27 abr 2019

Las columnas políticas hoy, 27 de abril de 2019...

Apoya el Papa con recursos  a migrantes varados en México...
El Papa Francisco destinó medio millón de dólares para que la Iglesia católica de México pueda seguir asistiendo a los migrantes que se encuentran varados en su ruta hacia los Estados Unidos.
Gracias al óbolo de San Pedro http://www.obolodisanpietro.va/it/dona.html que financia las obras de caridad del Vaticano mediante las donaciones de fieles, ese medio millón de dólares serán distribuidos en 26 proyectos de 16 diócesis y congregaciones religiosas de México que han solicitado ayuda para continuar proporcionando vivienda, alimentos y artículos de primera necesidad..
"En los últimos meses, se lee en el comunicado del Obolo miles de migrantes han llegado a México, tras haber recorrido más de 4.000 kilómetros a pie y en vehículos improvisados ​​desde Honduras, El Salvador y Guatemala....
Agrega el texto que “ hombres y mujeres, a menudo con niños pequeños, huyen de la pobreza y la violencia, esperando un futuro mejor en los Estados Unidos. Pero la frontera de Estados Unidos permanece cerrada para ellos “.
La Santa Sede tiene un seguimiento especial e informa que en 2018 "seis caravanas de migrantes entraron a México, haciendo un total de 75.000 personas, y se anunció la llegada de otros grupos. Todas estas personas quedaron varadas, sin poder ingresar a los Estados Unidos, sin hogar ni medios de subsistencia”. 
En ese sentido  “la Iglesia Católica acoge a miles de ellos en los hoteles de las diócesis o congregaciones religiosas, proporcionando lo necesario para vivir, desde la vivienda hasta la ropa”.
Además, lamenta el comunicado -y se puede leer como un reclamo al gobierno de López Orador y a la sociedad mexicana-, que “la cobertura de los medios de esta emergencia ha ido disminuyendo y, en consecuencia, la ayuda a los migrantes por parte del gobierno y los particulares también ha disminuido”. #
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Heredamos casos como el de Minatitlán.-AMLO
"Antes en Veracruz el Gobierno era el problema, era el que representaba la banda que más dañaba al pueblo, y eso también sucedía a nivel nacional, la banda más terrible era la banda de Los Pinos, cuando ya no operan vamos de gane".
Aseguró que sus adversarios y la prensa fifí busca aprovechar desgracias como la masacre para culpar a su gestión.
"Como si nosotros en estos meses hubiésemos alentado la creación de las bandas", dijo.
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Las columnas políticas hoy, 27 de abril de 2019...
 Frentes Políticos/Excelsior...
1. ¿Los mismos modos? Juan Carlos Romero Hicks, coordinador del PAN en la Cámara de Diputados, se inconformó porque, justo cuando exponían sus razones para avalar o no la minuta enviada por el Senado para otorgar licencia a los padres y madres de niños que padezcan cualquier tipo de cáncer, se produjo una confrontación de ideas entre legisladores que no fue difundida, pues, cuando comenzó el debate, alguien bloqueó el audio del Canal del Congreso y el sistema de transmisión interna. “Lamentamos que la diputada Dolores Padierna maneje a conveniencia la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados. Justifica a sus compañeros de Morena que quieren votar nuevamente en contra de las niñas y niños de México”, precisó en su Twitter. No se da cuenta de que es una linda tradición, pero ahora los micrófonos los abre y los cierra el grupo que tiene mayoría. Duele.
2. En lo suyo. Uno de los funcionarios públicos con el mayor compromiso es Esteban Moctezuma, secretario de Educación, quien aseguró que la iniciativa de reforma aprobada en la Congreso está enfocada en el aprendizaje de las niñas, niños, adolescentes y jóvenes del país, y tiene como prioridad la revalorización del magisterio. El titular de la SEP negó que se trate de una reforma a modo y aseguró que “es una reforma para nuestros niños, porque está centrada en su aprendizaje, y es una reforma para los maestros porque se garantizan todos los derechos laborales y nacen nuevos derechos, como el derecho a la capacitación”. Eso que suena tan lejano es una realidad a punto de suceder. El cambio comienza por las raíces. Venga. 
