10 ene 2005

Elecciones en EE UU

En el nombre de Dios

Escrito el 15 de junio del 2004

Comentamos en este espacio que el presidente de los Estados Unidos George W. Bush necesita los suficientes votos para reelegirse y va ser todo lo posible por conseguirlos. Un sector clave que puede decidir la elección no son ni los votantes hispanos ni los cubanos republicanos, sino son los católicos norteamericanos.

La religión entró pues de lleno a la política partidista norteamericana; en este momento, según un sondeo del semanario Time entre los estadounidenses que se consideran “muy religiosos” el 59% apoya a Bush mientras que tan sólo el 35% favorece al senador John Kerry. Otro sondeo publicado hace unos semanas nos arroja que un 13% de los electores católicos pueden escoger el sentido de su voto en función de lo que aconseje la doctrina impartida por sus obispos. Es pues un electorado clave, y eso lo sabe muy bien el presidente Busch...

Por lo que no fue casual la visita que por 15 minutos le hizo al Papa Juan Pablo II el pasado 4 de junio. Fue la tercera visita del presidente con el líder religioso.

¡Ese encuentro tuvo en el fondo un tinte político electoral!

Veamos por que. Según el semanario católico independiente National Catholic Reporter, el presidente Bush solicitó el pasado 4 de junio a Angelo Sodano, secretario del Estado Vaticano que intercediera ante los obispos “indecisos” para que sean más activos en su cuestionamiento del matrimonio homosexual, que la Casa Blanca condena, además que le solicito abiertamente que recomendaran el apoyo a los republicanos el día 2 de noviembre.

Según el semanario Bush habría explicado a Sodano que “todos los obispos estadounidenses no están conmigo” Por su parte el vocero de la Casa Blanca Scott Mc Clellan se negó a hacer comentarios al respecto, solamente dijo que el presidente y el cardenal Ángelo Sodano solamente , “hablaron de numerosos temas de preocupación común”.

Pero no es casual que el presidente Bush, aún cuando es un practicante de la religión metodista, tenga en los últimos días un fuerte apoyo de los obispos que conforman la Conferencia del Episcopado de EE UU. En cambio el Senador demócrata John Kerry- en este momento arriba en algunas encuestas- aunque curiosamente es el primer católico que aspira a presidente de los EE UU desde la muerte de John F. Kennedy, no cuenta con el apoyo de ese electorado.

La religión entró pues de lleno a la política partidista norteamericana; varios obispos católicos han expresado su convencimiento de que al el senador Kerry, debería negársele incluso el sacramento de la comunión por haber expresado su defensa al derecho al aborto, empero, Kerry tiene por lo menos un defensor en el cardenal de Baltimore, William Keeler, que se opone a la politización del sacramento.

Según Keeler, no deben ser los sacerdotes sino los fieles quienes juzguen el estado de su conciencia y la coherencia de sus actos con el ideario católico. "Nuestra postura", dice Keeler, "es que los católicos tienen la responsabilidad de examinar su propia conciencia para determinar si están en un estado adecuado para la recepción del sacramento. No necesitamos que los obispos entre en eso".

Por esta razón, la Conferencia Episcopal de Estados Unidos publicaron en octubre del 2003 “Fieles ciudadanos: un llamamiento católico a la responsabilidad política” un documento que pide a los católicos que se tomen en serio las exigencias de su fe y las necesidades de los demás en el año 2004.

Lo que esta detrás es un llamado a los votantes católicos para apoyar políticas públicas acordes con la moral católica. Todo sea por lograr la reelección

FAP

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