Publicado en El Nuevo Herald, 14 de abril del 2009;
Congresistas califican las medidas de ‘grave error'
JUAN CARLOS CHAVEZ
El anuncio del gobierno de Barack Obama de eliminar las restricciones a los viajes y las remesas a Cuba generó opiniones divididas en el sur de la Florida y expectativas de todo calibre sobre los posibles efectos en la democratización de la isla.
Mientras los legisladores cubanoamericanos mantuvieron su posición contra de la medida, los dueños de las agencias de viajes de Miami no sólo dieron la bienvenida a la decisión gubernamental sino que también calificaron la orden de Washington de una decisión que reconoce los derechos familiares.
"Finalmente se ha hecho justicia. En estos últimos años padecimos la infamia del gobierno de [George W.] Bush que, para empezar, rediseñó el núcleo familiar y decidió arbitrariamente cómo y cuándo podías visitar a los tuyos en Cuba'', indicó Xiomara Almaguer-Levy, directora de la agencia Xael Charters.
Pero el representante republicano Lincoln Diaz-Balart opinó que el levantamiento de viajes y remesas "es un grave error''.
"Gestos como éste son concesiones unilaterales de Obama que envalentonarán a la tiranía e incrementarán más la represión contra los opositores internos y todo el pueblo de Cuba'', afirmó el legislador.
En esa misma línea se expresó el representante estatal David Rivera, quien impulsa una cláusula en el presupuesto de educación de la Cámara de Representantes que prohíbe el uso de fondos estatales para viajes universitarios a Cuba y favorece el establecimiento de una ley que impone tarifas adicionales y depósitos en garantía de hasta $250,000 a la agencias de viajes.
"Este anuncio de la administración de Obama, que va a resultar en que más habitantes de la Florida viajen a Cuba, demuestra la necesidad de establecer normas estatales adicionales sobre las agencias para proteger a estos consumidores del fraude y la estafa que han existido en el pasado'', enfatizó Rivera.
El senador Mel Martínez, republicano por la Florida, opinó que "el anuncio de hoy representa buenas noticias para las familias cubanas separadas por la falta de libertad en Cuba'', pero pidió cierta corrección a la medida.
"De igual forma, los cambios en los envíos de dinero deberán ofrecer ayuda a las familias necesitadas. Dado que estos cambios beneficiarán al régimen en La Habana, sería sabio poner en marcha algunos límites en estos tipos de viajes y cantidades de dinero que puedan enviarse a Cuba'', destacó Martínez.
Por su parte, el dueño de la agencia Marazul, Armando García, dijo que el levantamiento de las restricciones a los viajes y las remesas "abre un nuevo capítulo'' que podría acelerar más cambios dentro de Cuba.
"Es una noticia alentadora, sabíamos que el presidente Obama iba a cumplir su palabra'', dijo García refiriéndose al compromiso establecido por el mandatario estadounidense durante su campaña electoral.
García y otros representantes del sector consultados por El Nuevo Herald expresaron que las agencias que venden viajes a Cuba aumentarán inmediatamente su capacidad operativa e incrementarán la oferta de boletos aéreos "hasta que logren el equilibrio''.
Añadieron que ya están en conversaciones con aerolíneas para aumentar la frecuencia de los vuelos fletados.
Los operadores tampoco descartaron que el precio de los boletos aéreos bajen a mediano plazo.
Actualmente un pasaje aéreo a La Habana cuesta alrededor de $500, cifra que incluye todos los impuestos.
"Queremos manejar las mejores alternativas, aunque tendremos que determinar la necesidad del mercado y la reacción de la comunidad para responder sobre esa base'', manifestó Tessie Aral, portavoz de ABC Charters, agencia del suroeste de Miami que organiza hasta cinco viajes semanales a La Habana y Holguín desde el 2001.
Sobre la apertura de los despachos de remesas y paquetería a la isla --que estaban fuertemente limitadas desde el 2004--, portavoces y representantes de este tipo de negocios a Cuba coincidieron en que el mayor beneficiado "será el pueblo cubano''.
El presidente Obama pidió el lunes ampliar la lista de productos humanitarios que puedan enviarse a la isla, un cambio en comparación con las normas implementadas por el gobierno de Bush hace cuatro años, cuando se prohibió el envío de productos de aseo personal, avíos de pesca, artículos veterinarios e ingredientes para jabones.
Con Bush, el valor límite del paquete no podía exceder $400. Exceptuando los envíos de alimentos, que se despachaban con mayor frecuencia, cada persona tenía derecho a facturar sólo un paquete mensual a un familiar de primer grado en la isla.
Por tratarse de restricciones establecidas por decreto presidencial, Obama no tuvo problemas en eliminarlo totalmente.
"Es un paso adelante que nos permitirá movernos con más seguridad para apoyar a la familia cubana'', subrayó Santiago Castro, fundador de la agencia Mambí. El empresario confía en que el volumen de las operaciones comerciales del rubro mejoren sustancialmente y que la competencia desleal de los contrabandistas --que cobran hasta $18 la libra con un mínimo de cinco libras por cada envío-- desaparezcan del terreno local.
