23 nov 2009

Osiel y Los Zetas

Osiel y Los Zetas /George W. Grayson
2009-11-21 |
Milenio semanal
Osiel Cárdenas creó un monstruo cuando reclutó a fuerzas especiales del GAFE para lo que llamó La Compañía, a quienes hoy se conoce comúnmente como Los Zetas. Osiel no era ningún boy scout, pero deseaba proyectar una imagen tipo El Padrino: en 2003, ya preso, el jefe del cártel del Golfo financió el Día del Niño en una plaza de toros en Ciudad Acuña, Coahuila; hubo payasos, luchadores, postres y juguetes. En la nota de felicitación enviada a niños y niñas aparecía la inscripción “Zindicato Anónimo Altruizta” (sic).
Cuando las autoridades mexicanas extraditaron a Osiel a EU, en enero de 2007, Heribero El Lazca Lazcano y Miguel 40 Treviño Morales ya habían sacado a Los Zetas, que se expandieron desde Tamaulipas hacia la costa del Golfo, la Península de Yucatán y al interior de Oaxaca y Guerrero, donde hicieron causa común con los hermanos Beltrán Leyva. También infestaron Michoacán, aunque allí compiten por el territorio con La Familia y el cártel del Milenio (aliado del cártel de Sinaloa de El Chapo).
Poco se sabe de El Lazca y Treviño Morales excepto que probablemente pasan la mayor parte del tiempo en ciudades fronterizas —el primero vive en Río Bravo y el segundo en Nuevo Laredo—, se comunican regularmente vía celular y se encuentran una vez al mes. Los expertos aseveran que además de sus actividades criminales, les gusta la cacería y las carreras de caballos. Disparan contra cebras, gacelas y otros animales exóticos que viven en reservas privadas en San Luis Potosí y Coahuila; se dice que El Lazca se sintió desolado cuando un caballo por el que pagó 500 mil dólares se murió después de ganar una carrera a causa de una sobredosis de cocaína.
La violencia relacionada con las drogas en Nuevo Laredo, la puerta mayor para el comercio México-EU, dejó a la ciudad de 350 mil habitantes sin jefe de la Policía. El entonces dueño de una tienda de impresiones, Alejandro Domínguez, con gran valentía aceptó el cargo la mañana del ocho de junio. “No estoy comprometido con nadie. Mis compromisos son con la ciudadanía”, afirmó a sus 56 años de edad el padre de tres hijos. En menos de seis horas yacía en un charco de sangre con más de 30 balazos. “Abiertamente desafían al Estado Mexicano”, dijo el politólogo del CIDE Jorge Chabat. “Están demostrando que pueden asesinar a quien sea en cualquier momento. Es aterrador”.
Ya tienen imitadores, verdaderos McZetas que extorsionan y secuestran, pero El Lazca y compañía rápidamente toman venganza. En mayo de 2008, un hombre de 35 años fue encontrado muerto en Monterrey, torturado y con un picahielos clavado en su tórax. Una nota colgaba de su mano: “Este es uno de esos que extorsionaba por teléfono haciéndose pasar por un Z”. En febrero de 2009 ejecutaron a dos falsos Zetas en Reynosa y dejaron una nota que decía: “Esto es lo que les pasará a aquellos que intenten hacerse pasar por Zetas”. En tanto, la Administración Antidrogas de EU sugiere que estos delincuentes “podrían ser los más tecnológicamente avanzados, sofisticados y violentos de todos los grupos paramilitares”.
Desde una prisión federal estadunidense Osiel Cárdenas podría soñar con ser un protector de inocentes, pero sus criaturas buscan la manera de ser más salvajes, más inhumanos contra sus enemigos, ampliar su impunidad y engrosar sus cuidadosamente auditadas cuentas bancarias.
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Traducción: Jeanette Becerra Acosta

El Comandante Ramiro

Acceden a entregar cuerpo de guerrillero
Acepta PGR otorgar restos del 'Comandante Ramiro' a organizaciones
REFORMA ON LINE/ Redacción
Chilpancingo, México (23 noviembre 2009).- La Procuraduría General de Justicia de Guerrero (PGJG) aprobó entregar el cuerpo del líder del Ejército Revolucionario del Pueblo Insurgente (ERPI), Omar Guerrero Solís alías el "Comandante Ramiro" a organizaciones sociales.
Éstas, anexadas a la Asamblea Popular de los Pueblos de Guerrero (APPG) le rendirán un homenaje fúnebre y lo sepultarán este martes en el panteón municipal de Chilpancingo.
Nicolás Chávez, dirigente de la APPG, señaló que a las 19:00 horas de este lunes, el encargado de despacho de la Procuraduría y el fiscal especial de en la Región Centro, Juan Miranda, aprobaron el acuerdo de entregar los restos de Omar Guerrero Solís o de Ramiro Salgado López a los miembros de esta organización.
Omar Guerrero Solís, alías el "Comandante Ramiro", fue asesinado de cuatro balazos de Ak-47 el 2 de noviembre por uno de sus subalternos llamado Cayetano Alvarado, el "Cuche blanco", en la comunidad de Palos Altos, del Municipio de Ajuchitlán del Progreso.
El pasado jueves, personal de la Procuraduría y del Ejército Mexicano se trasladaron a esta comunidad y luego de investigar el lugar donde habría sido sepultado el guerrillero procedieron a realizar la exhumación del cadáver mismo que posteriormente lo trajeron a las instalaciones del Servicio Médico Forense(Semefo) donde se le realizó el estudio forense.
En tanto, la Procuraduría informó que luego de realizar los estudios confirmó que se trataba de Guerrero Solís, quien estuvo preso en el penal de Acapulco en el 2002.
El 29 de noviembre del mismo año junto con otros 13 reos (entre ellos 8 presuntos narcotraficantes colombianos) se fugó de esta prisión a través de un túnel de 25 metros de longitud que ellos mismos lograron excavar, supuestamente ayudados por las autoridades carcelarias.
Fue hasta 2009 cuando el "Comandante Ramiro" reapareció públicamente dando entrevistas a los medios de comunicación en la Sierra de Guerrero, donde anunció que el ERPI reiniciaría sus actividades subversivas en el 2010, fecha emblemática por el 200 aniversario de la Independencia de México y el centenario de la Revolución Mexicana.
En una conferencia de prensa que ofreció a los medios de comunicación, el encargado de despacho de la Procuraduría de Justicia, Albertico Guinto, dijo que aparte de la APPG, también la Comisión de Defensa de los Derechos Humanos del Estado de Guerrero (CODEHUM) respaldó la solicitud que hicieron las organizaciones sociales.
"Nos hacen esa solicitud (las organizaciones sociales) por considerarlo que lo hacen por un acto humanitario y evitar que el cuerpo se vaya a la fosa común y darle una sepultura digna en el nuevo panteón municipal de esta ciudad capital", dijo Albertico Guinto.
Por su parte, los integrantes de la APPG, Bertoldo Martínez, Pablo Sandoval Cruz y Nicolás Chávez, le pidieron al encargado de despacho de la Procuraduría que no se vaya a iniciar contra ellos una persecución política.
"Nosotros reconocemos la lucha del "Comandante Ramiro" quien fue un hombre que luchó por sus ideales y quería para Guerrero y México una igualdad social, por eso respetamos las causas que lo orillaron a levantarse en armas y le vamos a rendir tributo", refirió Sandoval.
Por su parte, Albertico Guinto, aseguró que su presencia en ese acto no era para iniciar algún procedimiento jurídico.
En este año, luego de reaparición pública, el Ejército Mexicano y las corporaciones policiacas intensificaron sus operativos en la Sierra para detener a Guerrero Solís.
Según la Procuraduría de Justicia de Guerrero, Guerrero Solís tenía en su contra al menos 10 órdenes de aprehensión por delitos del fuero común y federal.
Se le acusaba de homicidio, secuestro, lesiones, extorsión, además de otros delitos del fuero federal.
El gobernador Zeferino Torreblanca y el titular de la Secretaría de Seguridad Pública y Protección Civil, Heriberto Salinas Altés, calificaron a Omar Guerrero solís como un "delincuente" y no un líder social como se hacía pasar.
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Declaraciones de Benitez Treviño, hoy

