Publicado en el portal de El Nuevo Herald, 25 de marzo del 2009
Napolitano: envío de tropas a frontera con México depende de situación en el terreno
María Peña/EFE
La secretaria de Seguridad Nacional de EE.UU., Janet Napolitano, dijo hoy a EFE que el envío de la Guardia Nacional a la frontera sur dependerá de la situación sobre el terreno, y que prepara un "plan de contingencia'' por si, en el peor de los casos, la violencia genera una "emigración masiva'' de México.
La solicitud para el envío de mil soldados de la Guardia Nacional a la frontera "está bajo consideración activa en el Departamento de Defensa y dependerá de varios factores'', dijo Napolitano en una entrevista con EFE.
''Es una decisión que se tiene que tomar con mucho cuidado porque, como ya ha dicho el presidente (Barack) Obama, no queremos militarizar la frontera. Queremos liderar (la lucha antidrogas) con autoridades civiles y es lo que estamos haciendo'', precisó.
Napolitano se refirió a la solicitud del gobernador republicano de Texas, Rick Perry, para que la presencia de la Guardia Nacional sirva de elemento disuasorio a los narcotraficantes que pululan en la frontera común.
La secretaria de Seguridad Nacional se reunirá con Perry mañana para analizar los pormenores de cómo y dónde sería ese despliegue, y realizará consultas con el Pentágono.
Bajo la presidencia de George W. Bush y con la venia de los estados fronterizos de California, Arizona, Nuevo México y Texas, el Gobierno desplegó hasta 6.000 miembros de la Guardia Nacional en el suroeste entre 2006 y 2008.
Esa "militarización'' de la frontera causó la repulsa de grupos proinmigrantes, pese a que la Guardia Nacional no estuvo autorizada para detener a inmigrantes indocumentados.
El objetivo de la llamada "Operación Jumpstart'', recordó Napolitano, fue dar apoyo logístico, administrativo y de transporte en la zona "para liberar a la Patrulla Fronteriza e incrementar la interdicción de la inmigración ilegal''.
Así, la experiencia de la "Operación Jumpstart'' será tan sólo uno de los factores que se estudiarán para el posible despliegue de los soldados, dijo.
Por otra parte, continuó, EE.UU. ultima un "plan de contigencia'' con las autoridades locales y estatales por si, en el peor de los casos, la "narcoviolencia'' se desborda o provoca un éxodo de México.
''Un escenario muy remoto, pero que sería parte de ese plan es si hubiese una emigración masiva a Estados Unidos de quienes buscan huir de los carteles'', explicó.
''Estamos hablando de centenares de miles de personas que intenten huir de los carteles, pero no estamos ni remotamente cerca de esa situación. Por eso es engañoso en cierto modo atemorizar a los lectores con un plan de contigencia, porque siempre planeamos para el peor de los casos, pero también son los escenarios menos posibles'', enfatizó.
El llamado "Plan de Operaciones para la Frontera del Suroeste'', autorizado en enero pasado, es un plan multifacético que respalda a los agentes policiales locales en caso de una escalada de la violencia en la frontera, y el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) podría presentarlo en cuestión de semanas.
Para Napolitano, la lucha antidrogas requiere de más tareas de inteligencia en ambos lados de la frontera, por lo que EE.UU. aumentará los esfuerzos para interrumpir el flujo de armas y la enorme cantidad de dinero desde Estados Unidos que nutren al narcotráfico.
Ante las críticas de que el despliegue de más agentes federales a la frontera, anunciado el martes, es insuficiente, Napolitano insistió en que es "un movimiento significativo'' de personal y recursos sujeto a ajustes.
''Si tenemos que incrementar (los esfuerzos) en el futuro, lo haremos; si tenemos que reducirlos, lo haremos (...) tenemos que bregar con la amenaza actual'', enfatizó.
Napolitano evadió pronunciarse sobre una moratoria a las redadas, como piden los grupos proinmigrantes, pero aseguró que el Gobierno continuará "haciendo cumplir las leyes en los sitios de trabajo, porque tienes que lidear con la oferta y la demanda''.
''En mi opinión, tenemos que centrarnos en los empleadores que contratan mano de obra ilegal y se lucran de ella, y en eso estamos'', recalcó.
Napolitano no precisó cuándo es que el DHS completará la revisión de sus políticas, en particular la del controvertido programa "287g'' que permite a la policía local colaborar en las tareas federales de inmigración.
La funcionaria acudió hoy a la primera de las dos audiencias programadas por el Comité de Seguridad Nacional del Senado para analizar la situación en México. La segunda se realizará el 20 de abril en Phoenix (Arizona).
En la audiencia, Napolitano respondió con un simple "sí'' a la pregunta del senador republicano y ex candidato presidenbcial, John McCain, sobre si el Gobierno de México afronta una "amenaza existencial'' por la "narcoviolencia''.
