5 jun 2009

Voto en blanco, dos opiniones

Opinión de Jorge Fernández y Macario Schettino
Columna Razones/Jorge Fernández Menéndez
Voto en blanco, atractivo pero errado
Excélsior,
5 de junio de 2009;
Se ha iniciado un movimiento, respaldado por algunos comunicadores e intelectuales, que impulsan votar en blanco en estas elecciones. En otras palabras, no abstenerse, ir a las urnas, pero no hacerlo por ninguno de los partidos, anular el voto, cruzar todas las casillas o entregarlo en blanco, como una muestra de rechazo a los métodos y candidatos de los partidos.
Es una propuesta que suena muy atractiva, incluso adecuada ante la vacía campaña que están realizando los partidos y sus candidatos, mas es una propuesta que, al final, terminará fortaleciendo exactamente a las mismas fuerzas que busca debilitar. No está mal el voto en blanco, pero en México la gente, cuando expresa su disconformidad hacia las campañas, lo hace con el abstencionismo, simplemente, no va a votar. El voto en blanco funciona y es un mecanismo con peso cuando el sufragio es obligatorio, como en algunas naciones de Latinoamérica, y entonces es cuando puede constituir una expresión política para considerarla. No es así en nuestro caso. Incluso la ley ignora los efectos tanto del abstencionismo como de los votos en blanco o nulos. Podrá votar sólo 30% de la población y de ella un porcentaje podrá anular sus votos, pero el hecho es que, a la hora del cómputo, se toma esa votación hipotética de 30% y se le considera la total, y de allí se definen las candidaturas ganadoras y, en este caso, la distribución de diputados plurinominales para cada partido. Los demás no existen.
Y, paradójicamente, el voto en blanco termina fortaleciendo el statu quo porque hace cada vez más sólido el control de las dirigencias sobre los partidos. El sistema no está diseñado para la participación ciudadana: no se aceptan las candidaturas independientes; tampoco las disidencias dentro de los partidos, ya que los dirigentes pueden tener control sobre las designaciones de candidatos; no se acepta la reelección de diputados y alcaldes; no se permite que personas física o instituciones civiles contraten publicidad para exponer sus puntos de vista; la enorme cantidad de publicidad que tienen los partidos como prerrogativa la distribuye una vez más la dirigencia. Si a todo eso le sumamos que todos los partidos tienen un bloque de votos duros que los apoyan quienquiera que sea su candidato, sea por convicción o conveniencia, y que en muchas ocasiones la opción que se nos presenta es votar en lista cerrada por cualquiera de los partidos participantes, en nada afecta a las dirigencias partidarias que se vote más o menos por esos candidatos, al contrario, cuanto menos diferenciado sea el voto, más compacto será el grupo que acompañe a los líderes. Es tan perverso, tan cerrado, el mecanismo, que si uno busca, en todo el enorme caudal de información existente, quiénes son los candidatos de su respectivo distrito, puede ser que se encuentre con muchos nombres, pero con pocas historias y, en lugar de propuestas, con eslóganes de campaña que en la mayoría de los casos no dicen nada. Los partidos quieren que el elector no sepa por quién está votando, quieren que cruce una casilla por su respectivo partido y que el candidato tenga así un compromiso con su dirigencia, no con el elector. Es más, el voto en blanco puede facilitar la existencia de partidos que de otra manera no alcanzarían el registro, pues le coloca más abajo la meta de votos que tendrían que obtener para lograrlo.
No es la mejor opción y es difícil sacarla adelante, sin embargo, para por lo menos vulnerar ese mecanismo, la única que nos queda a los ciudadanos es diferenciar al máximo el voto, apostar por los candidatos, aunque sean los menos malos y no los mejores, y buscar que ellos se comprometan con la ciudadanía. En todos los partidos hay candidatos impresentables, pero también otros por los que se podría intentar confiar. Las consignas partidarias en esto dicen poco: además, las ocho fuerzas políticas que intervienen en el proceso están, todas, cruzadas por otros intereses: se puede identificar a quiénes se encuentran en la lista de un partido, pero su compromiso real es con un político o un grupo de poder determinado que, en muchas ocasiones, poco o nada tiene que ver con lo que está planteando el partido que los postulan. O que, dentro de éstos, pertenecen a diversas corrientes que expresan cosas distintas.
Yo creo que, como muchos, no sé por quiénes votaré el 5 de julio. Es más, es difícil acercarse toda la información posible sobre los distintos candidatos, incluso en el distrito electoral en el que uno vive: la saturación de mala información produce desinformación y ese es el objetivo buscado. El mensaje es: vota por el PRI, el PAN, el PRD, pero que no te importen los candidatos. Sin embargo, creo que, a esta altura, muchos deberíamos saber por qué y por quiénes no queremos votar.
Decidamos sobre ese punto de vista: se podrá argumentar que entonces se deberá elegir, no al mejor, sino al menos malo. En la mayoría de los casos es verdad, pero es preferible el menos malo que favorecer a grupos monolíticos dentro de los partidos. El mensaje del “que se vayan todos”, que se tomó después de la crisis brutal en Argentina a principios de esta década, no ha redundado, ni en ese país ni en otros, en mejores liderazgos. En algunos casos puede haber una estructura más o menos democrática que funciona, pero en muchos otros lo que ha llevado es a gobiernos más autoritarios y menos democráticos. La elección que viene se deberá determinar, más que nunca, con base en las personalidades y, además, en un plano fundamental, por lo que no se quiere, por lo que se rechaza por encima de todas las cosas. El voto en blanco, con todas sus buenas intenciones, no permite, y ese es quizás el mayor defecto de la propuesta, proporcionar, aunque sea en una mínima parte, un castigo de esa naturaleza a algunos de esos candidatos o candidatas impresentables que nos han endosado los partidos.
Paradójicamente, el voto en blanco termina fortaleciendo el statu quo porque hace cada vez más sólido el control de las dirigencias sobre los partidos.
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Pontífices del voto nulo/Macario Schettino
El Universal, 5 de junio de 2009
Han regresado. Cardenistas en 1988, zapatistas en 94, del voto útil en 2000, obradoristas en 2006, hoy promueven la “abstención activa”. Desde sus espacios en la academia y los medios, sostienen que los partidos políticos no están a la altura de la ciudadanía, de la sociedad, o de algo parecido. No están a la altura de los pontífices, pues, que regresan a iluminar nuestro camino, a guiarnos fuera de esta jungla de ambiciones con su linterna de moralidad.
Como siempre, ni son todos los que están ni viceversa, pero si usted tiene más de 40 años sin duda tiene tiempo de conocerlos, y tal vez los ha acompañado en más de una ocasión en sus peregrinaciones. La de hoy consiste en anular el voto, para demostrar a los partidos que la sociedad los desprecia. Hace unas semanas comentaba aquí por qué no votar no tiene sentido. Este miércoles pasado, Lorenzo Córdova explicó en estas páginas, muy bien por cierto, por qué anularlo tampoco lo tiene.
Pero si bien no votar o anular el voto no tiene impacto, la campaña por la anulación sí lo tiene. Porque en el fondo es una campaña política, que intenta capturar una parte del espacio político para un actor no estructurado que, sin embargo, tiene claros líderes: los pontífices. La apuesta es que en la elección del 5 de julio haya suficientes votos anulados como para argumentar que los partidos han sido rechazados y es necesario apelar a ese movimiento para legitimar la acción política. Quienes lo promueven podrán entonces ocupar un espacio político desde el cual guiar a la República. Y lo habrán hecho sin ensuciarse las manos con la basura de la política partidista cotidiana. Para que no haya dudas después, el porcentaje de votos nulos el 5 de julio rondará 3.5% sin pontificado. Si el dato es mayor, habrán demostrado convocatoria. No creo que tanta como para equipararse con un partido político pequeño, pero ya lo sabremos.
Hay aquí varias confusiones. La primera tiene que ver con el papel de los ciudadanos en la transición. El fin del régimen de la Revolución ocurrió mediante la ciudadanización de actividades antes inexistentes o reservadas al gobierno, especialmente las elecciones y los derechos humanos. Ambos procesos, fin del régimen y ciudadanización, prácticamente terminaron al mismo tiempo, de forma que los órganos autónomos ya no son más coto de ciudadanos ilustrados sino espacio de profesionales del servicio público. Se puede argumentar, me parece, que los nombramientos de consejeros ciudadanos ocurridos después de 2003, en todos los órganos, siguen esta segunda línea.
Y es que ese paso ciudadano del fin del régimen tenía mucho sentido. Sólo eso era creíble para la oposición y viable para el régimen. Se trató, pues, de un fenómeno transitorio, que al extenderlo arbitrariamente, como en el caso del IFE, nos ha dado pésimos resultados.
La segunda confusión tiene que ver con la idea de que la política puede funcionar de manera diferente simplemente deshaciéndonos de los políticos. Esto supone que el problema son las personas, y no las instituciones. Más todavía, supone un profundo desprecio por quienes se dedican profesionalmente a esta actividad. Desprecio que no creo que tenga fundamento: los políticos mexicanos no son diferentes de los políticos de otros países, ni tampoco son diferentes de mexicanos en otras actividades. Esta superioridad moral que los pontífices encarnan es pura y simple soberbia.
Lo que sí tenemos son fallas profundas en nuestras reglas de convivencia, porque no hemos podido desmontar adecuadamente las estructuras del régimen anterior. El presidencialismo desapareció, pero el poder casi absoluto encarnó en los 32 virreyes; el corporativismo dejó de ser soporte del régimen, pero se convirtió en poder autónomo; y el mito revolucionario no acaba de morir. No tenemos un diseño institucional adecuado para los poderes de la Unión, ni para la relación entre ellos, ni entre ellos y los órdenes de gobierno.
Pero esas fallas institucionales no se van a resolver anulando votos. Se resolverán cuando hayamos decidido si queremos dar una nueva oportunidad al nacionalismo revolucionario o si queremos abandonarlo de manera definitiva. Y eso, como vimos la semana pasada, tiene una relación directa con los partidos políticos. Es decir, el voto importa, e importa mucho, en esta definición nacional. Pero si usted cree que es preferible que sean los reyes filósofos los que nos guíen, anule su voto. De cualquier manera habrá optado por una opción política, soterrada pero política.
Nuestro problema somos nosotros, no nada más los políticos. Y podremos resolverlos cuando nos decidamos a reconocer de qué tamaño fue nuestro fracaso en el siglo XX. Cuando aceptemos que la corrupción, la ineficiencia, la farsa no es nada más de ellos. No hay ellos. Hay nosotros.
www.macario.com.mx