El presidente de la Comisión de Justicia de la Cámara de Diputados, Víctor Humberto Benítez Treviño (PRI), dio a conocer que en el seno de esa instancia legislativa se preparan modificaciones a diversas leyes, a fin de modernizar el sistema de administración y procuración de justicia que permita brindar al Estado más herramientas para frenar la delincuencia.
El legislador señaló que es urgente dotar al Estado de nuevas atribuciones que le permitan ser más eficiente en el combate a la delincuencia, por lo que impulsarán la regulación de la figura del arraigo, adecuaciones a la Ley Federal contra la Delincuencia Organizada, delimitar lo relativo a los testigos protegidos y precisar aspectos de la Reforma a la Ley de Salud, relativo al narcomenudeo.
Benítez Treviño, dijo que en el rediseño de la aplicación de justicia se le debe dar prioridad a la prevención del delito, a través de programas que orienten y alejen a los jóvenes de la delincuencia; ya que esto podría reducir costos importantes en materia de seguridad.
El legislador señaló que en su experiencia personal - como procurador- se debe replantear la figura del Ministerio Público, ya que tiene un exceso de facultades que deben ser delimitadas. “Es un señor de horca y cuchillo, con facultades constitucionales que tenemos que acotar”, dijo.
Sobre la expedición de la Ley Federal del Secuestro, informó que al interior de la Comisión de Justicia ya se analiza la iniciativa que dejó su antecesor, César Camacho Quiroz y que se quedó en la instancia legislativa para su análisis, discusión y posible aprobación con el objeto de que se pueda aprobar pronto.
Por otra parte, manifestó la urgencia de aterrizar la Reforma Constitucional del Sistema Acusatorio Penal, puesto que advirtió que en caso de no hacerlo se estaría faltando a un tema de gran prioridad, por la situación de inseguridad que atraviesa la nación. Y es que la reforma le otorgó a las entidades federativas, ocho años para instrumentar sus lineamientos por lo que al finalizar esta Legislatura se tendrá que alcanzar la mitad del trabajo para implementar en su totalidad la reforma, dijo.

