.611 personas, frente a las 5.378 en el mismo periodo del año pasado, va un abismo. Una parte importante de ellas provienen de Somalia y Eritrea, y concentran su llegada en regiones del sur como Calabria o Sicilia, donde ya estaba declarada la situación de emergencia. No obstante, desde el viernes rige en todo el país, incluidas las zonas muy prósperas del norte, en las proximidades de la imaginaria rodilla del atlas que es la vecina Suiza.
Es ciertamente Italia un país muy acogedor, cuyas gentes gozan (incluso más tras el partido de cuartos de la Eurocopa de fútbol) de nuestra simpatía, afecto y admiración. Tierra de genios y también de excelsos cómicos, que se han ocupado de artes escénicas y otras nobles actividades. Sin embargo, este gran cariño no impide que en voz baja (un estilo tan poco hispano e itálico) nos preguntemos si es proporcionada o, por el contrario, muy excesiva la decisión inicial del Gobierno de Roma.
Aunque lo olvidemos a veces, quienes llegan no son sino personas (sí, seres humanos) que huyen de la miseria y la pobreza extrema de sus países. En sus lugares de origen solo pueden encontrar desesperanza. Durante años han estado en sus propios guetos, hasta que la venta del falso glamur que les trasmitían los medios de comunicación de aquí les ha llevado a buscar simplemente una oportunidad para no morirse de hambre y de angustia. Si a nosotros nos golpea la crisis entre otras cosas en el precio de los alimentos básicos, es fácil imaginar cómo para ellos, con unas agriculturas llenas de barreras impuestas desde aquí, es muchísimo más dura la situación.
HA PASADO la época del “papeles para todos”. Nadie defiende ya eso. La mayoría (salvo los extremistas xenófobos) está por reforzar los mecanismos de control e integración, pero no por llegar a extremos que, pretendiendo evitar el efecto llamada, provoquen consecuencias tan ridículas como excesivas y peligrosas. Poco más que una legión de Espartacos dispersos buscando su propia subsistencia no pone en riesgo a todo un Estado. Por ello, este no debe errar las decisiones y sí, por el contrario, intentar coordinarlas con el resto de países de lo que es, hoy, el imperio europeo (con permiso de EEUU).Pero hay algo que todos podríamos hacer: declarar la situación de emergencia en África por las condiciones de vida de aquel continente. Las cifras escandalosas de millones de muertos solo por hambre deberían golpear nuestras civilizadas conciencias. Así, aunque fuese por egoísmo, invirtiendo en proyectos viables en sus lugares de origen, evitaríamos que nos molesten, y no tendríamos que llegar a los excesos de declarar la emergencia aquí en lugar de hacerlo allá.

Rafael Correa

Rafael Correa metió la mano en la asamblea/Joaquim Ibarz, correponsal de La Vanguardia.
Publicado en La Vanguardia (www.lavanguardia.es), 29/07/2008;
Ecuador inicia otra etapa de incertidumbre con la aprobación irregular y apresurada (en una sola noche se refrendaron 33 artículos) del proyecto de Carta Magna. De inmediato se ha planteado una dura polémica por la intervención del presidente Rafael Correa en la modificación del texto aprobado días antes por la Asamblea Nacional Constituyente (ANC). Los diputados del movimiento oficialista Alianza País aceptaron los dictados del ejecutivo y, valiéndose de sus aplastantes mayorías, rediseñaron en las últimas 24 horas la Constitución que debe marcar la vida de los ecuatorianos.
Los ecuatorianos comenzarán ahora a conocer el contenido de los 444 artículos que conforman la nueva Carta Magna, entre los que se incluyen los referentes a la reelección inmediata, un hecho inédito en el inestable país andino en el que en los últimos diez años ningún presidente constitucional logró completar su mandato. Tal como hizo el presidente venezolano Hugo Chávez en 1999, en su primer año de mandato, Correa dio instrucciones a sus diputados constituyentes para que redactaran normas a su plena conveniencia; con la conocida fórmula de "yo me lo guiso, yo me lo como", podrá cumplir diez años en la presidencia (aunque de momento sólo hay una reelección, no se tendría en cuenta la votación del 26 de noviembre de 2006 que le llevó al palacio de Carondelet, casa de gobierno; la Constitución actual no permite un segundo mandato). Y si copia a su incómodo vecino Álvaro Uribe, podría seguir indefinidamente en el poder con sucesivos cambios constitucionales que permitirían nuevas reelecciones.
