Editorial de EL UNIVERSAL, 28 de octubre de 2009;
La mejor arma de la PGR
En agosto del año pasado el gobierno federal realizó una cruzada anticorrupción que llamó “Operación Limpieza”. Detuvo a los más altos mandos de la lucha antidrogas usando como piedra angular las acusaciones de un puñado de delincuentes y policías corruptos. Hoy, otro alto funcionario, ex directivo de la Policía Federal, Edgar Enrique Bayardo del Villar, funge como testigo protegido luego de haber confesado trabajar para el narco. El círculo se repite para terminar en manos de traidores y criminales la decisión de quién va a la cárcel y quién no.
Es cierto que el uso de testigos protegidos es legal en México y en otros 120 países. Pero aquí es peligroso por tres razones: 1) no hay transparencia para saber cómo se les escoge y otorga beneficios, 2) los expedientes elaborados hasta ahora se fundamentan únicamente en dichos de esos testigos y 3) más de 85% de los inculpados en México por algún delito resultan sentenciados, de acuerdo con el Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE). ¿Qué quiere decir esto? Que en los hechos el acusado es culpable hasta demostrar lo contrario.
Con tan poco trabajo de inteligencia e investigación, la procuración de justicia en el país queda como un escenario más para el ajuste de cuentas entre bandas criminales, de traiciones entre ex policías y de beneficios legales para todo tipo de delincuentes.
Edgar Bayardo del Villar es el mejor ejemplo. Trabajó durante 20 años al servicio de los cárteles —según su propia declaración—, se dedicó en casi toda su trayectoria a corromper las instituciones donde trabajó. Ahora se le premia con 50 mil pesos mensuales y la devolución de sus bienes mal habidos sólo por ahorrarle a la PGR el trabajo de hacer una investigación seria.
Por el bien del combate al narcotráfico y de la justicia en general, el gobierno federal no puede ni debe seguir por este camino.
Es cierto que el uso de testigos protegidos es legal en México y en otros 120 países. Pero aquí es peligroso por tres razones: 1) no hay transparencia para saber cómo se les escoge y otorga beneficios, 2) los expedientes elaborados hasta ahora se fundamentan únicamente en dichos de esos testigos y 3) más de 85% de los inculpados en México por algún delito resultan sentenciados, de acuerdo con el Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE). ¿Qué quiere decir esto? Que en los hechos el acusado es culpable hasta demostrar lo contrario.
Con tan poco trabajo de inteligencia e investigación, la procuración de justicia en el país queda como un escenario más para el ajuste de cuentas entre bandas criminales, de traiciones entre ex policías y de beneficios legales para todo tipo de delincuentes.
Edgar Bayardo del Villar es el mejor ejemplo. Trabajó durante 20 años al servicio de los cárteles —según su propia declaración—, se dedicó en casi toda su trayectoria a corromper las instituciones donde trabajó. Ahora se le premia con 50 mil pesos mensuales y la devolución de sus bienes mal habidos sólo por ahorrarle a la PGR el trabajo de hacer una investigación seria.
Por el bien del combate al narcotráfico y de la justicia en general, el gobierno federal no puede ni debe seguir por este camino.
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Ex jefe policiaco ligado al narco vive del erario
Nota de Francisco Gómez
Nota de Francisco Gómez
El Universal Miércoles 28 de octubre de 2009
Édgar Enrique Bayardo del Villar es hasta ahora el único ex jefe policiaco de nivel federal acusado de corrupción y nexos con el crimen organizado que libró las acusaciones en su contra
Édgar Enrique Bayardo del Villar es hasta ahora el único ex jefe policiaco de nivel federal acusado de corrupción y nexos con el crimen organizado que libró las acusaciones en su contra
Édgar Enrique Bayardo del Villar es hasta ahora el único ex jefe policiaco de nivel federal acusado de corrupción y nexos con el crimen organizado que libró las acusaciones en su contra y sigue cobrando al erario por sus “servicios”.
A pesar de su historial, el paso de Bayardo del Villar por las instancias de procuración de justicia siempre ha ido en ascenso. En 11 años escaló desde agente de la entonces Policía Judicial Federal, en 1997, hasta llegar a comisario de la Policía Federal el año pasado.
En octubre de 2008 fue detenido por sus vínculos con el cártel de Ismael El Mayo Zambada, a quien daba información sobre operativos antinarco de la PGR, SSP y DEA, a cambio de 25 mil dólares mensuales.
A un año de distancia su situación parece haber mejorado. Se convirtió en testigo protegido, con lo cual cesaron las posibles acusaciones que pudieron existir contra el ahora colaborador identificado con la clave de Tigre.
Por acogerse al programa recibe una compensación mensual estimada en 50 mil pesos. También buscó y obtuvo la devolución de sus bienes de acuerdo con el expediente 403/2009 radicado en Nayarit.
A pesar de su historial, el paso de Bayardo del Villar por las instancias de procuración de justicia siempre ha ido en ascenso. En 11 años escaló desde agente de la entonces Policía Judicial Federal, en 1997, hasta llegar a comisario de la Policía Federal el año pasado.
En octubre de 2008 fue detenido por sus vínculos con el cártel de Ismael El Mayo Zambada, a quien daba información sobre operativos antinarco de la PGR, SSP y DEA, a cambio de 25 mil dólares mensuales.
A un año de distancia su situación parece haber mejorado. Se convirtió en testigo protegido, con lo cual cesaron las posibles acusaciones que pudieron existir contra el ahora colaborador identificado con la clave de Tigre.
Por acogerse al programa recibe una compensación mensual estimada en 50 mil pesos. También buscó y obtuvo la devolución de sus bienes de acuerdo con el expediente 403/2009 radicado en Nayarit.