Aproximadamente 50 compañías que se dedican al envío de paquetes con mercancías a Cuba operan en el área de Miami. La mayoría cobra tarifas de alrededor de $12 la libra.
El gobierno de Obama precisó que las medidas no van dirigidas al régimen de La Habana sino a mejorar las condiciones de vida de los cubanos.
Raúl Duany, vocero de Western Union para América Latina y el Caribe, anotó que el fin de las restricciones a los despachos de remesas también representará un reto operacional. Western Union tiene presencia en la isla desde 1999 y maneja un total de 153 oficinas en territorio cubano.
"Durante los últimos meses estuvimos analizando distintas posibilidades. Ahora se nos ofrece la posibilidad de ampliar el servicio. Estamos listos y la eficiencia operacional está garantizada'', afirmó Duany a El Nuevo Herald.
Del lado del exilio cubano, organizaciones anticastristas en el sur de la Florida expresaron opiniones encontradas.
El Consejo para la Libertad de Cuba (CLC) condenó la decisión y señaló que financiará al aparato represivo cubano.
"El puño castrista continúa apretado y no existe razón alguna para que Obama extienda la mano de Estados Unidos'', puntualizó el CLC en un comunicado.
Ramón Saúl Sánchez, líder del Movimiento Democracia, saludó la decisión de Obama y añadió que ‘‘ahora el mundo debe poner sus ojos sobre el régimen de Cuba, que cobra montos abusivos por las transacciones de viajes, remesas, envíos de paquetes y llamadas telefónicas''.
Otros grupos que celebraron la apertura de los viajes y los despachos de dinero fueron la organización no gubernamental Human Rights Watch (HRW), que destacó el fin de una política ‘‘ineficaz e injusta'', así como la Comisión Cubanoamericana para los Derechos de la Familia (CACFR), que favorece la normalización de las relaciones con la isla, específicamente en materia de viajes familiares.
La Fundación Nacional Cubanoamericana (FNCA) consideró que con la nueva política de Obama los cubanos fuera de la isla se convertirán en verdaderos "agentes de cambio''.
"Nosotros creemos que es importante que el pueblo reciba toda la ayuda necesaria. Nunca se nos debió quitar esa posibilidad. Ahora podemos ser verdaderos agentes de cambio'', acotó Francisco ‘‘Pepe'' Hernández, presidente de la FNCA.
jcchavez@elnuevoherald.com
JUAN CARLOS CHAVEZ
El anuncio del gobierno de Barack Obama de eliminar las restricciones a los viajes y las remesas a Cuba generó opiniones divididas en el sur de la Florida y expectativas de todo calibre sobre los posibles efectos en la democratización de la isla.
Mientras los legisladores cubanoamericanos mantuvieron su posición contra de la medida, los dueños de las agencias de viajes de Miami no sólo dieron la bienvenida a la decisión gubernamental sino que también calificaron la orden de Washington de una decisión que reconoce los derechos familiares.
"Finalmente se ha hecho justicia. En estos últimos años padecimos la infamia del gobierno de [George W.] Bush que, para empezar, rediseñó el núcleo familiar y decidió arbitrariamente cómo y cuándo podías visitar a los tuyos en Cuba'', indicó Xiomara Almaguer-Levy, directora de la agencia Xael Charters.
Pero el representante republicano Lincoln Diaz-Balart opinó que el levantamiento de viajes y remesas "es un grave error''.
"Gestos como éste son concesiones unilaterales de Obama que envalentonarán a la tiranía e incrementarán más la represión contra los opositores internos y todo el pueblo de Cuba'', afirmó el legislador.
En esa misma línea se expresó el representante estatal David Rivera, quien impulsa una cláusula en el presupuesto de educación de la Cámara de Representantes que prohíbe el uso de fondos estatales para viajes universitarios a Cuba y favorece el establecimiento de una ley que impone tarifas adicionales y depósitos en garantía de hasta $250,000 a la agencias de viajes.
"Este anuncio de la administración de Obama, que va a resultar en que más habitantes de la Florida viajen a Cuba, demuestra la necesidad de establecer normas estatales adicionales sobre las agencias para proteger a estos consumidores del fraude y la estafa que han existido en el pasado'', enfatizó Rivera.
El senador Mel Martínez, republicano por la Florida, opinó que "el anuncio de hoy representa buenas noticias para las familias cubanas separadas por la falta de libertad en Cuba'', pero pidió cierta corrección a la medida.
"De igual forma, los cambios en los envíos de dinero deberán ofrecer ayuda a las familias necesitadas. Dado que estos cambios beneficiarán al régimen en La Habana, sería sabio poner en marcha algunos límites en estos tipos de viajes y cantidades de dinero que puedan enviarse a Cuba'', destacó Martínez.
