El nobel de la CIA Cultura
Publicado en la revista colombiana SEMANA.COM (http://www.semana.com/), 11 de enero de 2009;
Un artículo aparecido en un diario sueco y un libro de un periodista ruso vuelven a insistir en que el premio Nobel otorgado a Boris Pasternak en 1958 fue una estrategia de Estados Unidos contra el régimen soviético.
El pasado 3 de enero en el diario Svenska Dagbladet, el periodista sueco Kaj Schueler escribió un relato de suspenso digno de Alfred Hitchcock basado en las actas internas de la Academia Sueca -madre del Premio Nobel de Literatura-. Los documentos revelan que la CIA y el jurado acordaron en secreto la sorpresiva entrega del Nobel de 1958 a Boris Pasternak, el afamado autor ruso de Doctor Zhivago.
El pasado 3 de enero en el diario Svenska Dagbladet, el periodista sueco Kaj Schueler escribió un relato de suspenso digno de Alfred Hitchcock basado en las actas internas de la Academia Sueca -madre del Premio Nobel de Literatura-. Los documentos revelan que la CIA y el jurado acordaron en secreto la sorpresiva entrega del Nobel de 1958 a Boris Pasternak, el afamado autor ruso de Doctor Zhivago.
Las primeras especulaciones ya habían salido a la luz en enero de 2007, cuando el periodista ruso Iván Tolstoi anunció el inicio de una investigación sobre la incidencia de la CIA en la publicación en ruso de Doctor Zhivago, necesaria para que se otorgara el Nobel a Pasternak. Pero lo dicho entonces por Tolstoi no pasaba de ser una especulación más, ensombrecida incluso por una historia difundida por la misma CIA, según la cual la familia del periodista habría tenido riñas en el pasado con los Pasternak.
Pero ahora Kaj Schueler, con documentos en mano, reafirmó la teoría de Tolstoi.
La confidencialidad de los archivos de la Academia de las Ciencias, fundada en 1786 por el rey Gustavo III de Suecia, es uno de sus mayores tesoros. Ese grupo de 18 miembros cada año le otorga a un escritor el premio más representativo de la literatura mundial: una medalla, un diploma, 1.5 millones de dólares y un lugar en la historia. La Academia guarda con celo los protocolos que documentan los procesos de selección de los 101 ganadores desde la fundación del premio en 1901. Esconde, no sin algo de misterio, las biografías íntimas de las decisiones del jurado, al que en las calles de Estocolmo llaman burlonamente 'los dieciocho'.
Pero con el paso del tiempo los secretos o se olvidan o se descubren. Y para la mala fortuna de 'Los dieciocho' la confidencialidad de sus actas caduca tras un periodo de 50 años, después de los cuales los archivos deben ser desclasificados. Así, este año los documentos relativos a la toma de decisiones de 1958 están al alcance de la mano de quien quiera consultarlos.
Kaj Schueler, periodista cultural del Svenska Dagbladet, sabía esto desde hace meses. Y llevaba tiempo esperando con ansiedad la llegada del año nuevo para golpear el primer día del año a las puertas del archivo de la Academia. Lo que encontró allí reafirma el cuestionamiento de su colega ruso Iván Tolstoi y con seguridad dará mucho de qué hablar durante años: ¿Habría ganado Boris Pasternak el Premio Nobel de Literatura hace medio siglo, si la CIA no hubiera patrocinado en secreto su elección?
El tercer hombre
El 24 de octubre de 1958 fueron muchos los sorprendidos al enterarse del anuncio del secretario permanente de la Academia Anders Österling, quien proclamó al escritor Boris Pasternak, nacido en Moscú el 10 de febrero en 1890, como el nuevo premio Nobel de Literatura. El autor de Doctor Zhivago era para muchos un escritor no muy conocido cuya obra cúspide, entonces publicada en italiano primero y luego en ruso en París, era prácticamente desconocida.
El anuncio oficial ovacionaba al "escritor ruso-soviético Boris Pasternak por sus notables logros tanto en la poesía contemporánea, como en el campo de la gran tradición narrativa rusa". Pasternak, es cierto, había publicado seis poemarios entre 1914 y 1945, pero parecía claro para el mundo entero que el premio era por su novela Doctor Zhivago, impresa tan sólo un año atrás.