Correa se ha mostrado como un discípulo aventajado de Hugo Chávez. Afianzado en una sólida popularidad, sin tener enfrente una oposición con credibilidad y con un mínimo de influencia, el presidente ecuatoriano ha seguido fielmente la hoja de ruta trazada desde Caracas, sin caer en las torpezas del boliviano Evo Morales, que tiene la Constitución empantanada. Como ocurre en Venezuela y en Bolivia, la reelección es un punto fundamental del nuevo texto constitucional. Una vez más, en Ecuador se ha olvidado que las constituciones nacidas de la imposición no generan adhesión y subsisten mientras dura el poder, siempre finito, de sus mentores de turno.
Correa se asegura el control de todos los poderes
Correa ha recurrido a artimañas políticas que tanto ha criticado para que todas las instancias del Estado queden sometidas al ejecutivo. Con la nueva redacción de la Carta Magna, el presidente se asegura el control de los poderes del Estado y acota el margen de maniobra de partidos y políticos opositores. Los críticos al Gobierno destacan que los cambios dictados por Correa a los constituyentes pretenden favorecer el autoritarismo y prorrogar ilegalmente el funcionamiento de la ANC. También se echa en cara al presidente que menospreció el papel de la Asamblea al inducir que se modificara la redacción de artículos ya aprobados. El escándalo ha sido mayúsculo. Antes de ser aprobada o rechazada en el referéndum convocado para el 28 de septiembre, la Constitución ya es seriamente cuestionada.
Rubén Darío Buitrón, analista político del diario "Expreso" de Guayaquil, comenta a este periódico que el presidente Correa envío a su principal asesor jurídico (un conocido hombre de derechas) a "pulir" el texto constitucional, que después remitió al plenario sin previo conocimiento de la mayoría de asambleístas. "Es decir, recalca Buitrón, algunos textos ya aprobados en debate final fueron "maquillados". En realidad, muchos artículos se parecen más a una declaración de cómo debiera ser el país ideal que a un conjunto de normas constitucionales".
El diario "El Universo" de Guayaquil, el de mayor tirada del país, denuncia que los ecuatorianos aún no saben qué proyecto de Carta Magna aprobó la Asamblea Nacional Constituyente (ANC), si el que se discutió y redactó en las comisiones y plenarios o el que el presidente Correa indujo a modificar en los últimos días; algunos capítulos habrían sido alterados en forma sustancial. El texto oficial que constaba en la página web de la Asamblea no será el que se distribuirá a los ciudadanos en las próximas semanas, sino otro distinto. "El Universo" denuncia que los ecuatorianos no conocen quién fue el autor de esas modificaciones de última hora, ni con qué atribución legal se hicieron. "La historia reclamará que se registre quiénes y dónde alteraron el proyecto de nueva Carta Magna", plantea el periódico.
Sensación compartida de estupor y fatalidad
La alteración por indicación del presidente Correa del texto constitucional ya aprobado ha causado consternación en sectores independientes de Ecuador. El analista económico Ramiro Crespo declara a "La Vanguardia" que "en Ecuador hay sensación de desasosiego porque somos víctimas de una descarada manipulación. Ya ni les ha importado guardar las apariencias, estamos en un régimen dictatorial. Hay una sensación compartida de estupor y fatalidad. En el referéndum de septiembre probablemente ganará el sí, Correa barrerá con una propaganda masiva. Mantendrá contenta a la gente de Quito que al ser vecina del palacio presidencial es la que bota (echa) a los presidentes".
