17 abr 2014

Celebraciones de Semana Santa /FA


Por Fred Alvarez
Publicado en La Silla Rota, 17 de abril de 2014

“Dijo una voz popular:
¿Quién me presta una escalera
para subir al madero
para quitarle los clavos
a Jesús el Nazareno?
...¡Cantar de la tierra mía,
que echa flores
al Jesús de la agonía,
y es la fe de mis mayores!
¡Oh, no eres tú mi cantar!
¡No puedo cantar, ni quiero
a ese Jesús del madero,
sino al que anduvo en el mar!..."Antonio Machado, en voz de Serrat.

La Semana Santa es la conmemoración anual católica de la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús de Nazaret o, lo que es igual, conmemorar sus últimos días; por ello, es un período de intensa actividad litúrgica dentro de las diversas confesiones cristianas; sobretodo la católica.
Para algunos –como Guillermo Sheridan- son aborrecidas, ya que “La semana santa propicia despliegues de teatralidad insulsa, tan cara al alma mexicana y a sus conflictos esenciales:” Por eso, dice Sheridan él prefiere las semanas laicas.
Muy respetable su opinión, aunque no la compartimos; además todas las semanas en México son laicas.
La Semana Santa comienza el Domingo de Ramos y finaliza el Sábado Santo, aunque su celebración suele iniciarse en varios lugares del mundo el viernes anterior (el último de la Cuaresma); por ejemplo en la ciudad de Guanajuato se inicia el viernes de Dolores cuando se conmemora el dolor que sufrió la Virgen María por la muerte de su hijo. Vale la pena asistir a esa celebración popular también llamada la fiesta de las flores. La remembranza se realiza a través de altares levantados en honor a la Virgen de los Dolores, en los que la gente regala agua o nieve que simbolizan las lagrimas de María, y cuyo montaje se ha convertido en toda una tradición que llena de colores y aromas florales al centro de la ciudad.
El origen de esa tradición se remonta quizá a principios del siglo XVII, cuando los franciscanos realizaban en las calles representaciones de Semana Santa, y se adoraba a la imagen de la Virgen de los Dolores que se encontraba en un nicho frente a los templos de hospitales, sobre el callejón conocido hoy como Subida de Hospitales. Vale la pena asistir para el próximo año.

i) El Domingo de Ramos o de Palmas es el inicio de la Semana Santa. Se conmemora el día en que Jesús entró triunfalmente a Jerusalén, y fue aclamado por la multitud, días antes de su pasión, muerte y resurrección, según narran los cuatro evangelios. En muchos lugares los fieles católicos acostumbran comprar palmas tejidas fuera de los templos y entran al servicios religioso esperando que los sacerdotes las bendigan.

ii) El Jueves Santo es sagrado - y  más para el papa Francisco- no sólo porque ese día marca el comienzo del Triduo Pascual uno de los periodos más importantes del calendario litúrgico católico y el fin de la Cuaresma-es el periodo de tiempo en el que la liturgia cristiana conmemoran la pasión, muerte y resurrección de Jesús-, sino porque, como arzobispo de Buenos Aires hizo del rito del lavatorio de los pies una cita obligada con los pobres, los marginados, los desamparados y también con los periodistas de Buenos Aires.
Y ahora como papa y por segundo año consecutivo, celebrará la Misa de la Cena del Señor de Jueves Santo fuera de la Basílica San Juan de Letrán de Roma. Hace un año lo hizo en un centro de social para menores infractores, y fue considerado insólito, debido a que el líder religioso lavó y besó los pies a 12 de los jóvenes- dos de ellas mujeres-,  por cierto de diferentes nacionalidades y confesiones religiosas; con ello rompió con una tradición al realizar el lavado de pies del Jueves Santo fuera de la solemnidad de la Basílica de San Juan de Letrán.  
Esta vez el papa lo celebrará en un hogar de ancianos y discapacitados en el Centro Santa María de la Providencia de Roma. Ahí les lavará los pies a doce discapacitados de distinta edad, sexo, raza y religión Las personas -entre 20 y 70 años- fueron escogidos “en función de sus discapacidades, relacionadas mayoritariamente con enfermedades degenerativas y problemáticas neuromotoras”; entre estas personas hay enfermos de Párkinson, Alzheimer, esclerosis, ictus cerebral y discapacitados por accidentes.
El jueves muchas personas acostumbran hacer la visita a los 7 templos donde se recuerda los lugares donde tuvo que ir Jesús para ser juzgado. Ese día en los templos católicos se hacen enormes altares decorados con fruta, flores, banderas, y muchas velas.

