Gracias al periodismo de investigación nos enteramos de que, la Agencia Central de Inteligencia (CIA) ha establecido, junto a los servicios de inteligencia de varios países de Europa, Medio Oriente y Asia, una red de centros secretos para la lucha contra el terrorismo, según reveló en su edición del pasado viernes 18 el diario norteamericano The Washington Post.
De acuerdo con esta información, estos organismos deciden cuándo y cómo detener sospechosos y también sobre su traslado a otros países para ser interrogados.
La información del Post esta firmada por Dana Priest, misma que hace unas semanas desveló en exclusiva que la CIA cuenta con cárceles secretas para supuestos terroristas en países ex comunistas de Europa oriental. Washington no desmintió la noticia, lo que equivale a una confirmación de hecho.
El texto de Priest, por cierto, no hace referencia alguna a los vuelos secretos de la CIA, cita un elemento: la existencia de un centro de cooperación antiterrorista multinacional en París, bajo el nombre codificado de Alliance Base, en el que habría representantes de Gran Bretaña, Francia, Alemania, Canadá y Australia.
El importante papel de París ha sido mencionado ya en otras ocasiones por la prensa de EE UU, sobre todo como contrapunto de la tensión bilateral que hubo antes de la invasión de Irak.
La CIA está “buscando desesperadamente” formas para unir fuerzas con otros Gobiernos en la lucha contra Al Qaeda y otros grupos terroristas, indica el diario.
Fruto de ese empeño, estos Centros de Inteligencia Antiterrorista (CTIC, por sus siglas en inglés) están detrás de la práctica totalidad de las detenciones de sospechosos de terrorismo desde el 11-S.
LA CIA la que coordina y financia el proyecto
La red está financiada por la CIA que supervisa al personal que colabora con ellos, proporciona material y adiestramiento. Aportan vehículos todoterreno, equipos de visión nocturna, armas automáticas, sistemas de telecomunicaciones y todo lo que haga falta. También envían instructores u ofrecen cursos de varias semanas en EE UU en técnicas de análisis contraterrorista, protección o misiones de ataque y rescate.
Un factor muy importante para lograr la complicidad de otros países es la mayor disposición de Washington a compartir su capacidad de interceptación electrónica de comunicaciones - incluidos los correos por Internet- una actividad que realiza la National Security Agency (NSA).
La NSA es una institución secreta hasta hace unos años y en la que trabajan decenas de miles de personas.
Se cree que la NSA maneja un presupuesto superior al de la CIA y el FBI juntos.
Tiene fama de ser el mayor empleador de matemáticos del mundo. Su cuartel general, con un aparcamiento gigantesco, se halla en Fort Meade, Maryland, pero su personal y sus instalaciones electrónicas están repartidas por diversos puntos del mundo.
Empero, el periódico destaca que la red no es ilegal sino que se enmarca en la cooperación entre servicios de inteligencia, pieza clave en la política exterior durante décadas.
Origen en el narcotráfico
Los CTIC tienen su origen, explica el diario, en los centros de la lucha contra el narcotráfico que se crearon en Latinoamérica y Asia en los años 80. Siguiendo este modelo, la CIA creó los dos primeros centros antiterroristas en los 90 para vigilar y capturar los islamistas que viajaban desde Arabia Saudíta, Yemen, Egipto y Chechenia para luchar en Bosnia.
Tras el 11-S, el entonces responsable de la agencia de espionaje, George Tenet, diseñó una campaña mundial contra el terrorismo que incluía invadir Afganistán para destruir la base operativa de Al Qaeda y una serie de operaciones en otros 80 países.
El 17 de septiembre de 2001, seis días después de los atentados de Nueva York y Washington, el presidente George W. Bush firmó un documento secreto que autorizaba un abanico de operaciones cuya amplitud no tenía precedentes.
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