3. Que valga la pena el viaje. Ante el Comité contra la Tortura de la ONU, en Ginebra, Suiza, Martha Delgado Peralta, subsecretaria para Asuntos Multilaterales y Derechos Humanos de la SRE, expuso el serio compromiso que tiene el actual gobierno con los derechos humanos, la lucha contra la tortura y otros tratos o penas crueles, inhumanas o degradantes. Les habló de la implementación de la Ley General en materia de tortura, la tipificación de ese delito a nivel nacional, la prevención desde la detención, el debido proceso y la aplicación del protocolo de Estambul para la investigación de delitos relacionados con la tortura; así como del caso Ayotzinapa. Los convenció; ahora sólo le falta cumplir su palabra y limpiar a México de esa etiqueta internacional con la que todos nos ven. 
4. Fuera de control. Mientras en Riviera Nayarit se registra una derrama de 180 millones de pesos en Semana Santa, el estado se le desbarata en las manos al gobernador Antonio Echevarría. El fiscal Petronilo Díaz Ponce Medrano y la fiscal especializada en Investigación de Personas Desaparecidas, Yayori Villasana Monroy, informaron avances sobre este problema social el cual, explicaron, comprende de 1987 a la fecha, mil 230 reportes en la entidad. Justo en el momento en que autoridades nayaritas se disponen a reabrir otra fosa en el municipio de Xalisco, a 30 metros de donde se hallaron 21 restos apenas el miércoles. Por cierto, tan mala suerte tiene el gobernador, que los visitantes reportaron ataques de serpientes marinas en playas de Nayarit. De a poco todo se va complicando, y más, y más. 
5. La semana de la paz. Lo mejor que le pudo suceder a la política nacional pasó en Puebla, cuando se le puso seriedad y compromiso a una disputa interna en Morena. El senador con licencia Alejandro Armenta dejó de confrontarse con el candidato a la gubernatura, Luis Miguel Barbosa, después de una reunión conciliatoria con Ricardo Monreal, coordinador de Morena en el Senado. Limaron asperezas y el mismo martes 23 de abril Armenta se desistió de su impugnación ante el TEPJF. Cuentan que el coordinador de los diputados en el estado, Gabriel Biestro, está en la postura de exigir que Armenta le dé una disculpa, algo que seguramente no ocurrirá, pero que refleja el grado de polarización interna. Que venga la armonía, este capítulo no merece más heridas.
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 El “bloque AMLO” en la SCJN
Arsenal/FRANCISCO GARFIAS
Excelsior...
El FPR firmó un comunicado conjunto con la Unión de Trabajadores de la Educación contra la Reforma Educativa
En cosa de días quedará resuelta la acción de inconstitucionalidad que promovieron senadores de la oposición contra la Ley de Remuneraciones de Servidores Públicos.
Este ordenamiento prohíbe a los burócratas ganar más de los 108 mil pesos que mensualmente percibe el Presidente de la República.
Por lo que hemos podido averiguar, habrá buenas noticias para López Obrador. La acción de inconstitucionalidad no será aprobada.
Se requieren 8 de los 11 votos de los ministros del tribunal constitucional para echarla abajo.
Fuentes judiciales nos dicen que la mayoría de ministros favorece la acción de inconstitucionalidad, pero que la llegada de los nominados por AMLO –Juan Luis González Alcántara y Yasmín Esquivel—será determinante para que se deseche la controversia.
“Muy pronto se sabrá quién es quién en la Corte”, nos dicen las fuentes.
No es necesario un sesudo análisis para saber que Arturo Zaldívar, presidente de la SCJN, está también en ese bloque proAMLO. Hay uno o dos más. ¿Quiénes son? Lo sabremos cuando se vote la acción de inconstitucionalidad.
No está de más recordar que el ministro Alberto Pérez Dayán concedió en diciembre la suspensión a la famosa ley elaborada hace años por Pablo Gómez.
Ese atrevido acto llevó al grupo parlamentario de Morena a pedir juicio político en contra del juzgador quien, por cierto, votó en contra del desafuero de AMLO en tiempos de Fox.