Janet Napolitano

FRIDAY, JUNE 5TH, 2009 AT 11:49 AM
Napolitano, Holder, and Kerlikowske Announcing Southwest Border Counternarcotics Strategy
Posted by Jesse Lee
At 12:15 EDT, 10:15 MDT, Secretary Napolitano will swear in members of the Homeland Security Advisory Council, then join U.S. Attorney General Eric Holder and Office of National Drug Control Policy Director Gil Kerlikowske to announce the President’s National Southwest Border Counternarcotics Strategy. Speaking to a group of local law enforcement, elected officials and the general public, their remarks will be streamed live to state and local
intelligence fusion centers throughout the Southwest in conjunction with partners down in New Mexico. Watch both events yourself through their stream.UPDATE: The Department of Homeland Security issues the following release:
Obama Administration Announces National Strategy to Reduce Drug Trafficking and Flow of Bulk Cash and Weapons Across Southwest Border
(Albuquerque, N.M.)—Today, U.S. Attorney General Eric Holder, U.S. Department of Homeland Secretary Janet Napolitano, and Director of National Drug Control Policy Gil Kerlikowske released President Obama’s strategy to stem the flow of illegal drugs and their illicit proceeds across the Southwest border and reduce associated crime and violence in the region.
The National Southwest Border Counternarcotics Strategy directs Federal agencies to increase coordination and information sharing with State and local law enforcement agencies, intensifies national efforts to interdict the southbound flow of weapons and bulk currency, and calls for continued close collaboration with the Government of Mexico in their efforts against the drug cartels. The strategy is an important component of the Administration’s national drug control policy and complements the Administration’s comprehensive efforts to respond to threats along the border.
"Drug trafficking cartels spread violence and lawlessness throughout our border region and reach into all of our communities, large and small," said Attorney General Holder. "By focusing on increased cooperation between the U.S. and Mexican governments as well as enhanced communication within U.S. law enforcement agencies, the National Southwest Border Counternarcotics Strategy we introduce today provides an effective way forward that will crack down on cartels and make our country safer."
"The President’s counternarcotics strategy will play a critical role in our efforts to stop cross-border drug trafficking and violence," said Secretary Napolitano. "The plan calls for tougher inspections, more enforcement personnel and close coordination with our partners in Mexico as we work across Federal, State and local governments to achieve safety and security in our communities. Together, we will continue to reduce the flow of illegal drugs across the Southwest border and ensure that those who ignore our laws are prosecuted."
"Under President Obama’s leadership we have designed a new plan to pull together the capabilities not only of Federal agencies, but also state, local, and tribal law enforcement officials," said Director Kerlikowske. "This new plan, combined with the dedicated efforts of the Government of Mexico, creates a unique opportunity to make real headway on the drug threat. At the same time, we are renewing our commitment to reduce the demand for drugs in the United States, which will support this effort. The National Southwest Border Counternarcotics Strategy will improve the safety of communities on the border and throughout our Nation."
National Southwest Border Counternarcotics Strategy Objectives
1. Enhance intelligence capabilities associated with the Southwest border.
2. Interdict drugs, drug proceeds, and associated instruments of violence at the ports of entry, between the ports of entry, and in the air and maritime domains along the Southwest border.
3. Ensure the prosecution of all significant drug trafficking, money laundering, bulk currency, and weapons smuggling/trafficking cases.
4. Disrupt and dismantle drug trafficking organizations.
5. Enhance counterdrug technologies for drug detection and interdiction along the Southwest border.
6. Enhance U.S.-Mexico cooperation regarding joint counterdrug efforts.
The Director of National Drug Control Policy will oversee the implementation of the strategy, in coordination with the Department of Homeland Security, Office of Counternarcotics Enforcement, and the Department of Justice, Office of the Deputy Attorney General. The Director will also ensure that the strategy is coordinated with other border related efforts, including the Merida Initiative, led by the State Department, and the Department of Homeland Security’s Southwest border operations plan.
The National Southwest Border Counternarcotics Strategy can be found at
www.whitehousedrugpolicy.gov.

Mirek Topolanek al desnudo


El ex primer ministro checo Mirek Topolanek admitió que es él quien aparece desnudo en las fotos tomadas en Cerdeña pero calificó las imágenes publicadas por El País de un "fotomontaje".
"Soy yo, sí, pero (la fotografía) también es claramente fruto de un fotomontaje", afirmó Topolanek, según recoge la agencia italiana Apcom.

La foto muestra a un hombre desnudo, con la cara borrada artificialmente y el pene erecto. "Este es un ataque brutal a mi esfera privada", dijo Topolanek según el diario online 'tyden.cz'.
"El hecho de que quien lo haya publicado sea un periódico políticamente orientado como 'El País', además el día de las elecciones, demuestra claramente que todo forma parte de la campaña electoral de la izquierda", aseveró.
Topolanek indicó que aún no ha decidido si empremderá medidas legales contra el madrileño El País.como sí ha anunciado que hará Berlusconi. "No lo sé, porque demostrar que se trata de un fotomontaje no es la cosa más fácil del mundo", reconoció.
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Topolanek: "Es un ataque brutal a mi vida privada y una manipulación"
El ex primer ministro checo reacciona a la publicación en EL PAÍS de las fotos de las fiestas de Berlusconi.- Confirma su presencia pero acusa a este diario de ser parte de "una campaña izquierdista"
ELPAÍS.com - Madrid - 05/06/2009
El ex primer ministro checo, Mirek Topolanek, ha reaccionado a la publicación en exclusiva en EL PAIS de las fotos de las fiestas que Il Cavaliere celebra en su Villa Certosa y en las que aparece. En respuesta a las preguntas del diario M DNES, Topolanek ha asegurado:"No sabía que las elecciones europeas fueran tan importantes como para que los socialistas las utilizaran para ataques ridículos y para manipulaciones. Evidentemente, se trata de un fotomontaje. Por otro lado, lo considero como un ataque brutal contra mi intimidad: se trataba de unas vacaciones privadas. No lo veo como si fuera algo malo o comprometedor.
"El hecho de que El PAÍS, un diario de la izquierda, publique las fotografías el día de las elecciones por supuesto que da pie a la especulación de que forma parte de una campaña izquierdista. Vamos a pensar en los pasos jurídicos, pero en estas situaciones es muy complicado. Probar que se trata de un fotomontaje será muy complicado. Pero no me sorprendería, porque son capaces de todo".
Felicitaciones de la FAPE
La presidenta de la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE), Magis Iglesias, ha ofrecido hoy su "enhorabuena" a ELPAÍS por la exclusiva de
las fotografías de Silvio Berlusconi y mostró su apoyo al diario frente a la querella que ha anunciado contra él el mandatario italiano.
Iglesias declaró a Servimedia que Berlusconi "es muy libre de acudir a los tribunales y estos ya decidirán, pero desde el punto de vista profesonal y periodístico, 'El País' ha tenido un proceder muy correcto".
"Han demostrado que son buenos profesionales, porque han borrado los rostros de las personas que no son cargos públicos, preservando su intimidad, al tiempo que han puesto de manifiesto los abusos que comete Berlusconi valiéndose de su estatus", ha afirmado la responsable de la FAPE.
Sin "juicios de valor"
El Gobierno español, a través de la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, ha rechazado hoy hacer "juicios de valor" sobre las fotos que ha publicado en exclusiva ELPAÍS.
En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, De la Vega ha subrayado que desde la Portavocía del Ejecutivo "nunca" se han realizado "juicios de valor sobre un jefe de Estado o un primer ministro de otro país y desde luego, ésta no va a ser una excepción".
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Berlusconi califica de "inocentes" las fotos de sus fiestas publicadas en EL PAÍS
El primer ministro italiano denuncia la publicación de las fotos de sus fiestas como una "agresión" a la intimidad, pese a que defiende que no son escandalosas
ELPAIS.com - Madrid - 05/06/2009
"No tengo ningún miedo. Son fotos inocentes, no hay ningún escándalo, pero se trata de una violación inaceptable de la privacidad y una agresión escandalosa". Con estas palabras ha despachado el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, la publicación en exclusiva en EL PAIS de
las fotos de las fiestas que Il Cavaliere celebra de vez en cuando en su Villa Certosa, la espléndida mansión que posee en Cerdeña. En declaraciones a la emisora Radio Anch'io, el jefe del Gobierno italiano defiende que se trata de imágenes de "invitados" que no hacen nada vergonzoso, pero que han sido "agredidos" en su intimidad. (Vea la Fotogalería).
"Las fotos muestran a personas que se dan un baño en un jacuzzi en el interior de una casa privada para invitados", ha respondido Berlusconi cuando se le ha preguntado por la imagen en que aparece un hombre completamente desnudo, con una erección, junto a una muchacha tumbada en una tumbona, también ligera de ropa. ""Pero, ¿cuándo se ha visto que alguien se duche con chaqueta y corbata?", dice Il Cavaliere. Insiste el entrevistador y el primer ministro se defiende: "Se están dando un baño en un jacuzzi privado, en una casa". Además, dice, los invitados a su casa "se comportan como les da la gana".
Pese a esta defensa de la "inocencia" de las imágenes, Berlusconi denuncia que éstas constituyen una "agresión". Sus invitados, dice, han sido "agredidos" al ser fotografiados. "Es escandaloso que se pueda permitir hacer fotos desde lejos con teleobjetivo y entrar así en la intimidad de las personas". Niccolò Ghedini, abogado de Silvio Berlusconi, ha anunciado
acciones legales contra EL PAÍS por la publicación de las fotos.
En manos de la justicia
Las fotos publicadas hoy por EL PAÍS fueron tomadas por el reportero Antonello Zappadu, que desde hace tiempo mantiene un seguimiento a lo que ocurre en la magnífica mansión de Berlusconi en la isla de Cerdeña, donde, asegura, casi cada fin de semana llega el primer ministro italiano para celebrar fiestas acompañado de amigos, artistas, bailarinas y veline (azafatas televisivas). Además, estos invitados llegan a menudo a la isla en aviones oficiales -Berlusconi cambió la ley sobre vuelos de Estado para adaptarla a sus necesidades y que incluyera a sus acompañantes. Algunos de esos invitados son ilustres: el propio Berlusconi ha reconocido que hospedó al primer ministro checo, Mirek Topolanek.
El fotógrafo ha pixelado las caras -todas menos la de Berlusconi-para preservar la identidad de esos invitados, lo cual no impide hacerse una idea del ambiente que se vive en Villa Certosa los fines de semana. Se ve que estos fines de semana se desarrollan en un ambiente desinhibido pero vigilado por fuertes medidas de seguridad. Una de las imágenes muestra a una chica joven pasando junto a un escolta vestido con ropa de camuflaje y armado con una metralleta.
Zappadu intentó la semana pasada vender las fotos a la revista Panorama, vinculada al imperio mediático de Berlusconi, que las rechazó. Pero el primer ministro denunció al fotógrafo por "violación de la intimidad" y la fiscalía secuestró el archivo fotográfico de Zappadu, incluidas instantáneas tomadas en lugares públicos, como el aeropuerto sardo de Olbia. A raíz de las fotos, se ha iniciado una investigación judicial sobre el uso indebido de los aviones oficiales por el primer ministro y sus amigos.

