Del púlpito a los tribunales/reportaje
Congregación religiosa está al borde de la separación
Publicado en La Opinión, 14 de abril de 2008;
"Juzgad conforme a la verdad", reza un versículo bíblico que un grupo de ministros de la iglesia evangélica Asamblea Apostólica de la Fe en Cristo Jesús ha tomado como lema en su lucha por denunciar en los tribunales una serie de presuntas irregularidades entre los miembros de su propia mesa directiva.
Fundada en 1930, con alrededor de 600 templos en todo el país y una membresía de más de 100 mil fieles, principalmente hispanos, esta congregación permanece al borde de una separación por un conflicto que ha tomado el efecto de una bola de nieve.
Según la demanda interpuesta en el Tribunal de Distrito de Rancho Cucamonga a finales de 2007, en la Convención Ministerial Electoral de 2006, celebrada en Long Beach, se renovó la mesa directiva incluyendo a familiares de algunos líderes religiosos.
A ésta, se sumará una denuncia ante un tribunal federal alegando que la dirigencia de este instituto religioso, que cuenta con 298 templos en California (10 de ellos en el área de Los Ángeles) se ha beneficiado con el diezmo que entregan los feligreses.
Los acusados rechazan las denuncias y reservan sus reacciones para el proceso judicial.
Los demandantes dicen que en su anterior elección Edward Pacheco, a quien señalan como primo de Sam Valverde, vicepresidente de la congregación, fue electo secretario general cuando habría recibido sólo dos votos de un padrón de 600 pastores y obispos.
Para las Misiones Extranjeras —alegan los religiosos— fue electo Arturo Espinoza, cuñado del presidente de la mesa directiva Daniel Sánchez, a pesar de que no acumuló más de 20 votos.
Cada cuatro años se elige a los ocho miembros que rigen los destinos de esa comunidad religiosa.
Aun cuando el juez determinó que no se registraron anomalías en la elección de 2006, los pastores consideran apelar este veredicto.
"Lo que hicieron no estuvo correcto, no estuvo justo, había candidatos que recibieron 400, 500 votos y no los dejaron postularse [en la elección]", manifestó Daniel Salomón, obispo de Denver, Colorado, quien encabeza al grupo de ministros demandantes.
La respuesta de la mesa directiva fue que se reservará el derecho de réplica, mientras el caso continúe en los tribunales.
"Internamente estamos comunicándonos con nuestros pastores como es justo, pero al público no está disponible esa información", manifestó Alex Santos, administrador de la secretaría general.
Pero las explicaciones de sus líderes no han convencido a todos en esa iglesia; algunos han utilizado distintos medios para documentar las anomalías de su dirigencia.
En el blog www.apostolicnews.blogspot.com se han publicado una serie de conversaciones epistolares, donde aparece un documento en el que el secretario general, Daniel Sánchez, defiende la legalidad del proceso electoral.
"Debemos enfatizar que las acusaciones provienen de una minoría… Otros pastores que tenían inquietudes sobre el proceso de elección han conversado con miembros de la mesa directiva general y han quedado satisfechos con las explicación que se les dio de que no hubo violación a ninguno de los artículos de nuestra constitución, ni de nuestros documentos legales", menciona.
El mismo sitio electrónico pone de manifiesto otra carta donde el obispo Abel Torres se queja de su separación como encargado del Distrito Noroeste de Texas, por encabezar la demanda contra la mesa directiva.
"A su antojo nos reemplazan, como si fuésemos simplemente unos meros objetos", recalcó.
Saúl Ávila, pastor en Austin, Texas y otro demandante, no duda de que detrás de esta supuesta violación a sus reglamentos internos esté el afán de controlar la iglesia y sus bienes a su antojo.
"[En] esas posiciones nacionales dentro de la organización hay obviamente el derecho, por así decirlo, de gobernar, que genera autoridad y poder", subrayó.
Quienes no han tomado partido en esta pugna, como Delfino Santana, pastor de la iglesia El Siloe, en el Este de Los Ángeles, afirman que en realidad se trata de un pleito añejo entre los grupos que se disputan cada cuatro años los destinos de esa iglesia.
