El diplomático Charles Freeman, decidió retirarse por presione del puesto de jefe del Consejo Nacional de inteligencia de EE UU, para el cual había sido elegido por el presidente Barack Obama.
Freeman "pidió que no se procediera con su selección para presidir el Consejo Nacional de Inteligencia. El jefe Blair aceptó la decisión del embajador Freeman con pesar'', señaló la oficina de Dennis Blair en un comunicado.
Freeman estaba en un agitado proceso de acreditación en el Congreso. El anuncio de su designación por Blair en un cargo en el que debía coordinar las actividades de 16 agencias de inteligencia sobre temas ultrasensibles, produjo preocupación en un grupo de parlamentarios, tanto demócratas como republicanos, que apoyan firmemente a Israel.
Estos últimos habían pedido una investigación sobre "cualquier potencial conflicto de intereses'' resultante de la nominación de Freeman, a causa de sus vínculos con Arabia Saudita y China, donde fue embajador. El quid del asunto es que Freeman es la primera víctima del poderosos lobby israelí
Freeman estaba en un agitado proceso de acreditación en el Congreso. El anuncio de su designación por Blair en un cargo en el que debía coordinar las actividades de 16 agencias de inteligencia sobre temas ultrasensibles, produjo preocupación en un grupo de parlamentarios, tanto demócratas como republicanos, que apoyan firmemente a Israel.
Estos últimos habían pedido una investigación sobre "cualquier potencial conflicto de intereses'' resultante de la nominación de Freeman, a causa de sus vínculos con Arabia Saudita y China, donde fue embajador. El quid del asunto es que Freeman es la primera víctima del poderosos lobby israelí
El Consejo Nacional de Inteligencia, es el órgano que se encarga de coordinar las diferentes agencias de espionaje en la elaboración de sus informes de inteligencia.
El loby israelí se mostraron hostiles a su nombramiento y mencionaron un supuesto conflicto de intereses derivado de haber sido miembro del consejo de administración de una empresa china, y de haber recibido su fundación fondos provenientes de Arabia Saudita; empero, está claro que el principal problema eran sus opiniones sobre el conflicto entre israelíes y palestinos.El senador Chuck Summer lo dejó muy claro en un comunicado: "Sus declaraciones contra Israel se habían pasado de la ralla... Yo insté repetidamente a la Casa Blanca que lo rechazara, y estoy contento de que así lo haya hecho".
Freeman dijo las difamaciones contra él "muestran claramente que hay un lobby poderoso determinado a prevenir la expresión de cualquier opinión que no sea la suya".
Freeman también ha acusado al lobby pro-israelí de "caer en el deshonor y la indecencia" al distorsionar y manipular sus declaraciones, y ha asegurado que son las políticas que el lobby promueve las que "ponen en peligro la existencia de Israel".
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