iii) Viernes Santo, este día se recuerda la muerte de Jesús. En Roma habrá  una gran ceremonia en la Basílica de San Pedro, ahí la homilía estará a cargo del italiano Raniero Cantalamessa, predicador de la Casa Pontificia. Por la noche, a las 21:15 horas  participará en el tradicional Vía Crucis en el Coliseo.  
Esta vez los temas que se meditarán por el papa Francisco serán dedicados a los refugiados y emigrantes, y a todos los que sufren las consecuencias de la violencia, la crisis económica y la falta de empleo. Los textos han sido escritos por el arzobispo de Campobasso-Boiano Giancarlo Bregantini. En las 14 estaciones que componen esta oración ha intentado reflejar algunas de las injusticias y los pecados más crueles que comenten los hombres del siglo XXI.
Estas son las meditaciones para quien las quiera leer completas
iv) El Sábado Santo o sábado de gloria -como se le denomina también a la fecha desde la reforma litúrgica de 1955-, es el nombre que se le da al sábado de la semana del primer plenilunio de primavera; es el tercer día del Triduo Pascual, que concluye con las segundas Vísperas del Domingo de Resurrección culminando así para los cristianos la Semana Santa.

v) El Domingo de Resurrección, o de Pascua Florida. Es la fiesta más importante para todos los cristianos en la que se conmemora, de acuerdo con los evangelios canónicos, la resurrección de Jesús al tercer día después de haber sido crucificado. La Pascua marca el final de la Semana Santa, en la que se conmemora la crucifixión y muerte de Jesús. A la Semana Santa le sigue un período de cincuenta días llamado Tiempo pascual, que termina con el Domingo de Pentecostés.
El Primer Concilio de Nicea -año 325- estableció la fecha de la Pascua como el primer domingo después de la luna llena tras el equinoccio de primavera en el hemisferio norte.
La Pascua hebrea por definición, es la primera luna llena de primavera; comienza el día de Nisán –esta vez fue el atardecer del 14 de abril, con el primer Plenilunio después de la Primavera- , y se celebra durante siete días (ocho en la diáspora), de los cuales el primero y el último son días de reposo, y en los que está prohibido el trabajo cotidiano. En ella se festeja la liberación del pueblo judío de la esclavitud de Egipto obrada por Dios a través de Moisés.
En cambio La Pascua cristiana  se debe celebrar al siguiente domingo al finalizar la Cuaresma.
No es casual que la Pascua judía coincida con la Semana Santa cristiana, ya que justo la Última Cena celebrada por Jesús, antes de ser crucificado, fue precisamente la cena de Pascua, como judío que era.
Ese domingo la celebración en Roma será en la Plaza de San Pedro y comenzará a las 10: 15 horas., al finalizarla, Francisco impartirá la bendición "Urbi et Orbi” ( a Roma y a todo el Mundo).

