5 feb 2009

Juan Pablo II al "querido padre Maciel"


Palabras de Juan Pablo II a los Legionarios de Cristo y al Movimiento «Regnum Christi»
En la audiencia concedida con motivo de los 60 años de sacerdote de su fundador
Martes, 30 noviembre 2004.
¡Queridos hermanos y hermanas!
1. Me alegra encontrarme con todos vosotros en el clima de alegría y de reconocimiento al Señor por el sexagésimo aniversario de ordenación sacerdotal del padre Marcial Maciel Degollado, fundador y superior general de vuestra joven y benemérita familia religiosa.
Dirijo ante todo mi afectuoso saludo al querido padre Maciel, junto con mis más cordiales auspicios por un ministerio sacerdotal lleno de los dones del Espíritu Santo. Saludo a los superiores del Instituto, en particular al vicario general, a quien agradezco las palabras que me ha dirigido en nombre de todos. Os saludo, además, queridos sacerdotes y seminaristas legionarios de Cristo, a los queridos miembros del Movimiento «Regnum Christi», y a quienes han participado en las celebraciones jubilares de estos días.
2. El feliz aniversario que os reúne a todos en torno al fundador, además de invitar a recordar los dones que él ha recibido del Señor en estos sesenta años de ministerio sacerdotal, constituye al mismo tiempo la ocasión para confirmar los compromisos que como legionarios de Cristo habéis asumido al servicio del Evangelio. En particular, al encontraros hoy con el sucesor de Pedro, queréis renovar el compromiso de vuestra fidelidad total a la Iglesia y a aquél a quien la Providencia ha querido como su pastor.
En este significativo encuentro, os repito con gusto lo que os dije al final del gran Jubileo del año 2000: «hoy es más necesaria que nunca una proclamación confiada del Evangelio que, desechando todos los miedos paralizantes, anuncie con profundidad intelectual y con intrepidez la verdad sobre Dios, sobre el hombre y sobre el mundo» (Discurso a los Legionarios de Cristo y miembros del Movimiento «Regnum Christi», n. 4, 4 de enero de 2001).
3. Para cumplir con esta comprometedora misión, es indispensable cultivar una constante intimidad con Cristo, tratando de seguirle y de imitarle dócilmente. De este modo, estaréis siempre dispuestos a responder
a las expectativas más auténticas y profundas de los hombres y de las mujeres de nuestro tiempo.
Que el Año de la Eucaristía, que ha comenzado en octubre, sea para vosotros la ocasión propicia para crecer en el amor eucarístico, fuente y culmen de toda la vida cristiana. Este sumo misterio es el don por excelencia de Cristo a la Iglesia, «porque es don de sí mismo, de su persona en su santa humanidad y, además, de su obra de salvación» (Ecclesia de Eucharistia, 11).
4. ¡Permaneced unidos alrededor de la Eucaristía! Fieles al carisma que os caracteriza, seguid con vuestra misión evangelizadora alimentándoos de Cristo y convirtiéndoos en sus intrépidos testigos.
Que os acompañen vuestros santos protectores; que sea sobre todo María, «Virgen del Socorro», vuestra guía y apoyo. Con estos sentimientos y deseos imparto de corazón al querido padre Maciel y a todos vosotros que estáis aquí presentes una especial bendición apostólica, y con gusto la extiendo a los miembros de vuestra familia religiosa y a quienes encontráis en vuestro apostolado cotidiano.

El poder tras el trono

Columma Estrictamente Personal /Raymundo Riva Palacio; publicada a traves de Facebook
El poder tras el trono
Martes, 03 de Febrero de 2009;
http://www.elgolfo.info/web/estrictamente-personal.html
El PAN está crujiendo por dentro. Desde varias partes del país, varios líderes locales están formando una coalición de fuerzas detrás de su ex líder nacional, Manuel Espino, para enfrentar a la cúpula del partido y al presidente Felipe Calderón mismo. La insurgencia en ciernes no está relacionada con el proceso electoral de medio sexenio, sino para recuperar el poder que les arrebató durante los dos primeros años de gobierno el secretario de Gobernación hasta noviembre pasado, Juan Camilo Mouriño. El principal operador político de Calderón desplazó y neutralizó a Espino y a la fracción de radicales del PAN, que representan aproximadamente el 30% del partido. Pero al morir Mouriño, la extrema derecha del partido quiere la reivindicación y el poder.
Espino volvió a adoptar la línea de la confrontación contra los calderonistas, mientras que el ex presidente Vicente Fox, que responde a los intereses de los sectores más radicales del panismo, reanudó sus polémicas intervenciones públicas. Desaparecido Mouriño y sin una figura pública con tanta cercanía a Calderón para levantarles nuevamente un muro y marginarlos, los radicales del PAN están metidos en su cruzada. Lo que no habían considerado es que no hay vacío alrededor del Presidente. Tienen enfrente un enemigo, quizás más fuerte y con mayor influencia, que encabeza la esposa del mandatario, Margarita Zavala, con larga experiencia política y méritos propios dentro del PAN, a cuyo alrededor se encuentran los políticos que están decidiendo el rumbo político en el partido.
La primera cabeza de playa se instaló con la designación de Germán Martínez como presidente nacional del PAN, quien de inmediato llevó a colaborar con él al hermano de la primera dama, Juan Ignacio Zavala. Los Zavala, pese a las apariencias, no veían bien al equipo que rodeaba a Calderón en Los Pinos, y cuando el futuro político de Mouriño comenzó a ser incierto al salir al público todos los contratos de su familia con Pemex que lo involucraban en tráfico de influencias, la satisfacción de los Zavala era más grande que su consternación. Tampoco les parecía la forma como se desarrollaba la comunicación política presidencial, aunque tanto el vocero Max Cortázar, como la responsable de imagen, Alejandra Sota, presumen cercanía y protección del cuñado del Presidente.
De acuerdo con políticos conocedores de las intrigas palaciegas, a la muerte de Mouriño se desarticuló el grupo íntimo de Calderón integrado por jóvenes inexpertos y arrogantes, sin amarres sólidos dentro del PAN, pero lejos de generarse el vacío, un nuevo grupo lo remplazó. Con el control de los zavalistas en el PAN, siguió el apoderamiento de la cabeza del gabinete que había quedado acéfala, la Secretaría de Gobernación, a donde llegó Fernando Gómez Mont. Martínez lo había sido incorporado discretamente al Consejo Ejecutivo Nacional del PAN dos meses antes de su nombramiento en Bucareli, a donde llegó directo de un importante despacho de abogados encabezado por Julio Esponda, abogado de Margarita Zavala, y vinculados con una de las figuras históricas del PAN, Diego Fernández de Cevallos, para quien todos trabajaron.
Los primeros desplazados fueron Alejandro Poiré, quien era el superasesor político de Mouriño, en Los Pinos y Gobernación –y primo hermano del delfín calderonista, Ernesto Cordero, secretario de Desarrollo Social-, y el secretario particular de Calderón, César Nava. Gómez Mont mantiene a Poiré en Gobernación, a cargo de asuntos relacionados con la seguridad nacional, pero lo desplazó por completo de la política interna. A Nava lo mandaron al partido para la elaboración de las listas de aspirantes a diputaciones, y posteriormente a buscar la coordinación de la bancada panista en la próxima legislatura, que también desea Espino. Nava tiene que coordinarse con Mariana Gómez del Campo, la dirigente del PAN en el Distrito Federal, y prima hermana de los Zavala.
Controlado el corazón político
del gobierno, según los políticos conocedores de los pasos del nuevo grupo alrededor de Calderón, su siguiente paso es el apoderamiento del aparato civil de seguridad. El grupo cuya cabeza visible ahora es Gómez Mont, está pujando por la salida del procurador general, Eduardo Medina Mora, para que coloquen a Arturo Sánchez (de refiere a chávez), quien fue procurador de Chihuahua en los tiempos en que Francisco Barrio –nombrado recientemente embajador en Canadá- era gobernador. Adicionalmente quieren la cabeza del secretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna, quien era muy cercano de Mouriño y bien visto por el equipo íntimo de Calderón, ahora en decadencia, cuyo lugar originalmente deseaban para Nava, pero encontraron oposición entre varios líderes de la oposición a quien consultaron sobre el movimiento.
Este grupo compacto de viejos panistas, también copó la secretaría particular del Presidente, colocando ahí a un viejo aliado de Calderón y de ese grupo, Luis Felipe Bravo Mena, traído aceleradamente de su cargo como embajador en El Vaticano. La cohesión de esos panistas de cepa está dando resultados para volver a neutralizar a la extrema derecha del partido, y los ha llevado a considerar nuevas posiciones. Incluso, ventilan la posibilidad de que Margarita Zavala se lance por un puesto de elección popular en el Distrito Federal. Pero, pese a la fuerza que demuestran hoy en día en el poder, no pueden considerarse a salvo, pues los grupos que se están formando detrás de Espino, además de beligerantes como él, son tenaces e indómitos.
r_rivapalacio@yahoo.com