Por primera vez, el ala política del FPR, denominada Frente Popular Revolucionario, firmó ayer un comunicado conjunto con la Unión de Trabajadores de la Educación, que integra el sector más radical de la CNTE (Chiapas y parte de la sección 22).
En el documento llaman al magisterio nacional a no bajar la guardia y tomar las calles “ahora”, para evitar que se apruebe la Reforma Educativa, que para ellos es una “imposición oligárquica del gobierno de la 4ª T”.
Peor aún. Amenazan con “desenmascarar” a dirigentes que integra la CNUM (comisión negociadora de la CNTE).
Dicen que se pusieron del lado de “nuestros enemigos de clase”, y que dieron su aval a la estrategia del gobierno de AMLO y de Morena.
“La CNUM dio el aval en la mesa de negociación, lo que sería muy grave y un acto de traición, porque el Congreso Nacional Extraordinario (de la CNTE) fue claro en orientar: abrogación, no simulación”, dice el comunicado.
Más: “La anunciada imposición de la reforma AMLO-peñista sólo se puede impedir con la activación inmediata de la alerta máxima del CNTE y salir a las calles”.
El comunicado refleja que la comisión negociadora de la CNTE pactó lo que algunos llamaron un “pleito arreglado”.
Le da peso a las sospechas de que el paro de 48 horas, anunciado por la dirigencia de la Coordinadora hasta el próximo primero de mayo —una vez que la minuta sobre educación se haya aprobado en el Senado—, sólo es para taparle el ojo al macho.
También hay noticias del SNTE, que integra al 90 por ciento de los 2 millones 400 maestros que hay en el país. No sólo votó ayer por la Reforma Educativa, sino que se declaró “aliado” del presidente López Obrador.
“Nos ratificamos como el ejército intelectual que, como ha sido siempre, está del lado de las instituciones”, dijo el secretario general del sindicato, Alfonso Cepeda Salas.
Cepeda y la cúpula del SNTE aplaudieron el dictamen que aprobaron los diputados.
Dicen que está integrado, en un 80 por ciento, por las propuestas que hicieron los maestros.
No tuvieron empacho en urgir al Senado y a los Congresos estatales a aprobar cuanto antes la minuta.
“Hemos decidido ratificar nuestra decisión de acompañar al Presidente y a las instituciones.
Participaremos para difundir los objetivos y contenidos de esta nueva reforma para la educación”, puntualizó Cepeda.
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Justicia olvidada7Ana Laura Magaloni Kerpel
Reforma 27 Abr. 2019
Esta semana, en Ecatepec, mataron a Luisa Angélica de 41 años y a Carla de 16, quienes eran madre e hija. Lo que se sabe es que el sábado pasado por la noche asistieron a un baile en la colonia y, sin más, horas más tarde, los cuerpos fueron hallados en un predio abandonado con huellas de violencia sexual. Ambas fueron degolladas. En la CDMX, también esta semana, la PGJ nos informó que fueron tres individuos los que mataron a la mamá de Bruno, el niño que fue abandonado hace algunos días en Perisur, y que el móvil del crimen fue la resistencia que puso la madre cuando tres individuos intentaron robarle su coche. Por su parte, en el municipio de Atotonilco de Tula, en Hidalgo, el miércoles pasado policías de la entidad hallaron el cuerpo de una mujer descuartizado en un tambo en un lote baldío.
Estas son sólo algunas de las imágenes de dolor y espanto que ocurrieron esta semana. Seguramente hay decenas más. Estos crímenes, entre tantos otros que ocurren en México, dibujan una crisis de inseguridad que nos retrata un país en donde el pacto de civilidad se rompió. Por razones que no hemos entendido, cada vez más y más personas están dispuestas a matar a otra persona y, muchas veces, con una crueldad inaudita. Nuestra violencia ya no sólo es consecuencia de los conflictos entre organizaciones criminales. Ya no se trata sólo de jóvenes contratados para matar a sus adversarios para controlar las plazas. Este es un fenómeno nuevo que se ha ido gestando poco a poco y que no hemos entendido. Estamos lejos, por lo tanto, de poder imaginar sus soluciones.
