La probable desaparición de Ariel Sharon de la escena política a pocos días de sufrir una hemorragia cerebral masiva complica el escenario de paz en Palestina.
Los análisis más pesimistas comienzan a advertir de que, tanto si Ariel Sharon muere como si queda incapacitado, el proceso de entendimiento palestino-israelí se verá afectado negativamente.
El presidente Bush, a quien le gustaría dejar como legado histórico haber sido quien presidiera el nacimiento de un Estado palestino en paz con Israel, tendrá más difícil alcanzar este objetivo; las malas noticias de Israel hacen presagiar el descarrilamiento del proceso de paz.
Y es que la hospitalización de Sharon obligó a cancelar un encuentro entre el primer ministro y dos altos funcionarios norteamericanos, Elliot Abrams, encargado de Oriente Medio en el Consejo de Seguridad Nacional, y David Welch, del Departamento de Estado. Los emisarios estadounidenses pretendían convencer a Sharon para que anulara la decisión de prohibir a los palestinos de Jerusalén que voten en las elecciones
Y bueno tras la hopitalizacion queda como nuevo primer ministro responsable Ehud Olmert.
Y aunque Olmert no están a la altura de la popularidad y el historial político de Sharon, es uno de los referentes de la política que ha ido derivando su posición política desde la vieja guardia nacionalista hacia el centroizquierda del Likud, el gran partido de la derecha nacionalista israelí.
Este abogado de 60 años, casado y padre de 4 hijos, fue alcalde de Jerusalén (1993-2003), cargo al que llegó tras haber iniciado su carrera parlamentaria en 1973, a los 28 años, y haber sido ministro para las Minorías (1988) y de Sanidad (1990-1992).
Era hasta antes de la hopitalización elministro de Economía y está considerado como uno de los políticos más pragmáticos del país.
Olmert ha sido uno de los principales arquitectos del plan de desconexión de Gaza y Cisjordania, llevado a cabo por el Gobierno israelí el pasado septiembre, y el primer alto responsable israelí que reclamó una retirada unilateral de Israel de gran parte de los territorios ocupados desde hacía 38 años, antes incluso de que lo hiciera Sharon.
Hace poco tiempo confirmó su marcha del Likud para unirse al nuevo partido Kadima, fundado por Sharon, cara a las elecciones de marzo.
En unas recientes declaraciones dijo que para Israel "no existe otra alternativa que la de llegar a un compromiso histórico" con los palestinos, estimando que dada la evolución demográfica de la zona, Israel no tiene otra opción que la de aceptar un Estado palestino a su lado "si quiere preservar su carácter judío y democrático". "No podemos perder esta oportunidad histórica", resaltó el nuevo primer ministro en la entrevista, aceptando explícitamente la necesidad de una vuelta al proceso de la hoja de ruta internacional.
Y bueno la vida política empieza a recobrar pausadamente el pulso en Israel; aunque todavía se mantienen suspendida la campaña para las elecciones del 28 de marzo.