Día de la Amada

Gira por Tampico, Tamaulipas.
El Presidente Calderón aseguró que es vital continuar con mano firme la lucha contra la delincuencia con el objetivo de seguir protegiendo a los ciudadanos. Por lo que hizo un llamado a las autoridades locales a sumarse en este esfuerzo, donde debe redoblarse el compromiso y la acción por la seguridad pública.
Acompañado de su esposa, Margarita Zavala, así como de los Secretarios de Defensa y Marina, Guillermo Galván Galván y Mariano Francisco Saynez Mendoza, respectivamente, y el Gobernador de la entidad, Eugenio Hernández Flores, el Mandatario enfatizó que más allá de los delitos de extorsión y secuestro, las Fuerzas Armadas han estado y seguirán presentes en el combate de los delincuentes.
Durante la Conmemoración del Día de la Armada y la Botadura del Buque Patrulla Oceánica ARM Revolución (PO-164), el Presidente Felipe Calderón convocó a los miembros de la Armada de México a dar cumplimiento a la delicada misión que la Patria les ha encomendado: salvaguardar la soberanía exterior y la seguridad interior del país..
Finalmente, en las instalaciones del Astillero de Marina número Uno, el Ejecutivo Federal tomó protesta a los miembros de las Patrullas Interceptoras Clase Polaris II, Armada República Mexicana Alhena y Saiph, que hoy también se abanderaron.
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Discurso del Presidente
Lealtad, honor y tradición son la divisa de las mujeres y los hombres que portan orgullosamente el uniforme de nuestra Marina Armada de México.
Por eso, como Comandante Supremo de las Fuerzas Armadas, me llena de orgullo estar aquí, en Tampico, para celebrar con todos ustedes el Día de la Armada de México.
Hoy, la Nación entera agradece la dedicación y el sacrificio de nuestros marinos. Su esfuerzo es fundamental para salvaguardar la soberanía, la democracia, la libertad y las Instituciones de la República.
La Armada de México ha protegido lealmente la integridad de nuestros mares y es baluarte de la seguridad de nuestras instalaciones estratégicas. Trátese de contingencias sanitarias o tragedias provocadas por la fuerza de la naturaleza, trátese de cualquier otro evento en que se requiere su valiosa presencia y auxilio, los marinos de México han salvado miles de vidas y prestan su auxilio a quien más lo necesita.
Y por todo ello, los mexicanos vemos en la Armada y en las Fuerzas Armadas instituciones admirables, sabedores de que frente a cualquier peligro nuestros marinos acudirán siempre en apoyo de México.
Y qué mejor manera, señoras y señores, de celebrar esta fecha singular que con la Botadura de la Patrulla Oceánica Revolución, navío con el que, además, conmemoramos el Centenario de la lucha iniciada por Francisco I. Madero en 1910, en aras de la democracia y la justicia para nuestro país.
Este moderno Buque fue orgullosamente construido en este Astillero de Marina número Uno, principal Centro de Reparaciones Navales del Golfo de México. Aquí, los técnicos y especialistas mexicanos han fabricado con gran calidad embarcaciones militares que han servido dignamente a la Armada, como el Justo Sierra, el Guanajuato, el California y el Huasteco.
Hoy se une a esta tradición de excelencia naval el Buque Revolución, que cuenta con las más altas especificaciones para el cumplimiento de misiones militares. Se une a la botadura que en meses recientes realizamos también en México, en Salina Cruz, de un buque similar, el Buque Independencia. Al igual que aquél, el Revolución tiene modernos sistemas de armamento y detección de objetivos, un cañón de 76 milímetros, radares de exploración de superficie y aérea.
A esta tecnología de vanguardia, se suman un helicóptero y una lancha interceptora rápida, que permite al Buque ampliar su radio de operación y su velocidad de respuesta y capacidad de operación.
Además del Revolución, este día se agregan a la flota de la Armada dos Patrullas Interceptoras más, de gran velocidad, construidas en Coatzacoalcos.
Así, estamos fortaleciendo el equipo de la Armada de México para garantizar la defensa y seguridad nacionales y, al mismo tiempo, detonamos el desarrollo de nuestra industria naval, a fin de generar más empleos en beneficio de trabajadores mexicanos, ingenieros y técnicos.
Este esfuerzo refrenda la importancia que tiene la Armada como pilar del Estado mexicano y como fiel guardián del orden constitucional y del Estado de Derecho en aguas nacionales.
A pesar de la adversidad económica que ha azotado al mundo y al país, el Gobierno Federal a mi cargo ha apoyado, y ha apoyado como no se hacía en mucho tiempo, tanto al Ejército Mexicano como a la Marina Armada de México.
La vocación de servicio de nuestros marinos se expresa, también y fundamentalmente, en su apoyo al combate frontal a la delincuencia y al crimen organizado.
Su esfuerzo y dedicación, han permitido al Gobierno golpear, de manera contundente, a las bandas delictivas, al asegurar miles de armas, vehículos y dinero de procedencia ilícita.
Hay que resaltar, además, os decomisos realizados en estos tres años de Gobierno, de más de 32 toneladas de cocaína, que equivalen a alrededor de 70 millones de dosis, junto con las 70 toneladas de marihuana decomisadas por la Armada de México.
Y para citar los casos más recientes de compromiso de la Marina con los mexicanos y su seguridad, quiero resaltar lo que ha ocurrido en días y semanas recientes.
Uno. Tras un intenso operativo en el que participaron aeronaves y barcos de la Armada, se logró el aseguramiento de más de una tonelada y media de marihuana al norte de la Isla Tiburón.
Dos. A principios de este mes, se confiscaron más de dos toneladas del mismo enervante a bordo de una embarcación en Baja California.
Tres. En el vecino Estado de Veracruz, recientemente la Marina Armada de México localizó y enfrentó a uno de los fundadores y líderes del grupo delictivo de Los Zetas, conocido como El Gonzo o El Z-20, quien perdió la vida tras oponer resistencia a su detención.
Cuarto. Aquí mismo, en Tampico, ante el avance de la criminalidad que estaba extorsionando y secuestrando impunemente a familias tampiqueñas, la Policía Federal, con el apoyo de la Marina Armada de México, logró detener y desmantelar a una peligrosa banda de secuestradores.
Más allá de que los delitos de extorsión y secuestro sean de ámbito local, las Fuerzas Armadas y Federales han estado y seguirán estando presentes, combatiendo a los delincuentes y protegiendo a los ciudadanos.
Estos son sólo cuatro ejemplos recientes de la batalla sin cuartel que libran día a día las mujeres y hombres de nuestra Armada, de nuestro Ejército Nacional y de la Policía Federal, por un México de justicia.
Es vital seguir con mano firme en el combate a la delincuencia. Y es vital, también, que se sumen a este esfuerzo todas las capacidades del Estado, incluyendo las de los ámbitos locales, donde debe redoblarse el compromiso y la acción por la seguridad pública.
Lo he dicho y lo reitero hoy. El combate frontal al crimen organizado, incluyendo al narcotráfico, es un paso, una vía, un instrumento para llegar a nuestro verdadero fin: el construir un México de leyes e instituciones, un país de orden y de libertades en el que los ciudadanos puedan vivir de manera segura y tranquila, como debe ser.
Un país que finque su progreso, al que está llamado, en el pleno imperio de la ley y de la justicia.
El Estado mexicano seguirá utilizando todos los medios legales a su alcance para restablecer las condiciones de orden y legalidad que deben prevalecer para una sana convivencia social.
Sigan avanzando, mujeres y hombres de la Armada de México, en el cumplimiento de la delicada misión que la Patria les ha encomendado: Salvaguardar la soberanía exterior y la seguridad interior del país.
Marinos de México.
Señoras y señores.
En 2010 conmemoraremos 200 años de ser orgullosamente mexicanos y 100 años de iniciar la Revolución Mexicana por don Francisco I. Madero. Este mexicano ilustre llamó a los mexicanos a luchar para asegurar para siempre, dijo él, nuestra libertad y consolidar definitivamente la paz, la paz de los pueblos libres, que tienen por apoyo la ley.
Hoy como ayer, las palabras del Apóstol de la Democracia siguen vigentes. Y por eso, todos los mexicanos debemos realizar nuestro máximo esfuerzo para consolidar un país de leyes en el que se respeten plenamente los derechos y las libertades de todos los mexicanos.
En esta tarea, México cuenta con ustedes, mujeres y hombres movidos por su gran amor a la Nación. Los instruyo a que sigan cumpliendo con su misión con el arrojo, la responsabilidad y la disciplina, y lealtad que siempre les ha distinguido.
Marinos de México:
Llevemos juntos a la Patria a buen puerto.
De corazón, muchas felicidades a ustedes, marinos integrantes de la Armada de México.
Muchas gracias.
(TOMA DE PROTESTA)
-MODERADOR: El ciudadano Presidente de los Estados Unidos Mexicanos y Comandante Supremo de las Fuerzas Armadas tomará protesta a los miembros de la dotación de las Patrullas Interceptoras que hoy se abanderan.
-PRESIDENTE FELIPE CALDERÓN HINOJOSA: Comandantes, Clases y Marinería de las Patrullas Interceptoras Clase Polaris II, Armada República Mexicana Alhena y Saiph, protestan seguir con fidelidad esta Bandera, emblema de nuestra Patria, y defenderla hasta alcanzar la victoria o perder la vida.
-VOCES A CORO: Sí, protesto.
-PRESIDENTE FELIPE CALDERÓN HINOJOSA: Si no lo hicieren así, que la Nación se los demande.