Es importante tomar en cuenta que en cualquier sociedad existen controles sociales que inhiben la comisión de delitos. Las instituciones -policías, fiscales, jueces- cuando funcionan correctamente, trazan una línea bastante clara de lo que realmente está prohibido y muchos actúan en consecuencia. Si la mayoría de las personas no están dispuestas a acatar voluntariamente los límites de lo inadmisible, no hay autoridad que pueda restablecer el orden. Las instituciones de seguridad y justicia sólo pueden sancionar un número limitado de los delitos que se cometen. El reto es que esos casos de éxito sean suficientemente potentes como para que todos perciban que existe un Estado fuerte, que cuida y protege a los ciudadanos.
Lo que quizá no se ha entendido en México es que ese Estado fuerte no es uno que se construye sólo con la fuerza pública. El gran cemento social, lo que puede volver a darle cohesión a la sociedad, es la justicia. Resulta muy difícil darle a la justicia el lugar que merece en medio de una crisis de violencia como la que vivimos. Sin embargo, no creo que en México se pueda frenar la violencia sin que nuestro sistema de procuración e impartición de justicia comience a hacer bien su trabajo: proveer justicia.
Para proveer justicia, lo relevante no es el castigo per se, sino el método para llegar a éste. La investigación criminal, la acusación del fiscal y el juicio mismo están diseñados para que, a través de argumentos, razones, pruebas, testimonios y un largo etcétera, se vaya urdiendo la historia del caso y se genere una explicación razonable, para la víctima, el acusado y la sociedad, de qué sucedió, por qué el imputado es responsable y cuál es la sanción aplicable. Las historias, claras y persuasivas, que se construyen con el trabajo de los fiscales, los defensores y los jueces renuevan y fortalecen el pacto de civilidad, pues hacen que sean la ley, los argumentos, las pruebas, las razones -y no la venganza y el ejercicio desnudo de la coacción- la forma de resolver y pacificar nuestros conflictos. Un Estado fuerte es un Estado justo. El ejercicio de la fuerza pública en solitario se parece mucho a aquello que se quiere contener y evitar: la violencia de unos contra otros. Me pregunto: ¿hasta cuándo AMLO sacará del olvido histórico en el que ha estado la agenda de justicia en México?
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Hay cosas que no se olvidan/Jorge Ramos Ávalos
Reforma 27 Abr. 2019
Hay veces en que vas buscando belleza y lo que te encuentras es aún más intenso y poderoso. Eso me pasó en un reciente viaje a Camboya (o Cambodia en inglés). Iba a ver los maravillosos (y todavía accesibles) monumentos y templos de Angkor pero una parada en los llamados "killing fields" -campos de exterminio de la época del Khmer Rouge- cambió totalmente mi percepción del viaje.
No había amanecido y ya estaba trepado en un tuk-tuk, una especie de carroza de dos ruedas jalada por una motocicleta. La idea era atrapar la salida del sol en las ruinas del templo budista-hinduista de Angkor Wat (centro del imperio Khmer de 802 d. C. a 1,432 d. C.). La historia es fascinante. Pero basta decir que se construyó con enormes bloques de piedra traídos por más de 50 kilómetros por unos seis mil elefantes y 300 mil trabajadores.
Angkor Wat es, sin duda, una de las maravillas del mundo. Cuando el sol se aparece sobre sus paredes, se convierte en parte de la impresionante arquitectura. Su grandiosidad y dimensión es solo comparable a las obras que nos dejaron aztecas, incas, egipcios, griegos y romanos. Pero además tiene el inmenso atractivo de ser totalmente accesible. Estás inmerso en los mismos lugares donde operaron reyes y religiosos hace siglos, y las pocas zonas prohibidas son generalmente las que están en reconstrucción. El desgaste de paredes y pisos es patente, así que no sé cuánto más durará esta política de pasen todos y a ver qué hacemos después.
A otro tuk-tuk de distancia estaba el alucinante templo de Ta Prohm -el mismo que se hizo famoso con la película de Indiana Jones Raiders of the Lost Ark- y cuyos habitantes dejaron en el siglo XIV por una agobiante y prolongada sequía. Las raíces de enormes árboles literalmente se han engullido durante siglos paredes y pasillos. Rocas y árboles son una sola obra maestra. A pesar de los millones de turistas que visitan el lugar cada año, te queda la sensación de haber descubierto algo único.