Sobre Maciel en Zenit

La Legión de Cristo lamenta la conducta de su fundador
La Congregación pide perdón por el escándalo
ROMA, jueves 5 de febrero de 2009 (
ZENIT.org).- Algunos aspectos de la vida del padre Marcial Maciel eran incompatibles con el sacerdocio, ha afirmado un portavoz de la congregación religiosa.
"Nos apena profundamente toda ofensa que hayan podido ocasionar las acciones del padre Maciel a la Iglesia y a sus miembros. Pedimos perdón por el escándalo que esto ha provocado", ha afirmado Jim Fair en una declaración concedida a ZENIT.
Fair, portavoz de los Legionarios de Cristo en los Estados Unidos, ha revelado a los periodistas que "se han conocido algunos hechos de la vida de nuestro fundador que son sorprendentes y que para nosotros son difíciles de comprender".
Ha confirmado que el sacerdote mexicano, fallecido el año pasado y sepultado en su ciudad natal de Cotija, tenía una relación con una mujer de la que habría nacido una hija.
El portavoz de la Legión de Cristo en Roma, el padre Paolo Scarafoni, explicó que no podía dar más detalles por respeto a la vida privada de las personas afectadas.
Respondiendo a la pregunta sobre la hipótesis de que la Legión renuncie a considerar al padre Maciel como su fundador, Fair observó que no se busca reescribir la historia: "Es y será siempre el fundador de la Orden. Independientemente de cuáles hayan sido las debilidades humanas del padre Maciel, nos sentimos agradecidos por haber recibido el carisma a través suyo".
"Uno de los misterios que todos nosotros vemos en la vida es que Dios hace el bien con instrumentos humanos imperfectos", añade.
Pete Vere, prestigioso canonista estadounidense, autor de numerosos textos y manuales sobre el Código de Derecho Canónico, ha explicado a ZENIT que la Legión no tiene necesidad de renunciar a su fundador.
"Ser honestos sobre el fundador, admitir que ha cometido errores, y que hizo cosas por motivos equivocados, y que quizá algunas acciones eran negativas... Pienso que este tipo de apertura y transparencia permitirá [a la Legión] seguir adelante", constató.
"Visto el alcance que tiene la Legión y considerando su importancia en la Iglesia, la Legión es algo positivo", aclara.
El padre Marcial Maciel fundó los Legionarios de Cristo en 1941 y renunció a la reelección como director general en 2005. Le sucedió en el cargo el padre Álvaro Corcuera.
En mayo de 2006, después después de haber sometido los resultados de una investigación sobre algunas acusaciones, la Congregación para la Doctrina de la Fe "decidió --teniendo en cuenta tanto la edad avanzada del reverendo Maciel como su débil salud-- renunciar a un proceso canónico e invitar al padre a una vida reservada de oración y penitencia, renunciando a todo ministerio público".
En esa ocasión, la nota vaticana reconocía "con gratitud el benemérito apostolado de los Legionarios de Cristo y de la asociación 'Regnum Christi'".
En el mundo hay unos 800 sacerdotes legionarios de Cristo y 2,500 seminaristas. El movimiento de apostolado "Regnum Christi", fundado por el padre Maciel, está conformado por unos 70,000 miembros, jóvenes y adultos, diáconos y sacerdotes.

Oscar Andrés Rodríguez

Gilberto Hernández García entrevista al Cardenal Oscar Andrés Rodríguez Maradiaga, arzobispo primado de Honduras y cardenal de Tegucigalpa.
MÉXICO, jueves 5 de febrero de 2009 (ZENIT.org-El Observador).-
Luego de su participación en el VI Encuentro Mundial de las Familias (EFM), celebrado en México, el mes de enero pasado
-Usted tiene un panorama amplio sobre las cuestiones sociales y sobre su repercusión en la familia. En este sentido, ¿cuál es la problemática que más preocupa a la Iglesia hoy en día?
-La familia misma; ella es el punto principal, la opción más importante de la vida del ser humano; por consiguiente, entra en las preocupaciones que tenemos: cómo hacer para que las personas cada vez más se preparen para esta opción de vida. Todas las cosas grandes se preparan, no se improvisan, pero muchas veces la opción más grande de la vida que es el amor y la familia se improvisan de una manera espantosa. A veces tenemos familias que comienzan por un error y no por una opción en libertad. Preparar esta opción de vida es tal vez el objetivo más grande de toda evangelización y de la pastoral familiar.
-¿Qué opina del evidente proceso de pobreza y desigualdad que sufre América Latina y que en muchos casos frena el desarrollo integral de las familias?
-En el Encuentro Mundial de las Familias, un especialista en economía nos planteaba las consecuencias que tiene la falta de familia para el desarrollo económico, para la misma pobreza. Con estudios y estadísticas se nos demostró que la salud física y la mental, es mucho mejor en familias constituidas que en familias monoparentales o desintegradas. La pobreza es mucho peor en familias desintegradas que en las integradas. Así se enfocaron distintos aspectos; por ejemplo, en la educación superior, y los obstáculos cuando hay padres divorciados. Son aspectos que muy poco enfoca la prensa y vale la pena concentrarse en esto.
Se habla del papel educativo de la familia, algunos lo reducen a la educación escolar. Aquí se enfocó lo que significa la educación moral en la familia, la educación espiritual, los aspectos económicos y el testimonio del padre de familia, cuando en medio de las vicisitudes de la vida es capaz de acompañar con heroísmo a la familia. Estas son riquezas inexploradas y que vale la pena darlas a conocer, porque hay personas que sufren y al conocer estos testimonios se sienten fortalecidos.
La pobreza es una realidad que va creciendo en nuestros países en lugar de disminuir. Ahora tenemos esta crisis financiera tan grande y se prevé que va a tener muchas más consecuencias.
-Algunos dicen que los países pobres lo son porque no regulan la natalidad. Muchos gobernantes enfocan sus baterías contra la pobreza con políticas de control natal...
-Estas políticas de control natal son en realidad de eliminación de la natalidad. Contemplan sólo una de las perspectivas. Se piensa que somos pobres porque tenemos mucha población y eso es un sofisma. La población es necesaria para que haya desarrollo económico; hay un país en América Latina que fue el primero ya en la década de los cincuenta al aplicar reducciones de natalidad, ¿qué ha sucedido en ese país? No puede crecer y, por consiguiente, no tiene consumidores para que haya empresas prósperas, todo tienen que importarlo de otros grandes países y tienen apenas una economía de subsistencia, no un desarrollo, tal cual debería ser.
La Iglesia habla claramente de la paternidad y maternidad responsable; la transmisión de la vida es una gran responsabilidad de los padres no es producto de cualquier desorden; es una grande responsabilidad. Así como también los gobiernos tienen la grave responsabilidad de procurar el bien común de todos los ciudadanos, y si hay ciudadanos que deberían ser privilegiados, deberían ser los pobres y no los que más tienen. Y esto es el motivo por el cual la Iglesia, que es Madre, insiste profundamente en su Doctrina Social que la familia no es como un elemento que no entra dentro de la problemática social.
En la Doctrina Social de la Iglesia un capítulo muy importante es la familia, porque en ella se toca muy de cerca a todo lo
que se refiere a la problemática social. La Iglesia ha hecho siempre el llamado a los gobiernos a preocuparse también por las familias pobres.
-¿Qué opinión le merece la idea de que la Iglesia sólo privilegia a los ricos?
-Cardenal Rodríguez Maradiaga: Quien así se refiere desconoce la vida de la Iglesia. En primer lugar la Iglesia no se reduce a la jerarquía; cada bautizado es Iglesia. Si vemos todos los desarrollos pastorales en el continente nos damos cuenta que la Iglesia ha hecho la opción preferencial por los pobres.
En México hay un caso único en nuestro continente: hombres de empresas y personas de muchos recursos sostienen el Instituto Mexicano de Doctrina Social (IMDOSOC), que educa al pueblo precisamente por la convicción que tiene que una de las mejores manera de aliviar la pobreza es a través de la educación; el IMDOSOC ha venido dando becas a estudiantes de países pobres, incluida cuba, que han venido a México con becas completas, para profundizar en el estudio de la doctrina social de la Iglesia; de modo que no se puede generalizar ese juicio. El que examina la vida de la Iglesia comprende que la opción preferencial por los pobres no es poesía sino que es realidad.
A veces se critica la moral católica porque se opone al uso de preservativos como una solución para el problema del VIH-SIDA, pues quiero decirle que el 27 por ciento de todas las obras que hay en el mundo a favor de los pacientes con esta enfermedad es de la Iglesia católica y recibe apenas el 2 por ciento del Fondo Global para ayuda a los pacientes de VIH-SIDA. Si entramos a programas de construcción de vivienda, nos damos cuenta de lo que significa cuando en ocasiones de catástrofes, hablo como presidente de Caritas Internationalis, la institución más respetada en opción preferencial por los pobres.
Fuente: Agencia Zenit

Duras políticas de inmigración en EE UU

Publicado en el portal de El Nuevo Herald 5 de febrero del 2009;
Revisarán programa de búsqueda de delincuentes de Inmigración
Por EILEEN SULLIVAN
The Associated Press
WASHINGTON -Durante los últimos seis años, agentes federales de inmigración asignados a localizar criminales violentos que están en el país ilegalmente han atrapado miles de delincuentes no violentos.
Un grupo de expertos de Washington señaló que los arrestos de delincuentes no violentos es un uso indebido de fondos que dio el Congreso al departamento de Inmigración y Aduanas para encontrar a criminales peligrosos condenados que viven ilegalmente en Estados Unidos.
El Instituto de Política Migratoria dijo que desde el 2003 sólo 27% de los fugitivos arrestados por agentes de inmigración eran criminales convictos.
La agencia de Inmigración y Aduanas defendió los arrestos de delincuentes no violentos diciendo que sus agentes no pueden pasar por alto a personas que han echo caso omiso de las órdenes de salir del país.
El objeto del debate es el Programa Nacional de Operaciones de Fugitivos de la agencia, el cual creció significativamente en los últimos seis años mientras los legisladores omitían aprobar una reforma de inmigración integral.
Registro de la agencia sobre el programa muestran que a comienzos del 2004 se asignaron equipos de operaciones sobre fugitivos para arrestar al menos a 125 fugitivos extranjeros, de los cuales al menos 94 de ellos eran criminales condenados. En el 2006, la cuota de cada equipo fue incrementada a 1,000 arrestos de fugitivos.
En su primera semana como secretaria de Seguridad Interna, Janet Napolitano ordenó una revisión de los equipos de operaciones sobre fugitivos. El miércoles anunció un cargo nuevo de asesoría para que se enfoque en asuntos de detenciones y prioridades de arresto por parte de Inmigración y Aduanas, y nombró para el cargo a Dora Schriro, ex directora del Departamento de Correccionales de Arizona.