La confusión causada por los cambios postreros que sufrió el proyecto constitucional delata la falta de transparencia del proceso. El presidente Correa es criticado por meter la mano, y los pies, en las últimas sesiones de la Asamblea. Se achaca a la ANC no haber sabido mantener la dignidad institucional, ya que ha dado la impresión de ser una especie de marioneta manejada desde el ejecutivo. Varios asambleístas denuncian que la fuerte injerencia ejercida desde el palacio de Carondelet sobre la ANC alteró varios artículos de la Constitución que ya estaban aprobados en plenario.
El comentarista Juan Carlos Calderón dice en el diario "Expreso" de Guayaquil que las últimas horas de la Asamblea han sido muy ilustrativas.
"Un Presidente –escribe Calderón- dictando cátedra a los asambleístas, antes de aprobar los textos definitivos. El secretario jurídico de la presidencia, arreglando los textos en el propio seno de la Asamblea en la noche final de la constitución. Solo 72 de 130 asambleístas levantando la mano para aprobar el documento. Un disidente Alberto Acosta, que se había convertido en la conciencia moral de Alianza País, solitario, enviando mensajes electrónicos para poder ser escuchado. Un Rafael Correa acusando a sus coidearios de traidores e infiltrados, por cometer el pecado de discrepar".
La confusión llegó al extremo de que el ex presidente de la Asamblea Alberto Acosta, brazo derecho de Correa hasta que dimitió por pretender mantener la independencia de los constituyentes, se mostró sorprendido cuando le indicaron que el texto definitivo de un artículo determinado no coincidía con la versión final que él había aprobado.
El ex presidente Lucio Gutiérrez, derrocado por un golpe de Estado el 20 de abril de 2005 (Rafael Correa formó parte como ministro de Economía del primer gobierno del golpista Alfredo Palacio), señaló que "cuando a una persona se le dan demasiados poderes y no tiene quien le controle, es tremendamente nocivo para un país y mucho más grave con una personalidad prepotente, como la del presidente Correa". Gutiérrez rechaza la nueva Constitución porque "queremos un presidente democrático y no un monarca en el poder'.
"Una verdadera dictadura, un atropello democrático"
"Lo aprobado a última hora es una verdadera dictadura, un atropello antidemocrático, un vejamen e irrespeto al pueblo que votó por un sueño de cambio", dijo Cristina Reyes, asambleísta del Partido Socialcristiano. Por su parte, el analista Francisco Cuesta afirma que la actuación del presidente Correa "fue desvergonzada, corrigiendo, tachando, suprimiendo, intercalando, vaciando, llenando, conceptuando, tajando, hiriendo y mintiendo con el frenesí que el tiempo requería; esa debe haber sido la tónica de la injerencia gubernamental durante la redacción del texto constitucional".
Los editoriales de la prensa de Quito y Guayaquil denuncian que en las últimas sesiones de la Constituyente se puso en evidencia la injerencia del Gobierno para ajustar los 444 artículos, 30 transitorias y disposición final del proyecto de nueva Carta Magna. La prensa coincide en que una Constitución debe ser aprobada por mayoría, y la minoría debe acatar lo que se resuelva; pero es inaceptable que, aprovechando la confusión, el cansancio y la falta de espíritu crítico, se discutan y aprueben unos textos y a última hora se haga votar otros que nunca se leyeron y discutieron. Los ánimos se caldearon al conocerse la supuesta inclusión de artículos que no fueron aprobados durante los debates y que estarían alterando el texto constitucional en beneficio del gobierno.
"Es lo mismo de siempre, porque votamos una Constitución que ni siquiera conocemos, no hay nuevo país", dijo Pablo Lucio Paredes, del movimiento opositor Futuro Ya.
Más que una Constitución, es un proyecto político del Gobierno
El influyente diario "El Comercio" de Quito no va con medias tintas al afirmar que "las últimas horas de la Asamblea han sido pavorosas". El rotativo señala que el estatuto por el que votó el pueblo "ha sido ignorado" al convertirse en un punto de referencia que algunas veces era válido y otras no. "Las reconsideraciones, variaciones de términos al margen de lo aprobado, los cambios de textos que acordaron las mesas luego del primer debate del Pleno y las maniobras finales evidencian o confirman la sospecha de que nunca se cumplió el mandato popular de hacer un nuevo texto constitucional, sino de aprobar un proyecto político nacido desde el Gobierno y no de la voluntad popular", dice "El Comercio".