Napolitano: envío de tropas a frontera con México depende de situación en el terreno
María Peña/EFE
La secretaria de Seguridad Nacional de EE.UU., Janet Napolitano, dijo hoy a EFE que el envío de la Guardia Nacional a la frontera sur dependerá de la situación sobre el terreno, y que prepara un "plan de contingencia'' por si, en el peor de los casos, la violencia genera una "emigración masiva'' de México.
La solicitud para el envío de mil soldados de la Guardia Nacional a la frontera "está bajo consideración activa en el Departamento de Defensa y dependerá de varios factores'', dijo Napolitano en una entrevista con EFE.
''Es una decisión que se tiene que tomar con mucho cuidado porque, como ya ha dicho el presidente (Barack) Obama, no queremos militarizar la frontera. Queremos liderar (la lucha antidrogas) con autoridades civiles y es lo que estamos haciendo'', precisó.
Napolitano se refirió a la solicitud del gobernador republicano de Texas, Rick Perry, para que la presencia de la Guardia Nacional sirva de elemento disuasorio a los narcotraficantes que pululan en la frontera común.
La secretaria de Seguridad Nacional se reunirá con Perry mañana para analizar los pormenores de cómo y dónde sería ese despliegue, y realizará consultas con el Pentágono.
Bajo la presidencia de George W. Bush y con la venia de los estados fronterizos de California, Arizona, Nuevo México y Texas, el Gobierno desplegó hasta 6.000 miembros de la Guardia Nacional en el suroeste entre 2006 y 2008.
Esa "militarización'' de la frontera causó la repulsa de grupos proinmigrantes, pese a que la Guardia Nacional no estuvo autorizada para detener a inmigrantes indocumentados.
El objetivo de la llamada "Operación Jumpstart'', recordó Napolitano, fue dar apoyo logístico, administrativo y de transporte en la zona "para liberar a la Patrulla Fronteriza e incrementar la interdicción de la inmigración ilegal''.
Así, la experiencia de la "Operación Jumpstart'' será tan sólo uno de los factores que se estudiarán para el posible despliegue de los soldados, dijo.
Por otra parte, continuó, EE.UU. ultima un "plan de contigencia'' con las autoridades locales y estatales por si, en el peor de los casos, la "narcoviolencia'' se desborda o provoca un éxodo de México.
''Un escenario muy remoto, pero que sería parte de ese plan es si hubiese una emigración masiva a Estados Unidos de quienes buscan huir de los carteles'', explicó.
''Estamos hablando de centenares de miles de personas que intenten huir de los carteles, pero no estamos ni remotamente cerca de esa situación. Por eso es engañoso en cierto modo atemorizar a los lectores con un plan de contigencia, porque siempre planeamos para el peor de los casos, pero también son los escenarios menos posibles'', enfatizó.
El llamado "Plan de Operaciones para la Frontera del Suroeste'', autorizado en enero pasado, es un plan multifacético que respalda a los agentes policiales locales en caso de una escalada de la violencia en la frontera, y el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) podría presentarlo en cuestión de semanas.
Para Napolitano, la lucha antidrogas requiere de más tareas de inteligencia en ambos lados de la frontera, por lo que EE.UU. aumentará los esfuerzos para interrumpir el flujo de armas y la enorme cantidad de dinero desde Estados Unidos que nutren al narcotráfico.
Ante las críticas de que el despliegue de más agentes federales a la frontera, anunciado el martes, es insuficiente, Napolitano insistió en que es "un movimiento significativo'' de personal y recursos sujeto a ajustes.
''Si tenemos que incrementar (los esfuerzos) en el futuro, lo haremos; si tenemos que reducirlos, lo haremos (...) tenemos que bregar con la amenaza actual'', enfatizó.
Napolitano evadió pronunciarse sobre una moratoria a las redadas, como piden los grupos proinmigrantes, pero aseguró que el Gobierno continuará "haciendo cumplir las leyes en los sitios de trabajo, porque tienes que lidear con la oferta y la demanda''.
''En mi opinión, tenemos que centrarnos en los empleadores que contratan mano de obra ilegal y se lucran de ella, y en eso estamos'', recalcó.
Napolitano no precisó cuándo es que el DHS completará la revisión de sus políticas, en particular la del controvertido programa "287g'' que permite a la policía local colaborar en las tareas federales de inmigración.
La funcionaria acudió hoy a la primera de las dos audiencias programadas por el Comité de Seguridad Nacional del Senado para analizar la situación en México. La segunda se realizará el 20 de abril en Phoenix (Arizona).
En la audiencia, Napolitano respondió con un simple "sí'' a la pregunta del senador republicano y ex candidato presidenbcial, John McCain, sobre si el Gobierno de México afronta una "amenaza existencial'' por la "narcoviolencia''.
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