Ataque a la nunciatura en Caracas

Nuevo ataque contra la Nunciatura Apostólica en Venezuela
Varios desconocidos lanzaron este miércoles tres bombas lacrimógenas contra la sede de la Nunciatura Apostólica en Caracas, Venezuela en lo que constituye el séptimo ataque contra esta sede diplomática y segundo ataque en menos de quince días.
Según un comunicado hecho público por la propia Nunciatura, unos hombres en motocicleta lanzaron "tres artefactos, de los cuales dos cayeron y explotaron en la parte externa del recinto, y la tercera cayó y explotó en el patio interior de la sede diplomática".
La Nunciatura ha calificado el acto de "vandálico e irresponsable" y ha hecho un llamamiento a las autoridades para que "tomen las medidas necesarias a fin de que sea garantizada la seguridad e incolumidad de la misión diplomática y de su personal, como así lo establece la Convención de Viena".
Los ataques contra la sede diplomática por parte de grupos progubernamentales se suceden desde que ésta diera asilo al dirigente estudiantil Nixon Moreno, opositor al régimen de Hugo Chávez. El
último ataque, con otras cinco granadas lacrimógenas, tuvo lugar el pasado 19 de enero.
Este ataque se produce pocos días después de que la Conferencia Episcopal Venezolana emitiera un comunicado deplorando un ataque contra la principal sinagoga de Caracas.
En su nota, hecha pública ayer, los obispos muestran su "consternación y dolor por la violación del recinto sagrado y la profanación de los símbolos religiosos más queridos de la religión judía", y aseguran que este hecho "está alejado del espíritu de tolerancia y acogida que es tradicional en el pueblo venezolano". "Ninguna persona o grupo religioso debe ser coaccionado o atemorizado a obrar en materia religiosa, en contra de su conciencia, ni ver impedidas la enseñanza o profesión pública de su fe. Es obligación del poder civil proteger y promover este derecho, al igual que los otros derechos inviolables del hombre", añade el comunicado.

Nuevos obispos en México

El Papa Benedicto XVI nombró como nuevo arzobispo de Tlalnepantla a monseñor Carlos Aguiar Retes, quien también es presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM). También, ha nombrado nuevo arzobispo para la arquidiócesis de Puebla a monseñor Víctor Sánchez Espinosa hasta ahora obispo auxiliar de la arquidiócesis de México y secretario general del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM).
Monseñor Carlos Aguiar Retes
Nació el 9 de enero de 1950 en Tepic, Nayarit, México. Fue ordenado sacerdote para la diócesis de Tepic el 22 de abril de 1973 y obtuvo la licenciatura en Sagrada Escritura en el Pontificio Instituto Bíblico de Roma (1974-1977). Se doctoró en en Teología Bíblica en la Pontificia Universidad Gregoriana (1993-1996).
De 1992 a 1993 colaboró en la traducción de la Biblia de América. Además del español, conoce el italiano, inglés, francés y alemán.
El 29 de junio de 1997 fue consagrado Obispo de Texcoco, diócesis sufragánea de la provincia eclesiástica de Tlalnepantla.
En el Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM) ha sido secretario general (2000-2003), primer vicepresidente (2003-2007), y presidente del Departamento de Comunión Eclesial y Diálogo (2007-2011).
En marzo de 2007 Benedicto XVI lo nombró miembro del Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso.
Monseñor Víctor Sánchez Espinosa
Nació en la ciudad de Puebla, Pue., el 21 de mayo de 1950. Realizados sus estudios eclesiásticos en el Seminario Palafoxiano de la Arquidiócesis de Puebla, recibió la ordenación sacerdotal el 6 de junio de 1976.
Obtuvo la licenciatura en Liturgia, en el Pontificio Instituto Litúrgico (San Anselmo), de Roma.
Ha sido Director espiritual en el Seminario Mayor Palafoxiano; párroco de la Parroquia de Nuestra Señora de Ocotlán (Puebla); secretario ejecutivo de la Comisión Episcopal para la Pastoral Litúrgica de México (12 años) y colaborador, como miembro del Equipo de Redacción del Manual de Liturgia, en el departamento de Liturgia del CELAM.
Fue, además, miembro fundador de la Sociedad Mexicana de Liturgistas (SOMELIT), organismo en el cual fundió como Secretario durante 25 años y del cual, desde el 2006 es su presidente.
Nombrado Obispo titular de Ambia y Auxiliar de la Arquidiócesis Primada de México por el Papa Juan Pablo II, el 2 de marzo de 2004, el 26 del mismo mes y año recibió la ordenación episcopal.
Además de desempeñarse como Vicario General y Episcopal en la VII Vicaría de la Arquidiócesis de México, Mons. Sánchez Espinosa ha formado parte de la Comisión Episcopal Pro Colegio Mexicano en Roma (2004-2006, 2007-2009) Y ha sido Representante de la Provincia Eclesiástica de México (2004-2006) y Responsable de la Dimensión de Piedad Popular de la Comisión Episcopal para la Pastoral Litúrgica.
Actualmente es también Secretario General del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM), oficio para el cual fue elegido durante la XXI Asamblea Ordinaria, para el período 2007-2011.

Mons. Cipriano Calderón

Fallece el obispo Cipriano Calderón, un hombre vinculado a la iglesia católica de AL
El vicepresidente emérito de la Comisión Pontificia para América Latina falleció este miércoles 4 de febrero a a los 81 años, en las horas de la noche en el hospital Pío XI de Roma.
Monseñor Cipriano nació en Plasencia, España en 1927 y fue ordenado sacerdote en 1953 y nombrado obispo en 1989.
Fue el portavoz en lengua hispana de la información del Concilio Vaticano II y durante numerosos sínodos.
En 1968, viajó con el Papa Pablo VI a Bogotá, Colombia para cubrir como periodista el Congreso Eucarístico que se realizó ese año en la capital colombiana; y el Papa, al ver el afecto que le tenía el pueblo latinoamericano, decidió comenzar la versión semanal en español de "L'Osservatore Romano" y le nombró jefe de edición. De esta manera los países latinoamericanos pudieron acceder a los discursos y homilías del Santo Padre en su lengua madre, así como a las principales noticias de la Santa Sede.
En 1988, el Papa Karol Wojtyla lo nombró vicepresidente de la Comisión Pontificia para América Latina, cargo que ejerció hasta el año 2003.
Participó en tres Conferencias Generales del Episcopado Latinoamericano y del Caribe: Medellín, (1968), Puebla (1979) y Santo Domingo (1992). También en el Sínodo de los Obispos para América en 1997.

La Comisión Pontificia para América Latina tiene por objetivo "aconsejar y ayudar a las Iglesias particulares en América Latina". En particular, desempeña esta función estudiando "las cuestiones que se refieren a la vida y progreso de dichas Iglesias, especialmente estando a disposición, tanto de los dicasterios de la Curia interesados por razón de su competencia, como de las mismas Iglesias para resolver dichas cuestiones" (Constitución apostólica "Pastor Bonus", n. 83).
A esta Comisión "le corresponde favorecer las relaciones entre las instituciones eclesiástica internacionales y nacionales, que trabajan en favor de las regiones de América Latina. y los dicasterios de la Curia Romana» (ibídem).
La Comisión depende de la Congregación vaticana para los Obispos, motivo por el cual su presidente es el prefecto de ese organismo vaticano, en estos momentos, el cardenal Giovanni Battista Re.