PRD refundación reacomodo

Columna Bitácora del director/Pascal Beltrán del Río
PRD: refundación o reacomodo
Excélsior, 22 de noviembre de 2009;
Este mes también se cumplieron 28 años de que el PCM se disolviera para dar paso a un proceso de unidad con otras organizaciones y crear el Partido Socialista Unificado de México (PSUM).
Mediante dos fusiones similares, en 1987 y 1989, el tronco histórico de la izquierda mexicana fue rebautizado, primero, como Partido Mexicano Socialista (PMS) y, finalmente, como PRD.
Se podrá alegar que el mapa genético del perredismo incluye a grupos políticos que nunca formaron parte del PCM, PSUM o PMS primordialmente un conjunto de militantes y organizaciones que provenían del PRI, pero aun así se puede trazar una línea de continuidad de 1919 a la fecha.
Pese a adiciones y desprendimientos que han ocurrido a lo largo de estas nueve décadas, el PRD heredó del PCM algo más que su registro electoral, vigente desde 1979.
La principal herencia del PRD ha sido un conjunto de valores y concepciones políticas que, en un sentido, le permitieron crecer y desarrollarse hasta arañar la Presidencia de la República en 2006, pero, simultáneamente, le impiden ser pragmático y revisar su táctica cuando las circunstancias lo requieren.
Como toda organización de izquierda, el PRD se formó al menos en teoría en torno a la meta de cambiar el estado de cosas para dar lugar a una sociedad más igualitaria y más libre. Un partido de izquierda que no se propone eso no es mucho más que un membrete o una agencia de colocación de candidatos.
Esa meta hace necesaria la abnegación y el trabajo desinteresado y arduo de sus miembros. Un objetivo que se persigue a favor de los demás, y se convierte en propósito de vida, puede ser más poderoso que cualquier salario o las canonjías que dan los cargos públicos.
En mi labor periodística, he conocido casos de militantes de izquierda con esa congruencia. Uno de ellos era un profesor de la región de La Montaña, en Guerrero, que prefirió morir de un mal curable antes que comprarse la medicina que necesitaba con el único dinero que tenía a la mano: el que le había encargado “el partido”.
Hoy me pregunto cuántos miembros del PRD tienen esa abnegación. Probablemente muy pocos. Aun así, algo de ese espíritu de transformación de la sociedad, característico de las organizaciones de izquierda hasta que el cinismo las invade y las destruye, sigue cosechando votos (cada vez menos, por cierto) entre quienes quieren cambiar las cosas.
Por otro lado, están las concepciones de la lucha política que frecuentemente han convertido a la izquierda mexicana en su peor enemigo: sectarismo, divisionismo, dogmatismo, corporativismo, caudillismo, estatismo…
Es una visión del país que no nació con el PRD, sino ha sido heredada por los militantes de la izquierda de generación en generación.
Desde su fundación, como una sección de la Internacional Comunista en 1919 su principal promotor fue el bengalí Manabendra Nath Roy, amigo del agente soviético Mijaíl Borodin—, el PCM fue un devoto de la línea de Moscú: la acción revolucionaria antes que la democracia, la exclusión antes que el diálogo en la diversidad, el control de los sindicatos, la creencia ciega en que el Estado es la única instancia que puede cambiar a una sociedad…
El problema del PCM fue que el PRI, igual que el Partido Comunista de la URSS, apostó por un Estado fuerte. En el caso del México posrevolucionario, era lógico: ¿quién más podría reconstruir al país? Y las masas y los intelectuales se vieron atraídos mayoritariamente no por el PCM sino por la Revolución institucionalizada que prometía la cristalización de las demandas sociales, como la reforma agraria.
Hoy, dos décadas después de que se derrumbó el socialismo estilo soviético, el PRD sigue respondiendo a muchos de los mismos resortes: defiende el sindicalismo corporativo, margina a quienes no piensan igual, tiene tanta fe en el Estado que no concibe a la industria petrolera fuera de su control, así ello implique ineficiencia y corrupción.
Como escribió acertadamente en estas páginas la distinguida militante del PRD Ruth Zavaleta hace unos días, entre los principales problemas de ese partido está no saber reconocer cuando gana, no aceptar la derrota cuando pierde y ser incapaz de establecer alianzas aun cuando su interés va de por medio.
Si ha de tener futuro, en el contexto de una democracia que requiere de muchos ajustes pero ha llegado para quedarse, el PRD tendrá que reafirmar que su papel es transformar a la sociedad y no ser una agencia de colocación de candidatos y pago de cuotas; entender que, para llegar a esa meta, a menudo hay que cambiar de caminos; abjurar del sindicalismo corporativo; dejar de practicar el divisionismo tribal y la exclusión; apostar por la democracia como una forma de vida y no un simple método para llegar al poder y hacer ahí lo mismo que han hecho otros partidos; ser corresponsable y no sólo contestatario en la conducción del país; dejar atrás los tabúes e impulsar las reformas que el país necesita y que han sido exitosas en otros países donde actualmente hay gobiernos de izquierda, como Brasil y Noruega.
Esos son algunos de los retos del PRD, cuyo XII Congreso, llamado “Refundacional”, se celebrará en Oaxtepec en once días. Ahí los perredistas tendrán que decidir si su partido se refunda, lo cual implica un cambio importante de concepciones, o simplemente reacomoda sus piezas en pugna.

 
Pasado mañana se cumplirán 90 años de la fundación del Partido Comunista Mexicano (PCM), la primera organización de su tipo creada fuera de la entonces Unión Soviética.

Vizcarra, Jackson y Malova

Frentes Políticos de Excélsior, 23-Nov-2009;}
IV. El ambiente político en Sinaloa está que arde. El miércoles por la mañana llamó mucho la atención ver en la mesa de un restaurante de Polanco a Jesús Vizcarra, precandidato del PRI al gobierno del estado, desayunar con Enrique Jackson. Cuentan que el ex senador de la República y fallido contendiente por la presidencia nacional del PRI se une a quienes desean cerrarle el paso al senador Mario López Valdés, quien se encuentra en primer lugar en todas las encuestas, mas no en las preferencias del grupo político que gobierna ahora en esa entidad.

