Bogotá extraditará a EEUU enlace de narcos con Hezbolá
Por GONZALO GUILLEN / El Nuevo Herald, 10 de marzo de 20'09;
Por GONZALO GUILLEN / El Nuevo Herald, 10 de marzo de 20'09;
La Corte Suprema de Justicia autorizó extraditar a Estados Unidos al ciudadano libanés Chekri Mahmoud Harb, quien sería el primer enlace descubierto en Colombia entre la poderosa banda de narcotraficantes y sicarios conocida como "Oficina de Envigado'' y la organización terrorista Hezbolá, de Oriente Medio.
Desde octubre pasado Colombia tiene en su poder a Chekri Mahmoud Harb, conocido como "El Talibán'', quien fue arrestado en Bogotá por la policía secreta, DAS, el pasado 13 de octubre, cuando intentaba viajar a Siria. La detención atendía a un pedido de extradición de septiembre pasado hecho por la corte federal del Distrito Sur de la Florida que lo acusa de lavado de dinero proveniente del narcotráfico.
Según una investigación de la DEA que respalda el pedido del libanés, se trataría del encargado de recibir en Colombia "las utilidades provenientes de la venta de narcóticos que vienen del Oriente Medio y Africa y planea el tráfico de narcóticos a los Estados Unidos''.
La extradición de Chekri Mahmoud Harb, de 36 años de edad y radicado en Medellín, ahora espera una ratificación del presidente, Alvaro Uribe, para ser entregado a agentes federales que lo recogerán en Bogotá.
La Corte colombiana aceptó como valedero el testimonio de cargo de un testigo secreto al que la DEA identifica como CS1, según el cual desde abril del 2006 paramilitares asociados a la "Oficina de Envigado'' han estado llevando cargamentos de cocaína a EEUU, México, Europa y Oriente Medio.
Envigado, bastión del extinto Pablo Escobar, es un municipio unido al área metropolitana de Medellín y sede de bandas de narcotraficantes y sicarios por cerca de 30 años.
El testimonio de CS1 ratifica informaciones sobre nuevas rutas de la cocaína colombiana a través de Africa que culminan en Estados Unidos y Europa.
Sobre CS1 se sabe que es un informante de la DEA que infiltró la "Oficina de Envigado'' y exploró en detalle las rutas y los secretos de las finanzas de esa organización.
Por ejemplo, CS1 asegura haber comprobado que el libanés despachaba cargamentos de cocaína a África por intermedio de empresas comercializadoras de textiles de la ciudad de Bucaramanga y fungía como comerciante legal con negocios establecidos en Bogotá y Barranquilla.
De acuerdo con la acusación, al parecer, tenía conexiones en Hong Kong, Egipto, Siria y Líbano para supuestamente transferir fondos de apoyo a Hezbolá.
Chekri Mahmoud Harb, de acuerdo con la acusación, también manejaba rutas de transporte de cocaína por medio de empresas radicadas en China, Costa Rica, Guatemala y Panamá. Esto, al parecer, fue detectado por medio de interceptaciones a 370 líneas telefónicas por las que miembros de la "Oficina de Envigado'' hablaban con supuestos enlaces suyos en Oriente Medio.
Junto con Chekri Mahmoud Harb, EEUU también ha pedido en extradición, bajo cargos de narcotráfico, a Alí Ahmad Kaddoura, Alí Mohamad Abdul Rahim, Zakaria Hussein Harb y Imad Abdul Rahim Alvarado, quienes son buscados por las autoridades en este país. En el mismo pedido son reclamados los colombianos Francisco Antonio Flórez Upegui, conocido con el alias de "Don Pacho''; José Sebastián Sánchez, "El Grande''; Raúl Contreras Chávez, "Comisario'' y Oscar Alonso Acosta Serna, "Beto''.
La "Oficina de Envigado'', además de las operaciones de narcotráfico que maneja, es la agencia de sicarios más temible y grande de Colombia, fundada en los años 80 por John Jairo Velásquez Vásquez, alias "Popeye'', lugarteniente de Pablo Escobar.
Tras la muerte de Escobar y el arresto de "Popeye'', la organización pasó a manos de Diego Fernando Murillo Bejarano, alias "Don Berna'', paramilitar y narcotraficante que está actualmente preso en Nueva York.
Luis Alfredo Ramos, gobernador del departamento de Antioquia, cuya capital es Medellín, se declaró el martes sorprendido y aseguró que "esta es la primera información que hemos recibido las autoridades civiles y los organismos de seguridad sobre esas relaciones delincuenciales'' de la "Oficina de Envigado'' con Hezbolá.
El único antecedente que se conocía sobre la posible presencia de terroristas del Medio Oriente en Colombia fue el arresto en Bogotá, en octubre de 1998, del extremista islámico Mohamed Enid Abdel Aal, miembro de la organización Al Gama At Al-Islaya, de Egipto.