XCII Aniversario de la Constitución

Ceremonia del XCII Aniversario de la Constitución Política de 1917
Teatro de la República, Querétaro, a 5 de febrero de 2009;
Convoca el Presidente a cerrar filas para proteger a las instituciones del Estado y construir una Nación segura
Acompañado del Gobernador de la entidad, de los titulares del Poder Legislativo y Judicial, así como de la Conferencia Nacional de Gobernadores e integrantes de su Gabinete.
***
Señor Ministro Guillermo Ortiz Mayagoitia, Presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
Diputado César Duarte Jáquez, Presidente de la Mesa Directiva de la Honorable Cámara de Diputados.
Senador Gustavo Madero Muñoz, Presidente de la Mesa Directiva del Senado de la República.
Señor doctor Leonardo Valdés, Consejero Presidente del Instituto Federal Electoral.
Señor doctor José Luis Soberanes, Presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos.
Señoras y señores legisladores.
Señor licenciado Francisco Garrido Patrón, Gobernador del Estado de Querétaro.
Señoras y señores gobernadores.
Señores integrantes de los Poderes Legislativo y Judicial del Estado de Querétaro.
Señor licenciado Natividad González Parás, Presidente de la Conferencia Nacional de Gobernadores.
Señoras, señores presidentes municipales.
Distinguidos invitados especiales.
Magistrados.
Señoras y señores:
Hoy la Patria conmemora el XCII Aniversario de la promulgación de la Constitución de 1917, y rinde honores a la generación de mexicanos que supieron imprimir en sus páginas de historia los principios que habrían de guiar a nuestro pueblo hacia un mejor porvenir.
En este mismo recinto los Constituyentes de 17 asumieron como misión, no solamente restaurar el orden constitucional, sino plasmar en nuestra Carta Magna las decisiones fundamentales que habrían de guiar a nuestro pueblo en su lucha por erigirse como una Nación de libertades, igualdad y progreso. Así, en nuestra Constitución quedaron consagradas las normas para construir un México más justo.
Desde entonces, la Constitución ha sido símbolo de unión de todos los mexicanos, de muchas generaciones que hemos creído en sus principios y en la sabiduría de sus disposiciones.
Desde 1917, los mexicanos hemos construido y fortalecido las instituciones de la República, para llevar al cumplimiento pleno los derechos individuales y las garantías sociales en ella establecidas.
Nuestra Constitución es la base del Estado mexicano, la base de un Estado moderno y democrático que enfrenta con decisión sus desafíos.
Gracias a la Carta Magna, hoy México es un Estado democrático en el que converge el gran crisol nacional, representado por sus regiones, sus ideologías, sus etnias, sus lenguas, sus diferentes formas de pensar y de ser.
Gracias a ella, tenemos un sistema político plural, donde los diversos actores encuentran espacios para debatir, dialogar y decidir.
La Constitución organiza el poder público, las relaciones entre los poderes y entre éstos y la ciudadanía. Es a través de la Ley Fundamental que tenemos un Estado democrático y funcional; en él, los poderes actúan, son balance y contrapeso unos de otros, y al tiempo, trabajan corresponsablemente en la vida institucional del país.
En el marco de la Constitución, las garantías individuales no sólo se consagran, sino que se ejercen. México es un país abierto y de libertades, un país donde se opina, se discrepa con libertad y se decide democráticamente.
Hoy la Suprema Corte de la Nación es garante de la constitucionalidad de las leyes y del acceso efectivo a la justicia. En el seno del Poder Legislativo se vive un debate intenso y, a la vez, se gestan nuevas normas en beneficio de todos los mexicanos.
Es, precisamente, en la organización constitucional prevista por la Carta Magna, donde se mejora el cuerpo normativo de la República y se reforma, incluso, en paz, la propia Constitución.
El Poder Ejecutivo, por su parte, vela por hacer respetarla y trabaja por promover el bien y la prosperidad de los ciudadanos.
Gracias a la Norma Suprema tenemos un Estado Federal en el que los tres niveles de Gobierno asumen de manera corresponsable la tarea de servir a la sociedad.
La Constitución prevé la organización del Estado mexicano y, como se ve, el Estado mexicano actúa, funciona, sirve a los ciudadanos, integra y equilibra el poder y le exige cuentas al poder mismo.
El progreso de México hoy se sustenta, en consecuencia, en un Estado fortalecido, no sólo mediante sus instituciones, sino también con la participación decidida de todos los ciudadanos, del conjunto de las mexicanas y los mexicanos que contribuyen con su trabajo y esfuerzo cotidiano al desarrollo nacional, que aportan de manera responsable a la construcción del bien público y ejercen cada día con mayor responsabilidad sus derechos y sus libertades.
Nuestro Estado es suma de voluntades que produce una voluntad común de convivencia en el marco de la ley: eso es lo que define a un Estado moderno, a un Estado democrático.
Hoy el Estado también actúa con firme determinación para cumplir y hacer cumplir las leyes de la República, para salvaguardar la libertad de los ciudadanos y combatir a los enemigos de la paz, del orden, de las instituciones y de la Ley.
La acción destructiva de la delincuencia organizada en México, su implantación en el territorio nacional, no pocas veces con la complicidad de autoridades, no es ciertamente nueva en la vida de la República; lo verdaderamente nuevo es la firme decisión del Estado mexicano como tal, de enfrentar esa delincuencia y derrotarla con todas sus consecuencias.
El Estado mexicano también es fuerza porque cuenta con la lealtad y el patriotismo de las fuerzas armadas, garantes de la soberanía exterior y de la seguridad interior del país.
La República, hoy reunida en quienes la representan, reconoce esa lealtad y valentía, y urge a las autoridades civiles, en la Federación y en las entidades federativas a acelerar el proceso de depuración y fortalecimiento de las entidades responsables de la seguridad, de manera que la presencia subsidiaria de las fuerzas federales, hoy indispensable, sea cada vez menos requerida.
Hoy México requiere que cerremos filas en la lucha contra quienes pretenden minar y destruir a las instituciones del Estado. México exige de todos sus hijos lealtad a la Patria y voluntad inquebrantable de construir una Nación segura y de progreso.
No es tiempo de demeritar, sino de aportar. Valoramos la crítica, valoramos la crítica que orienta soluciones y el análisis que alerta responsablemente sobre riesgos latentes.
Pero debemos rechazar todos el catastrofismo sin fundamento, particularmente ahora llevado a extremos absurdos, que daña sensiblemente al país, a su imagen internacional, ahuyenta inversiones y destruye los empleos que los mexicanos necesitan.
Hagamos a un lado el alarmismo, que ignora los esfuerzos que todos hacemos por superar nuestros desafíos.
México avanza en unidad y con firmeza y así, sólo así puede enfrentar los retos de este desafiante momento histórico.
Por eso, los retos que tenemos son motivo de mayor unidad y de mayor responsabilidad entre todos los mexicanos. Son razón para acotar los personalismos e intereses, que medran con infundadas profecías de desastre que sólo generan desaliento.
No es tiempo de actitudes protagónicas ni egoístas. Si alguna lección nos ha dejado la historia a los mexicanos es una y muy clara: cuando en vez de avanzar unidos nos dividimos en lo medular, cuando en lugar de contribuir a la lucha en favor de la Patria se pretende sembrar el desaliento o la desesperanza para satisfacer ambiciones, vanidades o intereses personales o de grupo, quien pierde es México y quienes sufren las consecuencias somos todos los mexicanos.
Nadie puede tratar de buscar laureles a partir de socavar las instituciones democráticas del país. Hay quienes quisieran ver debilitada a la Nación y a las instituciones republicanas que trabajan cotidianamente, y que los ciudadanos nos hemos dado.
Los mexicanos les decimos que el Estado es más grande y es más fuerte, y por eso nunca nos verán divididos.
Se puede discrepar, pero no deliberadamente falsear, dividir y enconar. Se puede opinar distinto en el marco de libertad que el propio Estado garantiza, pero no atentar contra el Estado mismo.
Nuestras instituciones son sólidas porque han sido construidas con el trabajo y el esfuerzo de muchas generaciones de mexicanos, pero su propia fortaleza no puede ser pretexto para que impunemente se apueste de manera reiterada a su debilitamiento.
Hoy México exige que sigamos fortaleciendo al Estado, para afrontar y afrontar con éxito los desafíos del Siglo XXI.
Es, precisamente, en este proceso integral de fortalecimiento del Estado que se inscriben muchas de las reformas que hemos alcanzado en estos últimos años, muchas de las cuales se habían postergado, incluso, por décadas.
Estas reformas consolidan de manera integral las capacidades del Estado en funciones que le son esenciales. Así, por ejemplo, con la Reforma al Sistema de Justicia Penal, reforzamos en su tarea de garantizar la integridad física y patrimonial de los mexicanos; ella brinda a las autoridades mejores herramientas para combatir a la delincuencia y la vez acerca a los ciudadanos a la tan postergada garantía de justicia pronta y expedita, basada en un sistema de procuración e impartición más transparente y eficaz.
De igual manera, con reformas tan trascendentales como la Hacendaria y la de Pensiones de los servidores públicos, hoy estamos reforzando las capacidades financieras del Estado para atender las necesidades y demandas de la sociedad.
Estas reformas dejan a los mexicanos también un Estado más fuerte en lo económico; son reformas que le dan viabilidad a futuro y una fortaleza económica no vista en varias décadas.
No es esta la primera vez que México enfrenta una crisis económica, pero aquí, también lo verdaderamente nuevo, es que a diferencia de otras, esta crisis ni se origina en México ni en la irresponsabilidad de sus gobernantes. Como es nuevo también, de que hoy estamos en mejores condiciones para enfrentarla, gracias a las fortalezas que, en la colaboración de poderes y órdenes de Gobierno, juntos hemos venido construyendo.
Éstas y otras reformas que hemos emprendido en poco más de dos años, fortalecen, además, al Estado en su capacidad de generar condiciones propicias para el desarrollo de las actividades económicas en un ambiente de certidumbre. Pero sobre todo, más allá de su contenido y alcance, son muestra de la capacidad de los mexicanos para llegar a acuerdos cruciales por encima de cualquier diferencia ideológica o política, propia de una Nación plural y democrática.
Es precisamente en la capacidad de encontrar acuerdos eficaces entre fuerzas políticas y mexicanos que pensamos distinto, donde también reside la fortaleza del Estado democrático y nacional.
Como titular del Poder Ejecutivo reconozco ampliamente el sentido de responsabilidad y patriotismo que ha guiado la labor de la LX Legislatura en ambas Cámaras del Congreso de la Unión.
Con el mismo espíritu constructivo que nos ha permitido llegar a acuerdos vitales para el país, debemos ser capaces de hacer frente a una época marcada por el cambio y la transformación acelerada.
Los problemas que hoy enfrenta el mundo, no sólo México, son más complejos, sino también más dinámicos, y por ello, al igual que lo hizo la generación de los Constituyentes del 17, nosotros, la generación del Bicentenario, requerimos reforzar aún más nuestro andamiaje institucional, a fin de que el Estado mexicano sea capaz de enfrentar tal entorno con mayor éxito.
Nuestra generación tiene la responsabilidad histórica de diseñar las leyes y de fortalecer las instituciones para aplicar esas leyes, a fin que nos permitan cumplir a cabalidad con los ideales del Constituyente del 17.
Leyes para garantizar la seguridad de los mexicanos en un marco de corresponsabilidad entre poderes y órdenes de Gobierno; leyes que promuevan un crecimiento más dinámico de nuestra economía; leyes que propicien una distribución más equitativa del ingreso, que erradiquen aquellos factores que han incrementado en la historia la desigualdad y que posibiliten, también, el abatimiento de la pobreza en todas las regiones del país.
Señoras y señores:
El mayor homenaje que podemos rendir a los Constituyentes del 17 es fortalecer al Estado mexicano que quedó consagrado en la Constitución de Querétaro.
A quienes insistentemente busquen ignorar sus capacidades, quienes quieran ver el fracaso del Estado y apuesten a él, y al ver fallido su pronóstico trabajen cotidiana e infructuosamente por lograrlo a partir, por cierto, de las mismas libertades que sólo un Estado fuerte y democrático puede garantizarle a los ciudadanos; debe quedar claro que quienes denigran sus atribuciones, su fortaleza y su viabilidad, atentan contra el Estado mismo al intentar socavarlo.
Por eso reitero, en esta histórica fecha y en este histórico recinto, que México exige de todos sus hijos lealtad a la Patria y a sus instituciones democráticas.
Al igual que en los albores del Siglo XX, hoy enfrentamos en el Siglo XXI situaciones adversas, distintas, en distintos frentes de la vida nacional.
Como los Constituyentes de entonces, debemos tener la convicción de que sólo anteponiendo el interés nacional, a los intereses de grupo, lograremos que México sea la Nación próspera, que estoy seguro, está destinada a ser.
Decía Heriberto Jara que todos los Constituyentes llevaron una representación genuina al Congreso de Querétaro. Hubo, decía, radicales y moderados, pero todos en la misma línea buscando la realización del gran fin.
Hoy como ayer, se trata de contribuir al gran fin del Estado mexicano, que es alcanzar la libertad, la justicia, la igualdad en la democracia para todos los mexicanos.
Como en 1917, el nuestro también es un momento histórico y fundacional, un momento en el que debemos reforzar las leyes y las instituciones que permitan al Estado mexicano ser un Estado pleno que realice a cabalidad los ideales contenidos en nuestra Constitución.
Este año los mexicanos elegiremos una nueva representación nacional en la Cámara de Diputados. Al igual que entonces, aflorarán como en el 17, de manera natural, las diversas visiones que constituyen el mosaico y la riqueza de la diversidad nacional.
El proceso electoral dará paso al debate público, a la confrontación de ideas y a la generación de propuestas.
El gran reto es saber aprovechar esta enorme riqueza de nuestra pluralidad política, para construir los acuerdos que permitan a México insertarse con éxito en la nueva realidad global del Siglo XXI. Sé que podemos y que sabremos hacerlo.
Cuando estamos a un año de conmemorar el Bicentenario de nuestra Independencia y el Centenario de la Revolución, es momento más que propicio para renovar la voluntad de todos.
Además, en este 2009 se cumplen 150 años de la expedición de las Leyes de Reforma. Es por ello que el Gobierno de la República y, estoy seguro, de todas las entidades federativas, se aprestan a celebrarlo con júbilo. Es por ello, también, que el Gobierno Federal decretará el 2009 como el del 150 Aniversario de la Reforma Liberal.
Los mexicanos habremos de abocarnos a alcanzar los fines de libertad, justicia, equidad y democracia, que han sido los ideales que han conducido y deberán seguir conduciendo el devenir histórico de nuestro pueblo. Muchas gracias.
En tanto:
PD: En tanto, la Asociación Nacional de Abogados Democráticos realizó un acto cívico conmemorativo de la promulgación dela Constitución Federal de 1917, en el Hemiciclo a Juárez; hablaron Bertha Luján, Bernardo Bátiz, Jesús González Schmal, Carlos Pacón y Eduardo J. Torres.