Un futuro para México

Columna Juegos de Poder/Leo Zuckermann
Excélsior, 23 de noviembre de 2009;
¿Por dónde comienza el futuro?
Javier Tello me contó la memorable definición de un doctorado: “Es estudiar cada vez más de cada vez menos hasta saber casi todo de casi nada”. Absolutamente cierto. La academia ha perdido la tradición de estudiar los grandes temas. Ha privilegiado, en cambio, la especialización. Vasto conocimiento de asuntos nimios. Por eso me gustó el ensayo Un Futuro para México de Jorge Castañeda y Héctor Aguilar Camín publicado este mes en Nexos: por su ambición. Se trata de una reflexión de los múltiples problemas que enfrenta México. Muchos de los argumentos ahí vertidos ya se habían escuchado. Sin embargo, el ensayo tiene el valor de integrar las partes en un todo. El resultado es una reflexión intelectual brillante, clara y perspicaz.
Castañeda y Aguilar Camín comienzan razonando sobre el papel tan pesado que ha tenido la historia para México. Nos invitan a salir, de una vez por todas, del pasado y concentrarnos en el futuro. Un futuro que pasa por cuatro avenidas: una economía abierta de gran crecimiento, una mayor cercanía con Estados Unidos, un Estado de bienestar y un gobierno eficaz. En cada uno de los temas, los autores presentan un diagnóstico atinado y soluciones audaces. Se trata, en general, de una agenda liberal con un toque socialdemócrata. La gran propuesta es que tenemos que “construir una sociedad de clase media”.
Aguilar Camín y Castañeda lo tienen claro: “Un futuro para México requiere tomar al toro por los cuernos”. Coincido. Los mexicanos estamos hartos del posibilismo calderonista que sólo produce esperpentos legislativos como la reforma de Pemex o la última Ley de Ingresos. El problema es cómo tomar al toro por los cuernos. Esa me parece la única debilidad del ensayo en cuestión. Ahí es dónde se quedan cortos los autores. Ciertamente reconocen que la democracia mexicana es paralítica: “un Estado débil, que no aplica la ley, cuya división de poderes se acerca al divisionismo, y cuyo federalismo tiene algo de feuderalismo. Todo ello en el marco de un régimen político que no produce mayorías claras y vive inmerso en un empate perpetuo”. De ahí que propongan reformas como la segunda vuelta presidencial, la supresión de la cláusula de sobrerrepresentación en elecciones legislativas, la reelección de legisladores, las candidaturas independientes, el referendo y “leyes guillotina”, entre otras.
Coincido con todas las que producirían gobiernos fuertes con capacidad de sacar adelante una serie de reformas para fortalecer la economía y crear una sociedad de clase media. Pero, me pregunto: ¿cómo lo vamos a lograr cuando los partidos son los que tienen el poder de hacer estos cambios, cuando sus intereses les impiden llevar a cabo este tipo de reformas? Al PRI, por ejemplo, no le conviene una segunda vuelta ya que tiene más probabilidades de ganar en una sola. A ningún partido le benefician las candidaturas independientes con el riesgo de tener un candidato apartidista popular como el chileno Marco Enríquez-Ominami. Y ni hablar de la reelección de legisladores que significaría un golpe mortal a las dirigencias partidistas.
Castañeda y Aguilar Camín proponen “convertir el 2012 en un referendo sobre el futuro deseable, no sólo sobre quién debe ser presidente […] Hay que responder hoy a la pregunta de mañana: ¿Cómo llegar al 2018 como una sociedad en crecimiento, de clase media, segura y ubicada en el mundo?” Los autores nos invitan a comenzar el debate. Me encanta la idea. La siguiente pregunta, me parece, es por dónde empezar. Creo que por empujar una reforma política que cambie los incentivos para que posteriormente sea posible la aprobación de otras reformas económicas y sociales. Pero ahí es donde inmediatamente nos atoramos ya que los partidos no quieren reformas políticas que no les convengan. Y no las van a hacer mientras no sientan una presión social que se las exija. Por eso pienso que, en esta ocasión, el futuro modernizador de México debe venir de abajo y no de arriba como suele suceder en este país.
A ningún partido le benefician las candidaturas independientes con el riesgo de tener un candidato apartidista popular como el chileno Marco Enríquez-Ominami. Y ni hablar de la reelección de legisladores que significaría un golpe mortal a las dirigencias partidistas.

¿El final del terrorismo globlal?

El final del terrorismo global?Por Michel Wieviorka, profesor de la Escuela de Altos Estudios de Ciencias Sociales de París
Publicado en LA VANGUARDIA, 22/11/09;
En septiembre del 2001, tras los atentados de Nueva York y Washington, el mundo entero tuvo conocimiento, sorprendido e incrédulo, de la capacidad de acción planetaria de Al Qaeda. No era la primera acción de la red dirigida por Osama bin Laden y, desde los años 90, los que siguen la actualidad de la violencia islamista sabían perfectamente de la existencia de un terrorismo de nuevo cuño, que no se podía reducir a las imágenes del terrorismo nacionalista (vasco, por ejemplo) o extremista de izquierdas o de derechas (como en la Italia de los años 70 y 80) ni a las del terrorismo internacional, como ocurría con la causa palestina.
Bajo distintos nombres, los especialistas han difundido la idea de un hiperterrorismo o terrorismo global cuyas características eran funcionar en red y, por tanto, sin ser dependiente de un determinado anclaje en la sociedad en que se expresa; un terrorismo supra o transnacional, con posicionamientos planetarios e incluso metapolíticos y que iba más allá de la política. Este nuevo terrorismo aparentemente ya no se contentaba con intentar desestabilizar el poder de un país determinado o intentar lograr la independencia de una región o de una nación dominadas por otra. Tampoco tenía bastante con ser un problema en las relaciones entre estados. Iba mucho más lejos, tenía un objetivo religioso, llamaba a un combate total, a una guerra mundial de religiones.
Los atentados del 11 de septiembre del 2001 suministraron al paradigma del terrorismo global su expresión más extrema. Sus autores venían de fuera de Estados Unidos, no tenían una pertenencia nacional fuerte y habían transitado por los campos de entrenamiento de Bin Laden en Pakistán o en Afganistán pero también por universidades alemanas, mezquitas del Londonistán o de las banlieue francesas. Posteriormente otros atentados, especialmente los de Madrid y Londres, parecieron dibujar otro modelo, más complejo: el terrorismo global articulaba con estas acciones lógicas planetarias, sin raíces, y lógicas locales, comportaba dimensiones de inscripción en las redes y referencias religiosas mundiales y otras dimensiones que colocaban a sus actores en el mismo centro de las sociedades sobre las que actuaban, entre los inmigrantes y sus hijos.
Consideremos las acciones que, día tras día, seguimos denominando terroristas. En Iraq, en Pakistán, vemos diariamente que uno o varios atentados causan numerosas víctimas. Este terrorismo sigue siendo muy mortífero pero es también martirista, ya que sus autores frecuentemente se quitan la vida al tiempo que la quitan a otros. Pero sus actos tienen ahora menos carga global, mundial, planetaria que antes. Son acciones ligadas a conflictos locales y su significado territorial y político es a menudo evidente. Responden a lógicas de guerra pero esas guerras son locales, están vinculadas a la guerra civil más que ser geopolíticas y mundiales. Estamos lejos de un choque entre el islam y la modernidad occidental de que hablaba Samuel Huntington y mucho más cerca de luchas por el control étnico, tribal o religioso de territorios bien delimitados. Al final de los años 90, Bin Laden se aprovechó de los talibanes y del control que ejercían sobre el Estado afgano pero ya entonces estaba claro que el proyecto de los talibanes no coincidía con el suyo y que su alianza con el mulá Omar no era con un líder de un movimiento planetario. En la actualidad los talibanes no llevan su lucha más allá de Afganistán y de Pakistán.
¿Se puede decir pues que el terrorismo global ha fracasado, que Bin Laden se ha convertido en un has been, la mayor encarnación de un fenómeno que hemos dejado atrás? Evidentemente hay que ser muy prudente ya que la previsión, en materia terrorista, es un ejercicio arriesgado. Los actores que preparan atentados actúan por definición en la mayor discreción, no se les ve venir y a nadie le sorprendería saber al día siguiente que un atentado del tipo global se ha cometido aquí o allí. Pero hay que admitir que desde hace cuatro años no hemos conocido una expresión destacada de este terrorismo.
Y si aceptamos la hipótesis de un declive histórico de este fenómeno es necesario explicarla. Y aquí surgen dos explicaciones que no son necesariamente contradictorias. La primera reenvía a la creciente eficacia de los servicios de represión y prevención antiterrorista, que desde el 2001 han aprendido a enfrentarse al terrorismo global,a penetrar en organizaciones y redes y a desarticular preparativos terroristas. En este campo, los que saben no hablan (y al revés) y es muy difícil ser taxativo en las afirmaciones. No olvidemos que ocho años después del 11-S, Bin Laden sigue libre, lo que puede provocar escepticismo sobre la eficacia de estos servicios. Pero ¿quién puede aventurar lo que han logrado evitar, cómo han penetrado en las redes terroristas o cómo las vigilan?
La segunda explicación consiste en desear el agotamiento o el declive de este terrorismo global. Tras el gran impacto de los atentados del 2001 y otros hasta el 2005, parece incapaz de transformar el éxito simbólico y el golpe psicológico en acción propiamente política. Este terrorismo encontró un momento y un público dominados por el odio a Occidente, el resentimiento y la desesperanza. Pero su programa no puede influir en el curso de las cosas, no modifica para nada el destino social de las masas musulmanas, no les aporta ninguna capacidad de presión sobre los estados. Por eso retrocede mientras que proliferan las conductas de violencia extrema en sentido limitado

