La Nación de credos de Turquía/Bülent Arinç, viceprimer Ministro de Turquía. Traducido del inglés por Carlos Manzano
Project Syndicate, 02/03/12;
Después de decenios de desatención y desconfianza oficiales, Turquía ha adoptado varias medidas para garantizar los derechos de las minorías religiosas no musulmanas del país y velar, así, por la aplicación por igual del Estado de derecho a todos los ciudadanos turcos, independientemente de su religión, étnica o lengua.
Entre las minorías religiosas de Turquía, figuran los ortodoxos griegos, los armenios, los asirios, los kaldani y otras denominaciones cristianas, además de los judíos, todos los cuales forman parte integral de la sociedad turca. Como parte de la nueva iniciativa del Gobierno turco para poner fin a todas las clases de discriminación contra dichas comunidades no musulmanas, el Presidente Adbullah Gül ha subrayado ese mensaje al recibir a Bartolomé, el Patriarca ortodoxo griego de Estambul, y visitar una iglesia y una sinagoga en Hatay… la primera vez que lo hacía un presidente turco.
En agosto de 2009, el Primer Ministro Recep Tayyip Erdoğan se reunió con dirigentes de las minorías religiosas en Büyükada, la mayor de las islas Príncipe del mar de Mármara, y se informó sobre sus problemas y preocupaciones, señal clara de la intención de su gobierno de disipar su sensación de exclusión civil. Como Viceprimer Ministro, en marzo de 2010 yo me reuní con representantes de las minorías religiosas y en 2010 y 2011 visité a los patriarcas armenio y ortodoxo griego. Asimismo, el ministro turco para Asuntos de la Unión Europea, Egemen Bağiş, se ha reunido con los dirigentes de dichas comunidades en varias ocasiones.
Además del establecimiento de relaciones cordiales entre el Gobierno turco y las minorías religiosas del país, también ha ido cambiando la política oficial. En mayo de 2010, el Primer Ministro Erdoğan hizo pública una declaración oficial en la que hacía una advertencia a los funcionarios públicos y a los ciudadanos para que se abstuvieran de discriminar en forma alguna a las minorías religiosas y subrayó la absoluta igualdad de los ciudadanos no musulmanes de Turquía.
Pero la preparación del terreno para esa iniciativa de los últimos años se hizo mucho antes. En agosto de 2003, el gobierno encabezado por Erdoğan introdujo cambios legales para resolver las cuestiones relativas a los derechos de propiedad relacionados con las asociaciones de minorías religiosas. Por primera vez en la historia de la República, 365 tenencias de tierras e inmuebles pertenecientes a las comunidades minoritarias fueron registrados legalmente con sus nombres. En 2008, el Gobierno, pese a la feroz oposición de otros partidos políticos, cambió la Ley de Asociaciones y permitió a las asociaciones de minorías religiosas comprar propiedad inmobiliaria (y recibir contribuciones, sin límite de importe, procedentes del extranjero).
Después, en agosto de 2011, una importante enmienda de la Ley de Asociaciones dispuso la devolución de más de 350 propiedades a minorías religiosas. Como parte de esos cambios, se ha concedido la condición legal a la Escuela Femenina Ortodoxa Griega de Beyoğlu, en Estambul, y al Centro Comunitario Judío de Izmir, con lo que se ha puesto fin a una controversia de un siglo.
Antes incluso, en noviembre de 2010, el Orfanato Ortodoxo Griego de la isla de Halki fue devuelto al patriarca ortodoxo griego. Para facilitar sus deberes religiosos, se concedió a los metropolitanos ortodoxos la ciudadanía turca. Además, el Consejo de Asociaciones, la máxima autoridad del país en materia de asociaciones religiosas, cuenta ahora por primera vez con un miembro no musulmán, que representa los credos minoritarios.
Además, se ha encomendado a la Dirección General de Asociaciones la tarea de restaurar los locales de culto utilizados por las minorías religiosas, incluida la histórica Iglesia Aya Nikola de Gökçeada Çanakkale, la Iglesia Católica Asiria y la Iglesia Católica Griega de Iskenderun. También se están restaurando otras iglesias y sinagogas,
Las autoridades han adoptado también muchas otras medidas histórica y simbólicamente importantes. El Ministerio de Cultura y Turismo ha restaurado el monasterio de Panagia Sümela, una iglesia de 1.600 años de antigüedad de Trebizonda, en la costa del mar Negro. En agosto de 2010, se celebró la primera misa en varios decenios, encabezada por Bartolomé y con la asistencia de centenares de fieles procedentes de Grecia, Rusia, Georgia, Europa, los Estados Unidos y Turquía.
Otro hito fue la restauración y la apertura en marzo de 2007 de la Iglesia Armenia Aghtamar, de 1.100 años de antigüedad. La primera misa en 95 años se celebró en la iglesia, encabezada por el arzobispo armenio Aram Ateşyan y con la asistencia de miles de fieles.
Se han adoptado esas medidas para abordar los problemas, muy antiguos, de las minorías religiosas no musulmanas de Turquía. Los musulmanes turcos han convivido con comunidades judías y cristianas durante siglos y las han tratado con respeto y compasión. Estamos decididos a resolver sus problemas pendientes y creemos que podemos hacerlo mediante la confianza mutua y la cooperación. Los judíos y cristianos de Turquía son ciudadanos con igualdad de derechos y vamos a velar por que se reconozca esa realidad en todos los sectores de la vida del país.
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