En un editorial titulado "Cambios e incertidumbre", "El Universo", dice: "El país pudo ver cómo, en la noche del viernes y madrugada del sábado, el presidente de la Asamblea, con distintas justificaciones, le ordenaba al secretario del organismo que reemplazara los textos que se estaban sometiendo a votación. Según algunos asambleístas, se sustituyeron incluso textos que ya habían sido aprobados en el primer y segundo debate".
"El Comercio" señala directamente a Correa con dedo acusador: "La intervención presidencial en la composición del texto final ha sido abierta y sin rubor, a tal punto que parece que la Asamblea o la Comisión Redactora están instaladas en el palacio de Carondelet (sede del ejecutivo) y no en Montecristi (sede de la ANC)",
Por su parte, el diario "Hoy" de Quito condena en un editorial "la aprobación apresurada y tramposa del proyecto de Constitución". El matutino dice que "mantener los tramposos añadidos resultaría una amarga burla para los ciudadanos que confiaron su representación a los asambleístas, sobre los cuales se termina por imponer una voluntad ajena".
Rubén Darío Buitrón comenta en "Expreso" que "imbuido de su megapoder, Correa no resistió la tentación de dictar cambios, hacer correcciones, imponer artículos y estigmatizar a los militantes que no compartían sus disposiciones". Buitrón subraya: "El presidente nos debe la incoherencia de quejarse de los infiltrados en las filas oficialistas cuando él personalmente armó a la ligera las listas a base de encuestas y cálculos electoreros con caciques locales, ex modelos de televisión, figuras de la partidocracia a la que dice detestar y personajes de la farándula".
El analista de "Expreso" también dirige palabras duras a una oposición que no fue capaz de articular un discurso sobrio, con propuestas que hicieran contrapeso democrático a las presentadas por el oficialismos; y tampoco promovió que emergiera un nuevo liderazgo. "Pablo Lucio Paredes y León Roldós –dice Buitrón- pudieron salvarse de la crítica por su capacidad expositiva, pero debieron abandonar sus actitudes de francotiradores y liderar redes ciudadanas que aportaran a un mejor proyecto constitucional", subraya Buitrón.
En este análisis del inocuo papel desempeñado por la oposición en la Asamblea, Buitrón dice que el Prian (partido del ex candidato presidencial Álvaro Noboa) y los socialcristianos no tuvieron ideas: "Su rol fue tan pobre que apelaron a viejas prácticas (los escándalos, los ataúdes, los disfraces, los carteles, los gritos) para salir en los periódicos y que los invitaran a la radio y la televisión". Subraya el articulista que Lucio Gutiérrez, en un alarde de absurdos, presentó un proyecto de Constitución que ni siquiera sus asambleístas lo defendieron.
La aprobación por la ANC del proyecto de Carta Magna fue recibida inicialmente con satisfacción por un pueblo al que durante año y medio lo han estado bombardeando con mensajes que inducían a creer que el nuevo marco constitucional será la panacea que va a resolver el atraso económico y social del país.
"Esta Constitución firma el acta de nacimiento de la patria nueva, altiva, soberana, solidaria y equitativa. Este es un paso decisivo para lograr nuestra segunda y definitiva independencia", dijo el presidente Rafael Correa en la ceremonia de recepción del nuevo texto constitucional. "Esta Carta Magna refleja el espíritu del socialismo del siglo XXI"', recalcó el presidente.
"Una verdadera revolución sin derramar una gota de sangre"
La constituyente Aminta Buenazo, de las filas oficialistas, o en la sesión de cierre de la Asamblea ya hizo propaganda por el sí: "Hemos realizado una verdadera revolución sin derramar una sola gota de sangre. Por eso tenemos que decirle sí a esta Constitución, defensora de los derechos de todos".