El discurso de Obama en El Cairo

La disertación del Presidente Obama fue recibida con agrado por muchos líderes políticos y académicos, pero también con desdén por quienes, más radicales, aguardan desde hace décadas algo más que palabras.
Discurso del Presidente Obama en El Cairo,
Es un honor para mí estar en la ciudad eterna de El Cairo, y tener como anfitriones a dos eminentes instituciones. Durante más de mil años, Al-Azhar ha sido un modelo de enseñanza islámica y durante más de un siglo, la Universidad de El Cairo ha sido una fuente de adelantos para Egipto. Juntas, representan la armonía entre la tradición y el progreso. Agradezco su hospitalidad y la hospitalidad del pueblo de Egipto. También es un orgullo para mí ser el portador de la buena voluntad del pueblo estadounidense y del saludo de paz de las comunidades musulmanas en mi país: salam aleicom.
Nos congregamos en un momento de tensión entre Estados Unidos y musulmanes alrededor del mundo, tensión arraigada en fuerzas históricas que van más allá de cualquier debate sobre política actual. La relación entre el Islam y el Occidente incluye siglos de coexistencia y cooperación, pero también conflictos y guerras religiosas. Recientemente, la tensión ha sido alimentada por el colonialismo que les negó derechos y oportunidades a muchos musulmanes, y una Guerra Fría en la que a menudo se utilizaba a los países de mayoría musulmana como agentes, sin tener en cuenta sus aspiraciones propias. Además, el cambio arrollador causado por la modernidad y la globalización han llevado a muchos musulmanes a considerar que el Occidente es hostil con las tradiciones del Islam.
Extremistas violentos se han aprovechado de estas tensiones entre una minoría pequeña pero capaz de musulmanes. Los ataques del 11 de septiembre del 2001 y los esfuerzos continuos de estos extremistas de actuar violentamente contra civiles han llevado a algunas personas en mi país a considerar al Islam inevitablemente hostil no sólo con Estados Unidos y los países del Occidente, sino también con los derechos humanos. Esto ha engendrado más temor y más desconfianza.
Mientras nuestra relación sea definida por nuestras diferencias, les otorgaremos poder a quienes siembran el odio en vez de la paz, y a quienes promueven el conflicto en vez de la cooperación que puede ayudar a todos nuestros pueblos a lograr la justicia y la prosperidad. Éste ciclo de suspicacia y discordia debe terminar.
He venido aquí a buscar un nuevo comienzo para Estados Unidos y musulmanes alrededor del mundo, que se base en intereses mutuos y el respeto mutuo; y que se base en el hecho de que Estados Unidos y el Islam no se excluyen mutuamente y no es necesario que compitan. Por el contrario: coinciden en parte y tienen principios comunes, principios de justicia, progreso, tolerancia y el respeto por la dignidad de todos los seres humanos.
Lo hago sabiendo que el cambio no puede suceder de la noche a la mañana. Ningún discurso por su cuenta puede acabar con años de desconfianza, ni puedo en el tiempo que tengo contestar todas las preguntas complejas que nos han traído a este momento. Pero estoy convencido que para progresar, debemos decir abiertamente lo que pensamos, y demasiadas veces, eso se dice solamente detrás de puertas cerradas. Debe haber un esfuerzo sostenido de escucharnos unos a los otros, de aprender unos de otros; de respetarnos unos a los otros, y de buscar terreno común. Como nos dice el Sagrado Corán, “Tengan conciencia de Dios y digan siempre la verdad”. Eso es lo que trataré de hacer: decir la verdad de la manera más clara posible, reconociendo humildemente la tarea que nos queda por delante, con la firme convicción de que los intereses que compartimos como seres humanos son mucho más poderosos que las fuerzas que nos dividen.
Parte de esta convicción está arraigada en mi propia experiencia. Soy cristiano, pero mi padre pertenecía a una familia en Kenia que incluye a varias generaciones de musulmanes. De niño, pasé varios años en Indonesia y escuché el llamado del Azán al amanecer y atardecer. De joven, trabajé en comunidades de Chicago donde muchos encontraban dignidad y paz en su religión musulmán.
Como estudioso de la historia, sé también que la civilización tiene una deuda con el Islam. Fue el Islam –en lugares como la Universidad Al-Azhar– el que llevó la antorcha del aprendizaje durante muchos siglos y preparó el camino para el Renacimiento y el Siglo de las Luces en Europa. Fueron las comunidades musulmanas las que inventaron nuestra brújula magnética y herramientas de navegación; las que desarrollaron el álgebra; nuestra pericia con la pluma y la impresión; nuestro entendimiento del proceso de contagio de las enfermedades y las formas de curarlas. La cultura islámica nos ha brindado majestuosos arcos y altísimas torres; poesía y música de eterna belleza; elegante caligrafía y lugares de contemplación pacífica. Y en toda la historia, el Islam ha demostrado por medio de sus palabras y actos las posibilidades de la tolerancia religiosa e igualdad de las razas.
Sé también que el Islam siempre ha sido parte de la historia de Estados Unidos. La primera nación en reconocer a mi país fue Marruecos. Al firmar el Tratado de Trípoli en 1796, nuestro segundo presidente, John Adams, escribió, “Estados Unidos no tiene ninguna enemistad con las leyes, religión o tranquilidad de los musulmanes”. Y desde nuestra fundación, los musulmanes estadounidenses han enriquecido a Estados Unidos. Lucharon en nuestras guerras, trabajaron para el gobierno, defendieron los derechos civiles, abrieron negocios, enseñaron en nuestras universidades, sobresalieron en nuestros estadios deportivos, ganaron premios Nóbel, construyeron nuestro más alto rascacielos y encendieron la antorcha olímpica. Y cuando el primer musulmán estadounidense fue elegido recientemente al Congreso y juró defender nuestra Constitución usó el mismo Sagrado Corán que uno de nuestros fundadores, Thomas Jefferson, tenía en su biblioteca personal.
Entonces, conocí el Islam en tres continentes antes de venir a la región donde fue originalmente revelado. Esa experiencia guía mi convicción de que esa alianza entre Estados Unidos y el Islam se debe basar en lo que es el Islam, no en lo que no es, y considero que es parte de mi responsabilidad como Presidente de Estados Unidos luchar contra los estereotipos negativos del Islam dondequiera que surjan.
Pero ese mismo principio debe aplicarse a la percepción musulmana de Estados Unidos. Así como los musulmanes no encajan en un estereotipo burdo, Estados Unidos no encaja en el estereotipo burdo de un imperio que se preocupa sólo de sus intereses. Los Estados Unidos ha sido una de las mayores fuentes del progreso que el mundo jamás haya conocido. Nacimos de una revolución contra un imperio. Fue fundado en base al ideal de que todos somos creados iguales, y hemos derramado sangre y luchado durante siglos para darles vida a esas palabras, dentro de nuestras fronteras y alrededor del mundo. Nuestra identidad se forjó con todas las culturas provenientes de todos los rincones de la Tierra, y estamos dedicados a un concepto simple: E pluribus unum: “De muchos, uno”.
Mucho se ha comentado del hecho de que un afroamericano con el nombre Barack Hussein Obama haya podido ser elegido Presidente. Pero mi historia no es tan singular. El sueño de oportunidades para todas las personas no se ha hecho realidad en todos los casos en Estados Unidos, pero la promesa todavía existe para todos los que llegan a nuestras costas, incluidos casi siete millones de musulmanes estadounidenses que hoy están en nuestro país y tienen ingresos y educación por encima del promedio.
Es más, la libertad en Estados Unidos es indivisible de la libertad religiosa. Por eso hay una mezquita en todos los estados de nuestro país y más de 1,200 mezquitas dentro de nuestras fronteras. Por eso el gobierno de Estados Unidos recurrió a los tribunales para proteger el derecho de las mujeres y niñas a llevar el jiyab, y castigar a quienes se lo negaban.
Entonces, que no quepa la menor duda: el Islam es parte de Estados Unidos. Y considero que Estados Unidos es, en sí, la prueba de que todos, sin importar raza, religión o condición social, compartimos las mismas aspiraciones: paz y seguridad, educación y un trabajo digno, amar a nuestra familia, a nuestra comunidad y a nuestro Dios. Son cosas que tenemos en común. Esto anhela toda la humanidad.
Por supuesto, el reconocimiento de nuestra humanidad común es apenas el comienzo de nuestra tarea. Las palabras por sí solas no satisfacen las necesidades de nuestros pueblos. Estas necesidades solo se satisfacerán si actuamos audazmente en los próximos años. Y debemos actuar con el entendimiento de que la gente en todo el mundo enfrenta los mismos desafíos, y si fracasamos, las consecuencias nos perjudicarán a todos.
Pues hemos aprendido de acontecimientos recientes que cuando un sistema financiero se debilita en un país, hay menos prosperidad en todas partes. Cuando una nueva gripe infecta a un ser humano, todos estamos en peligro. Cuando una nación procura armas nucleares, todas las naciones corren mayor riesgo de un ataque nuclear. Cuando extremistas violentos operan en una franja montañosa, el peligro se cierne sobre gente al otro lado del océano. Y cuando personas inocentes en Bosnia y en Darfur son asesinados, sentimos un peso en nuestra conciencia colectiva. Eso es lo que significa compartir este mundo en el siglo XXI. Somos mutuamente responsables ante los demás seres humanos.
Ésa es una responsabilidad difícil de asumir. Ya que la historia de la humanidad ha sido a menudo una letanía de naciones y tribus que subyugan a otras para satisfacer sus propios intereses. Sin embargo, en esta nueva era, semejantes actitudes son contraproducentes. Debido a nuestra interdependencia, cualquier régimen en el mundo que eleve a una nación o grupo humano por encima de otro inevitablemente fracasará. Así que cualquiera sea nuestra opinión del pasado, no debemos ser prisioneros de él. Debemos solucionar nuestros problemas colaborando, debemos compartir nuestro progreso.
Eso no significa que debemos ignorar las fuentes de tensión. De hecho, sugiere que debemos hacer exactamente lo contrario: debemos enfrentar estas tensiones de frente. Y con esa intención, permítanme hablar de la manera más clara y transparente posible sobre algunos asuntos específicos que creo que debemos finalmente enfrentar juntos.
Lo primero que debemos encarar es el extremismo violento en todas sus formas.
En Ankara, dejé en claro que Estados Unidos no está y nunca estará en guerra contra el Islam. Sin embargo, les haremos frente sin descanso a los extremistas violentos que representan una grave amenaza para nuestra seguridad, porque rechazamos lo mismo que rechaza la gente de todos los credos: el asesinato de hombres, mujeres y niños inocentes. Y es mi deber principal como Presidente proteger al pueblo estadounidense.
La situación en Afganistán demuestra las metas de Estados Unidos y nuestra necesidad de trabajar juntos. Hace más de siete años, Estados Unidos tenía amplio apoyo internacional cuando fue en pos de Al Qaida y el Talibán. Ir allá no fue una opción; fue una necesidad. Y estoy consciente de que hay quienes cuestionan o justifican los acontecimientos del 11 de septiembre. Pero seamos claros: Al Qaida asesinó a casi 3,000 personas ese día. Las víctimas fueron hombres, mujeres y niños inocentes de los Estados Unidos y muchos otros países que no habían hecho nada para hacerle daño a nadie. Y sin embargo, Al Qaida los asesinó sin misericordia, se adjudicó responsabilidad por el ataque y aún ahora sigue declarando repetidamente su determinación de asesinar a gran escala. Tienen militantes en muchos países y están tratando de ampliar su alcance. Éstas no son opiniones para debatir, son hechos que debemos afrontar.
Y que quede claro: no queremos mantener a nuestras tropas en Afganistán. No queremos tener bases militares allá. Es doloroso para los Estados Unidos perder a nuestros jóvenes. Continuar este conflicto tiene un costo político y económico muy alto. De muy buena gana enviaríamos de regreso a casa a todas nuestras tropas si tuviéramos la certeza de que no hay extremistas violentos en Afganistán y Pakistán decididos a asesinar a todos los estadounidenses que puedan. Pero esa aún no es la situación.