El asalto a la razón, columna

La vuelta de Esparza a MILENIO Tv
Columna El asalto a la razón/Carlos Marín
Milenio 2009-11-23•
.Queremos derecho de réplica: Martín quiere hablar contigo en El asalto a la razón, pero en vivo…”, demandó la tarde del viernes reciente Bonfilio Garrido, uno de los colaboradores de mayor confianza del dirigente sindical.
La noche del jueves, MILENIO Tv había transmitido la primera parte de mi conversación con Alejandro Muñoz, el tesorero del Sindicato Mexicano de Electricistas que disputó la Secretaría General, quien acusa a Martín Esparza Flores de haberle robado la elección (por 300 y pico de sufragios) haciendo “votar hasta a los muertos”, y de ser el causante, por negligencia y corrupción, de la extinción de Luz y Fuerza.
Garrido y otros cinco ex trabajadores electricistas habían platicado conmigo la semana anterior cuando, con quizá un centenar de sus compañeros, hicieron un mitin “de protesta” frente a las instalaciones de MILENIO.
En aquella ocasión, Bonfilio y los otros insistieron en exigirme “periodismo objetivo”. Les pasé al costo que tal cosa no existe: que este oficio es intrínsecamente subjetivo (aun en la simple nota informativa y ni se diga en los géneros de opinión), y que si yo no me atrevía a demandarles electricidad que no dé toques, no me pidieran imposibles. Les recordé también que MILENIO, como ningún otro medio impreso o electrónico, privilegia y asume como obligación esa facultad.
Pese mi insistencia, ninguno de los seis aceptó la invitación de Ciro Gómez Leyva para ser entrevistados por él y replicarle cuanto quisieran esa misma noche, pero Garrido prometió que su líder platicaría conmigo “el lunes o el martes” en El asalto de MILENIO Tv. El día siguiente (viernes 13), sin embargo, Martín Esparza declaró que no hablaría conmigo porque, pretextó, prefería hacerlo en un (impensable) “medio objetivo…”.
Atenido a lo hablado con Bonfilio (y ratificado ayer domingo), supongo que alguien más confiable habrá hecho el favor a Esparza de confirmarle que no hay medios periodísticos como los que imaginaba.
“El único Asalto... en vivo que he hecho fue con ustedes la semana pasada”, le expliqué a Garrido. “Para lunes y martes ya hice dos con el rector José Narro, y el miércoles no podré. Con Muñoz grabé dos y, como no suelo ir los viernes a MILENIO, sólo quedaría el jueves...”.
“No importa”, me dijo Bonfilio.
Bien, pues aunque sea para un solo programa de 11 o 12 minutos, parece que Martín Esparza volverá a MILENIO Tv después del 13 de octubre, cuando vino a mentir en el noticiario de Ciro sobre instituciones que “no pagan” el servicio eléctrico.
Quizá esta vez honre la palabra de su mensajero: bien sabe que en el diario, en la página de internet y en la tv de esta casa se ha dado cuenta de sus eventos y declaraciones como en ninguno de los otros medios (lo mismo que con otro rejego también cuenta cuentos pero más prominente: Andrés Manuel López Obrador).
No deja, eso sí, de intrigarme la insistencia en que Martín y yo asaltemos la razón en vivo...