La Palafoxiana

El descubrimiento de la Palafoxiana/J.J. Armas Marcelo, escritor
Publicado en ABC, 04/02/09;
En los primeros tres años de los intrépidos 80, una jauría de escritores españoles y latinoamericanos capitaneados por Carlos Barral hicimos más de quince viajes a México. Tal jarca demencial levantaba comentarios encontrados por donde iba, fuera una feria del libro, fueran presentaciones editoriales o intervenciones de televisión. El recordado Rafael-Humberto Moreno Durán llamó «las alegres comadres de Windsor» a aquel grupo de lujo viajero, donde iban desde el poeta Ángel González, al editor José Esteban y el novelista Bryce Echenique o los venezolanos Adriano González León y Salvador Garmendía. El principal «agente de viajes» de aquellos vuelos trasatlánticos y fastuosos fue Arturo Azuela.
Cada viaje a México resultaba para nosotros una epifanía. Caballero Bonald evoca en su último tomo de memorias, La costumbre de vivir, alguno de aquellos periplos interminables y salvajes donde «los descubrimientos» de tumbas de poetas del exilio, las conversaciones con mujeres extraordinarias (que aparecían a nuestro paso como ángeles del cielo), las visitas a universidades y las francachelas interminables en la Cueva de Amparo Montes, en la Zona Rosa, y en el Hotel Ciudad de México, junto al Zócalo, marcaban la leyenda de aquel ejército de escritores líricos y donjuanescos que, como el de Atila, no dejaba una brizna de hierba en pie por donde cabalgara.
Una mañana entera anduvimos Barral, Vaz de Soto, Ángel González, José Esteban y yo, bajo un sol de justicia y sin un trago de tequila, buscando en un cementerio interminable la tumba de Luis Cernuda. (en el panteón Jardín, cerca de la tumba de Pedr Infante). Ese día no la encontramos y Ángel González «inventó» una coplilla que hasta hoy marca la pauta del humor de aquella turba implacable y dipsómana: «El poeta Luis Cernuda/ tiene buena información/ cuando viene Pepe Esteban/ se cambia de panteón». García Márquez solventó aquel desaguisado hablando con López Portillo, entonces presidente de México, que encontró la tumba de Cernuda y envió al hotel donde nos hospedábamos un propio en moto urgente para que le entregara a José Esteban la solución al enigma cernudiano y el lugar y el cementerio exactos de la ubicación de su tumba.
Uno de los peregrinajes impuestos por Barral en aquellos viajes era la excursión a Cholula, la ciudad sagrada de los aztecas, y a la vecina ciudad de Puebla. No sólo por su riqueza gastronómico sino porque el vizconde de Calafell advertía, con muy buen tino, que cualquier escritor que se preciara no debía de perder la ocasión de visitar la iglesia en la que se perdió, una noche de borrasca y duelo, el madrigalista Gutierre de Cetina. Pero, sobre todo, el viaje se hacía necesariamente litúrgico, en todos los sentidos, porque además de su magnífica catedral y su cerámica talaverana, en el centro histórico de la ciudad de Puebla estaba uno de los regalos y milagros más grandes del mundo español en América: la biblioteca Palafoxiana. Entrar en su recinto, admirar el entorno interior de la Palafoxiana y quedar extasiados en un instante que nos parecía una transverberación sagrada fue un momento único de nuestras vidas. Palafox, además, era un personaje de novela, una leyenda con biografía e historia que mucha gente desgraciadamente ignora pero que traduce una parte sustancial de la obra de España en México, lejos de leyendas negras, malinchadas y estereotipos demagógicos que tanta relevancia tienen a la hora de mentir y ningunear la verdadera historia de la Nueva España y sus auténticos héroes. Juan de Palafox y Mendoza, el fundador de la Palafoxiana es, sin duda, uno de esos héroes principales que, por desgracia, son conocidos sólo por algunos ilustrados, universitarios e historiadores que se dedican pasionalmente a decir la verdad que vende tan poco en el mundo de hoy. De modo que no busquemos a Palafox en los diccionarios de «escritores famosos», donde reposan las huellas de cientos de mediocres, sino entre los escritores que merecen un lugar de honor en la Historia de la Literatura y en la literatura histórica, no sólo por su escritura literaria, sino por la labor intelectual y la didáctica que dejaron por donde su destino iba dirigiendo sus pasos.
Hijo natural del marqués de Ariza, Palafox fue desde siempre un visionario que, en su origen, resultó un peso para su padre y un sospechoso de «adelantado a su época», un raro peligro hoy como ayer, en sus 59 años de edad (1600-1659). Cuando imaginamos el traslado de su biblioteca desde España a la ciudad de Puebla no dejamos de ver en la obra de Palafox el intento descomunal de una odisea. El resultado de aquella aventura es, ya lo he dicho antes, un milagro asombroso, la Palafoxiana, además de los más de 500 escritos que el héroe nos legó para pasmo de los años y los siglos. Con sólo 39 años de edad, fue nombrado obispo de Puebla y desde esa ciudad ejerció su didáctica esencial, que descansaba en su fe en la enseñanza. Fundador de colegios y bibliotecas, Palafox fue un hiperactivo personaje que ejercía por igual el mando político, la autoridad religiosa y el mecenazgo intelectual, hasta el punto de llegar a ser Virrey
y Capitán General. Jesuita marcado por Loyola, fue defensor de los indios frente a los abusos coloniales y se dedicó a promover el magnífico barroco colonial de México. A los 53 años de edad, lo sacaron de Puebla y lo hicieron obispo de Osma, en Soria, donde en pocos años dejó una huella indeleble cuya sombra se ha ido alargando con los siglos.
La noticia de ahora es que a Juan de Palafox y Mendoza lo van a beatificar dentro de muy poco tiempo porque están documentadas, incluso por los abogados del diablo, varios episodios de su vida que tienen que ver con curaciones en personas que, según las trazas, padecían enfermedades terminales que la medicina no podía curar en aquella época. Soy laico convicto y confeso, alejado de las liturgias y parafernalias de la religión, aunque creyente remoto en un ser superior que no siempre parece existir, y tengo para mí que el gran milagro de Juan de Palafox es aquella biblioteca de Puebla que he visitado tantas veces como si fuera una necesidad intelectual y religiosa; una biblioteca que no se me borra de la cabeza y que a veces aparece en mis ensueños como uno de los inventos que Jorge Luis Borges pudo imaginar para uno de sus mundo literarios universales; una biblioteca, la Palafoxiana, que urde su propia leyenda cada vez que la recordamos. Estuve en Harvard y su biblioteca me pareció un milagro. Estuve en Nueva York y su biblioteca pública me emocionó hasta el asombro. He visto mil y una bibliotecas que me han despertado, en el momento de visitarlas y descubrirlas, una sensación de placidez eterna fuera de toda dimensión física. Pero entrar en la Palafoxiana es como entrar en la catedral de Santiago de Compostela, mutatis mutandis. En esos lugares, como en Cholula, hay algo más. Algo que se nos escapa y que nos trasporta, durante unos segundos, a un estado de emoción tan complejo como inexplicable. Y ese es el verdadero milagro, a mi entender, de Juan de Palafox: la asombrosa eternidad de la Palafoxiana, su biblioteca para siempre en la ciudad de Puebla, México.