Por eso estamos trabajando con una coalición de cuarenta y seis países. Y a pesar de los costos requeridos, el compromiso de los Estados Unidos no se debilitará. De hecho, ninguno de nosotros debe tolerar a estos extremistas. Han cometido asesinatos en muchos países. Han asesinado a gente de diferentes religiones, y más que nada, han asesinado a musulmanes. Sus actos son irreconciliables con los derechos de los seres humanos, el progreso de las naciones y el Islam. El Sagrado Corán enseña que quien mata a un inocente, mata a toda la humanidad; y quien salva a una persona, salva a toda la humanidad. La religión perdurable de más de mil millones de personas es mucho más fuerte que el odio intransigente de unos pocos. Islam no es parte del problema en la lucha contra el extremismo violento, es parte importante de avanzar la paz.
También sabemos que el poderío militar por sí solo no va a resolver los problemas en Afganistán y Pakistán. Por eso planeamos invertir $1,500 millones de dólares cada uno de los próximos cinco años, a fin de asociarnos con Pakistán para construir escuelas y hospitales, carreteras y empresas, y cientos de millones para ayudar a quienes han sido desplazados. Por eso estamos proporcionando más de $2,800 millones para ayudar al pueblo de Afganistán a desarrollar su economía y prestar servicios de los que depende la gente.
Permítanme también hablar del tema de Irak. A diferencia de Afganistán, nosotros elegimos ir a la guerra en Irak, y eso provocó fuerte antagonismo en mi país y alrededor del mundo. Aunque creo que, a fin de cuentas, el pueblo iraquí está mejor sin la tiranía de Sadam Husein, también creo que los acontecimientos en Irak han recordado a los Estados Unidos de Norteamerica que es necesario usar la diplomacia y promover consenso a nivel internacional para resolver nuestros problemas cuando sea posible. De hecho, podemos citar las palabras de Thomas Jefferson, quien dijo: “Espero que nuestra sabiduría aumente con nuestro poder y nos enseñe que cuanto menos usemos nuestro poder, éste se incrementará”.
Hoy, Estados Unidos tiene una doble responsabilidad: ayudar a Irak a forjar un mejor futuro y a dejar Irak en manos de los iraquíes. Le he dicho claramente al pueblo iraquí que no queremos bases militares y no queremos reclamar ninguna parte de su territorio ni de sus recursos. La soberanía de Irak es toda suya. Por eso ordené el retorno de nuestras brigadas de combate para el próximo agosto. Por eso cumpliremos con nuestro acuerdo con el gobierno de Irak, democráticamente elegido, de retirar nuestras tropas de combate de las ciudades iraquíes para julio y de retirar todas nuestras tropas de Irak para el 2012. Ayudaremos a Irak a capacitar a sus Fuerzas de Seguridad y a desarrollar su economía. Respaldaremos, como socio y jamás como patrón, a un Irak seguro y unido.
Y finalmente, así como Estados Unidos no puede tolerar la violencia a manos de extremistas, nunca debemos cambiar nuestros principios. El 11 de septiembre fue un trauma enorme para nuestro país. El temor y la ira que causó son comprensibles, pero en algunos casos, nos llevó a actuar en contra de nuestros ideales. Estamos tomando medidas concretas para cambiar de curso. He prohibido inequívocamente el uso de tortura por Estados Unidos y he ordenado que se clausure la prisión en la bahía de Guantánamo para comienzos del próximo año.
Entonces, Estados Unidos se defenderá, respetuoso de la soberanía de las naciones y el imperio de la ley. Y lo haremos en alianza con las comunidades musulmanas que también se ven amenazadas. Cuanto antes se aísle a los extremistas y no se les acepte en las comunidades musulmanas, más pronto estaremos todos más seguros.
La segunda fuente importante de tensión que necesitamos discutir es la situación entre los israelíes, palestinos y el mundo árabe.
Los estrechos vínculos de Estados Unidos con Israel son muy conocidos. Este vínculo es inquebrantable. Se basa en lazos culturales e históricos, y el reconocimiento de que el anhelo de un territorio judío está arraigado en una historia trágica que no se puede negar.
Alrededor del mundo, el pueblo judío fue perseguido durante siglos, y el antisemitismo en Europa culminó en un Holocausto sin precedente. Mañana, visitaré Buchenwald, que fue parte de una serie de campos donde los judíos fueron esclavizados, torturados, abaleados y asesinados en cámaras de gas por el Tercer Reich. Seis millones de judíos fueron aniquilados, más que toda la actual población judía de Israel. Negar ese hecho es infundado, ignorante y odioso. Amenazar a Israel con la destrucción o repetir viles estereotipos sobre los judíos son acciones profundamente equivocadas y sólo logran evocar entre los israelíes el más doloroso de los recuerdos y, a la vez, impedir la paz que los pobladores de la región merecen.
Por otro lado, también es innegable que el pueblo palestino –musulmanes y cristianos– también ha sufrido en la lucha por una patria. Durante más de sesenta años, han padecido el dolor del desplazamiento. Muchos esperan, en campamentos para refugiados en la Ribera Occidental, Gaza y tierras aledañas, una vida de paz y seguridad que nunca han tenido. Soportan las humillaciones diarias, grandes y pequeñas, que surgen de la ocupación. Entonces, que no quepa duda alguna: la situación para el pueblo palestino es intolerable. Estados Unidos no les dará la espalda a las aspiraciones legítimas de los palestinos de dignidad, oportunidades y un estado propio.
Durante décadas, el conflicto se ha quedado en tablas: dos pueblos con aspiraciones legítimas, cada uno con una dolorosa historia que hace difícil llegar a un acuerdo. Es fácil asignar la culpa, para los palestinos culpar el desplazamiento a raíz de la fundación de Israel, y para los israelíes culpar la hostilidad constante y los ataques llevados a cabo durante toda su historia por dentro y fuera de sus fronteras. Pero si vemos este conflicto solamente de un lado o del otro, entonces no podemos ver la verdad: la única resolución es que las aspiraciones de ambos lados las satisfagan dos estados, donde los israelíes y los palestinos tengan paz y seguridad.
Es de interés para Israel, es de interés para Palestina es de interés para Estados Unidos y de interés para el mundo entero. Es por eso que mi intención es personalmente abocarme a esta solución dedicando toda la paciencia que la tarea requiere. Las obligaciones que las partes acordaron conforme al plan son claras. Para que llegue la paz, es hora de que ellos –y todos nosotros– cumplamos con nuestras responsabilidades.
Los palestinos deben abandonar la violencia. La resistencia por medio de violencia y asesinatos está mal y no resulta exitosa. Durante siglos, las personas de raza negra en Estados Unidos sufrieron los azotes del látigo como esclavos y la humillación de la segregación. Pero no fue con violencia que lograron derechos plenos y equitativos. Fue con una insistencia pacífica y decidida en los ideales centrales de la fundación de Estados Unidos. Esta misma historia la pueden contar pueblos desde Sudáfrica hasta el sur de Asia; desde Europa Oriental hasta Indonesia. Es una historia con una verdad muy simple: la violencia es un callejón sin salida. No es señal de valentía ni fuerza el lanzar cohetes contra niños que duermen, ni hacer estallar ancianas en un autobús. Así no se obtiene autoridad moral; así se renuncia a ella.
Éste es el momento en que los palestinos se centren en lo que pueden construir. La Autoridad Palestina debe desarrollar su capacidad de gobernar, con instituciones que satisfagan las necesidades de su pueblo. Hamas cuenta con respaldo entre algunos palestinos, pero también tiene responsabilidades. Para desempeñar un papel en hacer realidad las aspiraciones de los palestinos, y unir al pueblo palestino, Hamas debe poner fin a la violencia, reconocer acuerdos pasados, y reconocer el derecho de Israel a existir.
Al mismo tiempo, los israelíes deben reconocer que así como no se puede negar el derecho de Israel a existir, tampoco se puede negar el de Palestina. Estados Unidos no acepta la legitimidad de más asentamientos israelíes. Dicha construcción viola acuerdos previos y menoscaba los esfuerzos por lograr la paz. Es hora de que cesen dichos asentamientos.
Israel también debe cumplir con sus obligaciones de asegurarse de que los palestinos puedan vivir y trabajar y desarrollar su sociedad. Y asi como es de devastadora para familias palestinas, la crisis humanitaria en Gaza que continua no contribuye a la seguridad de Israel, ni tampoco lo hace la falta de oportunidades en la Ribera Occidental. El progreso en la vida cotidiana del pueblo palestino debe ser parte del camino hacia la paz, e Israel debe tomar pasos concretos para permitir ese progreso.
Finalmente, los estados árabes deben reconocer que la Iniciativa Árabe de Paz fue un punto de partida importante, pero no el fin de sus responsabilidades. El conflicto árabe-israelí ya no debe ser usado para distraer a los pobladores de los países árabes y disimular la existencia de otros problemas. Más bien, debe dar lugar a medidas para ayudar al pueblo palestino a desarrollar las instituciones que sustenten su estado; a reconocer la legitimidad de Israel, y a optar por el progreso por encima de la contraproducente atención al pasado.
Estados Unidos alinearemos nuestra política con quienes buscan la paz, y diremos en público las cosas que les decimos en privado a los israelíes y palestinos y árabes. No podemos imponer la paz. Pero en privado, muchos musulmanes reconocen que Israel no desaparecerá. Asimismo, muchos israelíes reconocen la necesidad de un estado palestino. Es hora de actuar basado en lo que todos sabemos es cierto.
Se han derramado demasiadas lágrimas. Se ha derramado demasiada sangre. Todos nosotros tenemos la responsabilidad de trabajar para que llegue el día en que las madres de israelíes y palestinos puedan ver a sus hijos crecer sin temor; cuando la Tierra Santa de tres grandes religiones sea el lugar de paz que Dios se propuso que fuera; cuando judíos y cristianos y musulmanes puedan tener en Jerusalén un hogar seguro y perdurable, y un lugar donde todos los hijos de Abraham fraternicen pacíficamente como en la historia del Isrá, cuando se unieron para orar Moisés, Jesús y Mahoma (que la paz esté con ellos).
La tercera fuente de tensión es nuestro interés compartido en los derechos y responsabilidades de los países con relación a las armas nucleares.
Este asunto ha sido una fuente de tensión en particular entre Estados Unidos y la República Islámica de Irán. Durante muchos años, Irán se ha definido en parte por su oposición a mi país, y de hecho, la historia entre nosotros ha sido tumultuosa. En medio de la Guerra Fría, Estados Unidos desempeñó un papel en el derrocamiento de un gobierno iraní elegido democráticamente. Desde la Revolución Islámica, Irán ha desempeñado un papel en secuestros y actos de violencia contra militares y civiles estadounidenses. Esta historia es muy conocida. En vez de permanecer atrapados en el pasado, les he dejado en claro a los líderes y al pueblo de Irán que mi país está dispuesto a dejar eso atrás. La cuestión ahora no es a qué se opone Irán, sino más bien, qué futuro quiere forjar.
Será dificil superar decadas de desconfianza, pero avanzaremos con valentía, rectitud, y convicción. Habrán muchos temas que discutir entre nuestros dos países, y estamos dispuestos a seguir adelante sin precondiciones basados en un respeto mutuo. Pero no hay duda para quienes se ven afectados, que en cuanto a las armas nucleares, hemos llegado a un punto decisivo. Esto no es simplemente cuestión de los intereses de Estados Unidos. Esto es cuestión de evitar una carrera de armas nucleares en el Oriente Medio que podría llevar a esta región por un camino sumamente peligroso.
Comprendo a quienes protestan que algunos países tengan armas que otros no tienen. Ningún país por su cuenta debe escoger cuáles países deben tener armas nucleares. Es por eso que he reafirmado firmemente el compromiso de Estados Unidos de procurar un mundo en el que ningún país tenga armas nucleares. Y todo país –incluido Irán– debe tener el derecho de utilizar energía nuclear pacífica si cumple con sus responsabilidades conforme al Tratado de No Proliferación Nuclear. Ese compromiso es esencial en el tratado, y todos los que lo ratifican deben cumplirlo sin falta. Y tengo la esperanza de que todos los países en la región puedan compartir en este objetivo.
El cuarto asunto que deseo tratar es la democracia.
Sé que ha habido una polémica sobre la promoción de la democracia en años recientes y que gran parte de dicha controversia tiene que ver con la guerra en Irak. Entonces, permítanme ser claro: ninguna nación puede ni debe imponer un sistema de gobierno a una nación.
