EE.UU.
despliega su bombardero más pesado para atacar al Estado Islámico
Washington
ha aprobado nuevas reglas para agilizar los ataques a yihadistas en Siria e
Iraq
AGENCIAS,
Barcelona El País, 21/04/2016
Estados
Unidos empleó por primera vez un bombardero de largo alcance B-52 en la lucha
contra la milicia Estado Islámico (EI) en Iraq, concretamente el pasado lunes
para atacar un almacén de armas del grupo terrorista, informó este jueves el
portavoz del Ejército norteamericano en Iraq, Steve Warren.
Estados
Unidos estacionó varios B-52 en Qatar, sustituyendo a los modernos B-1, con los
que se realizan los ataques desde hace casi un año. “El B-52 tiene naturalmente
una larga y muy ilustre historia”, dijo Warren. “Pero en realidad es sólo otra
plataforma con la que llevar a cabo nuestros ataques de precisión”.
El
bombardero es uno de los aviones militares más antiguos que emplea aún el
Ejército estadounidense. El aparato desarrollado en los años 50 se fabricó
hasta 1962 pero se modernizó técnicamente en varias ocasiones.
Con
un peso de vuelo máximo de 221 toneladas, el bombardero más pesado del mundo
puede llevar armas convencionales o nucleares y lanzarlas desde una altura de
hasta 16.700 metros. Hoy en día también puede llevar misiles de crucero.
EE.UU.
suprime la autorización necesaria del Mando Central para atacar al Estado
Islámico pero niega que esto vaya a suponer más civiles muertos
El
Pentágono informó este jueves de que ha comenzado a suavizar las condiciones
para atacar objetivos sobre el terreno en Iraq y Siria a fin de delegar más en
comandantes de menor rango dentro de su campaña para agilizar las operaciones y
aumentar la efectividad en la lucha contra el Estado Islámico. "Esto se
traduce en una más rápida ejecución de los ataques porque no tenemos que enviar
solicitudes hasta Tampa. Lo podemos hacer desde aquí. Cuanto más se delegue,
más rápido seremos capaces de responder", dijo el coronel Steve Warren.
Warren
se refería a las reglas que exigían hasta hace unos meses que cualquier potencial
ataque que se identificase sobre el terreno, especialmente si suponía riesgo
para civiles, debía ser autorizado por la sede del Mando Central de las Fuerzas
Armadas de EE.UU. con sede en Tampa (Florida), y que dirige las operaciones
contra el Estado Islámico en Iraq y Siria.
El
portavoz aseguró que esta delegación de la autorización dentro de la cadena de
mando se ha ido produciendo de manera gradual en los últimos seis meses, y
rechazó que esto signifique un mayor número de víctimas civiles. "Se trata
de niveles. De cuántos civiles creemos que están potencialmente en
peligro", dijo Warren.
En
algunos casos, la autorización puede darla directamente el teniente general
Sean Macfarland, comandante de la misión conjunta que dirige la lucha contra
Esstado Islámico desde Bagdad, y en otras militares de menor rango. Para las
operaciones más complejas y con riesgo para civiles, todavía requerirán la luz
verde del cuartel general en Tampa.
Esta
nueva normativa ha permitido que se eleve el número de ataques aéreos los
primeros tres meses de este año, cuando se han contabilizado 6.730 operaciones
frente a las 5.964 del primer trimestre de 2015.
Hasta
el momento, las fuerzas armadas de EE.UU. han reconocido la muerte de al menos
21 civiles por sus ataques en ambos países, aunque mantiene abiertas
investigaciones sobre otros posibles casos.
El
Observatorio apuntó en marzo que al menos 380 civiles, entre los que hay 99
menores y 67 mujeres, han perdido la vida desde que empezaron los bombardeos de
la coalición liderada por Washington en septiembre de 2014.'