Tras una década larga de inestabilidad política, el nuevo texto constitucional genera esperanzas de cambios, tal como repite desde hace meses Correa. Pero no todo es júbilo y confianza. También crece la alarma por los "poderes excesivos" que acumulará el jefe de Estado. Políticos y juristas opositores consideran que el presidente podría instaurar un sistema autoritario; los oficialistas replican diciendo que no hay ninguna "amenaza'' a la democracia ecuatoriana.
Algunos políticos que inicialmente apoyaron a Correa se plantean ahora si no es temerario que todas las instituciones dependan de un jefe de Estado con carácter tan inestable como el que tiene Correa. "¿Está bien que el poder que antes estaba en manos de la partidocracia pase ahora a manos de un solo hombre? ¿Cuáles son los peligros de que todas las instituciones sean controladas por la Corte Constitucional manejada por el Ejecutivo? ¿Quién controlará al Gobierno? ¿Quién le exigirá la rendición de cuentas por el gasto presupuestario de 15.000 millones de dólares al año sin ajustarse a las leyes de licitación y contratación pública?", se pregunta Manuel Maldonado en "El Universo", al plantear los peligros que entrañaría la entrada en vigor de la nueva Constitución.
El proyecto constitucional votado en Montecristi no supone el inicio de una etapa de unidad y reconciliación que permita enfrentar con efectividad los acuciantes problemas sociales de Ecuador. Más bien se pronostica mayor confrontación y división entre los ecuatorianos, que se acentuarán a medida que se acerque el referéndum del 28 de septiembre.
El constitucionalista Marco Morales dice que en la nueva Constitución hay un excesivo fortalecimiento del presidencialismo y un debilitamiento del sistema de pesos y contrapesos con los que el legislativo ponía frenos al ejecutivo. Según Morales, el nuevo esquema no contribuirá a la estabilidad porque "la gobernabilidad no está dada en la concentración del poder, sino en la participación democrática de los estamentos ciudadanos en ese poder".
La entelequia del socialismo del siglo XXI
La retórica de izquierda que emplea Correa al referirse al socialismo del siglo XXI se multiplica al promocionar la nueva Carta Magna. En realidad, ese socialismo del siglo XXI que pregona es la misma entelequia que el socialismo del siglo XXI –hasta el nombre copió- que propugnaba el presidente Hugo Chávez. Nadie sabe ni nadie ha sabido explicar en qué consiste la nueva doctrina. El socialismo del siglo XXI pudiera ser el autoritarismo del siglo XXI.
Correa pretende una mayor presencia del Estado en la economía y terminar –según dice- con "la larga y oscura noche neoliberal". La nueva Constitución otorga al presidente la facultad de dirigir las políticas monetaria, crediticia, cambiaria y financiera, reservadas hasta ahora al Banco Central. También podrá disolver el Congreso (una sola vez) y quitar al legislativo la capacidad de designar a los responsables de organismos de control del Estado, como procuraduría y contraloría.
Jaime Nebot, alcalde de Guayaquil, votará por el no
El opositor alcalde de Guayaquil, Jaime Nebot, ha sufrido duros ataques de Correa; con su conocida prepotencia, el presidente lo descalifica públicamente. Le ha llamado "un pobre hombre que nunca llegará más lejos de ser alcalde y que nunca ganará una elección presidencial". En defensa de su ciudad, Nebot ha anticipado que apoyará el no a la nueva Constitución.
En el aniversario 473 de la fundación de Guayaquil, Nebot fustigó el contenido centralista del texto constitucional "que quita competencias a los municipios". "La Constitución es hija de una Asamblea impopular que no ha batido el récord de los 200 metros planos, sino de los 200 artículos malos", afirma el alcalde.