Por su parte, el dueño de la agencia Marazul, Armando García, dijo que el levantamiento de las restricciones a los viajes y las remesas "abre un nuevo capítulo'' que podría acelerar más cambios dentro de Cuba.
"Es una noticia alentadora, sabíamos que el presidente Obama iba a cumplir su palabra'', dijo García refiriéndose al compromiso establecido por el mandatario estadounidense durante su campaña electoral.
García y otros representantes del sector consultados por El Nuevo Herald expresaron que las agencias que venden viajes a Cuba aumentarán inmediatamente su capacidad operativa e incrementarán la oferta de boletos aéreos "hasta que logren el equilibrio''.
Añadieron que ya están en conversaciones con aerolíneas para aumentar la frecuencia de los vuelos fletados.
Los operadores tampoco descartaron que el precio de los boletos aéreos bajen a mediano plazo.
Actualmente un pasaje aéreo a La Habana cuesta alrededor de $500, cifra que incluye todos los impuestos.
"Queremos manejar las mejores alternativas, aunque tendremos que determinar la necesidad del mercado y la reacción de la comunidad para responder sobre esa base'', manifestó Tessie Aral, portavoz de ABC Charters, agencia del suroeste de Miami que organiza hasta cinco viajes semanales a La Habana y Holguín desde el 2001.
Sobre la apertura de los despachos de remesas y paquetería a la isla --que estaban fuertemente limitadas desde el 2004--, portavoces y representantes de este tipo de negocios a Cuba coincidieron en que el mayor beneficiado "será el pueblo cubano''.
El presidente Obama pidió el lunes ampliar la lista de productos humanitarios que puedan enviarse a la isla, un cambio en comparación con las normas implementadas por el gobierno de Bush hace cuatro años, cuando se prohibió el envío de productos de aseo personal, avíos de pesca, artículos veterinarios e ingredientes para jabones.
Con Bush, el valor límite del paquete no podía exceder $400. Exceptuando los envíos de alimentos, que se despachaban con mayor frecuencia, cada persona tenía derecho a facturar sólo un paquete mensual a un familiar de primer grado en la isla.
Por tratarse de restricciones establecidas por decreto presidencial, Obama no tuvo problemas en eliminarlo totalmente.
"Es un paso adelante que nos permitirá movernos con más seguridad para apoyar a la familia cubana'', subrayó Santiago Castro, fundador de la agencia Mambí. El empresario confía en que el volumen de las operaciones comerciales del rubro mejoren sustancialmente y que la competencia desleal de los contrabandistas --que cobran hasta $18 la libra con un mínimo de cinco libras por cada envío-- desaparezcan del terreno local.
Aproximadamente 50 compañías que se dedican al envío de paquetes con mercancías a Cuba operan en el área de Miami. La mayoría cobra tarifas de alrededor de $12 la libra.
El gobierno de Obama precisó que las medidas no van dirigidas al régimen de La Habana sino a mejorar las condiciones de vida de los cubanos.
Raúl Duany, vocero de Western Union para América Latina y el Caribe, anotó que el fin de las restricciones a los despachos de remesas también representará un reto operacional. Western Union tiene presencia en la isla desde 1999 y maneja un total de 153 oficinas en territorio cubano.
"Durante los últimos meses estuvimos analizando distintas posibilidades. Ahora se nos ofrece la posibilidad de ampliar el servicio. Estamos listos y la eficiencia operacional está garantizada'', afirmó Duany a El Nuevo Herald.
Del lado del exilio cubano, organizaciones anticastristas en el sur de la Florida expresaron opiniones encontradas.
El Consejo para la Libertad de Cuba (CLC) condenó la decisión y señaló que financiará al aparato represivo cubano.
"El puño castrista continúa apretado y no existe razón alguna para que Obama extienda la mano de Estados Unidos'', puntualizó el CLC en un comunicado.
Ramón Saúl Sánchez, líder del Movimiento Democracia, saludó la decisión de Obama y añadió que ‘‘ahora el mundo debe poner sus ojos sobre el régimen de Cuba, que cobra montos abusivos por las transacciones de viajes, remesas, envíos de paquetes y llamadas telefónicas''.
Otros grupos que celebraron la apertura de los viajes y los despachos de dinero fueron la organización no gubernamental Human Rights Watch (HRW), que destacó el fin de una política ‘‘ineficaz e injusta'', así como la Comisión Cubanoamericana para los Derechos de la Familia (CACFR), que favorece la normalización de las relaciones con la isla, específicamente en materia de viajes familiares.
La Fundación Nacional Cubanoamericana (FNCA) consideró que con la nueva política de Obama los cubanos fuera de la isla se convertirán en verdaderos "agentes de cambio''.
"Nosotros creemos que es importante que el pueblo reciba toda la ayuda necesaria. Nunca se nos debió quitar esa posibilidad. Ahora podemos ser verdaderos agentes de cambio'', acotó Francisco ‘‘Pepe'' Hernández, presidente de la FNCA.
jcchavez@elnuevoherald.com
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