Eso no disminuye mi compromiso, sin embargo, con los gobiernos que reflejan la voluntad del pueblo. En cada nación, este principio cobra vida a su manera, en base a las tradiciones de su propia gente. Estados Unidos no pretende saber lo que es mejor para todos, así como no pretenderíamos determinar el resultado de elecciones pacíficas. Pero sí tengo una convicción inquebrantable en que todas las personas anhelan ciertas cosas: la posibilidad de expresarse libremente y tener voz y voto en la forma de gobierno; la confianza en el estado de derecho e imparcialidad de la justicia; un gobierno transparente que no le robe a su gente; la libertad de vivir según escoja cada uno. Éstas no son solo ideas estadounidenses, son derechos humanos, y es por eso que nosostros los apoyaremos en todas partes.
No existe un camino directo para alcanzar esta promesa. Pero no hay duda de esto: los gobiernos que protegen estos derechos, a fin de cuentas, son más estables, exitosos y seguros. La supresión de ideas nunca logra hacer que desaparezcan. Estados Unidos valora el derecho de todas las voces pacíficas y respetuosas de la ley de ser escuchadas en todo el mundo, incluso si discrepamos con ellas. Y acogeremos a todos los gobiernos electos y pacíficos, siempre que gobiernen respetando a toda su gente.
Este último punto es importante porque hay quienes abogan por la democracia solo cuando no están en el poder, y ya en el poder, no tienen misericordia al buscar la supresión de los derechos de otros. No obstante donde ocurra, el gobierno del pueblo y por el pueblo establece un solo estándar para quienes están en el poder: deben mantener su poder a través del consentimiento, no la coerción; deben respetar los derechos de las minorías y participar basado en la tolerancia y el consenso; deben poner los intereses de su pueblo y los procesos políticos legítimos por encima de su partido. Sin estos ingredientes, elecciones por su cuenta no resultan en verdadera democracia.
El quinto asunto que debemos encarar juntos es la libertad religiosa.
El Islam tiene una orgullosa tradición de tolerancia. Lo vemos en la historia de Andalucía y Córdoba durante la Inquisición. Lo vi con mis propios ojos de niño en Indonesia, donde los cristianos devotos practicaban su religión libremente en un país predominantemente musulmán. Ése es el espíritu que necesitamos hoy. Las personas de todos los países deberían ser libres de escoger su religión y llevar una vida como lo dicte su mente, corazón y alma. Esta tolerancia es esencial para que la religión prospere, pero está siendo atropellada de muchas maneras diferentes.
Entre algunos musulmanes, hay una tendencia preocupante de medir las creencias propias en base al rechazo de las de los demás. La riqueza de la diversidad religiosa debe defenderse, ya sea por los maronitas del Líbano, o los coptos en Egipto. Y también se deben cerrar las divisiones entre musulmanes, ya que la separación entre suníes y chiítas ha resultado en trágica violencia, particularmente en Irak.
La libertad de religión es fundamental para que los pueblos puedan convivir. Siempre debemos examinar las formas en que la protegemos. Por ejemplo, en Estados Unidos, las normas sobre los donativos benéficos han hecho que sea más difícil que los musulmanes cumplan con su obligación religiosa de zakat. Es por eso que me he comprometido a trabajar con los musulmanes estadounidenses para asegurar de que puedan cumplir con el zakat.
Asimismo, es importante que países del Occidente eviten impedir que los ciudadanos musulmanes puedan practicar su religión como les parezca, por ejemplo, dictando qué ropa deben usar las mujeres musulmanas. No podemos esconder la hostilidad hacia cualquier religión con el pretexto del liberalismo.
De hecho, la fe nos debe unir. Por eso estamos forjando proyectos de servicio en Estados Unidos que reúnan a cristianos, musulmanes y judíos. Por eso acogemos los esfuerzos como el Diálogo Interreligioso del rey Abdullah de Arabia Saudita y el liderazgo de Turquía en la Alianza de Civilizaciones. Alrededor del mundo, podemos convertir el diálogo en servicio interreligioso, para que los puentes entre los pueblos lleven a actos, ya sea al combatir la malaria en África o proporcionar socorro tras una catástrofe natural.
El sexto asunto que deseo abordar son los derechos de la mujer.
Sé que existe debate sobre este tema. Rechazo el punto de vista de algunas personas en Occidente de que la mujer que opta por cubrir su cabello es, de cierta manera, menos igual, pero sí creo que a una mujer a la que se le niega educación se le niega la igualdad. Y no es coincidencia que los países donde las mujeres cuentan con una buena educación tienen bastante más probabilidades de ser prósperos.
Y permítanme ser claro: los problemas relativos a la igualdad de la mujer no solamente ocurren en el Islam. En Turquía, Pakistán, Bangladesh e Indonesia, hemos visto a países de mayoría musulmana elegir a una mujer como líder. A la vez, la lucha por la igualdad de las mujeres continua en muchos aspectos de la vida estadounidense, y en países alrededor del mundo.
Nuestras hijas pueden contribuir tanto a la sociedad como nuestros hijos, y nuestra prosperidad común se puede promover si permitimos a toda la humanidad – hombres y mujeres – a lograr su potencial entero. Yo no creo que las mujeres tengan que tomar las mismas decisiones que los hombres para lograr la igualdad, y respeto a las mujeres que escogen vivir sus vidas de manera tradicional. Pero debe ser por decisión propia. Por eso Estados Unidos se asociará con cualquier país de mayoría musulmana para apoyar mayor alfabetización de las niñas, y para ayudar a las jóvenes a buscar empleo por medio del microfinanciamiento, que ayuda a la gente a hacer sus sueños realidad.
Finalmente, deseo hablar sobre el desarrollo económico y las oportunidades.
Sé que para muchos, la faz de la globalización es contradictoria. El Internet y la televisión pueden traer conocimientos e información, pero también sexualidad ofensiva y violencia irracional. El comercio puede traer nueva riqueza y oportunidades, pero también enormes alteraciones y cambios para las comunidades. En todos los países –incluido el mío– este cambio puede producir temor. El temor de que la modernidad significará perder el control de nuestras opciones económicas, nuestra política y, lo más importante, nuestra identidad, lo que más apreciamos de nuestras comunidades, nuestras familias, nuestras tradiciones y nuestra fe.
Pero también sé que el progreso humano no se puede negar. No hay necesidad de que el desarrollo y la tradición se contradigan. Países como Japón y Corea del Sur lograron el crecimiento de su economía y a la vez mantuvieron culturas singulares. Ése también es el caso del asombroso progreso dentro de países de mayoría musulmana desde Kuala Lumpur hasta Dubai. En la antigüedad y en nuestros tiempos, comunidades musulmanas han estado a la vanguardia de la innovación y la educación.
Esto es importante porque ninguna estrategia de desarrollo se puede basar solamente en lo que sale de la tierra, ni se puede sostener mientras los jóvenes están desempleados. Muchos países del golfo han gozado de enorme riqueza como consecuencia del petróleo, y algunos están comenzando a concentrarse en un desarrollo más extenso. Pero todos nosotros debemos reconocer que la educación e innovación serán la moneda del siglo XXI, y en demasiadas comunidades musulmanas se mantiene una inversión inadecuada en estas areas. Estoy poniendo énfasis en semejantes inversiones dentro de mi país. Y aunque Estados Unidos en el pasado se ha concentrado en el petróleo y gas en esta región del mundo, ahora buscamos una relación más amplia.
Con respecto a la educación, ampliaremos los programas de intercambio y aumentaremos las becas, como la que llevó a mi padre a Estados Unidos, y a la vez alentaremos a más estadounidenses a estudiar en comunidades musulmanas. Y encontraremos becas en Estados Unidos apropiadas para estudiantes musulmanes prometedores; invertiremos en la enseñanza por Internet para maestros y niños de todo el mundo, y crearemos una nueva red de Internet, de manera que un adolescente en Kansas se pueda comunicar instantáneamente con un adolescente en El Cairo.
Con respecto al desarrollo económico, crearemos un nuevo cuerpo de empresarios voluntarios para contactarlos con colegas en países de mayoría musulmana. Y presidiré una Cumbre sobre Iniciativa Empresarial este año para identificar formas de afianzar vínculos entre líderes empresariales, fundaciones y empresarios sociales en Estados Unidos y las comunidades musulmanas alrededor del mundo.
En cuanto a ciencia y tecnología, crearemos un nuevo fondo para apoyar el desarrollo tecnológico en los países de mayoría musulmana, y para ayudar a transferir ideas al mercado de manera que puedan generar empleos. Abriremos centros de excelencia científica en África, el Oriente Medio y el sudeste asiático, y nombraremos a nuevos delegados de ciencias para que colaboren en programas que desarrollen nuevas fuentes de energía, generen empleos verdes, digitalicen archivos, purifiquen el agua y produzcan nuevos cultivos.
Y hoy estoy anunciando una nueva campaña global con la Organización de la Conferencia Islámica para erradicar la poliomielitis y expandiremos sociedades con comunidades musulmanas a fin de promover la salud infantil y materna.
Todas estas cosas se deben hacer conjuntamente. Los estadounidenses están listos para unirse a ciudadanos y gobiernos; organizaciones comunitarias, líderes religiosos y empresas en comunidades musulmanas alrededor del mundo para ayudar a nuestra gente lograr una vida mejor.
No será fácil abordar los asuntos que he mencionado. Pero tenemos la responsabilidad de unirnos para beneficio del mundo que queremos hacer realidad: un mundo donde los extremistas ya no amenacen a nuestros pueblos y los soldados estadounidenses puedan regresar a casa; un mundo donde tanto israelíes como palestinos tengan seguridad en un estado propio, y la energía nuclear se use para fines pacíficos; un mundo donde los gobiernos estén al servicio de sus ciudadanos y se respeten los derechos de todos los hijos de Dios. Esos son intereses mutuos. Ése es el mundo que queremos. Pero sólo lo podemos lograr juntos.
Sé que hay muchos, musulmanes y no-musulmanes, que cuestionan si podemos lograr este nuevo comienzo. Hay quienes están ansiosos por avivar las llamas de la división e impedir el progreso. Hay quienes sugieren que no vale la pena; alegan que estamos destinados a discrepar y las civilizaciones están condenadas a tener conflictos. El escepticismo embarga a muchos más. Hay tanto temor, tanta desconfianza. Pero si optamos por ser prisioneros del pasado, entonces nunca avanzaremos.
Todos nosotros compartimos este mundo sólo por un breve periodo. El asunto es si vamos a pasar este tiempo centrados en lo que nos separa o si nos comprometeremos a realizar un esfuerzo –un esfuerzo sostenido– con el fin de encontrar terreno común, de concentrarnos en el futuro que queremos para nuestros hijos y de respetar la dignidad de todos los seres humanos.
Es más fácil comenzar guerras que llevarlas a su fin. Es más fácil culpar a otros que mirar hacia adentro, ver las diferencias en los demás que las semejanzas. Pero debemos escoger el camino correcto, no el camino fácil. También hay una regla central en toda religión: Tratar a los demás como uno quisiera ser tratado. Esta verdad trasciende naciones y pueblos, y no es una convicción nueva; no es negra ni blanca ni morena; no es cristiana ni musulmana ni judía. Es una creencia que latía en los orígenes de la civilización y que aún late en el corazón de miles de millones. Es la fe en los demás, y es lo que me trajo hoy aquí.
Tenemos el poder de crear el mundo que queremos, pero sólo si tenemos la valentía de crear un nuevo comienzo, teniendo en mente lo que está escrito.
El Sagrado Corán nos dice, “O humanidad! Los hemos creado hombres y mujeres, y los hemos agrupado en naciones y tribus con tal de que se conozcan el uno al otro”.
El Talmud nos dice: “Todo el Tora tiene como propósito promover la paz”.
La Santa Biblia nos dice, “Benditos los que promueven la paz; ellos se llamarán hijos de Dios”.
Los pueblos del mundo pueden vivir juntos y en paz. Sabemos que ésa es la visión de Dios. Ahora, ésa debe ser nuestra labor aquí en la Tierra. Gracias. Y que la paz de Dios esté con ustedes.
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El vídeo:

Berlusconi al desnudo

Berlusconi denunciará a EL PAÍS por publicar fotos de sus fiestas
Berlusconi al desnudo/Editorial
Las imágenes no desvelan la privacidad del primer ministro, sino su deriva autoritaria
El País, 05/06/2009;
Que no se equivoque Silvio Berlusconi: es la prensa democrática la que respeta su intimidad y él quien no deja de ponerla en entredicho. Porque la publicación de las fotografías de sus fiestas privadas no obedece a ningún intento de enjuiciar su moral como ciudadano, sino al propósito de demostrar que él, como primer ministro, está intentando convertir el espacio de la política democrática en una simple prolongación de sus relaciones de amistad y de sus entretenimientos.
Eso es exactamente lo que, según sus propias declaraciones, ha hecho al elaborar las sucesivas listas electorales de su partido e, incluso, a la hora de asignar responsabilidades de Gobierno. Y otro tanto cabe decir del uso de las facilidades que el Estado pone a disposición del primer ministro para cumplir con sus responsabilidades institucionales. Transportar invitados a fiestas privadas no es tarea de los aviones oficiales, poco importa a estos efectos que se trate de bailarinas o presentadoras de televisión. Y el hecho de que el primer ministro hiciera aprobar en 2008 una ley que abría los vuelos de Estado a cualquier acompañante no le ofrece una cobertura jurídica, sino que evidencia un flagrante abuso de poder.
La prensa italiana ha denunciado el escándalo, y la respuesta del primer ministro no ha consistido únicamente en negar o en trivializar los hechos, presentándose como un paternal protector de muchachas en las que asegura apreciar especiales talentos artísticos o políticos. Recurriendo a la confusión entre los intereses públicos y privados, Berlusconi ha intentado, además, desacreditar a ciudadanos que, como su propia mujer, estaban en condiciones de corroborar las denuncias. Ese género de presiones son la prueba de que, bajo Berlusconi, la libertad de expresión se encuentra amenazada. La fiscalía italiana ha secuestrado, por otra parte, la totalidad del archivo del fotógrafo que captó las imágenes.
Con este escándalo Berlusconi queda al desnudo, pero no como ciudadano, sino como político. Si hasta ahora sus salidas de tono se habían tomado a broma, hoy existen nuevas y poderosas razones para advertir que lo que el primer ministro está poniendo en juego es el futuro de Italia como Estado de derecho. Y una Italia que se deslice por la pendiente a la que la está arrastrando Berlusconi no es sólo un motivo de preocupación para los italianos, sino para todos los europeos.
Niccolò Ghedini, abogado del primer ministro italiano, anuncia acciones legales por difundir imágenes tomadas "de forma ilegal"
ELPAIS.com - Madrid - 05/06/2009
Niccolò Ghedini, abogado de Silvio Berlusconi, ha anunciado acciones legales contra EL PAÍS por la publicación de las fotos de las fiestas que el primer ministro italiano celebra en ocasiones en su mansión Villa Certosa de la isla de Cerdeña, según publica el diario italiano La Repubblica. El abogado ha asegurado que ya ha iniciado los trámites para presentar una denuncia contra EL PAÍS.
"Son imágenes", dice Ghedini
, "sacadas de la ilegalidad; están secuestradas en Italia precisamente porque se considera que son fruto de un comportamiento ilegal y por tanto de un ilícito penal. Por eso, es evidente que no pueden ser compradas en ningún lugar del mundo". "Estamos ya procediendo a depositar en España una denuncia contra EL PAÍS", ha dicho Ghedini, también diputado del Pueblo de la Libertad, el partido de Berlusconi, al diario de Internet
Affaritaliani.it. No sólo. Ghedini anuncia "una acción en sede civil contra cualquiera que republique en Italia las fotografías compradas aparecidas en EL PAÍS".
En su
editorial sobre las fotos, el diario EL PAÍS sostiene que "la publicación de las fotografías de sus fiestas privadas no obedece a ningún intento de enjuiciar su moral como ciudadano, sino al propósito de demostrar que él, como primer ministro, está intentando convertir el espacio de la política democrática en una simple prolongación de sus relaciones de amistad y de sus entretenimientos".
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Democracia imperfecta