¿Por qué esta decisión? El periodista Schueler logró determinar que la sesión definitiva para ello tuvo lugar en una de las salas de la Academia el 25 de septiembre de 1958. "Ese día —escribe el reportero sueco— el comité se reunió para llegar a una decisión unánime. Los candidatos principales, el italiano Alberto Moravia y la danesa Karen Blixen, serían descartados y en su lugar se premiaría a Pasternak". Ni Blixen, ni Moravia volvieron a ser postulados, y el novelista ganador, apenas supo de la decisión, no guardó su emoción. El 25 de octubre envió a Suecia un telegrama en el que se describía "inmensamente agradecido, conmovido, atónito, perplejo". Cuatro días más tarde, sin embargo, el escritor emitió un comunicado más, avisando esta vez en lenguaje cifrado, que: "considerando el significado que le ha sido asignado a este premio en la sociedad a que pertenezco, debo rechazar el galardón que me ha sido otorgado. Ruego que no acojan con molestia este rechazo voluntario".
Una revisión de las actas desclasificadas de 1958 arroja luz sobre el oscuro proceder de la Academia y el premiado en ese otoño. El secretario Österling -que además de haber anunciado el Nobel era escritor y periodista- había escrito, tras la reunión del 25 de septiembre, la siguiente declaración: "El análisis realizado, aunque por medio de un tercero, ha fortalecido mi convicción de que Pasternak es uno de los poetas más importantes del presente, por su audacia y su refinamiento artístico".
En su artículo publicado la semana pasada, el reportero del Svenska Dagbladet anota, sin embargo, que un año antes el mismo secretario había sostenido que Pasternak no era uno de aquellos poetas cuya premiación causaría 'eco en la gente'. Un juicio que, según el reportero Schueler, confirmaba las opiniones más tempranas de la Academia, que ya en 1946 había afirmado que no había muchos escritores que "hubieran escrito tanto que tan pocos comprendían" como Boris Pasternak.
Doce años después, el incomprensible escritor habría de ser coronado rey de la literatura universal. ¿Por qué el radical cambio de opinión en la Academia? Según el reportero, el revolcón habría sido causado por Doctor Zhivago, la triste historia de un médico y su amante en tiempos de la Revolución Rusa y la guerra civil.
El análisis de los documentos de la Academia y de las notas del secretario Österling, presentadas por la prensa sueca, recalcan el hecho de que este último hubiera basado su valoración de la novela de Pasternak "por medio de un tercero". ¿Quién era ese hombre?
La mano invisible de la CIA
A Pasternak la presión del régimen soviético no le había permitido publicar en Rusia su libro. Así que, cuando el mítico editor Carlo Feltrinelli le propuso publicar una traducción al italiano, el autor no dudó en aceptar. Aunque a Feltrinelli -según admitió años después- lo presionaron comunistas italianos al servicio del Kremlin para detener la publicación del Doctor Zhivago, el libro salió en ese idioma en 1956. Sin embargo, el manuscrito, según la teoría de Tolstoi, recaló por alguna razón en Malta en donde los servicios de inteligencia norteamericanos habrían hecho una copia que después sirvió para que el libro se publicara en ruso en París. Es aquí donde las pesquisas de Schueler y las de su colega ruso se cruzan. The Laundered Novel (La novela blanqueada) es el libro que Iván Tolstoi publicó el pasado 24 de noviembre. En él, Tolstoi con base en testimonios (de un emigrante ruso que fotografió el manuscrito del Zhivago para la CIA y de ex funcionarios de esta misma), quiere demostrar como verdadero lo que desde siempre los contendores de la Guerra Fría negaron con énfasis: que la CIA patrocinó el Nobel de Pasternak.
El "tercer hombre" de las notas del secretario Österling habría sido un informante italiano que puso a la Academia al tanto de la existencia del libro. Así pues, la última pieza del rompecabezas está a la mano: ¿Quién publicó la versión ilegal en ruso que apareció en París 11 meses antes de la decisión del Nobel? Tolstoi y Schueler lo afirman al unísono: la CIA.
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