"Para no decir que A o B están mal, digo que ambos están mal. Ya no es de Dios, es del diablo; es triste que hayamos caído en esto".
Otra denuncia
Una nueva acusación que está en marcha indica que lo que hasta ahora se ha destapado sobre la congregación es la punta del iceberg: alegan abuso de autoridad, corrupción y violaciones a leyes migratorias, que conforman la base de otra denuncia que preparan para interponer ante un tribunal federal en mayo.
Según Salvador Mendoza, un abogado en Houston, Texas, que funge como vocero de los demandantes, se han reunido los elementos necesarios para determinar que la cúpula de esa congregación estaría beneficiándose de las limosnas que entregan los fieles. "Consiguen dinero de los bancos a cierto porcentaje" y terminan por prestarlo a las iglesias a un interés más alto".
Por medio de esta querella, pedirán al Servicio de Recaudación de Impuestos (IRS) investigar el paradero de las ganancias de este movimiento financiero. "Es un misterio", subrayó el litigante.
Otro apartado de la demanda menciona el supuesto pago a un grupo de cuatro a cinco pastores que no cuentan con documentos legales, a través de una imprenta que opera en South Gate.
"Reciben los cheques a nombre de la empresa y les pagan en efectivo", manifestó Mendoza.
Respecto a estas nuevas acusaciones, la mesa directiva y su abogado insistieron en el silencio.
Desde el anonimato, un ministro señaló que debajo de estas anomalías existe el afán de perpetuarse en la dirigencia nacional y beneficiarse económicamente.
"Ellos tienen control de todas las propiedades, exigen a cada congregación el 10% mensual, demandan ofrendas especiales y en convenciones se levantan miles y miles de dólares… de una manera sorprendente no dan explicación de gastos millonarios, solamente lo ponen en miscelánea", reveló a La Opinión un pastor que pidió que no se publicara su nombre.
"Los pastores tienen temor", confesó el ministro. "Ellos [los miembros de la mesa directiva] tienen demasiado poder: como son dueños de los templos, pueden quitártelo y dejarte en la calle".
Acusaciones a granel
Fundada en 1930, con alrededor de 600 templos en todo el país y una membresía de más de 100 mil fieles, principalmente hispanos, esta congregación permanece al borde de una separación por un conflicto que ha tomado el efecto de una bola de nieve.
Según la demanda interpuesta en el Tribunal de Distrito de Rancho Cucamonga a finales de 2007, en la Convención Ministerial Electoral de 2006, celebrada en Long Beach, se renovó la mesa directiva incluyendo a familiares de algunos líderes religiosos.
A ésta, se sumará una denuncia ante un tribunal federal alegando que la dirigencia de este instituto religioso, que cuenta con 298 templos en California (10 de ellos en el área de Los Ángeles) se ha beneficiado con el diezmo que entregan los feligreses.
Los acusados rechazan las denuncias y reservan sus reacciones para el proceso judicial.
Los demandantes dicen que en su anterior elección Edward Pacheco, a quien señalan como primo de Sam Valverde, vicepresidente de la congregación, fue electo secretario general cuando habría recibido sólo dos votos de un padrón de 600 pastores y obispos.
Para las Misiones Extranjeras —alegan los religiosos— fue electo Arturo Espinoza, cuñado del presidente de la mesa directiva Daniel Sánchez, a pesar de que no acumuló más de 20 votos.
Cada cuatro años se elige a los ocho miembros que rigen los destinos de esa comunidad religiosa.
Aun cuando el juez determinó que no se registraron anomalías en la elección de 2006, los pastores consideran apelar este veredicto.
"Lo que hicieron no estuvo correcto, no estuvo justo, había candidatos que recibieron 400, 500 votos y no los dejaron postularse [en la elección]", manifestó Daniel Salomón, obispo de Denver, Colorado, quien encabeza al grupo de ministros demandantes.
La respuesta de la mesa directiva fue que se reservará el derecho de réplica, mientras el caso continúe en los tribunales.