Democracia imperfecta/Juan Antonio Rodríguez Tous, filósofo y escritor
Publicado en EL CORREO DIGITAL, 28/02/09;
Todas las democracias son imperfectas. Pero la imperfección admite grados, y dichos grados son, justamente, la medida de la calidad de cada sistema democrático. Aunque sabemos que la perfección no existe, también sabemos en qué consistiría la perfección, si existiese. Desde Platón a Rawls o Habermas, la teoría política se ha servido de horizontes ideales para intentar resolver problemas reales. Estas ficciones son como brújulas éticas. No garantizan el acierto, pero previenen muchos errores.
Como todas las democracias son imperfectas en diverso grado, no está de más preguntarse de vez en cuando qué es la democracia. Es decir, preguntarse si lo que hay se acerca o se aleja del modelo perfecto. Es lo que está ocurriendo hoy en España, aunque no lo parezca: que nos empezamos a preguntar qué es la democracia porque nuestro grado de imperfección es notoriamente alto. La crisis económica está sirviendo de catalizador de otra crisis, la política, la institucional.
El mal es antiguo, quizá demasiado antiguo: España es un país demasiado ‘popular’ (con perdón del PP), es decir, demasiado demótico. Esto tiene sus ventajas; la solidaridad espontánea, por ejemplo. Pero tiene grandísimas desventajas. Dicho en términos un poco técnicos: el personal siempre prefiere al que administra según el principio de necesidad (a cada cual se le da lo que necesita) que aquél que lo hace según el mérito (a cada cual se le da según su valía). Como la Administración es el brazo ejecutor de la política y la Administración española está llena de gente que manda, decide y gestiona sin conocimiento ni mérito, con frecuencia se atropellan derechos o se promulgan enormes chapuzas legales simplemente porque nadie con poder para hacerlo ha introducido racionalidad democrática en sus decisiones.
Como somos más visceralmente demóticos que racionalmente democráticos, mucho político medio en España no ha cuidado su currículo. No hay en nuestro país una École Nationale d’Administration, ni un Princeton, ni un Cambridge. Mucho político medio en España, si tuvo un trabajo (¡el mundo real!), lo dejó pronto; si estudió algo, no fue una lumbrera. Y tampoco, una vez metido a político, procura cultivarse: habla torpemente, por lo que piensa torpemente y decide torpemente. Desconfía instintivamente del experto o del intelectual, al que sólo da cancha cuando le conviene y le es afín. Mucho político medio en España valora, en cambio, cierta capacidad de mimetismo puntual con el votante medio, con su ‘Weltanschauung’. Lo que el votante medio no entiende, piensa ese político, no existe. Por eso se puede ser ministro en España siendo un grandísimo incompetente en lo suyo, pero no cazando en Andalucía sin la ‘cutripapela’ de la Junta. El votante medio se enfada con el ministro por dárselas de señorito, pero no se enfada con los 17 chichiribailas autonómicos responsables del absurdo cinegético-burocrático, el enésimo absurdo legal de la España autonómica.
Por esto mismo, por el demotismo de la sociedad española actual, es tan difícil que un político asuma sus responsabilidades políticas. En primer lugar, no está educado en el ‘fair play’ no escrito de las democracias avanzadas. Si puede y lo dejan, perpetra lo que haga falta, caiga quien caiga. Sólo teme al juez y al electorado, por este estricto orden. Al primero lo tiene embridado con una Fiscalía General ultrapartidista, un Consejo del Poder Judicial politizado y unos presupuestos tercermundistas. Al segundo lo seduce con palabras hueras y pequeñas gabelas. No es raro que se mese los cabellos cuando algún adversario le afea conductas contrarias a las reglas del juego democrático. No las conoce y, si las conoce, sabe que puede ignorarlas.
Pero, en segundo lugar, el político medio en España no cree en la democracia ‘de verdad’, es decir, en el ejercicio constante y ‘personal’ de la responsabilidad política. No se debe a sus votantes, sino a su partido. Vota lo que vota el partido, habla de lo que habla el partido. Aquella imagen de Tony Blair de pie en el Parlamento británico, increpado por sus propios compañeros, es inimaginable en España
. El disidente es un apestado, un ser excrementicio del que todos se apartan. Es tanta la infección partitocrática de la democracia española que el votante medio ya no sabe a quién vota, aunque sí qué vota (este o aquel partido). La representación política (personal e intransferible) se difumina en la bruma partidaria. No es extraño que algún Parlamento autonómico haya propuesto el voto por e-mail o por teléfono de los diputados. Qué cómodo y qué búlgaro.
El ejercicio de la responsabilidad política es la auténtica esencia de la democracia. No es el voto popular, que puede entronizar en el poder a un tirano o a un memo. El ejercicio de la responsabilidad política consiste en atenerse a unos cuantos principios deontológicos: el primero, respetar la autonomía de las instituciones que garantizan la buena marcha del Estado. Es decir, no se puede amenazar ni la continuidad ni la solidez de dichas instituciones. El segundo, basar la toma de decisiones en criterios de racionalidad política teniendo siempre presente el horizonte ideal del que hablábamos. Este segundo principio, claro está, exige del político mucha más inteligencia que astucia, mucho más sentido del Estado que lealtad al partido.
En tercer lugar, el ejercicio de la responsabilidad política consiste en procurar siempre perfeccionar los mecanismos de participación en la cosa pública en sentido más cualitativo que cuantitativo. Es decir, es preciso asegurarse de que las mejores cabezas del país intervienen en el diseño general y particular de la política nacional. Es como si el político, en vez de preguntarse ‘¿cómo controlo esto?’, se preguntara ‘¿cómo mejoro esto?’. El último principio resume los anteriores: el político debe vivir la política, no ‘de la’ política. Dimitir con dignidad es imposible si el político no tiene otra ocupación que la actividad política. Tal vez la imperfección de la democracia española se reduzca a una simple cuestión alimenticia o laboral. ¿Tal vez?

La justicia de todos

La justicia de todos/Antonio Hernández-Gil, Decano del Colegio de Abogados de Madrid
Publicado en ABC, 22/02/09;
En la República de Platón, las ideas no están sólo en nuestra mente; forman parte del mundo de sombras que vislumbramos desde el fondo de la caverna: la belleza, la bondad, el círculo. Pocas ideas platónicas tienen los contornos difusos de la justicia y salen con su frecuencia de la boca de todos. Lo demostraría la estadística de las conversaciones sorprendidas en mitad de la calle: ¿cuánto hablamos de la virtud o del pentágono? Sin embargo, la justicia no ha merecido nunca tanto gasto como palabras gastadas. De otro modo, Don Quijote no habría tenido que liberar a aquellos hombres ensartados camino de galeras por el polvo de La Mancha, encontrando en cada uno razón suficiente para corregir a «la justicia» con valores más humanos: que lo que se puede hacer por bien no se haga por mal, el olvido para el reo de hoy que ya no es el mismo condenado de ayer. Cinco siglos después, seguimos galeotes presos de una justicia menor, sin nadie que escuche nuestras historias de ineficiencias, dilaciones o errores, por terribles que sean, con el poder de remediarlas. ¿Qué hacer hoy con esta justicia vilipendiada, que, por no tener, no tiene ni abogado que la defienda? Tal vez, por aproximarnos al «justo» medio, deberíamos recordar la independencia, la calidad y el esfuerzo, en conjunto, de nuestros jueces, el imposible ritmo de crecimiento de los litigios en los últimos años, o un proceso como el reciente del 11 M, resuelto ejemplarmente con unos abogados -en su mayoría de oficio- que han sabido servir a la justicia, en el buen sentido de la palabra.
La primera denuncia es la falta de medios. En tiempos de tan alta espiritualidad, eso significa dinero: más presupuesto para más y más pagados jueces, menor número de interinos de ocasión, nuevas tecnologías para esa «oficina judicial» que se nos presenta como solución a casi todos los problemas organizativos. Y es cierto; no porque estemos posados, como por casualidad, en un mal momento de la economía o porque tengamos gobernantes tan distraídos que no hayan reparado en las montañas de papel que desbordan las mesas de los juzgados, sino porque la prioridad de la justicia viene pospuesta de siglos, lastrada por una burocracia espesa, con la mala suerte de los problemas que sólo parecen tener solución a un plazo más largo que el de las próximas elecciones y porque un sistema judicial fuerte ha sido siempre un límite para quienes manejan los recursos públicos. Entiéndase en términos históricos. Ahora, ante otras bocas que alimentar, corremos el riesgo de que la justicia baje puestos en la escala de urgencias sociales: la inmigración, el desempleo, la inseguridad. Sin embargo, es en estos momentos cuando necesitamos más que nunca de ella, y de su ingrediente primario, la seguridad jurídica, para mantener cohesionada la sociedad y su esperanza en el progreso; para equidistribuir el infortunio y poder competir en una sociedad global.
Pero pensemos antes, por un momento, en soluciones cualitativas, empezando por la administración ordenada, en minúscula, de la Administración de Justicia. Resulta complicado extraer mayor rendimiento de recursos limitados allí donde los actores son, básicamente, funcionarios cualificados en otro tipo de competencias ligadas al conocimiento técnico en su especialidad: los jueces, igual que los abogados o los profesores universitarios no somos, en términos generales, gestores que hayamos accedido a nuestro estatuto profesional por la destreza en el manejo de recursos humanos, en la organización de equipos y en la programación de objetivos para el mejor aprovechamiento de los medios disponibles. Se podría decir algo parecido de muchos responsables políticos y, en el caso de la justicia, de los órganos de gobierno de los tribunales y del propio Consejo General del Poder Judicial donde, además, la «forma» de elección de sus vocales ha reducido arbitrariamente su procedencia y casi excluido a la abogacía, pieza básica del engranaje de la justicia. Pero el cambio no es imposible. Tenemos cerca ejemplos notables de modernización como el de la Administración Tributaria, seguramente más rentable en el corto plazo. Habrá que combinar la formación de nuestros funcionarios judiciales en tareas organizativas con la provisión de herramientas técnicas indispensables y -por encima de tentaciones corporativas- una mayor autocrítica y sensibilidad hacia la trascendencia social del ejercicio diario de sus funciones.
Además, la buena gestión no es fácil cuando dentro de las mismas cuatro paredes concurren competencias públicas diversas que rompen las relaciones jerárquicas entre funcionarios y generan improvisación y desorden: el Ministerio de Justicia sobre la dotación humana y material de los órganos judiciales en Comunidades sin competencias en justicia, y, siempre, sobre fiscales y Secretarios Judiciales; las Consejerías de Justicia de las Comunidades con competencias transferidas; el Consejo General del Poder Judicial, en materia de propuestas, nombramientos y responsabilidad disciplinaria; la Sala 3ª del Tribunal Supremo decidiendo recursos contra los actos del Consejo y definiendo lo jurisdiccional como espacio de poder exento de control. Añádase a la mezcla el difícil equilibrio, Administración por Administración, entre las competencias presupuestarias y las funcionales. Nadie tiene por sí solo la clave y no siempre las interacciones han sido las adecuadas para el buen orden del conjunto. Sin modificar un esquema orgánico con implicaciones constitucionales, los poderes públicos, los partidos y la sociedad tienen que reforzar la voluntad de entendimiento y la responsabilidad institucional para una armonización competencial de facto, ajena a prejuicios y alineamientos políticos predeterminados.
En fin, el empeño de todos los que operamos en el sistema de la justicia. La contraposición entre el Estado que monopoliza la acción de gobierno y la sociedad civil que la sufre se difumina mediante la idea motriz de la responsabilidad de todos; de una responsabilidad social aplicada a toda clase de corporaciones, funcionarios, profesionales, cada uno cuidando de mejorar su parcela y también algo de lo que queda fuera de ella. La responsabilidad como extensión voluntaria de la obligación. Hacer antes que pedir. En el Colegio de Abogados de Madrid acabamos de inaugurar un Centro de Responsabilidad Social de la Abogacía, que nace para impulsar y encauzar la acción de los abogados en favor de la sociedad, con el punto de mira en el derecho de defensa; y un Observatorio de la Justicia que, en conexión directa con los órganos judiciales, tratará de trasladar disfunciones y proponer soluciones en beneficio del justiciable. Pero de poco servirá la mejor disposición si otros operadores jurídicos no cuentan con quienes, parte necesaria del sistema, encarnamos el punto de vista del ciudadano; y si en esas y otras funciones sociales de nuestro Colegio, como la gestión del Turno de Oficio (750 designaciones diarias de abogados en Madrid) o los servicios de orientación jurídica (más de 160.000 asistencias al año), las administraciones públicas nos dan la espalda, le niegan a los abogados su remuneración o miran hacia otro lado buscando formas más complacientes o baratas de organizar la asistencia jurídica gratuita, despreciando nuestra capacidad para actuar de forma comprometida, libre e independiente.
En situaciones de crisis hay que poner en valor el esfuerzo combinado de los agentes sociales y su capacidad transformadora. Conocemos el riesgo de las grandes palabras; pero los abogados vivimos profesionalmente en el conflicto y en la lucha por su superación. Tenemos las habilidades para ayudar al diseño de leyes más justas y liderar el cambio político y social, como en la transición pusieron de manifiesto muy notables abogados o el espíritu cívico ante los compañeros de Atocha asesinados. Estoy seguro de que los abogados sabremos implicarnos más; dar ejemplo de cooperación, de denuncia y contradicción leal -también de autocrítica- para la resolución de los problemas de la justicia; y de que entre todos, acercaremos este valor, esencial para el Estado de derecho, al lugar que la Constitución y la sociedad demandan.