The Blackwater

The Blackwater plot dee/By Jeremy Scahill, the author of Blackwater: The Rise of the World’s Most Powerful Mercenary Army
THE GUARDIAN, 11/11/09;
The mercenary firm Blackwater has become a symbol of the utter lawlessness and criminality that permeates the privatised wing of the US war machine. The company’s operatives have shot dead scores of Iraqi and Afghan civilians, while former employees allege in sworn statements that Blackwater’s owner Erik Prince “views himself as a Christian crusader tasked with eliminating Muslims and the Islamic faith from the globe”, and that Prince’s companies “encouraged and rewarded the destruction of Iraqi life”. Five Blackwater employees will stand trial in federal court in the US on charges that they slaughtered 14 innocent Iraqis, while a sixth Blackwater operative has already pleaded guilty. The company faces allegations of illicit weapons-smuggling and tax evasion, and is being sued for war crimes. The private army is under fire. And yet, despite all the action, none of the legal bullets has – to date – landed a serious blow.
An explosive report in the New York Times today could change that. The paper alleges that in the aftermath of the infamous 2007 Nisour Square massacre of 17 Iraqi civilians, top Blackwater officials “authorised secret payments” of about $1m into Iraq intending to bribe officials to allow Blackwater to remain in Iraq despite Baghdad’s position that the company would be banned and the killers prosecuted. Blackwater continued to operate in Iraq for two years after the Iraqis announced the company would be kicked out – a fact that has baffled and angered Iraqis. In fact, Blackwater remains in Iraq to this day on a $200m contract that was recently extended by the Obama administration. The new report, if true, could help explain why Blackwater has survived so long in Iraq. It could also be a window into what may become the most serious legal issue facing Prince and other executives.
Claims that Prince was aware of the bribery scheme – and that his deputy, the company president Gary Jackson, directed the transfer of the money to Blackwater’s hub in Jordan, from where it was funnelled to a top Blackwater manager in Iraq – are reported in the New York Times. Such actions would be illegal under US law. At the time of the alleged bribery scheme, FBI agents were on the ground in Baghdad conducting a criminal investigation of the incident and were, in part, relying on the cooperation of Iraqi officials – particularly from Iraq’s interior ministry, the alleged intended recipients. If true, that means that Blackwater or its executives could face charges of obstruction of justice. There is a grand jury investigating Blackwater in its home state of North Carolina.
Blackwater swiftly denounced the story as “baseless”, while a former Blackwater official – the CIA veteran Cofer Black – denied the New York Times’s claim that he confronted Prince over the bribery. Jackson told the paper: “I don’t care what you write.”
Among the most serious issues raised by this scandal is who else may have been involved. Was Blackwater freelancing or was there government involvement? At the time of the alleged bribery plan, Blackwater worked hand-in-glove with the Bush administration and, at times, the two forces colluded. Following the Nisour Square massacre, evidence emerged of a clear pattern of the state department urging Blackwater to pay what amounted to hush money to Iraqi victims’ families. “In cases involving the death of Iraqis, it appears that the state department’s primary response was to ask Blackwater to make monetary payments to ‘put the matter behind us’, rather than to insist upon accountability or to investigate Blackwater personnel for potential criminal liability,” according to a report of the House Oversight Committee released in late 2007.
After a drunken Blackwater guard allegedly shot and killed an Iraqi bodyguard inside the Green Zone on Christmas Eve 2006, the Charge d’Affaires of the US embassy in Iraq initially suggested Blackwater make a $250,000 payment but the department’s diplomatic security service said this was too much and could cause Iraqis to “try to get killed so as to set up their family financially”. In the end, the state department and Blackwater reportedly agreed on a $15,000 payment. During his Congressional testimony in October 2007, Erik Prince corrected that figure, saying Blackwater had actually paid $20,000. In another case, in al Hillah in June 2005, a Blackwater operator killed an “apparently innocent bystander” and the state department requested that Blackwater pay the family $5,000. “Can you tell me how it was determined that this man’s life was worth $5,000?” Representative Danny Davis asked Prince when he appeared before the US Congress. “We don’t determine that value, sir,” Prince responded. “That’s kind of an Iraqi-wide policy. We don’t make that one.”
After Nisour Square, the Iraqi government eventually demanded $8 million in compensation for each victim. In the end, the state department, on behalf of Blackwater, offered family members between $10,000-12,500, which many of them refused.
Blackwater and the US state department had a mutual interest in keeping the company in Iraq. The company provided the elite bodyguards for occupation officials and when Blackwater stopped work for three days after Nisour Square, those officials could not leave their fortress in the Green Zone. For Blackwater, the contract meant big money–more than $1 billion. In the aftermath of Nisour Square, then-Secretary of State Condoleezza Rice and other officials basically read the riot act to Prime Minister Nouri al-Maliki and Blackwater was back to business in Iraq on the fourth day after the massacre and remains in the country. After Nisour Square, one US diplomat described the relationship between the US Embassy’s security office in Baghdad and Blackwater. “They draw the wagon circle,” the diplomat said. “They protect each other. They look out for each other. I don’t know if that’s a good thing, that wall of silence. When it protects the guilty, that is definitely not a good thing.”
While the Bush administration certainly protected Blackwater after Nisour Square, part of the reason for the alleged or attempted bribes may be this: as the US and Iraq negotiated the Status of Forces Agreement and the Iraqi government attempted to impose more authority over private military companies, the stakes got higher for Blackwater. An official licence to operate in Iraq, which Blackwater did not have and long believed was an unnecessary formality, became crucial for Blackwater in order to continue on as the state department’s prime contractor. To many Iraqis, Blackwater’s continued presence was a stark symbol of the country’s lack of sovereignty. It is an incredible fact that Blackwater has remained as long as it has in the country given the severity and extent of its alleged crimes and the rhetoric from Iraqi political figures about the company. It was not until March 2009 that the Iraqi government announced it would not extend Blackwater an operating licence. In May 2009, Blackwater’s prime contract was awarded to competitor Triple Canopy, but a downsized Blackwater remains armed in Iraq. And the company continues to do robust business with the US government elsewhere.
Today, Blackwater works in Afghanistan for the state department, the CIA and the defence department. It protects US officials there and guards visiting congressional delegations. Democratic Representative Jan Schakowsky, a close friend of President Obama, says she was guarded by Blackwater on a recent trip to Afghanistan and that the company is involved with the security details of Secretary of State Hillary Clinton and Ambassador Richard Holbrooke when they visit the country. But as the investigations into Blackwater deepen and the scandals expand, perhaps the most urgent question is this: why does President Obama continue to use this company?
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El informe
http://www.nytimes.com/2009/11/11/world/middleeast/11blackwater.html?_r=1&pagewanted=print
The New York Times, November 11, 2009
Blackwater Said to Pursue Bribes to Iraq After 17 Died
By MARK MAZZETTI and JAMES RISEN
WASHINGTON — Top executives at Blackwater Worldwide authorized secret payments of about $1 million to Iraqi officials that were intended to silence their criticism and buy their support after a September 2007 episode in which Blackwater security guards fatally shot 17 Iraqi civilians in Baghdad, according to former company officials.
Blackwater approved the cash payments in December 2007, the officials said, as protests over the deadly shootings in Nisour Square stoked long-simmering anger inside Iraq about reckless practices by the security company’s employees. American and Iraqi investigators had already concluded that the shootings were unjustified, top Iraqi officials were calling for Blackwater’s ouster from the country, and company officials feared that Blackwater might be refused an operating license it would need to retain its contracts with the State Department and private clients, worth hundreds of millions of dollars annually.
Four former executives said in interviews that Gary Jackson, who was then Blackwater’s president, had approved the bribes and that the money was sent from Amman, Jordan, where the company maintains an operations hub, to a top manager in Iraq. The executives, though, said they did not know whether the cash was delivered to Iraqi officials or the identities of the potential recipients.
Blackwater’s strategy of buying off the government officials, which would have been illegal under American law, created a deep rift inside the company, according to the former executives. They said that Cofer Black, who was then the company’s vice chairman and a former top C.I.A. and State Department official, learned of the plan from another Blackwater manager while he was in Baghdad discussing compensation for families of the shooting victims with United States Embassy officials.
Alarmed about the secret payments, Mr. Black cut short his talks and left Iraq. Soon after returning to the United States, he confronted Erik Prince, the company’s chairman and founder, who did not dispute that there was a bribery plan, according to a former Blackwater executive familiar with the meeting. Mr. Black resigned the following year.