A esos lugares me llevó Y, un periodista convertido en guía y que comparte con el resto de los camboyanos un genuino orgullo por la majestuosidad de las ruinas de Angkor. Esa mezcla de naturaleza, poderío y ambición arquitectónica es irrepetible. Saben que no hay otro sitio igual en el planeta. Pero Y quería contarme otra historia.
No muy lejos de ahí, a las afueras de la ciudad de Siem Reap, estaba uno de los campos donde el brutal tirano Pol Pot había masacrado a miles de personas entre 1975 y 1979. Está ampliamente documentado cómo se exterminó a una quinta parte de la población -más de dos millones de personas- en una espantosa campaña revolucionaria destinada a acabar con el capitalismo, la burguesía, con los que vivían en ciudades e incluso con los que tenían un poco de educación formal.
Y tenía 15 años cuando Pol Pot tomó violentamente el poder. Me contó la manera en que fue separado de su familia y cómo sobrevivió al despiadado régimen comunista pretendiendo que no sabía leer ni escribir. Eso lo salvó a él pero no a su padre, a quien nunca más volvió a ver.
"En dos minutos lo vas a entender todo", me dijo Y mientras entrábamos a uno de los campos donde sus compatriotas habían sido masacrados y que se ha convertido en un sitio para honrar su memoria. "Si no quieres ver restos de cuerpos humanos, no te bajes", dijo. Me bajé.
De lejos no veo muy bien. Pero conforme me fui acercando a una torre -de unos tres metros de altura y con cuatro paredes transparentes- me di cuenta de lo que había dentro de ellas: cráneos y huesos. Los cráneos estaban colocados con un cierto orden, uno al lado de otro, golpeados, algunos sin dientes. Abajo y al fondo estaban amontonados restos de brazos y piernas; imposible saber a qué cuerpo pertenecieron.
Y tenía razón. Ahí lo entendí todo.
Hicimos el recorrido de regreso a mi hotel en total silencio. De hecho, agradecí el aturdidor sonido del tuk-tuk para tratar de procesar lo que acababa de ver. Lo que para mí era solo la inesperada parte de un tour, había atormentado a Y toda su vida.
Nos despedimos con la certeza de que no nos volveríamos a ver. Pero también con esa complicidad que surge cuando alguien te abre los ojos. Vi fijamente a Y y sus párpados estaban cargados de lágrimas.
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Crímenes perfectos/ Jorge Volpi
Quizás el mayor problema del país no sea la corrupción/
Reforma, 27 Abr. 2019
La corrupción: durante toda la campaña, y desde que entró en funciones el nuevo gobierno, no hemos dejado de escuchar que la corrupción, en sus distintas encarnaciones, es el mayor problema del país, por encima de la violencia o la desigualdad. Una corrupción endémica y atroz, que todo lo permea y todo lo destruye, una corrupción que es como una imparable mancha de aceite, una corrupción que, afincada en la lógica neoliberal que el Presidente tanto aborrece, es la culpable de todo lo que no marcha en el país. La corrupción, pues, como el gran enemigo: si antes fue el narco -y su representación como mal absoluto-, ahora es esa especie de hidra de mil cabezas, abstracta y repulsiva, a la que se achacan todos los males de México.
Nadie duda de que parte de esto sea verdad: la corrupción fue una pieza clave de todos los gobiernos priistas que el PAN no solo no revirtió, sino que asimiló sin reparos. Y, cuando el PRI volvió al poder en el 2012, ésta se convirtió ya no solo en una práctica aceptada, sino en una auténtica política de Estado: con la Estafa Maestra como emblema, pero con miles de prácticas de desvíos y simulaciones semejantes, el gobierno de Enrique Peña Nieto se dedicó a saquear sistemáticamente las arcas nacionales, sin que a la fecha podamos calcular aún el monto robado a los impuestos ciudadanos.