Aunque fue elegida para redactar una nueva Constitución, la ANC legisló en aspectos clave ajenos a la Carta Magna. Aprovechando las últimas horas de vigencia de los plenos poderes de que ha disfrutado (incluso asumió funciones que estaban por encima de la Constitución vigente), la mayoría oficialista, en calidad de poder legislativo, reestructuró la Corte Suprema de Justicia y reemplazó a un vocal del Tribunal Supremo Electoral. De esta manera, el Gobierno tiene mayor presencia en el máximo organismo rector del voto, lo que puede ser clave cuando se realice el referéndum aprobatorio de la Constitución y se convoquen en el primer trimestre del año próximo elecciones presidenciales anticipadas. La ANC aprobó un régimen transitorio para que, en caso de que gane el 'sí' en la consulta, pueda nombrar una comisión o 'congresillo' para que haga las veces de Parlamento hasta que se elijan los nuevos diputados. Pese a no estar contemplado en sus atribuciones, los constituyentes dictaminaron que hasta la realización de la consulta, podrán ser convocados para cumplir tareas legislativas.
Correa, un ex profesor universitario de economía, ya ha tomado iniciativas para fortalecer el papel y la presencia del Estado en la economía ecuatoriana, que básicamente depende de las exportaciones petroleras y agropecuarias, y de las remesas de los emigrantes. Las nuevas atribuciones del ejecutivo aumentarán la capacidad de maniobra económica del presidente, quien al eliminar la autonomía del Banco Central podrá fijar la política monetaria y crediticia. Desde el 2000, cuando Ecuador dolarizó su economía, el país ha vivido una relativa estabilidad económica con un crecimiento en los últimos cinco años por encima del 3,5 % anual, según datos del Banco Central. Sin embargo, en el primer año de Correa, el crecimiento sólo fue de 1,96 % (uno de los más bajos de América) por problemas en el sector petrolero y porque la política del Gobierno ahuyenta las inversiones.
La nueva Constitución refuerza el poder estatal en la economía y acentúa el centralismo al quitar autonomía a Guayaquil y a otras ciudades. El texto que se someterá a referéndum incluye artículos que fortalecen las atribuciones del Ejecutivo en detrimento de otras instituciones, como Congreso y tribunales, que han sido claves en el derrocamiento de los tres últimos presidentes. Según la oposición, de aprobarse la Carta Magna se iniciará una etapa de hiperpresidencialismo. 19-07-2008
La decisión del oficialismo de retirar el quechua como idioma oficial en la nueva Carta Magna provocó sonadas protestas de los grupos indígenas, que acusaron a Correa de racista por haberse pronunciado despectivamente sobre las lenguas originarias. En los cambios de última hora se introdujo el reconocimiento oficial a las lenguas indígenas..
La oposición teme que con sus nuevos superpoderes, Correa decida seguir los pasos de su mentor, el presidente Hugo Chávez, quien nacionalizó sectores clave de la economía en su intento por implantar un régimen estatista.
León Roldós, ex vicepresidente de Ecuador, renunció a la Constituyente aduciendo que "no seré parte de la última función de la tragicomedia". Roldós denunció lo que llamó "claros sesgos de absolutismo y totalitarismo, de corte fascista" en el partido de gobierno.
Tal como señala el dirigente opositor Carlos Larreátegui (UDC), en la campaña para el referéndum de septiembre no se hablará de las reformas constitucionales ni de sus alcances. Correa tratará de levantar un dilema emotivo entre pasado y futuro, invocando fantasmas de antaño como el Congreso corrupto, la partidocracia, la crisis bancaria; por el contrario, presentará ilusiones del mañana con imágenes y asociaciones positivas. En definitiva, será una campaña dirigida a activar las frustraciones y resentimientos acumulados por el país en los últimos años y que Correa sabe explotar con inteligencia.
La campaña por el no tampoco girará alrededor de la reforma constitucional; más bien se concentrará en el autoritarismo de Correa, el totalitarismo de Alianza País, la supresión de libertades y derechos, las amenazas a la propiedad privada, el modelo económico populista y la legalización del aborto, entre otros.
Larreátegui insiste en que la discusión constitucional no será más que una formalidad para una lucha de poder. Lo que verdaderamente estará en juego en la consulta es la línea y permanencia en la presidencia de Rafael Correa, un líder carismático que dispondrá de una maquinaria electoral bien engrasada con recursos infinitos.