13 dic 2006

Rincón en la ONU, hoy 13 de diciembre

Intervención de Gilberto Rincón Gallardo, Presidente del Consejo Nacional Contra la Discriminación en la Asamblea General de las Naciones Unidas Tema 67 (b): Cuestiones relativas a los derechos humanos, incluidos distintos criterios para mejorar el goce efectivo de los derechos humanos y las libertades fundamentales Informe final del Comité especial encargado de elaborar una convención internacional amplia e integral para proteger y promover los derechos y la dignidad de las personas con discapacidad
Nueva York, 13 de diciembre de 2006 
 Señora Presidenta, Las Naciones Unidas hemos dado un paso histórico al adoptar esta Convención y su Protocolo facultativo, que vienen a llenar una laguna en el marco jurídico internacional. México celebra la exitosa culminación de este proceso, iniciado hace cinco años con el propósito responder a una legítima demanda de las personas con discapacidad de todo el mundo. A nombre de mi Gobierno y mi país, deseo felicitar al Presidente del Comité Especial, Embajador Don Mac Kay, de Nueva Zelanda, quien condujo los trabajos del Comité con excepcional habilidad y profunda dedicación. También extiendo mi reconocimiento al Embajador Luis Gallegos, de Ecuador, quien presidió el Comité durante sus primeros años en los que mostró un notable compromiso. Mi delegación se congratula, además, por la naturaleza participativa y transparente que siempre tuvieron los trabajos del Comité Especial. El instrumento que hoy adoptamos no hubiera sido posible sin la participación y los insumos de la sociedad civil, con quien los Estados trabajamos como verdaderos socios, lo que le imprimió al proceso una dinámica especialmente constructiva. 
Confiamos en que esta colaboración se mantendrá en las etapas conducentes a la firma y ratificación de la Convención y, especialmente, a su aplicación en todos los Estados. Señora Presidenta, Mediante este nuevo tratado se consolidan los esfuerzos que la Organización ha venido realizando a favor de los derechos humanos – lo que corresponde al corazón mismo de la política exterior mexicana – así como la participación social de las personas con discapacidad, a lo largo de su historia. 
 La Convención marca un hito que sin duda cambiará las condiciones de vida de las personas con discapacidad y contribuirá a construir sociedades más justas y equitativas, al constituir el primer instrumento internacional de carácter vinculante en la materia e integrar toda la gama de derechos humanos, así como las medidas necesarias para garantizarlos. Lo anterior se fortalece mediante las formas de vigilancia con que hemos dotado al instrumento, que está al mismo nivel que los mecanismos de los demás tratados internacionales de derechos humanos. Esta ruta nos permitirá velar por la aplicación de la Convención e identificar los principales retos para su cumplimiento, incluyendo mediante la cooperación internacional y la colaboración con la sociedad civil y otros actores de la comunidad internacional. Quisiera enfatizar que la Convención contribuye a fomentar una nueva perspectiva en esta materia. Debemos consolidar un cambio cultural en nuestras sociedades, respecto a la forma en que abordamos la situación de las personas con discapacidad. En efecto, el tratado trasciende el modelo médico-asistencialista, para dar paso al pleno reconocimiento de las personas con discapacidad como sujetos de derechos y miembros activos de la sociedad, con plena autonomía y libertad para tomar sus decisiones. Señora Presidenta, Hoy termina una parte significativa de nuestra tarea y sin duda debemos estar satisfechos por la calidad del instrumento adoptado. De la misma manera, es necesario tener presente que se trata apenas del primer paso entre una serie de medidas que deberemos adoptar para que la letra de la Convención se traduzca en resultados concretos en los Estados Parte. Para ello, esperamos contar con el pleno apoyo del Secretario General y todos los organismos competentes del sistema de la ONU, a fin de dar la mayor difusión posible a la Convención y contribuir a su instrumentación. México confía en que el tratado contará con las ratificaciones necesarias para entrar en vigor en el plazo posible, a fin de poderlo llevar a la práctica. En ese sentido, me es grato anunciar que el Congreso de mi país ha formulado un exhorto para que México firme y ratifique la Convención a la brevedad, consciente de que ello redundará en beneficio de los diez millones de personas con discapacidad que habitan en mi país. En ese mismo tenor, quisiera señalar que las instituciones nacionales competentes se abocarán a realizar las acciones necesarias para su aplicación, de la manera más amplia, cabal y expedita posible. Señora Presidenta, Quiero dejar correr nuestro gozo y reconocimiento por un hecho sin precedentes que paga una deuda a 650 millones de personas que injustamente han permanecido invisibles. El mundo está de fiesta. México está de fiesta y reconocido con el mundo. Gracias, Señora Presidenta.

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