Denise
Dresser y el mal uso del autismo para descalificar/Israel Tonatiuh Lay Arellano*
2
de octubre de 2015. El pasado 28 de septiembre la prestigiada académica Denise
Dresser publicó en su columna una crítica a Peña Nieto donde lo acusaba sobre
todo de vivir en un mundo fuera de la realidad nacional.
Hasta
aquí, nadie, excepto su gabinete y sus fervientes seguidores, podría negar la
descripción. El problema fue que una vez más se utilizó el concepto de
“autismo” para descalificar la actitud del presidente: anteriormente, Dresser
ya había utilizado el término despectivamente al menos en dos ocasiones para
referirse a la iglesia y a la Corte, señalando a sus integrantes como corruptos
e insensibles.
En
esta ocasión, después de pedir “perdón” a los autistas, apunta que Peña Nieto
actúa
Como
cualquier autista, ríe sin tener motivos aparentes para hacerlo; actúa como si
estuviera sordo; no tiene ninguna apreciación del peligro; habita un mundo
propio. Un mundo raro. Un planeta paralelo.
Pero
no es lo único que menciona, también habla de estereotipias y de “enfermedad”.
Lo anterior demuestra que aunque la doctora Dresser tenga elocuencia en los
temas de política social, de libertad de expresión, de derecho a la
comunicación, poderes fácticos y legislación de radio, televisión y
telecomunicaciones, su conocimiento sobre la condición del espectro autista
(CEA) y las personas que la tienen es totalmente nulo.
Dresser
habla de características coloquiales que no están presentes en todas las
personas con CEA pues, como lo indica el concepto, se trata de un espectro.
Hablar fuera de un contexto no es objetivo, ella como académica debe tenerlo
presente. En primer lugar, hay una diferencia bastante simple que cualquier
persona podrá entender, mucho más cualquier académico: la propia condición
puede impedir que algunas personas con autismo no “hagan caso” porque se les
dificulta comprender el mensaje; en cambio, el presidente y la clase política
mexicana no tienen la voluntad para hacerlo. No poder no es lo mismo que no
querer.
Es
sorprendente cómo una académica que comprende muy bien los mecanismos de los
poderes fácticos, sobre todo de los medios electrónicos de comunicación, que
critica los estereotipos que utilizan en sus programas para tratar de
influenciar en el espectador, se deje llevar por conductas estereotipadas.
En
este breve espacio no es posible desarrollar la definición completo de CEA,
pero sí podemos señalar que fue Lorna Wing quien acuñó el concepto de espectro
autista, el de la triada de Wing, que se refiere a las dimensiones afectadas en
las personas con autismo (la interacción social, la comunicación verbal o no
verbal y la ausencia del pensamiento simbólico o imaginativo), y difundió los
estudios de Hans Asperger, creando así el término de síndrome de Asperger.
Las
dimensiones señaladas en la Triada de Wing, si bien pueden coincidir con las
características que Dresser le reclama a Peña Nieto, son usadas totalmente
fuera de contexto.
La
segunda diferencia simple es que una de las principales características de las
personas con autismo es su transparencia y su sinceridad. Nada que ver con las
maquinaciones de la clase política, de la jerarquía eclesiástica, de los
miembros de la Corte o del amarillismo de los medios electrónicos de
comunicación.
En
estos últimos resaltamos también la falta de ética y de investigación en la
presentación, sobre todo en notas rojas, de personajes presuntamente con CEA,
pero no solo estereotipados sino agresivos, causando una desinformación mayor
que genera rechazo y discriminación.
Existe
poca investigación sobre el tema en México, pero tampoco ello significa que no
exista o se lleve a cabo. Por ejemplo, la doctora Patricia Sánchez Lizardi es
la única investigadora perteneciente al Sistema Nacional de Investigadores
(SNI) que hace trabajo en una organización dedicada a atender a estas personas.
Así mismo, quien escribe este texto junto con otros académicos hemos emprendido
investigaciones en el tema desde el enfoque de la inclusión educativa, la
inclusión laboral, la política pública y la legislación.
También
quienes somos padres de familia de personas con CEA consideramos que el texto
de Dresser no contribuye en la lucha que diariamente tenemos contra la
desinformación y la discriminación, que tienden a perpetuar ciertas
percepciones y causar que el término sea utilizado como una ofensa.
Esperamos,
por lo anterior, que Denise Dresser tome consciencia de estas líneas y deje de
utilizar el término con ese objetivo. Que la académica no sea como a quienes
trata de denunciar u ofender, haciendo caso omiso. Quizás Peña Nieto sea, desde
la perspectiva de Dresser, un caso perdido. ¿Podrá ella demostrar que no tiene
la misma estructura de pensamiento?
· Tonatiuh Lay es
doctor en Ciencias Sociales por la Universidad de Guadalajara (U de G),
profesor-investigador del Instituto de Gestión del Conocimiento y Aprendizaje
en Ambientes Virtuales de la U de G, miembro del SNI nivel 1 y miembro de la
Asociación Mexicana de Derecho a la Información Capítulo Jalisco.
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