"Internamente estamos comunicándonos con nuestros pastores como es justo, pero al público no está disponible esa información", manifestó Alex Santos, administrador de la secretaría general.
Pero las explicaciones de sus líderes no han convencido a todos en esa iglesia; algunos han utilizado distintos medios para documentar las anomalías de su dirigencia.
En el blog www.apostolicnews.blogspot.com se han publicado una serie de conversaciones epistolares, donde aparece un documento en el que el secretario general, Daniel Sánchez, defiende la legalidad del proceso electoral.
"Debemos enfatizar que las acusaciones provienen de una minoría… Otros pastores que tenían inquietudes sobre el proceso de elección han conversado con miembros de la mesa directiva general y han quedado satisfechos con las explicación que se les dio de que no hubo violación a ninguno de los artículos de nuestra constitución, ni de nuestros documentos legales", menciona.
El mismo sitio electrónico pone de manifiesto otra carta donde el obispo Abel Torres se queja de su separación como encargado del Distrito Noroeste de Texas, por encabezar la demanda contra la mesa directiva.
"A su antojo nos reemplazan, como si fuésemos simplemente unos meros objetos", recalcó.
Saúl Ávila, pastor en Austin, Texas y otro demandante, no duda de que detrás de esta supuesta violación a sus reglamentos internos esté el afán de controlar la iglesia y sus bienes a su antojo.
"[En] esas posiciones nacionales dentro de la organización hay obviamente el derecho, por así decirlo, de gobernar, que genera autoridad y poder", subrayó.
Quienes no han tomado partido en esta pugna, como Delfino Santana, pastor de la iglesia El Siloe, en el Este de Los Ángeles, afirman que en realidad se trata de un pleito añejo entre los grupos que se disputan cada cuatro años los destinos de esa iglesia.
"Para no decir que A o B están mal, digo que ambos están mal. Ya no es de Dios, es del diablo; es triste que hayamos caído en esto".
Otra denuncia
Una nueva acusación que está en marcha indica que lo que hasta ahora se ha destapado sobre la congregación es la punta del iceberg: alegan abuso de autoridad, corrupción y violaciones a leyes migratorias, que conforman la base de otra denuncia que preparan para interponer ante un tribunal federal en mayo.
Según Salvador Mendoza, un abogado en Houston, Texas, que funge como vocero de los demandantes, se han reunido los elementos necesarios para determinar que la cúpula de esa congregación estaría beneficiándose de las limosnas que entregan los fieles. "Consiguen dinero de los bancos a cierto porcentaje" y terminan por prestarlo a las iglesias a un interés más alto".
Por medio de esta querella, pedirán al Servicio de Recaudación de Impuestos (IRS) investigar el paradero de las ganancias de este movimiento financiero. "Es un misterio", subrayó el litigante.
Otro apartado de la demanda menciona el supuesto pago a un grupo de cuatro a cinco pastores que no cuentan con documentos legales, a través de una imprenta que opera en South Gate.
"Reciben los cheques a nombre de la empresa y les pagan en efectivo", manifestó Mendoza.
Respecto a estas nuevas acusaciones, la mesa directiva y su abogado insistieron en el silencio.
Desde el anonimato, un ministro señaló que debajo de estas anomalías existe el afán de perpetuarse en la dirigencia nacional y beneficiarse económicamente.
"Ellos tienen control de todas las propiedades, exigen a cada congregación el 10% mensual, demandan ofrendas especiales y en convenciones se levantan miles y miles de dólares… de una manera sorprendente no dan explicación de gastos millonarios, solamente lo ponen en miscelánea", reveló a La Opinión un pastor que pidió que no se publicara su nombre.
"Los pastores tienen temor", confesó el ministro. "Ellos [los miembros de la mesa directiva] tienen demasiado poder: como son dueños de los templos, pueden quitártelo y dejarte en la calle".
Acusaciones a granel
Isaías Alvarado
La Opinión, 14 de abril de 2008;
Desde que nació, Henry Palma, un vendedor de bienes raíces del Este de Los Ángeles, no ha conocido otro credo que no sea el de la Asamblea Apostólica de la Fe en Cristo Jesús, una religión que adoptó su bisabuela a principios del siglo XX.
