1 ago 2007

No hay Triadas en México: EMMI

La PGR descarta presencia de mafias china y rusa en México
El procurdor Medina-Mora, descartó que haya indicios de la operación de las mafias china y rusa en México.
En entrevista, en la Cámara Nacional de la Industria de Transformación aclaró que las actividades del empresario de origen chino, Zhenli Ye Gon, presuntamente relacionadas con el narcotráfico no tienen que ver con la actividad de la mafia china -Las Triadas- como lo señló un jefe policiao de Colombia.

PREGUNTA: -Señor Procurador, dos preguntas, si nos puede hablar; una, del análisis del expediente que les dio la Secretaría de Seguridad Pública se desprenden elementos para presumir la existencia de conductas delictivas con respecto de Muñoz Leos?
EDUARDO MEDINA MORA ICAZA(EMMI): Miren, la Secretaría de la Función Pública realizó un procedimiento administrativo que determinó responsabilidades para algunos ex funcionarios de Petróleos Mexicanos y con respecto de ésta, dio vista al Ministerio Público Federal. El Ministerio Público Federal está analizando la documentación, porque esto es, precisamente, no una denuncia, sino una vista y, por consecuencia, estamos analizando el expediente para determinar si hay alguna conducta que pudiera ser constitutiva de delito.
PREGUNTA: -Y respecto de lo que dijo ayer el SAE, para el Ministerio Público Federal ¿es evidencia o no es evidencia el dinero asegurado a Zhenli Ye Gon?
EMMI: Mire, el Ministerio Público Federal determina la existencia del efectivo y esta certificación ministerial es lo que resulta prueba. Aquí hay una confusión entre lo que es el elemento material del delito y el cuerpo del delito. Ciertamente, una vez que está acreditada la existencia del monetario, éste puede ponerse a circular y lo que resulta prueba en el proceso es la certificación que hace el Ministerio Público Federal de esto.
PREGUNTA: Pero, si es evidencia
EMMI:… Los billetes no son evidencia, es evidencia el hecho de haber encontrado los billetes y, por consecuencia, la certificación que hace el Ministerio Público Federal.
PREGUNTA: Sobre el caso de Petróleos Mexicanos ya le dieron, ya ustedes revisaron el expediente o en qué momento están?
EMMI: La Procuraduría está haciendo el análisis del expediente, porque le dieron vista al Ministerio Público Federal.
PREGUNTA: Señor, hay evidencia de que opera la mafia china y la mafia rusa en México según lo declaró ayer el Fiscal de Colombia?
EMMI: Ciertamente es un tema en el que tenemos que estar atentos, no tenemos en este momento indicios de que las mafias organizadas ni de Rusia ni de China tengan una actividad en México. La actividad relacionada con el narcotráfico de delitos contra la salud, de un ciudadano de origen inicialmente chino, después naturalizado mexicano, no tiene que ver con la actividad de las mafias chinas, sino simplemente con una actividad delincuencial relacionada con los cárteles de la droga.

El comandante Fidel


A un año de haber dejado el mando.
Fidel afirma en un artículo publicado en la prensa oficial cubana que la revolución 'marcha adelante'.
Tomado del Granma, La Habana, 1 de Agosto de 2007
Reflexión del presidente fidel castroLa llama eterna
Esta es una reflexión política. Para decirlo más exactamente: es otra proclama. Hoy se cumple un año exacto de la primera, el 31 de julio del 2006. Pero el año transcurrido vale por 10 en cuanto a la posibilidad de vivir una experiencia única que me aportó información y conocimientos sobre cuestiones vitales para la humanidad, que he transmitido con toda honradez al pueblo de Cuba.
Ahora me acosan con preguntas sobre el momento en que volveré a ocupar lo que algunos llaman el poder, como si tal poder fuera posible sin independencia. Hay un poder real y destructivo en el mundo, emanado de un imperio decadente que a todos amenaza.
El propio Raúl se ha encargado de responder que cada decisión importante a medida que me iba recuperando era consultada conmigo. ¿Qué haré? Luchar sin descanso como lo hice toda la vida.
Al cumplirse un aniversario de la Proclama, comparto con el pueblo la satisfacción de observar que lo prometido se ajusta a la inconmovible realidad: Raúl, el Partido, el Gobierno, la Asamblea Nacional, la Juventud Comunista y las organizaciones de masas y sociales, encabezadas por los trabajadores, marchan adelante guiados por el principio inviolable de la unidad.
Con la misma convicción, seguimos batallando sin tregua por liberar de cruel y despiadada prisión a los Cinco Héroes que brindaban información sobre los planes terroristas anticubanos de Estados Unidos.
La lucha debe ser implacable, contra nuestras propias deficiencias y contra el enemigo insolente que intenta apoderarse de Cuba.
Este punto me obliga a insistir en algo que no puede ser jamás olvidado por los dirigentes de la Revolución: es deber sagrado reforzar sin tregua nuestra capacidad y preparación defensiva, preservando el principio de cobrar a los invasores en cualquier circunstancia un precio impagable.
Nadie se haga la menor ilusión de que el imperio, que lleva en sí los genes de su propia destrucción, negociará con Cuba. Por mucho que le digamos al pueblo de Estados Unidos que nuestra lucha no es contra él —algo muy correcto—, este no está en condiciones de frenar el espíritu apocalíptico de su gobierno ni la turbia y maniática idea de lo que llaman "una Cuba democrática", como si aquí cada dirigente se postulara y eligiera a sí mismo, sin pasar por el riguroso tamiz de la abrumadora mayoría de un pueblo educado y culto que lo apoye.
En reflexión anterior mencioné nombres históricos: Martí, Maceo, Agramonte, Céspedes. Para el recuerdo permanente de la interminable lista de caídos en combate, o de los que lucharon y se sacrificaron por la Patria, Raúl encendió una llama que arderá eternamente, al cumplirse 50 años de la caída de Frank País, el joven héroe de 22 años cuyo ejemplo nos conmovió a todos. La vida sin ideas de nada vale. No hay felicidad mayor que la de luchar por ellas.