Las celebraciones en México son varias
Durante la Semana Santa tienen lugar pues numerosas muestras de religiosidad popular a lo largo de todo el mundo destacando las procesiones y las representaciones de la Pasión. En México hay muchas celebraciones; son muy concurridas las procesiones en Taxco, Guerrero, en San Luis Potosí,.

en varias poblaciones de Oaxaca y el Estado de México..
En San Miguel de Allende Guanajuato, el viernes Santo, justo antes del medio día se representa el Juicio de Jesús ante Poncio Pilatos esto se realiza frente a la Santa Escuela a un lado de la Parroquia, y luego continúa una Procesión donde se representan los 14 pasajes de la pasión de Cristo antes de su crucifixión. En esta Procesión participa mucha gente entre la que están niñas vestidas de angelitos cargando diferentes símbolos de la pasión, hombres y mujeres cargando diferentes estatuas de Jesús con la cruz a cuestas, y otros hombre vestidos de Romanos. En la tarde se realiza otra procesión en las principales calles de la ciudad ya con Jesús clavado en la cruz, esta procesión es más larga y completamente en silencio, en ésta hombres y mujeres vestidos de negro cargan cruces, velas y estatuas que escenifican la crucifixión.
En San Miguel Zapotitlan y Mochicahui, Sinaloa.
San Miguel Zapotitlán y Mochicahui -cercanos a Los Mochis-, es el punto de encuentro; en semana santa reciben a miles de judíos o fariseos como se les llama en la región a los yoremes –indigenas- representados por los habitantes de los alrededores; sobretodo muchos niños, hombres  mujeres que han recibido la tradición de sus antepasados, y lo consideran una “manda” o promesa por algún favor recibido e incluso que están por recibir. Hay algunos que son judíos toda la vida. Es algo sagrado  
Es importante aclarar que algunos "yoris" – mestizos o blancos- participan de esta fiesta por convicción y porque sienten que esta tradición también es suya, es decir, se identifican con la cultura yoreme; sin embargo, hay otros que lo hacen sólo por diversión.
El sábado Santo es de gloria, la aglomeración de judíos se vuelve mayor, acompañado de cohetes y el festejo popular, hasta que estos personajes vestidos con los trajes yoremes y algunas representaciones de personajes de la vida nacional aguardan para entrar por fin al templo tradicional que hay en la región. Ahí van a ser bendecidos y quemar su máscara en símbolo de redención y arrepentimiento por haber entregado a Jesús para ser crucificado. Hoy día las mascaras a ya no son quemadas como hace años, puesto que están elaboradas con pieles de animales en extinción y se ha optado por no destruirse y ser conservadas para los años posteriores.
Es impresionante el sonido de los tambores y de la danza de los pascolas que buscan atraer las bendiciones divinas.

El Señor de la Cuevita
Pero quizás la celebración –sobretodo la procesión- más grande del mundo sea la de Iztapalapa, Distrito Federal en el Santuario del Señor de la Cuevita, al pie del monte del Cerro de la Estrella o Huizachtepetl. Hay una leyenda trasmitida entre los pobladores de Iztapalapa en el  transcurso  de los años, la cual nos remonta  al mes de mayo de 1723,  cuando unos peregrinos procedentes del municipio de Etla, estado de Oaxaca, traían una Santa Efigie en posición sedente, de tamaño natural, a la Ciudad de México con el fin de restaurarla. Y justo al pasar por el pueblo de Iztapalapa, una fuerte tormenta los obligó a detener su camino teniendo que resguardarse en una cueva. A amanecer cuando ya estaba todo listo para continuar su viaje, procedieron a cargar nuevamente  la imagen, pero por más intentos que hicieron, aun con el auxilio de los vecinos, no lo pudieron hacer.
 Fue tanta la expectación y la fe que despertó  este suceso, que lo creyeron como una señal del Santo Cristo para quedarse en ese lugar y fieles a sus deseos lo complacieron.
Años después, en 1736, se fundó la cofradía del Santo Sepulcro en la cueva llamada de Jerusalem, donde había sucedido el milagro, ahora llamada Santuario del Señor de la Cuevita.
Y en 1833, el Señor de la Cuevita hizo el milagro de curar a la población del cólera morbus; desde entonces  y a manera de agradecimiento, el pueblo prometió realizar una procesión al templo; sin embargo, no fue sino diez años después que dieron cumplimiento a su promesa; a partir de ese momento y hasta el día de hoy la han realizado a lo largo de 169 años ininterrumpidos, de acuerdo a los mismos pobladores.
Vale la pena asistir a una de las celebraciones

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