Dios existe

Dios probablemente existe/ Juan Antonio Herrero Brasas, profesor de Etica Social en el departamento de Estudios de Religión de la Universidad del Estado de California en Northridge
Publicado en EL MUNDO 04/02/09;
La campaña de promoción del ateísmo en los autobuses urbanos, inicialmente impulsada por la Asociación Humanista Británica y después trasladada a España por la Unión de Ateos y Librepensadores de España, fue concebida como respuesta a una provocación del fundamentalismo religioso. Entusiasta y económicamente apoyada por el biólogo evolucionista y ateo militante Richard Dawkins, dicha campaña ha conseguido al menos abrir un incipiente debate sobre una cuestión que nunca ha dejado de ser vital: ¿existe Dios?
En 2004, el filósofo Antony Flew, tras toda una vida dedicada a promover el ateísmo, anunció haber llegado a la irrefutable conclusión de que Dios existe. Las razones para este cambio de convicción las explica en su libro There Is a God. En él nos informa de que su lema siempre ha sido seguir la evidencia racional, le lleve a donde le lleve. En este caso, la evidencia procede de los últimos avances de la ciencia y de la matemática. El origen de la vida, la extrema complejidad y carácter arbitrario de las leyes físicas y lo estadísticamente improbabilísimo de que por un proceso de ciego azar la evolución haya dado lugar al mundo en que vivimos son las cuestiones que han llevado a Flew a afirmar la existencia de un Poder y una Inteligencia supremas más allá del mundo físico. Un mismo Einstein, extasiado ante la complejidad de las leyes de la física y el insospechado orden que revelan, afirmó la existencia de Dios, de quien dijo que «no juega a los dados» con el universo, pues todo parece responder a un perfecto cálculo.
NO HACE FALTA ser un intelectual de élite para entender el argumento más común para la existencia de Dios, argumento que a lo largo de los siglos han ponderado tantos pensadores en el mundo occidental.Me refiero al llamado argumento cosmológico. Se trata de un argumento cuasiintuitivo que delinearé aquí del modo más simple posible para beneficio del lector no familiarizado con los formalismos del lenguaje filosófico. Dicho argumento se basa en la imposibilidad de entender el origen del universo sin postular un creador.
Contrariamente a lo que afirmaba Aristóteles, y a lo que muchos sostenían hasta el mismo siglo XIX, ahora sabemos con certeza que el Universo no es eterno. Tiene una edad (unos 13.700 millones de años) y, por tanto, tuvo un principio. Y de la misma manera que todo lo que tiene una edad y un principio, el Universo no existía antes de ese principio. Si no existe nada más que materia, si no hay Dios, nos encontramos con que el Universo -en última instancia una roca inmensa- ha decidido existir y ha dado lugar a su propia existencia. Pero esa es una conclusión poco plausible.Normalmente no vemos piedras aparecer en el aire sin motivo ni causa alguna. Es más, pensaríamos que es algo imposible, o al menos extremadamente improbable, y eso en un mundo donde existen piedras y donde podría existir una misteriosa ley física que permitiera tal fenómeno. Si eso nos parece imposible, cuánto más el pensar que una roca de las dimensiones del Universo vaya a dar lugar a su propia existencia a partir de la nada, de la absoluta no existencia.
EN SU CONOCIDO ensayo Por qué no soy cristiano, Bertrand Russell nos informa de que a los 18 años de edad descartó el argumento cosmológico porque si Dios ha creado el Universo entonces habría que preguntarse quién ha creado a Dios, y ello nos llevaría a una infinita y absurda cadena de dioses. Mejor quedarse con el Universo sin más. Mal ejemplo de filosofía el de Bertrand Russell.Evidentemente, tener un principio, y con ello implícitamente una edad, es una condición de los objetos naturales. De Dios precisamente lo que se afirma es que está por encima de la naturaleza (es «sobrenatural») y, por tanto, no está sujeto a las condiciones de la naturaleza, condiciones que El mismo ha legislado. Preguntarse por la edad de Dios es análogo a preguntar cuánto pesa, cuánto mide, cómo huele. Son preguntas que sólo tienen sentido en los seres naturales.
Como parte del argumento cosmológico se suele incluir el misterio que representan las leyes de la física, su carácter arbitrario y el hecho de que todas, en su inconcebible complejidad, estuvieran en pleno funcionamiento desde el primer instante del Big Bang (de lo contrario la expansión del Universo no podría haber tenido lugar). Una mera roca, la pura materia, si es que eso es lo único que hay, no tiene capacidad para inventar leyes de semejante complejidad y ponerlas en marcha en el mismo momento de su nacimiento.
Pero es la Teoría de la Evolución lo que con más frecuencia se ha convertido en arma arrojadiza del ateísmo militante. La evolución biológica, se conciba como se conciba, no plantea un problema especial para la religión. Es, en última instancia, una expresión más de la inteligencia divina. La cuestión crucial está en el origen de la psique humana, es decir, el alma. Incluso Alfred Russell Wallace, hombre de izquierdas y originador, junto con Darwin, de la Teoría de la Evolución, no pensaba que la psique humana, por su naturaleza tan diferente, pudiera ser resultado de la selección natural.
La relación entre cerebro y pensamiento es algo que no entendemos, pero una analogía quizás nos ayude. Si pudiéramos traer a nuestro tiempo a un entusiasta científico del siglo XVIII y le pusiéramos a chatear por internet en un ordenador portátil sin conexiones visibles de cable, seguramente concluiría que los hombres del siglo XXI hemos logrado crear máquinas que piensan, el objetivo final de la ciencia. Sería muy difícil explicarle la enorme complejidad del sistema, y que nos creyera. Pues bien, si Dios existe, la relación entre cerebro y alma/pensamiento representaría el internet final, por así decir, una creación más de la mente divina, que en su extrema complejidad tan sólo la ciencia del final de la historia podría llegar a entender.
CIENCIA y religión ocupan dos ámbitos de pensamiento estrictamente separados. La religión habla de verdades últimas. La ciencia sólo puede hablarnos de lo que aquí y ahora conocemos, que es necesariamente muy limitado. La ciencia de ayer es el chiste de hoy y, sin ninguna duda, la ciencia de hoy será el chiste de mañana. Sobre aquellas cosas que la ciencia no sabe simplemente debe callar, y no ponerse al servicio de ideologías. Las lagunas de la ciencia no se pueden cubrir con actos de fe. Que la ciencia un día averiguará o demostrará tal o cual cosa es una expresión de fe. Es convertir a la ciencia en algo que no es: una religión, o peor aún una superstición. Lo que la ciencia no sabe simplemente no lo sabe. Y no hay que construir conjeturas ideológicamente motivadas ni actos de fe sobre ello porque entonces lo que se está haciendo es ciencia ficción en sentido estricto.
Una buena parte del mundo científico ha adoptado el llamado ateísmo o materialismo metodológico. Es decir, la exclusión sistemática, como cuestión de principio, de cualquier causa no material. Ello a veces lleva a hacer afirmaciones disparatadas, como es el caso de Dawkins en algunos de sus más conocidos libros. En otros casos esa militancia científica conduce a ignorar, o incluso falsear, datos y eventos que constituyen un reto al conocimiento científico.
El mayor obstáculo que presenta la religión convencional es su falta de respuesta satisfactoria al problema del mal y el sufrimiento.Eso es lo que lleva a muchos al abandono de la religión y al ateísmo, y es un problema que es imposible tratar ni someramente en la brevedad de estas líneas. El ateísmo, por otra parte, es difícil de sustentar intelectualmente. El problema es que frecuentemente se sustenta en una percepción extremadamente selectiva de la realidad, y se reviste de la característica arrogancia de quien cree saberlo todo cuando en realidad es víctima de la más patética ignorancia.