Sep 10 in Waziristan

Sept. 10 in Waziristan/By David Ignatius
THE WASHINGTON POST, 31/07/07):
The National Intelligence Estimate released July 17 put the problem plainly enough: Al-Qaeda has “regenerated key elements of its Homeland attack capability” using a new haven in the lawless frontier area of northwest Pakistan known as Waziristan.
The question is: What is the United States going to do about it?
For those who might have forgotten in the six years since Sept. 11, 2001, what a reconstituted al-Qaeda could do, the intelligence analysts explained that the terrorist group has “the goal of producing mass casualties, visually dramatic destruction, significant economic aftershocks and/or fear among the U.S. population.” The analysts noted that al-Qaeda continues to seek biological, radiological and nuclear weapons “and would not hesitate to use them.”
Perhaps it is human nature not to see threats clearly until a disaster happens — even if it’s the second time around. How else to explain the limited public response to this clear and emphatic warning? Maybe the Bush administration has cried wolf about terrorism so often that people have stopped believing anything the government says. Or that the whole subject is now obscured by the choking fog of Iraq, as in the president’s mind-numbing formulation of the threat: “They are al-Qaeda . . . in . . . Iraq.”
But the question remains: What should the United States do about al-Qaeda’s new haven in Pakistan, from which it may already be plotting attacks that could kill thousands of Americans? It is Sept. 10, metaphorically, with a little increment of time still remaining. We can see “the looming tower,” to borrow the title of Lawrence Wright’s fine book. But how do we stop the airplanes?
The Bush administration will attack “actionable targets anywhere in the world, putting aside whether it was Pakistan or anyplace else,” warned Frances Fragos Townsend, the White House homeland security adviser. That drew the predictable indignant response from the Pakistani government, which doesn’t want to go after the al-Qaeda cells in Waziristan but doesn’t want anyone else to do it, either.
So again, what should the United States do? The lesson of Sept. 11 is that it’s necessary to act decisively. But the lesson of Iraq is that unwise actions can make the terrorism problem worse. Which course is right?
The best answer I’ve heard comes from Henry Crumpton, a former CIA officer who was one of the heroes of the agency’s campaign to destroy al-Qaeda’s haven in Afghanistan in late 2001. After retiring from the CIA in 2005, he served as the State Department’s coordinator for counterterrorism. He resigned from State in February and is now a fellow at the EastWest Institute and a private consultant.
Crumpton argues that the United States must take preventive action but that it should do so carefully, through proxies wherever possible. The right model for a Waziristan campaign is the CIA-led operation in Afghanistan, not the U.S. military invasion of Iraq. Teams of CIA officers and Special Forces soldiers are best suited to work with tribal leaders, providing them weapons and money to fight an al-Qaeda network that has implanted itself brutally in Waziristan through the assassination of more than 100 tribal leaders during the past six years. It would be better to conduct such operations jointly with Pakistan, but if the government of Gen. Pervez Musharraf can’t or won’t cooperate, the United States should be prepared to go it alone, Crumpton argues.
“The United States has an obligation to defend itself and its citizens,” says Crumpton. “We either do it now, or we do it after the next attack.”
Crumpton proposed a detailed plan last year for rolling up these sanctuaries, which he called the Regional Strategic Initiative. It would combine economic assistance and paramilitary operations in a broad counterinsurgency campaign. In Waziristan, U.S. and Pakistani operatives would give tribal warlords guns and money, to be sure, but they would coordinate this covert action with economic aid to help tribal leaders operate their local stone quarries more efficiently, say, or install windmills and solar panels to generate electricity for their remote mountain villages.
Intervening in another Muslim country is risky, to put it mildly. That’s why a successful counterinsurgency program would need Pakistani support and why its economic and social development components would be critical. The concept should be President John F. Kennedy’s “Alliance for Progress” to counter radicalism in Latin America, rather than “Operation Iraqi Freedom.”
The United States can begin to take action now against al-Qaeda’s new haven. Or we can wait, and hope that we don’t get hit again. The biggest danger in waiting is that if retaliation proves necessary later, it could be ill-planned and heavy-handed — precisely what got us in trouble in Iraq.

Hoy es el recorrido de "La novia de Culiacán"

Guadalupe Leyva, o mejor conocida como «Lupita, la novia de Culiacán» es una leyendas de de la capital del estado.  Este domingo 22 de dicie...