Hoy 2 de noviembreElaborado el 2 de noviembre del 2004Las elecciones que hoy se celebran en EE UU han logrado centrar probablemente como en ninguna ocasión anterior, la atención del mundo entero.
El escritor chileno Jorge Edwards ha dicho que ¡esta elección es un asunto de todos!
Gane quien gane la elección el día de hoy la religión habrá desempeñado un papel clave, jamás desempeñado. Para algunos analistas será ese voto el que definirá la elección el día de hoy.
Desde su llegada al poder el presidente Bush hizo del fundamentalismo cristiano la envoltura ideológica que rige sus acciones. Y por tanto, en la actual campaña, las iglesias han actuado como centros de reclutamiento de votantes, tanto los pastores evangélicos como la jerarquía católica han urgido a sus feligreses que voten por Bush y la multitud de fieles han expresado la creencia de que "Dios está usando al presidente en su lucha contra el Maligno".
De acuerdo a las estadísticas Kerry lleva las de perder en este terreno.
Aunque no quiere esto decir que todos los cristianos católicos y evangélicos sean ciegos abanderados del actual presidente; muchos también están llamando a votar por Kerry.
Kerry apeló en última hora en sus discursos a los sentimientos religiosos de los electores. En el presidente Bush era natural, pero en el senador Kerry no. Implicó una táctica política que sonó a desesperación para ganar votantes indecisos. Y es que Kerry profesa la religión católica, pero su posición es antidogmática respecto al aborto, la investigación con células madre y los matrimonios homosexuales.
¡Y claro! El fundamentalismo cristiano tiene mucho que ganar si el presidente es reelecto. Bush les ha ofrecido mayores recursos económicos a las instituciones de beneficencia pública de las iglesias, la continuación de la prohibición de fondos federales para las investigaciones con células madre y el proseguir la erosión de la distinción primordial entre Iglesia y Estado.
No sabemos en este momento quien va ganar, pero lo cierto es que habrá muchos estudios donde nos muestren como votaron las iglesias, que no Dios.
El historiador Arthur Schlesinger ha hecho una fuerte crítica. Ha dicho en un reciente artículo que la presidencia actual es la primera en la historia de EE UU basada en la fe. Y aunque en el siglo XIX, todos los presidentes invocaban de forma rutinaria a Dios, la religión no era una presencia importante en sus vidas. Nunca se usó la religión para movilizar a sus votantes, ni para beneficio político. Habrá sin duda repercusiones por el uso de la fe.
Pero “Sea quien sea mañana, o dentro de 36 días el 44º presidente electo de Estados Unidos, sus alocuciones concluirán con un "Dios salve a América" y en los billetes de dólar continuará impresa la leyenda "En Dios confiamos", dice Alfredo Abián, en el periódico español La Vanguardia.
Y ¡los ciudadanos del mundo que no votamos, esperamos que Dios no se equivoque!
El escritor chileno Jorge Edwards ha dicho que ¡esta elección es un asunto de todos!
Gane quien gane la elección el día de hoy la religión habrá desempeñado un papel clave, jamás desempeñado. Para algunos analistas será ese voto el que definirá la elección el día de hoy.
Desde su llegada al poder el presidente Bush hizo del fundamentalismo cristiano la envoltura ideológica que rige sus acciones. Y por tanto, en la actual campaña, las iglesias han actuado como centros de reclutamiento de votantes, tanto los pastores evangélicos como la jerarquía católica han urgido a sus feligreses que voten por Bush y la multitud de fieles han expresado la creencia de que "Dios está usando al presidente en su lucha contra el Maligno".
De acuerdo a las estadísticas Kerry lleva las de perder en este terreno.
Aunque no quiere esto decir que todos los cristianos católicos y evangélicos sean ciegos abanderados del actual presidente; muchos también están llamando a votar por Kerry.
Kerry apeló en última hora en sus discursos a los sentimientos religiosos de los electores. En el presidente Bush era natural, pero en el senador Kerry no. Implicó una táctica política que sonó a desesperación para ganar votantes indecisos. Y es que Kerry profesa la religión católica, pero su posición es antidogmática respecto al aborto, la investigación con células madre y los matrimonios homosexuales.
¡Y claro! El fundamentalismo cristiano tiene mucho que ganar si el presidente es reelecto. Bush les ha ofrecido mayores recursos económicos a las instituciones de beneficencia pública de las iglesias, la continuación de la prohibición de fondos federales para las investigaciones con células madre y el proseguir la erosión de la distinción primordial entre Iglesia y Estado.
No sabemos en este momento quien va ganar, pero lo cierto es que habrá muchos estudios donde nos muestren como votaron las iglesias, que no Dios.
El historiador Arthur Schlesinger ha hecho una fuerte crítica. Ha dicho en un reciente artículo que la presidencia actual es la primera en la historia de EE UU basada en la fe. Y aunque en el siglo XIX, todos los presidentes invocaban de forma rutinaria a Dios, la religión no era una presencia importante en sus vidas. Nunca se usó la religión para movilizar a sus votantes, ni para beneficio político. Habrá sin duda repercusiones por el uso de la fe.
Pero “Sea quien sea mañana, o dentro de 36 días el 44º presidente electo de Estados Unidos, sus alocuciones concluirán con un "Dios salve a América" y en los billetes de dólar continuará impresa la leyenda "En Dios confiamos", dice Alfredo Abián, en el periódico español La Vanguardia.
Y ¡los ciudadanos del mundo que no votamos, esperamos que Dios no se equivoque!
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