Los judios

El énfasis sospechoso/Enrique Krauze, escritor mexicano, director de la revista Letras Libres
Publicado en EL PAÍS (www.elpais.com), 04/02/09;
Hace cinco siglos que los judíos fueron expulsados de España, pero a veces pareciera que todavía ronda en España el fantasma del judío, no en las calles de Gerona o las sinagogas de Toledo, sino en el alma de algunos españoles en quienes persiste -soterrado, inconfesable- el viejísimo prejuicio antisemita.
Conviene aclarar, en negativo, qué entiendo por antisemitismo.
Criticar la fundación de Israel teniendo en cuenta el altísimo costo que tuvo que pagar desde entonces el pueblo palestino, no implica por fuerza un acto antisemita: historiadores israelíes de la corriente post-sionista han ejercido y documentado esa crítica. Criticar la política exterior israelí en las últimas décadas conlleva aún menos una actitud antisemita: de hecho, los propios israelíes liberales y de izquierda han visto en los asentamientos un acto de ocupación inadmisible, cruel y, a fin de cuentas, contraproducente.
Criticar la reciente ofensiva israelí en Gaza tampoco supone albergar un prejuicio antisemita: existen argumentos serios contra su desproporción y una indignación general por el sufrimiento de la población civil. Ni siquiera criticar a “los judíos” supone necesariamente un reflejo antisemita: los fanáticos de la identidad suelen generalizar así sus antipatías, lo mismo contra “los judíos” que contra “los yanquis”, “los chinos”, “los sudacas” o “los gachupines”.
Dicho todo lo cual, creo que a raíz de la guerra de Gaza afloraron dos actitudes preocupantes: una roza el antisemitismo, otra lo asume abiertamente.
La primera es la parcialidad noticiosa y editorial de algunos medios con respecto al tema, como si la ofensiva israelí se hubiese dado (casi) en el vacío, sin la provocación previa de los proyectiles de Hamás sobre el sur de ese país y la amenaza cierta de que en un futuro cercano cayeran sobre Tel Aviv.
Creo que no se documentó de manera suficiente el hecho (recogido con amplitud, por ejemplo, en el Corriere de la Sera) de que Hamás puso en posiciones de riesgo militar deliberado y forzado a su población civil.
Creo que ese énfasis condenatorio no se ha visto en otras tragedias: pienso en Chechenia, donde fueron torturadas y muertas decenas de miles de personas. La doble moral resulta inexplicable.
Nadie comparó entonces a los rusos con los nazis. Hubiera sido una infamia, a pesar de lo que hicieron en Chechenia. Y es que los rusos sufrieron indeciblemente a manos de los nazis. Los judíos aún más. Otorgar a las víctimas la identidad de los victimarios es una perversidad moral.
Allí reside la segunda actitud, francamente antisemita.
Su expresión más socorrida es la amalgama de maldad: la equiparación (ostentada en las manifestaciones de Madrid y Barcelona) de la Esvástica con la Estrella de David, que a su vez supone la equiparación (formulada por varios importantes escritores y periodistas) de la tragedia de Gaza con el Holocausto.
Se trata de dos fenómenos distintos que por su magnitud y naturaleza no pueden ser homologables.
La amalgama de todos los males conduce a la banalización del mal: si 600 víctimas inocentes son lo mismo que seis millones (aunque la muerte de los seis o 600 sea claramente reprobable) el mal resulta relativo, el mal no importa. Pero aún más decisiva que la diferencia cuantitativa es la diferencia de sentido.
El Holocausto representó la voluntad (cumplida en un 50%) de exterminar un pueblo, de borrarlo, de tratar a niños, mujeres, ancianos como plaga y no como personas. Este exterminio no fue solamente un crimen contra los judíos sino contra el concepto mismo del ser humano. La inteligencia, la racionalidad y el lenguaje desaparecen si no suponemos una semejanza radical entre los hombres.
En el caso actual, son los fundamentalistas islámicos quienes reproducen el ánimo nazi: quieren borrar al otro, en Jerusalén, Nueva York, Madrid o Londres. Ni en esta ofensiva ni en ninguna otra, Israel se ha propuesto exterminar a la población palestina.
Según el Pew Research Center de Chicago, desde 2005 España es el país de Europa donde el prejuicio antisemita ha aumentado más aceleradamente: pasó del 21% al 46%. Según una encuesta realizada por el Observatorio Español de Convivencia Escolar, más de la mitad de los estudiantes de secundaria declararon que preferirían no sentarse junto a un joven judío en sus aulas.
La España tolerante y plural que ha otorgado el Premio Príncipe de Asturias a las comunidades que preservaron el legado de Sefarad no puede -sin negarse a sí misma- desdeñar esos datos sin hacer un análisis valiente y objetivo.
Y la España democrática y moderna, que ha sido víctima reciente del terrorismo islámico, no puede ignorar -sin caer en la esquizofrenia- que Hamás busca la imposición de un régimen fundamentalista mientras que Israel es el único Estado democrático de la región.
¿Qué haría España, mutatis mutandis, en el caso, improbable pero no imposible, de que un triunfo generalizado del islam radical en el norte de África se tradujera en una amenaza sobre sus puertos mediterráneos bajo el pretexto teológico de recobrar el territorio de Al Andalus que fue suyo siete siglos?
En el tema judío, hay que volver a la tradición liberal de Benito Pérez Galdós, quien en tres novelas (Aita Tettauen, Misericordia y Gloria) mostró comprensión y compasión por el drama histórico del pueblo judío. Israel no es una nota al pie de página en ese drama.
Israel es el corolario de ese drama. Si se acepta la legitimidad de su existencia (producto, no olvidemos, de las circunstancias sin precedente creadas por el Holocausto), debe admitirse también su derecho a vivir sin la amenaza cotidiana que ha pendido sobre sus habitantes.
Esa doble aceptación no implica, repito, justificar la política israelí de los últimos decenios. Pero sí implica mirar al conflicto en toda su diabólica complejidad, distinguir la responsabilidad de ambos bandos, y dar a los muertos israelíes el mismo peso que los muertos palestinos.
Implica evitar la inmoral referencia al Holocausto y exorcizar el fantasma del judío para poder verlo como los nazis y los fundamentalistas no lo ven: como un ser humano.

El factor humano

Jugando con el enemigo/Pablo Salvador Coderch, catedrático de Derecho Civil de la Universitat Pompeu Fabra
Publicado en EL PAÍS, 04/02/09;
A las cuatro y media de cada mañana, el preso político más famoso del mundo se levantaba, hacía su camastro y corría durante una hora en una celda de menos de nueve metros cuadrados. Así, Nelson Rolihlahla -"alborotador"- Mandela (1918), un príncipe xhosa, pudo aguantar sin volverse loco más de un cuarto de siglo de encierro.
Había ingresado en prisión en 1962, condenado como líder de Lanza de la Nación (Umkhonto we Sizwe), brazo armado de su partido, el Congreso Nacional Africano. Ese movimiento perseguía una estrategia de gobierno de la mayoría negra surafricana, pero patrocinaba tácticas de violencia armada para liberarla del yugo del apartheid blanco. “Un colono, una bala” era el grito enardecido que podía oírse en medio de una manifestación, minutos antes de ser aplastada por la policía blanca.
Hoy, cuando un mulato acaba de acceder a la presidencia de Estados Unidos, el apartheid que estuvo tanto tiempo vigente en Suráfrica nos parece una distopia delirante, un artefacto social aún más inviable que perverso. Pero hasta yo mismo no puedo olvidar que, a mediados de la década de los ochenta del siglo pasado, me resultaba imposible viajar a Suráfrica con mi mujer y mis hijos: las familias multirraciales, como la mía, lo teníamos peor que mal.
Bajo el sistema del apartheid, una burocracia supina encasillaba a la gente en una jerarquía descendente -blancos, mestizos, indios y negros- según majaderías tales como el color de su piel, los rizos de su pelo y las aletas de su nariz. En teoría, cada etnia recibiría un territorio propio; en la práctica, los blancos se quedaban con la parte del león: la mayor parte del presupuesto del Estado, las mejores tierras, las minas y las ciudades.
El que todo esto resulte hoy difícil de explicar a una persona menor de cuarenta años de edad muestra cuánto han cambiado las cosas. Mas por ello mismo, conviene recordar la descomunal inteligencia emocional de Nelson Mandela y la pareja perspicacia de sus mejores enemigos.
En El factor humano. Nelson Mandela y el partido que salvó a una nación (Seix Barral), John Carlin, escritor y periodista de este diario, nos cuenta cómo Nelson Mandela supo canalizar la pasión por el rugby de la minoría blanca de origen holandés -los afrikáner- en aras de un objetivo estratégico que parecía inalcanzable: conseguir en Suráfrica el gobierno de la mayoría negra sin que hubiera una guerra civil, sin docenas de miles de muertos, sin millones de exiliados, sin la miseria consiguiente de todo el país.
El rugby y el equipo nacional surafricano, los Springboks, encarnaban el estilo de vida de los afrikáner, una combinación innegable de trabajo duro, lealtad de grupo y confianza calvinista en la supremacía bíblica del guardián blanco sobre el infeliz negro, que prefería el fútbol europeo y detestaba el rugby.
Mandela sabía bien que, en la afición y práctica de un deporte, nacen y perviven las lealtades atávicas del
hijo para con el padre, del amigo con el amigo, del individuo con el grupo. En la cárcel, aprendió la lengua y las reglas del deporte favorito de sus enemigos. Luego se conjuró con ellos para unir a toda la nación bajo la bandera del rugby.
Carlin cuenta la historia de esta misión imposible y de las docenas de personajes que construyeron una realidad que impidió la pesadilla y superó los sueños. En la metáfora del juego con el enemigo, el lector de este libro aprende a apreciar la clarividencia del entonces jefe de los servicios de información surafricanos, Niël Barnard, o la entrega a su misión del capitán de la selección nacional de rugby, François Pienaar, o la lealtad infinita de los líderes políticos de la mayoría negra, quienes, estupefactos al principio, apoyaron al fin la iniciativa genial de Mandela para que Suráfrica organizara en 1995 el Campeonato Mundial de Rugby.
El hombre que había sufrido setenta años de represión por el color de su piel acertó hasta en el gesto real de cubrirla con una camiseta deportiva del color verde de los Springboks, el equipo de sus enemigos. “Hablad a su corazón, no a su mente”, decía Nelson Mandela. Y con razón.
Admirador de Mandela y deportista aficionado desde mi juventud, confieso que El factor humano me cautivó desde su inicio, que también es el de este artículo. Creo igualmente, y esta vez, sin dejarme ofuscar por la pasión, que si ustedes aman al deporte y a la vida, les ocurrirá lo mismo. Pero hasta en eso, carezco de todo mérito, pues la fascinación por el libro de John Carlin desconoce límites: Morgan Freeman producirá la película y la dirigirá Clint Eastwood. Es el factor humano.