Abdel Aaal tenía presuntos vínculos con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y había participado en dos atentados terroristas en El Cairo y Luxor, en 1997, en los que murieron cerca de 80 personas. En 1995, la Interpol y la policía de Firenze, Italia, lo registraron por primera vez como terrorista. Tras su arresto en Bogotá, Abdel Aaal fue deportado a Quito, Ecuador, de donde provenía, y de allí fue enviado a Estados Unidos.
Según una investigación de la DEA que respalda el pedido del libanés, se trataría del encargado de recibir en Colombia "las utilidades provenientes de la venta de narcóticos que vienen del Oriente Medio y Africa y planea el tráfico de narcóticos a los Estados Unidos''.
La extradición de Chekri Mahmoud Harb, de 36 años de edad y radicado en Medellín, ahora espera una ratificación del presidente, Alvaro Uribe, para ser entregado a agentes federales que lo recogerán en Bogotá.
La Corte colombiana aceptó como valedero el testimonio de cargo de un testigo secreto al que la DEA identifica como CS1, según el cual desde abril del 2006 paramilitares asociados a la "Oficina de Envigado'' han estado llevando cargamentos de cocaína a EEUU, México, Europa y Oriente Medio.
Envigado, bastión del extinto Pablo Escobar, es un municipio unido al área metropolitana de Medellín y sede de bandas de narcotraficantes y sicarios por cerca de 30 años.
El testimonio de CS1 ratifica informaciones sobre nuevas rutas de la cocaína colombiana a través de Africa que culminan en Estados Unidos y Europa.
Sobre CS1 se sabe que es un informante de la DEA que infiltró la "Oficina de Envigado'' y exploró en detalle las rutas y los secretos de las finanzas de esa organización.
Por ejemplo, CS1 asegura haber comprobado que el libanés despachaba cargamentos de cocaína a África por intermedio de empresas comercializadoras de textiles de la ciudad de Bucaramanga y fungía como comerciante legal con negocios establecidos en Bogotá y Barranquilla.
De acuerdo con la acusación, al parecer, tenía conexiones en Hong Kong, Egipto, Siria y Líbano para supuestamente transferir fondos de apoyo a Hezbolá.
Chekri Mahmoud Harb, de acuerdo con la acusación, también manejaba rutas de transporte de cocaína por medio de empresas radicadas en China, Costa Rica, Guatemala y Panamá. Esto, al parecer, fue detectado por medio de interceptaciones a 370 líneas telefónicas por las que miembros de la "Oficina de Envigado'' hablaban con supuestos enlaces suyos en Oriente Medio.
Junto con Chekri Mahmoud Harb, EEUU también ha pedido en extradición, bajo cargos de narcotráfico, a Alí Ahmad Kaddoura, Alí Mohamad Abdul Rahim, Zakaria Hussein Harb y Imad Abdul Rahim Alvarado, quienes son buscados por las autoridades en este país. En el mismo pedido son reclamados los colombianos Francisco Antonio Flórez Upegui, conocido con el alias de "Don Pacho''; José Sebastián Sánchez, "El Grande''; Raúl Contreras Chávez, "Comisario'' y Oscar Alonso Acosta Serna, "Beto''.
La "Oficina de Envigado'', además de las operaciones de narcotráfico que maneja, es la agencia de sicarios más temible y grande de Colombia, fundada en los años 80 por John Jairo Velásquez Vásquez, alias "Popeye'', lugarteniente de Pablo Escobar.
Tras la muerte de Escobar y el arresto de "Popeye'', la organización pasó a manos de Diego Fernando Murillo Bejarano, alias "Don Berna'', paramilitar y narcotraficante que está actualmente preso en Nueva York.
Luis Alfredo Ramos, gobernador del departamento de Antioquia, cuya capital es Medellín, se declaró el martes sorprendido y aseguró que "esta es la primera información que hemos recibido las autoridades civiles y los organismos de seguridad sobre esas relaciones delincuenciales'' de la "Oficina de Envigado'' con Hezbolá.
El único antecedente que se conocía sobre la posible presencia de terroristas del Medio Oriente en Colombia fue el arresto en Bogotá, en octubre de 1998, del extremista islámico Mohamed Enid Abdel Aal, miembro de la organización Al Gama At Al-Islaya, de Egipto.
Abdel Aaal tenía presuntos vínculos con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y había participado en dos atentados terroristas en El Cairo y Luxor, en 1997, en los que murieron cerca de 80 personas. En 1995, la Interpol y la policía de Firenze, Italia, lo registraron por primera vez como terrorista. Tras su arresto en Bogotá, Abdel Aaal fue deportado a Quito, Ecuador, de donde provenía, y de allí fue enviado a Estados Unidos.
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