El problema es que el crimen perfecto solo existe en la retorcida mente de unos cuantos novelistas policiacos... y en México. Porque la incalculable serie de crímenes cometidos durante los últimos años, y me refiero por ahora solo a los peculados y robos de los políticos en turno, solo se convierten en perfectos si nadie paga por ellos, si nadie persigue a los culpables, si la justicia es incapaz de enjuiciarlos y sentenciarlos. Y eso es precisamente lo que está pasando ahora con la llamada política de "punto final" defendida por el presidente López Obrador: una medida que no hace sino enviar un equívoco mensaje a un país donde nunca impera la justicia.
Porque quizás el mayor problema del país no sea la corrupción, y ni siquiera la violencia, sino la ausencia de un Estado de Derecho y de un sistema de justicia transparente, independiente, eficaz y confiable. Es decir, de un sistema donde impere la seguridad jurídica y donde los crímenes no puedan ser nunca perfectos, donde se investigue y persiga a los presuntos culpables de cualquier tipo de delito, donde se les enjuicie (asumiendo la presunción de inocencia y el respeto a los derechos humanos) y donde, en fin, se condene a los culpables de cualquier ilícito.
Por desgracia, en nuestro país ocurre lo contrario: casi ningún delito termina con una sentencia firme. Ya sabemos, gracias al reportaje "Matar en México", de Animal Político, por ejemplo, que en el caso de los homicidios -esto es, uno de los delitos más graves y más difíciles de ocultar-, nueve de cada diez casos nunca se resuelven. Debo repetirlo: nueve de cada diez. Imaginemos lo que pasa en el caso de las violaciones o los simples robos. Vivimos, pues, en un universo donde el crimen perfecto es la norma, donde se mata porque se puede matar impunemente, donde se viola o se hurta o se hiere o se trafica simplemente porque se puede violar, hurtar, herir o traficar sin ninguna consecuencia, o al menos con una altísima probabilidad de que nada vaya a ocurrir.
Vivimos en el país de los crímenes perfectos. Un país en el que no ayuda que el Presidente anuncie públicamente su intención de que los delitos de sus antecesores queden impunes. Y, sobre todo, en una época en la que a nadie parece preocuparle que no haya una sola propuesta concreta para reformar radicalmente un sistema de justicia inoperante, ineficaz y corrupto, es decir, la piedra angular que permite que en este país la corrupción y la violencia se mantengan y prosperen. Mientras no se cambie de tajo esta situación, nada va a cambiar y esquemas como la Estafa Maestra, u horrendos crímenes como el de Minatitlán, seguirán repitiéndose una y otra vez porque, simplemente, nadie paga por ellos.
@jvolpi
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El próximo presidente
SOBREAVISO / René Delgado
Reforma, 27 Abr. 2019
Es prematuro hablar del próximo jefe del Ejecutivo, pero no sobra por cuanto está ocurriendo. La acción y la actuación disfuncional de partidos y políticos podrían, a la vuelta de unos cuantos años, abrir la puerta a tentaciones electorales que, a la postre, resulten funestas para la democracia y la libertad.
Si la administración de Andrés Manuel López Obrador no se erige en gobierno y falla en su gestión, no podrá descartarse la posibilidad -por no decir, desesperación- ciudadana de buscar refugio político en personajes que, como visto, explotan (en la doble acepción del término) la situación y las instituciones.
No hay novedad en esto. Personajes de esa calaña hoy andan campantes por los pasillos del poder fuera y dentro del país. Ahí están los Jair Bolsonaro, los Donald Trump, los Rodrigo Duterte y, en la escala bonsái, los Cuauhtémoc Blanco, los Jaime Rodríguez... El elenco es cada vez más granado.
Con Morena en el poder, encabezado por Andrés Manuel López Obrador, el país agotó el menú político ofrecido por los principales partidos. Y si, al término del sexenio o aun antes, la ciudadanía no advierte eficacia en el gobierno y alternativa en la alternancia, aquel impulso no puede ignorarse.