"La Iglesia es mi vida", afirma, a pesar de que reconoce que continúa profesando esta fe, aun cuando su padre, afirma él, fue víctima de un supuesto fraude por parte de un ministro de esa congregación.
A mediados de la década de los 80, comenta Palma, Edward Pacheco, entonces pastor de un templo en Fontana y actual secretario general de la mesa directiva, prometía carros confiscados por el gobierno por una suma por debajo del precio establecido en el Libro Azul (Blue Book).
"Recibía cheques y dinero en efectivo de varias personas, yo fui testigo de eso porque mi papá le dio como siete mil dólares y él se llevó el dinero y no regresó con ningún carro, ni explicación, ni nada".
Así, los presuntos defraudados dejaron todo en manos de Dios y evitaron denunciarlo a las autoridades. "La mayoría de la gente no hizo nada", indica Palma.
Álex Santos, asistente de Edward Pacheco, respondió "sin comentarios" sobre esta imputación.
Pero hay más. Un grupo de religiosos entregó documentos a este diario que indican que cuando era pastor de un templo en Anaheim, el ahora secretario general de la Iglesia, Daniel Sánchez, habría tomado una propiedad de dos ancianos antes de fallecer.
El inmueble de 1,361 pies cuadrados, con cuatro recámaras y dos baños, fue donado para la edificación de un nuevo templo, según explicaron.
Respecto a este inmueble, los líderes de la Asamblea Apostólica contestaron que no hablarían.
De todas estas acusaciones, Palma dice ver con tristeza cómo la fe se convirtió en un negocio para algunos de los líderes de su iglesia.
"No estamos hablando de gente de Beverly Hills [que da el diezmo], sino de latinos que trabajan en la fábrica, tienen sus negocios chicos".
El pastor Delfino Santana, que dijo que si bien estas acusaciones no son nuevas, lamentó que el conflicto actual haya mermado el número de asistentes a sus templos. "Para levantarnos de ésta va a estar muy difícil".
"La Iglesia es mi vida", afirma, a pesar de que reconoce que continúa profesando esta fe, aun cuando su padre, afirma él, fue víctima de un supuesto fraude por parte de un ministro de esa congregación.
A mediados de la década de los 80, comenta Palma, Edward Pacheco, entonces pastor de un templo en Fontana y actual secretario general de la mesa directiva, prometía carros confiscados por el gobierno por una suma por debajo del precio establecido en el Libro Azul (Blue Book).
"Recibía cheques y dinero en efectivo de varias personas, yo fui testigo de eso porque mi papá le dio como siete mil dólares y él se llevó el dinero y no regresó con ningún carro, ni explicación, ni nada".
Así, los presuntos defraudados dejaron todo en manos de Dios y evitaron denunciarlo a las autoridades. "La mayoría de la gente no hizo nada", indica Palma.
Álex Santos, asistente de Edward Pacheco, respondió "sin comentarios" sobre esta imputación.
Pero hay más. Un grupo de religiosos entregó documentos a este diario que indican que cuando era pastor de un templo en Anaheim, el ahora secretario general de la Iglesia, Daniel Sánchez, habría tomado una propiedad de dos ancianos antes de fallecer.
El inmueble de 1,361 pies cuadrados, con cuatro recámaras y dos baños, fue donado para la edificación de un nuevo templo, según explicaron.
Respecto a este inmueble, los líderes de la Asamblea Apostólica contestaron que no hablarían.
De todas estas acusaciones, Palma dice ver con tristeza cómo la fe se convirtió en un negocio para algunos de los líderes de su iglesia.
"No estamos hablando de gente de Beverly Hills [que da el diezmo], sino de latinos que trabajan en la fábrica, tienen sus negocios chicos".
El pastor Delfino Santana, que dijo que si bien estas acusaciones no son nuevas, lamentó que el conflicto actual haya mermado el número de asistentes a sus templos. "Para levantarnos de ésta va a estar muy difícil".
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