28 nov 2006

El tenso viaje papal


El Papa Benedicto XVI empieza hoy un viaje histórico!
Durante cuatro días (28 de noviembre al 1 de diciembre) visitará a Turquía, punto de encuentro de Europa y Asia, del cristianismo y del islamismo, de occidente y oriente.
Es la tercera visita que un Papa realiza a Turquía.

La primera fue la de Pablo VI en 1967, marcada por el célebre encuentro con el Patriarca Athenágoras y la segunda fue la de Juan Pablo II en 1979. "En ambos casos, ninguno de los dos pontífices hizo mención a la mayoría musulmana del país. Sólo Pablo VI, citando la Declaración Nostra Aetate, dirigió desde Estambul un saludo breve y formal en francés al líder de los musulmanes. Juan Pablo II, en su encuentro con las autoridades turcas, ni siquiera pronunció la palabra Islam." (un viaje de 1000 años de duración/Joaquín Navarro-Valls, EL PAÍS, 28/11/2006).
En 1979, Juan Pablo II incluyó a Ankara, capital turca, y a Estambul, legendario puente entre dos mundos.
Y claro eran otros tiempos, más plácidos y de diálogo interreligioso, empero, esta visita es tensa debido a que algunos líderes musulmanes se han opuesto a ella y el fantasma de Alí Agca acecha:
En efecto, el temor a que el Papa pueda sufrir un atentado en Turquía, Alí Agca y su intento de magnicio contra Juan Pablo II en 1981, ha obligado a las autoridades a adoptar un operativo extraordinario de seguridad.
El avión papal fue incluso escoltado por F-16 de las Fuerzas Armadas turcas en cuanto llegue a su espacio aéreo; en tierra, un vehículo equipado con un interceptor de frecuencias ha acompañado a los dos coches blindados de la comitiva del Pontífice.
Además, circula un libro titulado Atentado contra el Papa: ¿quién matará a Benedicto XVI en Estambul?; se habla de sicarios al acecho; las autoridades turcas ruegan al Santo Padre y sus cardenales que usen chalecos blindados.

Además, un equipo de operaciones especiales ocupó la zona del aeropuerto y desplegó un amplio operativo en busca de posibles explosivos colocados en los caminos que pudiera tomar el Papa. La Policía local preparó dos rutas diferentes para trasladar a Benedicto XVI desde el aeropuerto hasta el Mausoleo de Ataturk, padre de la Turquía moderna.
Durante su visita en Ankara esta resguardado por 3,000 agentes. Duerme en la Nunciatura y no en el palacio presidencial donde suelen pasar la noche los jefes de Estado que visitan Turquía, un hecho que no ha sentado bien a las autoridades locales.
Mientras, en Estambul, donde Benedicto XVI estará casi tres días, la Policía ya ha adelantado que algunas calles serán cortadas al tráfico y que recibirán la ayuda de unos 750 policías adicionales venidos de otras provincias; en total habrá unos 4,500 policías en la antigua Constantinopla y unos 1,275 en Esmirna, todos ellos apoyados con helicópteros.
A su alrededor, contará con un "triple círculo de seguridad" junto a su propio equipo de guardaespaldas. Además, en cada una de sus paradas se colocará un equipo de francotiradores de alta precisión, expertos en desactivación de explosivos, policías antidisturbios y agentes antiterroristas.
Finalmente, helicópteros de Policía sobrevolarán Ankara, Esmirna y Estambul entre el martes y el viernes, mientras que comandos náuticos provistos de ametralladoras patrullarán las aguas del Bósforo en lanchas hinchable.
Encuentro con el primer ministro, Recep Tayyip Erdogan
En un principio, Erdogan explicó que no podría reunirse con el Papa debido a que tenía que participar en la cumbre de la OTAN en Riga (Letonia) el 28 y 29 de noviembre y se defendió fuertemente de quien le acusaba de un "desplante" al Pontífice explicando que las autoridades vaticanas ya habían sido avisadas durante la preparación de la visita y que sería sustituido por uno de sus vicepresidentes.
Sólo ayer, Erdogan abrió a la posibilidad de un encuentro fugaz en el aeropuerto de Ankara antes de viajar al Letonia.
Durante el breve encuentro que ambos han mantenido en el aeropuerto de Ankara, Erdogan ha expresado al Papa "su felicidad" por verle en Turquía y que su visita tiene lugar en un momento "muy importante", en referencia a la iniciativa de la Alianza de Civilizaciones que el Gobierno de Ankara patrocina junto al de España y que se presentará en la sede de la ONU en Nueva York el próximo mes.
"Quise venir a Turquía porque Turquía se ha convertido en un puente entre religiones. Es un país democrático, islámico y un puente. Quería venir a Turquía desde que soy Papa, porque amo su cultura. Quiero reiterar la solidaridad entre culturas", le dijo el Papa a Erdogan, según ha contado este último en una rueda de prensa.
Erdogan ha pedido a los turcos que "den muestras de su tradicional hospitalidad" al Papa, ante las protestas desencadenadas contra la visita durante los últimos días. Sin embargo, decenas de manifestantes esperaban al Papa con sus protestas a la salida del aeropuerto.
La reunión con Erdogan no es la única novedad en programa del quinto viaje de Benedicto XVI, el Papa visitará la Mezquita Azul de Estambul, el jueves, 30 de noviembre, antes de dirigirse al museo de Santa Sofía.
La visita a la Mezquita Azul será en uno de los momentos más importantes y simbólicos del viaje, en espera de saber como será interpretada por el mundo musulmán, después de la polémica suscitada por el discurso de Benedicto XVI en la Universidad de Ratisbona (Alemania) en el que habló de Mahoma y el Islam
Empero, la tensión de su visita es resultado del auge del fundamentalismo Islámico, el atentado terrorista del 11 de septiembre del 2001, la belicosa respuesta de EE UU y unas afirmaciones que lanzó el Papa en voz de Joseph Ratzinger hace tres meses en la universidad alemana de Ratisbona, donde criticó la guerra santa Islámica. Incluso en parte del mundo musulmán, la condena fue casi unánime y desató protestas que incluían desde la quema de imágenes de Ratzinger hasta discursos incendiarios de líderes radicales, entre ellos el propio primer ministro turco.
Aunque después precisó y pidió disculpas.

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