Será menester considerarlo porque el electorado habrá ensayado y agotado sin éxito las opciones partidistas. Tal cual ha ocurrido en Morelos y Nuevo León, donde se probaron todos los partidos y, luego, en la desesperación se optó por candidatos sin partido, más brillosos que brillantes, más prometedores que cumplidos, más famosos que conocidos, más domesticados que broncos y, aun cuando el legado final todavía está por verse, el anticipo es desastroso.
Caer dentro de cinco años en esa tentación sería terrible. No sería asomarse al precipicio político, sino arrojarse a él.
De ahí la importancia de la acción y actuación de Andrés Manuel López Obrador y su partido, que aún es movimiento sin dirección.
Si el Ejecutivo no fija el mapa, la ruta, el itinerario y, desde luego, el destino, cualquier estatua o monumento que en su honor se erija tendrá pies de barro. Si falla, el efecto no dañará la figura que de sí mismo se imagina, sino al país entero: pobres y ricos, chairos y fifís, amigos y adversarios, sabios e ignorantes, conservadores y liberales, corruptos y honestos... Lastimará al conjunto de esa composición dual sin matices que, al entender del mandatario, integra el universo mexicano.
Al frente de la principal posición de mando en el país, el presidente de la República no se juega sólo su memoria, también la historia del país y, con ella, no se juega.
En estos días, a nadie escapa el repunte de la inflación, la pérdida de empleos, los homicidios dolosos, la migración, la hostilidad de Donald Trump, la violencia criminal, la incertidumbre, la inestabilidad... y la polarización.
Los indicadores y las evidencias están a la vista y, aun así se quiera, no los oculta una larga conferencia de prensa al día, como tampoco el afán de fijar una agenda paralela. La realidad, valga el absurdo, es real. (Ahí, quizá, se explica por qué irrita tanto al mandatario que Reforma traiga su propia agenda y no se alinee a la que él pretende establecer).
El punto delicado es que, si bien es plausible el esfuerzo presidencial por transformar la desigualdad, la pobreza y la injusticia en bienestar social, es imposible ignorar o minusvalorar esos otros factores dictados por la realidad que, en su descuido, podrían vulnerar no sólo su proyecto, sino también la frágil estabilidad nacional.
Equilibrar la acción diaria de administración con el impulso de los proyectos en ciernes de gobierno sin desconsiderar la realidad es clave para, sin ruptura, darle perspectiva al país y garantizar la democracia electoral y participativa.
No sólo es lo que se quiere hacer, también es lo que se tiene que hacer.
Si el acceso de Andrés Manuel López Obrador al poder derivara de un movimiento revolucionario armado, podría entenderse sin justificar el ansia de descontar de su proyecto a quienes no lo comparten, pero no es así. Su acceso deriva -el nombre lo indica- de un movimiento de regeneración electoral y, entonces, es desmesura pretender excluir, hostilizar, amenazar o ignorar a quienes no forman fila en él. Si no todos caben, erró la vía para salir de quienes disienten.
Reubicar el límite y el horizonte de la transformación que el mandatario abandera es fundamental no sólo para desarrollarla, sino también para evitar que su eventual fracaso o descarrilamiento arrastre al país a tentaciones electorales que el próximo sexenio, aun por la vía del voto, dieran ocasión a un retroceso en el desarrollo de la democracia.
Ciertamente, los protagonistas de las dos alternancias anteriores redujeron ésta a una simple cuestión de turno en el poder sin plantearse, en serio, una alternativa. Fallar en el intento de convertir la tercera alternancia en alternativa abriría la puerta a la tentación de, agotadas las opciones partidistas, dar juego a personajes que, como se ha visto, explotan la democracia: primero, sacándole provecho y, luego, haciéndola estallar.
Sí, es absurdo hablar del próximo presidente de la República cuando el actual apenas perfila su gestión, pero si éste no modera la actitud y fija prioridades, establece ritmo y calibra con tino qué sí se puede y qué no, la transformación podría resultar involución.
· APUNTES
Hoy no hay apuntes, sólo una cita de J. M. Coetzee, tomada de su "Diario de un mal año":
"¡Pero cuán breve es el tiempo antes de que las exigencias de la vida política dificulten y al final imposibiliten al hombre en el poder distinguir la diferencia entre la verdad y la mentira!".
sobreaviso12@gmail.com

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