Stacy DeLuke, a spokeswoman for the company, now called Xe Services, dismissed the allegations as “baseless” and said the company would not comment about former employees. Mr. Black did not respond to telephone calls and e-mail messages seeking comment.
Reached by phone, Mr. Jackson, who resigned as president early this year, criticized The New York Times and said, “I don’t care what you write.”
The four former Blackwater executives, who had held high-ranking posts at the company, would speak only on condition of anonymity. Two of them said they took part in talks about the payments; the two others said they had been told by several Blackwater officials about the discussions. In agreeing to describe those conversations, the four officials said that they were troubled by a pattern of questionable conduct by Blackwater, which had led them to leave the company.
A senior State Department official said that American diplomats were not aware of any payoffs to Iraqi officials.
Blackwater continued operating as the prime contractor providing security for the United States Embassy in Baghdad until spring, when the Iraqi government said it would deny the company an operating license. The State Department replaced Blackwater with a rival in May, but the company still does some work for the department in Iraq on a temporary basis.
Five Blackwater guards involved in the shooting are facing federal manslaughter charges, and their trial is scheduled to start in February in Washington. A sixth guard pleaded guilty in December. The company has never faced criminal charges in the case, although the Iraqi victims brought a civil lawsuit in federal court against Blackwater and Mr. Prince.
Separately, a federal grand jury in North Carolina, where the company has its headquarters, has been conducting a lengthy investigation into it. One of the former executives said that he had told federal prosecutors there about the plan to pay Iraqi officials to drop their inquiries into the Nisour Square case. If Blackwater followed through, the company or its officials could face charges of obstruction of justice and violating the Foreign Corrupt Practices Act, which bans bribes to foreign officials.
Officials at the United States Attorney’s Office in Raleigh declined to comment on their investigation, and it is not clear whether the payment scheme is a focus of the grand jury.
Federal prosecutors in North Carolina have interviewed a number of former Blackwater employees about a variety of issues, including allegations of weapons smuggling, according to several former employees who say they have testified before the grand jury or been interviewed by prosecutors, as well as lawyers familiar with the matter. Two former employees have pleaded guilty to weapons charges and are believed to be cooperating with prosecutors.
Since 2001, Blackwater has undergone explosive growth, not only from security contracts in Iraq and Afghanistan, but also from classified work for the Central Intelligence Agency that included taking part in a now defunct program to assassinate leaders of Al Qaeda and to load missiles on Predator drones.
The Nisour Square shooting was the bloodiest and most controversial episode involving Blackwater in the Iraq war. At midday on Sept. 16, 2007, a Blackwater convoy opened fire on Iraqi civilians in the crowded intersection, spraying automatic weapons fire in ways that investigators later claimed was indiscriminate, and even launching grenades into a nearby school. Seventeen Iraqis were killed and dozens more were wounded.
The matter set off an international outcry and intense debates in Iraq and the United States over the role of private contractors in war zones. Many Iraqis condemned Blackwater, which they had long seen as an arrogant rogue operation, and Prime Minister Nuri Kamal al-Maliki declared that the Blackwater shooting was a challenge to his nation’s sovereignty. His government opened investigations into the episode and previous fatal shootings by Blackwater guards, and threatened to bar the company from operating in the country.
Those responses deeply worried Blackwater officials. Before the Nisour Square shootings, the company had operated in Iraq without a license largely because the Iraqi government had never enforced the rules. Being blocked from the country would have been costly — the State Department deal was Blackwater’s single biggest contract. From 2004 through today, the company has collected more than $1.5 billion for its work protecting American diplomats and providing air transportation for them inside Iraq.
“It would hurt us,” Mr. Prince, the chairman, said in an interview in January about losing the diplomatic security contract. “It would not be a mortal blow, but it would hurt us.”
The former Blackwater executives said it was not clear who proposed paying off Iraqi officials. But after Mr. Jackson, the former company president, approved the plan, the cash for the payoffs was taken from Amman and given to Rich Garner, then a top manager in Iraq, the former executives said. One of those executives said that officials in Iraq’s Interior Ministry, which is responsible for operating licenses, were the intended recipients.
Mr. Garner, who still works for the company, could not be reached for comment. The former executives said they did not know whether Mr. Garner was involved in decisions about the bribery scheme.
At that time, Mr. Black was in a series of discussions with Patricia A. Butenis, the deputy chief of mission at the American Embassy in Baghdad, about compensation payments to the Nisour Square victims. According to former Blackwater officials, Mr. Black was furious when he learned that the payoff money was being funneled into Iraq, and he swiftly broke off the talks with Ms. Butenis.
“We are out of here,” Mr. Black told a colleague, one former executive said. After returning to the United States, Mr. Black and Robert Richer, who had also joined Blackwater after a C.I.A. career, separately confronted Mr. Prince with their concerns about the plan, one former Blackwater executive said.
Mr. Richer left Blackwater in February 2008, followed by Mr. Black several months later, amid a battle inside Blackwater between former C.I.A. officers working at the company’s office outside Washington and executives at Blackwater’s headquarters in North Carolina.
The former officials said that Mr. Black, Mr. Richer and others believed that Blackwater had cultivated a cowboy culture that was contemptuous of government rules and regulations, and that some of the company’s leaders — former members of the Navy Seals including Mr. Prince and Mr. Jackson — had pushed the boundaries of legality. Contacted by telephone, Mr. Richer would not discuss specifics of why he left the company.
Ms. Butenis, now the United States ambassador to Sri Lanka, declined to comment for this article. But other State Department officials confirmed that embassy officials had met with Blackwater executives to encourage them to compensate the victims of Nisour Square.
The United States military had a well-established program for paying families of civilian victims of American military operations, but at the time of the Nisour Square shooting, the State Department did not have a similar program, officials said.
In interviews, three Iraqis wounded in Nisour Square said that Blackwater had made payments of several thousand dollars to them and other victims. Still, some of them joined the civil lawsuit against Blackwater. Settlement talks collapsed Tuesday, according to Susan Burke, a lawyer for the victims.
Even after the furor that was set off by the shootings, State Department officials made it clear that they did not believe they could operate in Baghdad without Blackwater, and Iraqi officials eventually dropped their public demands for the company’s immediate ouster.
Raed Jarrar, the Iraq consultant to the American Friends Service Committee, said in a recent interview that the Maliki government had gone too easy on Blackwater. “They had two different messages,” he said. “The Iraqi public, and even the Iraqi Parliament, was told that all private contractors would be pulled out of the country, while the contractors and the State Department were told the opposite.”
In late 2008, the Bush administration and the Iraqi government hammered out an agreement governing the role of security contractors in Iraq. Under the new rules, security contractors lost their immunity from Iraqi laws, which had been granted in 2004 by L. Paul Bremer III, the head of the Coalition Provisional Authority, which ran the country after the start of the American-led war. The Iraqi government also made it mandatory for security contractors to obtain licenses to operate in the country.
In March 2009, the Iraqis said that the company would not be awarded a license. Two months later, the State Department replaced it with a competing security contractor, Triple Canopy.
Barclay Walsh contributed research from Washington, and Mohammed Hussein from Baghdad.

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