Carlos A. Madrazo

Columna PLAZA PÚBLICA/ Miguel Ángel Granados Chapa
Madrazo: crimen de Estado
Reforma, 4 de junio de 2009;
No parece que Roberto Madrazo pueda suscitar la reflexión que plantea en su reciente libro, ni la movilización que se debería desprender de la misma
Hoy hace 40 años que murió Carlos A. Madrazo, en un accidente aéreo que no pocas personas han tenido como un atentado. El político tabasqueño viajaba a Monterrey en compañía de su esposa, Graciela Pintado, de modo que de un solo golpe mortal quedaron en la orfandad sus hijos Carlos, Sergio, Javier, Roberto y Raúl. Aunque el primogénito dio algunos pasos en la política y la administración, quien recorrió un trayecto más largo en esos caminos fue Roberto, nacido en 1952, que por lo tanto tenía 17 años aquel 4 de junio de 1969.

Nota de El País,

El narcotráfico se cobra 13 vidas en México
Hallados once cadáveres dentro de una furgoneta abandonada en el Estado de Sonora.- Dos policías mueren tiroteados en Guerrero
AGENCIAS/ ELPAÍS.com - México / Madrid - 05/06/2009
Las autoridades mexicanas han hallado once cadáveres en el interior de un vehículo abandonado en una carretera del Estado de Sonora, en el noroeste de México. Los cuerpos se encontraban dentro de una camioneta y, según la Procuraduría General de Justicia del Estado, nueve de las víctimas estaban mutiladas y presentaban impactos de arma de fuego.
Según informa
El diario de Sonora , el conductor abandonó el vehículo tras ser perseguido por agentes federales. Entre los cuerpos, la policía ha encontrado varias cartulinas con mensajes vinculados al narcotráfico.
La furgoneta que contenía los cuerpos, informa el diario mexicano
La Jornada en su edición digital, tenía matrícula de Arizona, en Estados Unidos y, según las pesquisas policiales, había sido robada en el Estado de Phoenix el 30 de mayo.
Para esclarecer las causas del suceso
y determinar si guarda alguna relación con el tiroteo registrado horas antes junto a una comisaría del municipio de Caborca, las autoridades mexicanas han iniciado una investigación. La identidad de los cadáveres, al parecer todos varones, no ha trascendido.
Asesinados dos policías en el Estado de Guerrero
Dos policías del estado mexicano de Guerrero han muerto tras ser tiroteados por un grupo de desconocidos desde un automóvil.
Los dos agentes viajaban en una furgoneta por la carretera federal, que comunica a los puertos turísticos de Acapulco y Zihuatanejo, cuando fueron alcanzados por varios individuos que iban en un automóvil negro y que abrieron fuego contra ellos, explicó el director de la Policía Investigadora Ministerial, Erit Montúfar.
En el corredor turístico Acapulco-Zihuatanejo hay una guerra entre el cartel de los Beltrán Leyva y pistoleros de Joaquín El Chapo Guzmán, capo del cartel de Sinaloa.

Más sobre el vuelo AF 447

El Ejército de Brasil dice que los materiales hallados en el mar no son del Airbus
Los pallets usados en la aviación son de aluminio, el hallado es de madera
Los aviones militares sí han detectado restos del avión flotando en el mar
'Cien horas después del accidente, hallar supervivientes es una opción remota'
Efe Río de Janeiro
Portal de El Mundo.es 05/06/2009 01:09 horas
Los materiales recogidos el miércoles de las aguas del Atlántico por la Marina brasileña no pertenecen al
Airbus accidentado el pasado domingo con 288 personas a bordo, dijo la Fuerza Aérea.
Un helicóptero Lynx de la Marina sacó el miércoles del mar un soporte para cargas de 2,5 metros cuadrados (palé) y dos boyas que en un principio se pensó que serían del avión, pero los primeros análisis efectuados a esa piezas indicaron que no son de la aeronave siniestrada.
"El palé que fue encontrado no hacía parte de la aeronave", dijo a periodistas el brigadier general Ramón Borges Cardoso, director del Departamento de Control del Espacio Aéreo de la Fuerza Aérea Brasileña.
El militar explicó que el soporte es de madera y que los usados en aviones no son de ese material sino de aluminio por ser un metal liviano.
Mancha de aceite encontrada. Efe
Los palés son los soportes usados para levantar cargas en aviones, barcos, camiones e incluso en supermercados.
La Fuerzas Aéreas, en todo caso, afirmaron tener localizados más restos, entre ellos partes que teóricamente pertenecen al interior del aparato. Sin embargo, aclaran que "la prioridad es la de hallar cuerpos pero al no haber encontrado ninguno, no podemos esperar más tiempo antes de recoger el material. Trataremos de hacer ambas cosas al mismo tiempo".
"Estamos con más cien horas desde el accidente y cada vez es más remota esa posibilidad (de encontrar supervivientes)", dijo el oficial, quien agregó que mañana intentarán recoger del mar algunos de los pedazos del avión avistados en los tres últimos días desde el aire.
'Ningún pedazo del fuselaje recuperado'
"Hasta el momento ningún pedazo de la aeronave (fuselaje) fue recuperado", anotó el militar, quien señaló que el palé recogido será llevado a la ciudad de Recife y "será descartado como basura" pues no aporta nada a las investigaciones de la tragedia.
Un operario carga un avión militar con bolsas para cadáveres en la isla de Fernando de Noronha. Efe
Subrayó que los aviones de la Fuerza Aérea sí han detectado pedazos del avión flotando en el mar, pero hasta ahora ninguno de ellos ha podido ser recogido por los barcos de la Armada porque las corrientes marinas los arrastran por kilómetros.
Según el jefe militar, las manchas de aceite avistadas el martes pasado desde el aire tampoco corresponden al avión que hacía el vuelo AF447 entre Río de Janeiro y París.
"El combustible sí puede ser del avión. Lo que descartamos es el aceite, pues una cantidad tan grande no es de un avión", dijo el oficial, y agregó que esa mancha de aceite puede haber sido dejada por algún buque.
Sobre la posibilidad de encontrar supervivientes, el militar reiteró lo dicho el miércoles por la mañana.
"Hasta ahora no hay informaciones de que hayan sido avistados cuerpos o supervivientes".

Sonia Sotomayor

Portal de El Nuevo Herald, 4 de junio del 2009
Casa Blanca contactó a Sotomayor antes de retiro de juez
Por JULIE HIRSCHFELD DAVIS
La Casa Blanca contactó a Sonia Sotomayor, nominada por el presidente Barack Obama a la Corte Suprema, para informarle esta decisión del mandatario cuatro días antes de que el juez David Souter anunciara su retiro, reveló éste el jueves.
Si el Senado confirma a la juez federal reemplazará a Souter. Sería la primera persona de origen hispano y la tercera mujer en el tribunal supremo.
Al mismo tiempo el jueves, Sotomayor envió a un panel del Senado un enorme conjunto de archivos con detalles personales y escritos que serán examinados en el debate para ver si es confirmada.
Las cinco cajas de archivos entregadas en el Capitolio le dieron a los senadores una visión más amplia sobre el historial y el expediente de Sotomayor, así como la razón por la cual Obama decidió convertirla en su primera candidata a la Corte Suprema. Esto ocurrió en respuesta a un cuestionario que la Comisión Judicial del Senado le envía a todos los candidatos a la corte federal.
Entre los documentos que se entregaron también se describen las finanzas de Sotomayor, los cuales la muestran como una habitante de la ciudad de Nueva York que reside en un barrio lujoso y que podría estar viviendo en gran parte de su salario. La juez tiene 1,16 millones de dólares en activos, pero también 418.350 dólares en deudas, incluidas su hipoteca, tarjetas de crédito y grandes cuentas de dentista. Otras declaraciones de finanzas personales previas exhibían que tenía ingresos anuales de unos 200.000 dólares.
Sotomayor, quien reemplazaría a Souter en el máximo tribunal si el Senado la confirma, primero recibió una llamada de asesor legal de la Casa Blanca, Gregory Craig, el 27 de abril, y desde entonces ha estado en contacto casi diario con su oficina desde que Souter anunció su retiro el 1 de mayo.
Sotomayor, de 54 años, dijo que durante el proceso de selección nadie le preguntó cuál era su posición sobre algún tema en especial que pudiera surgir ante la Corte Suprema. Entretanto, la nominada sigue sometida a un riguroso escrutinio.
Los republicanos buscan cualquier detalle que pudiera demorar su marcha a la confirmación, y los demócratas tratan
de demostrar que la jueza es una moderada que coloca la ley por encima de sus convicciones ideológicas.
No hay muchas dudas de que Sotomayor, primera nominada de Obama para la Corte Suprema, va a ser confirmada en el Senado, controlado por los demócratas. Pero los republicanos están mostrándose reacios a los esfuerzos demócratas para asegurar un proceso rápido de audiencias y una votación en el verano para la jueza federal de apelaciones, cuyos 17 años como magistrada dicen merecen un debate más largo.
Sotomayor regresó el jueves al Capitolio para un tercer día de reuniones individuales con senadores que decidirán si la confirman. Para el fin de semana, la jueza tratará de haberse reunido con más de una cuarta parte del Senado, y con casi todos los miembros del Comité Judicial, que será el primero en evaluarla en las audiencias.
El senador demócrata Patrick Leahy, director del comité de asuntos judiciales, desea que el proceso comience la semana próxima, con el objetivo de realizar una votación de confirmación antes de que el Congreso comience en agosto un receso de un mes. Leahy está negociando con el republicano de mayor jerarquía en el comité, el senador Jeff Sessions, quien dice que prefiere proceder más lentamente en el examen del historial de Sotomayor, con audiencias en septiembre.

Mañanera del lunes 18 de marzo de 2024

Acto encabezado por el presidente Andrés Manuel López Obrador desde Palacio Nacional. Presidencia de la República | 18 de marzo de 2024 Conf...