Herencia de Guantánamo


La turbia herencia de Guantánamo/Alicia Gil Gil, profesora titular de Derecho Penal en la Universidad Nacional de Educación a Distancia y especialista en Derecho Penal Internacional. Acaba de publicar La justicia de transición en España. De la amnistía a la memoria histórica
Publicado en EL PAÍS, 04/02/09;
El nuevo presidente de Estados Unidos ha manifestado su intención de cerrar Guantánamo y tanteado la posibilidad de enviar a algunos de sus prisioneros a países europeos, incluido España. Éstos se muestran reticentes a aceptarlos y han manifestado la necesidad de estudiar previamente los aspectos jurídicos y políticos de tales entregas. Y es que el cierre de Guantánamo no puede de ninguna manera dar lugar a cientos de procesos ilegales de entrega y detención de personas. Por otro lado, el cumplimiento de la legalidad vigente en los países de acogida podría dar lugar a la puesta en libertad inmediata de personas que Estados Unidos considera “muy peligrosas“.
Nos enfrentamos a dos tipos de supuestos diferentes, cada uno con problemas jurídicos propios:
En el caso de presos acusados de algún delito, el Estado receptor debería iniciar un proceso contra la persona detenida en Guantánamo y pedir la extradición. Pero sólo se puede iniciar dicho proceso si los tribunales nacionales tienen competencia sobre el delito del que el sujeto es acusado, lo que puede no suceder cuando el hecho se cometió en un territorio extranjero y por extranjeros. Un juez español sólo puede juzgar delitos cometidos por extranjeros fuera de España en los casos previstos expresamente en la ley. España podría por tanto pedir la extradición de sus nacionales, o de aquellos a quienes acusara de haber cometido un delito en España o de quienes estén acusados por los tribunales españoles de un delito perseguible extraterritorialmente. Estos delitos vienen recogidos en la ley mediante un listado tasado, y entre ellos figuran el terrorismo o los crímenes de guerra.
Especial atención merece el delito de pertenencia a una organización terrorista, que es la acusación que pesa sobre muchos de los prisioneros. El Tribunal Supremo dejó claro en el caso Otegi (auto de 23 de mayo de 2002) que cuando la ley establece la persecución universal del delito de terrorismo se refiere a éste en un sentido estricto, es decir, a la comisión de actos de terrorismo recogidos en los artículos 571 a 577 del Código Penal, y no a otras conductas como la apología del terrorismo. Siguiendo tal argumentación se podría entender que el delito de asociación ilícita terrorista, dado que no está regulado en nuestro Código Penal bajo la rúbrica “delito de terrorismo”, sino en un título diferente, no entra en esa definición estricta y no es perseguible por nuestros tribunales cuando se ha cometido fuera de territorio español y por extranjeros.
La entrega de un acusado al que nuestros tribunales no pudieran perseguir por falta de competencia supondría su inmediata puesta en libertad.
El segundo problema, una vez iniciado un proceso contra el acusado, es el de la invalidez de la prueba obtenida sin garantías legales y de todas las pruebas derivadas de la misma. Ejemplos de este tipo de problemas los hemos vivido ya en nuestro país, donde han sido juzgados y absueltos dos ex presos de Guantánamo: Hamed Abderraman y Lahcen Ikassrien. Ambos fueron acusados por Baltasar Garzón de pertenencia a organización terrorista (asociación ilícita). Se les acusaba de formar parte de Al Qaeda, en la que se habrían integrado con la ayuda de la célula española de dicha organización. A pesar de que el juez pidió su extradición, ambos fueron directamente subidos a un avión por las autoridades militares. En un futuro el compromiso de España para juzgar a presos de Guantánamo debería condicionarse a su entrega siguiendo el procedimiento legal de la extradición, único que garantiza los derechos del acusado y el respeto a los convenios internacionales, rechazando este tipo de entregas irregulares.
Abderraman, el único prisionero español, fue condenado por la Audiencia Nacional en 2005 a seis años de prisión. La Audiencia Nacional se negó además a descontarle como prisión provisional el tiempo de detención sufrido en Guantánamo, lo que, quizá pueda defenderse con una aplicación formal de la ley, pero no deja de parecer injusto. Sin embargo, en 2006 el Tribunal Supremo anuló aquella sentencia y decretó su absolución e inmediata puesta en libertad. El Supremo consideró nulas todas las pruebas que se habían presentado contra él, excepto su declaración en el juicio, única que se había realizado respetando los derechos del acusado. Se declararon nulas las escuchas telefónicas realizadas por la policía española, antes de que Abderraman fuese apresado en Afganistán, y que habían servido a la Audiencia para relacionarle con miembros de la célula española de Al Qaeda, por irregularidades en su autorización judicial -lo que no guarda relación con su detención en Guantánamo-, y, lo que es más interesante, se anularon también los posteriores interrogatorios a los que había sido sometido en la base norteamericana por policías españoles y las declaraciones de éstos basadas en aquellos interrogatorios, al considerarse que todo lo actuado en Guantánamo era nulo por haberse realizado vulnerando las garantías y los derechos que la legislación española concede al acusado. Al examinar la única prueba restante, su declaración, el tribunal afirmó que no se puede identificar sin más la intención manifestada por Abderraman de incorporarse al ejército talibán con la de hacerlo a Al Qaeda, que el acusado había declarado no pertenecer a dicha organización y que había condenado los atentados del 11-S, por lo que no puede desprenderse de sus solas manifestaciones prueba suficiente de pertenecer a la organización terrorista.
Unos días después, la Audiencia Nacional, siguiendo esta jurisprudencia, absolvió al marroquí Lahcen Ikassrien, al declarar nulas las escuchas telefónicas (realizadas en la misma investigación y con los mismos fallos de procedimiento) y los interrogatorios de Guantánamo, e insuficientes las declaraciones del acusado para deducir de ellas su culpabilidad.
Estos precedentes muestran las dificultades de prueba con las que pueden enfrentarse estos procesos, al considerarse, con toda razón, nulas todas aquellas que tengan su origen en actuaciones realizadas en Guantánamo.
La otra posibilidad es la de aceptar prisioneros sobre los que no recae ninguna acusación y que no pueden ser devueltos
a su país de origen. Esta vía exige que el prisionero solicite asilo, en una embajada española o a través de un representante en España, y argumente fundados temores de ser perseguido por motivos de raza, religión, nacionalidad, pertenencia a un grupo u opiniones políticas en el país de su nacionalidad. El asilo se extendería, según la ley española, a los padres, los hijos y el cónyuge o pareja de hecho del sujeto.
Pero tanto la legislación española como la Convención de Ginebra sobre el estatuto de los refugiados niegan el asilo a quien haya sido condenado por un delito especialmente grave o se sospeche que ha cometido determinados delitos (crímenes internacionales, grave delito común, o actos contrarios a las finalidades y principios de Naciones Unidas), o a quien por otra razón fundada se considere un peligro para la seguridad del país donde se encuentra. Por tanto, la concesión de asilo a un prisionero de Guantánamo exigirá no sólo que no haya cargos contra él, sino además que Estados Unidos manifieste previamente lo contrario a lo que ha venido defendiendo todos estos años: que el sujeto no es peligroso.
Por último, nadie puede garantizarle a Estados Unidos que en el país de acogida el ex prisionero no inicie acciones judiciales contra las autoridades estadounidenses por las torturas u otros crímenes de guerra que hubiera podido padecer en Guantánamo, si los tribunales nacionales pueden, según su legislación, perseguir extraterritorialmente tales delitos, pues evidentemente no se puede limitar el acceso a la justicia del asilado.
Y al respecto hay que señalar que gran parte de la doctrina opina que la invasión por Estados Unidos de Afganistán inicia un conflicto armado internacional que hace aplicables a los prisioneros -combatientes o civiles- los Convenios de Ginebra de 1949, y que la Audiencia Nacional es competente para juzgar las graves violaciones de dichos convenios -crímenes de guerra- con independencia del lugar de comisión y la nacionalidad del autor, como manifestó el Tribunal Supremo en el caso Couso (STS de 11/12/2006).
El agujero negro legal de Guantánamo debe cesar de inmediato, pero su existencia ha generado y seguirá generando numerosos problemas jurídicos que deberemos enfrentar con absoluto respeto a la ley española, el derecho internacional y los derechos humanos.

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